En la cárcel de Burgos durante la dictadura de Franco fueron internadas varias profesoras a las que por rebeldes, apodaban las "Pasionarias". Todas las mujeres sufrieron en la prisión, pero en especial las educadoras, porque cuando por fin conseguían la libertad era para peor. No se las permitía ejercer como profesoras y las represalias hacia ellas eran atroces. Fueron apresadas, menospreciadas, las quitaron el título, exiliadas y, muchas de ellas, fusiladas después de diversos castigos y dolor.
Deberían de tener un reconocimiento a su labor como educadoras, porque durante los pocos años que ejercieron su trabajo, enseñaron tanto a niños como a niñas a ser personas de provecho, infundiéndoles valores e ideas para enfrentarse a una vida totalmente distinta a la que hasta aquel entonces habían llevado sus padres, por norma general, analfabetos ante la carencia de estudios y de una formación. Ante esta falta de formación, las clases acomodadas acabaron convirtiéndoles en simples siervos a su servicio. La labor de las maestras consistió en procurar sacar a esa generación de la ignorancia y del servilismo al que estaba abocada. Abrir la mente, donde empieza la liberación.
Las Pasionarias burgalesas se llamaban: Sebastiana Alonso Tortajada, detenida con 22 años en el pueblo de Terminón mientras disfrutaba de sus vacaciones de verano. Era profesora en Pontevedra. Fue condenada a la última pena, conmutada algunos meses después a la de cadena perpetua.
Matilde Pérez García nació en Sasamón, donde también era maestra hasta que el 27 de julio de 1936 la detuvieron, siendo condenada a 15 años de reclusión mayor (Pena de privación de libertad que dura de veinte años y un día a treinta años).
Valentina María del Pilar López de Venganzones, maestra en Medina de Pomar, cuando tenía 29 años fue detenida y condenada a seis años y medio de cárcel. Casada y madre de un niño. A su marido lo fusilaron, y a ella, cuando la pusieron en libertad tuvo que malvivir para sacar a su hijo adelante.
Mercedes Chicote Alonso, natural de Palacios de la Sierra y profesora en Roa de Duero. Fue condenada a 30 años de reclusión mayor.
Dionisia Arroyo Alonso, nació en Villaquirán, aunque era maestra en Gijón, al sacar plaza para el colegio público de Jovellanos. Fue condenada a 12 años de cárcel.
Esther Martínez Calvo, natural de Logroño, trabajaba de profesora en el pueblo burgalés de Salas de los Infantes. Su pena fue de seis años de cárcel.
Todas consiguieron la libertad provisional al cabo de unos años, pero fueron inhabilitadas para siempre como maestras. La mayoría de esta mujeres tuvieron que ponerse a servir para poder subsistir.
Dolores Ibárruri - Pasionaria
Sus vidas se diferenciaban bastante de la vida de la verdadera Pasionaria, Dolores Ibárruri. Ella era una activa militante, mientras que estas mujeres no pertenecían ni a partidos políticos, ni a ninguna agrupación de mujeres antifascistas. Eso sí, eran jóvenes que creían en la libertad de las personas, detestaban las dictaduras, luchaban por la solidaridad, querían un mundo nuevo en el que desapareciesen las clases sociales y que todos y cada uno de nosotros pudiésemos expresarnos libremente. Un mundo en el que no faltase trabajo, un sueldo suficiente para que los obreros pudiesen tener una vida digna y en el que las mujeres pudiesen tener las mismas oportunidades que los hombres.
La editorial Siloé Arte y Bibliofilia de Burgos (España) presentó el viernes 10 de este mes la réplica del Manuscrito Voynich, un misterioso códice del siglo XV que se conserva en la Universidad de Yale (New Haven, Connecticut) una reliquia medieval escrita en un lenguaje desconocido que aún no se ha conseguido descifrar. Juan José García, uno de los responsables de esta editorial, se ha asomado este lunes a 'La Ventana' (Cadena Ser) para hablar de la obra.
"Este libro está considerado como el mayor enigma de la Historia de la humanidad", según ha afirmado García antes de añadir que "hay enigmas que tienen una explicación física, sin embargo este libro, al no saber qué quiere decir, al no conocerse en qué lenguaje está escrito, es una sorpresa permanente".
Sin embargo la publicación de este manuscrito no ha sido un camino fácil ni corto para esta pequeña empresa burgalesa: "Tardamos más de diez años en conseguir los derechos para poder hacer las réplicas del libro y realizarlas nos ha llevado casi dos años más", admitía Juan José García durante la entrevista que le hizo Carles Francino.
De las 898 copias elaboradas por esta editorial, la mitad de ellas ya han sido o bien vendidas o reservadas. Pero, pese a todo, el misterio sobre este códice continúa: "Ahora, mientras que nosotros hablamos aquí, hay miles de personas en todo el mundo investigando cuál es el significado de este libro y quién o quienes lo pudieron hacer".
Con motivo de las fiestas de este año, nos gustaría obsequiarles con algo de memoria histórica, a través de imágenes de las fiestas de 1957 que seguro les traen gratos recuerdos y en las que podremos observar como se celebraban las fiestas en aquella época. Algunas tradiciones siguen vivas, otras no, pero lo que siempre estará presente es el espíritu festivo con el que los burgaleses damos la bienvenida al periodo estival.
Jueves, 27 de Junio, aquel año como viene siendo habitual las ferias y fiestas comenzaron con la lectura del pregón a las 8 de la tarde. Era un día caluroso, ya entrado el verano, y en el que se respiraba alegría y ánimo de fiesta. El texto fue recitado por Daniel Alonso al ocurrir una avería en el magnetófono donde se tenía grabada la palabra de D. Jaime de Foxá, autor del texto. Tras la lectura del pregón, comenzó la tradicional cabalgata de los centros culturales y recreativos y de las casas regionales, con un recorrido que comenzaba en la plaza de Alonso Martínez y terminaba en la plaza de José Antonio, al inicio de la cabalgata se encontraban en el estrado, erigido bajo el balcón principal del Ayuntamiento, la Reina de las fiestas, la señorita Ana María García Inés, con su corte de honor, y las señoritas que representaban a las distintas peñas y colonias de la ciudad.
Tras el desfile tuvo lugar el homenaje a la Reina de las fiestas en la plaza José Antonio...
- Fiestas de San Pedro y San Pablo (1957) -
- Burgos en 1911 -
Vídeos realizados por Pedro PC en recuerdo de todos los burgaleses y burgalesas, así como de la ciudad de Burgos y su Provincia.-
Fuente: Pedro PC
* Santo Tomás de Villanueva dando limosna, esta es la obra de Cerezo que se exhibe en el Louvre.
Mateo Cerezo (Burgos, 1637 - Madrid, 1666), pintor burgalés del que se cumplen 350 años de su fallecimiento, fue uno de los grandes artistas del Barroco. Su precoz muerte le impidió llegar más lejos, si bien es el único burgalés con obra en el Museo Louvre de París.
Hubiese llegado al nivel de un tal Diego Velázquez. Conforme a los críticos de arte, Mateo Cerezo era uno de los más talentosos pintores del Barroco de España. Su prematura muerte truncó la brillante trayectoria de este pintor, pese a lo cual dejó cuantiosas muestras de su genio, suficientes para ser el único artista burgalés del que se exhibe una obra en el Museo Louvre de París, el museo más importante del planeta. Se cumplen ahora 350 años del fallecimiento de un artista fantástico, el que es incuestionablemente el pintor burgalés más importante del siglo XVII y lo hubiera sido asimismo de España, como asegura René Jesús Payo, maestro de Historia del Arte de la Universidad de Burgos.
Museo de Burgos
Mateo Cerezo, natural de Burgos nació en 1637, era hijo de un pintor de mismo nombre, en cuyo taller conoció el oficio y pudo desarrollar su espíritu creativo. Aunque fue en la capital española, donde se trasladó el joven Mateo Cerezo con apenas 15 años, donde pudo instruirse y desarrollarse. En la capital formó una parte del taller de Carreño y fue un artista bastante solicitado por una diversa clientela, sobre todo por su Pintura religiosa. Estando en la villa de Madrid conoció la obra de Velázquez, pero asimismo la de Tiziano, la de Rubens e incluso la de Van Dyck, que le influyeron sobremanera, y lo convirtieron «en un genio, en un astro del Barroco», añadió Payo.
La mayor parte de su obra, y la más esencial, es Pintura religiosa, si bien, si hubiera vivido más, hubiera acabado transformado en pintor de la Corte, ya que su ambición era ser retratista de cámara, y seguramente su temprana marcha a la capital de España esté relacionada con ese deseo. Asimismo demostró ser un perfecto maestro del bodegón. De no haberse cruzado la muerte en su paseo a una edad tan temprana, la temática del pintor burgalés hubiera sido considerablemente más rica.
Para Payo, el talento y la genialidad de este pintor burgalés está fuera de toda duda, puesto que fue capaz de aceptar de manera sintética la influencia de los grandes maestros del Barroco, tanto en los flamencos como en los locales.
Museo del Prado
«Cerezo desarrolla unas composiciones que se abren en amplias y complejas escenografías, concebidas con un exquisito refinamiento, que se manifiesta tanto en el conjunto de la obra como en los detalles más menudos. Al igual que el maestro de Amberes, concede a sus personajes de una rica magnificencia en sus ropajes, aplicando una pincelada fluida y ligera, resaltada por unos ricos juegos de luces», resalta la enciclopedia del Museo de Prado, otra pinacoteca que cuenta con cuadros del burgalés, tal como el Museo de Burgos.
La obra que se exhibe en el Louvre de la ciudad de París es Santo Tomás de Villanueva repartiendo dádiva, óleo sobre lienzo de 246 centímetros por 208, fechado en mil seiscientos sesenta, que en su día se atribuyó a Carreño de Miranda. El cuadro perteneció a la compilación del mariscal Soult, que consiguió hacerse con una gran colección de arte español durante las Guerra de Independencia.
* Foto: Diario de Burgos
Fuente: diariodeburgos.es
Los servicios de emergencia han alertado sobre la desaparición de una joven burgalesa de 18 años, llamada Carla García, de la que no se sabe nada desde hace más de una semana. Fue vista por última vez el miércoles 30 de marzo en la zona conocida como el Parque de los Poetas (G2), Burgos. Mide 1,65 metros de estatura, tiene el pelo largo moreno, aunque en la fotografía aportada por la familia se la ve con el pelo castaño. Sus familiares han dado la voz de alarma a través de las redes sociales a las que han solicitado ayuda para localizarla.
En caso de reconocerla, los servicios de emergencia instan a comunicarlo llamando al teléfono de emergencias, 112.
Actualización, 7 de Abril de 2016
Ocho días después de su desaparición, Carla García Salas ha aparecido sana y salva. Al parecer, la joven se encontraba en una vivienda de la provincia de Burgos, aunque aún es pronto para conocer las causas del suceso. Además, todavía está por confirmar con quién se encontraba y bajo qué circunstancias.
La colaboración ciudadana a través de las redes sociales y la difusión de SOS Desaparecidos ha sido fundamental para localizar a esta joven. De hecho, la asociación comunicó ayer a su hermano Iván el paradero de esta joven burgalesa que no regresó al centro de menores Los Manzanos de Valladolid después de pasar en Burgos las vacaciones de Semana Santa.
Entre el 17 y 18 de julio de 1936, varios mandos del ejército dieron un golpe de Estado contra el gobierno de la II República Española, lo que desencadenaría en una cruenta Guerra Civil. Durante el primer año de la guerra, las cárceles se llenaron de presos políticos y prisioneros, en este sentido el 5 de julio de 1937, el General Franco dispuso desde el Gobierno de Burgos, la creación de campos de concentración para confinar a los prisioneros republicanos.
Por su privilegiada ubicación geográfica y sus excelentes comunicaciones, la ciudad de Miranda de Ebro sería una de las ciudades que albergarían prisioneros de guerra. Para tales fines, en los primeros meses de la contienda se utilizó temporalmente el recinto de la plaza de toros. Posteriormente, sobre una superficie de 42.000 m2 pertenecientes a la empresa Sulfatos Españoles, S.A. se construyó el Campo de Concentración de Miranda de Ebro, muy cercano al río Bayas y al ferrocarril.
Las instalaciones del Campo de Concentración eran muy precarias, ya que se había construido de una forma rudimentaria con materiales abandonados de un circo; los prisioneros dormían en el suelo, al hambre y al frío habían que añadirle las condiciones de insalubridad del recinto donde gran parte de los prisioneros contraía diversas enfermedades como: cólera, sarna, tifus... y sobre todo piojos.
"A partir de agosto de 1938, se edificaron nuevos barracones, mejor construidos que los anteriores y formando dos hileras de quince barracones cada una, así mismo el campo estaba rodeado de alambradas de espino y vigilado por centinelas cada cincuenta metros, utilizándose el modelo alemán y bajo la dirección de Paul Winzer, hombre de la Gestapo y de las SS, encargado de examinar el establecimiento de los campos de concentración en el territorio controlado por las tropas de Franco. La Historia del Campo o Depósito de Concentración de Miranda de Ebro, cubre un periodo de diez años dividido en dos fases. En la primera, desde 1937 hasta el verano de 1940, funcionó como campo de concentración de prisioneros de la Guerra Civil y actuó como campo base del Batallón Disciplinario de Prisioneros Trabajadores número 75. La segunda etapa, a partir de 1940, la conformaron un bienio () en el que convivieron españoles y extranjeros, y un quinquenio () en el que el depósito fue habitado por extranjeros organizados en dos grandes grupos: el Grupo o Campo Alemán -que incluía un subgrupo de colaboracionistas- y el Grupo o Campo Aliado, según los datos litigantes de la Segunda Guerra Mundial y la llegada de evadidos y refugiados que pasaban la frontera franco-española".
Durante el periodo los prisioneros de guerra republicanos fueron clasificados por criterios como: Afectos, Dudosos y Desafectos a la causa franquista. "Los prisioneros recibían todo tipo de vejaciones, palizas y castigos, como estar atado a las alambradas o junto al mástil de la bandera fascista, además de estar constantemente amenazados de muerte".
Tarjeta postal del campo de concentración
El Campo de Concentración de Miranda fue objeto de varias redes de evacuación clandestina para liberar prisioneros, cabe destacar al doctor Eduardo Martínez Alonso, agente secreto británico que evacuó a miles de perseguidos por el nazismo de Hitler, indocumentados, apátridas, y judíos, expidiendo certificados médicos falsos.
El número oficial de presos fallecidos en el Campo de Concentración de Miranda de Ebro, desde noviembre de 1937 hasta agosto de 1945, ascendió a 164; sin embargo por los testimonios orales es probable que extraoficialmente la cifra fuese bastante más elevada.
En cuanto al número de prisioneros que pasaron por el campo, atendiendo al estudio más reciente de Javier Rodrigo se cuantificaría en más de 110.000 los prisioneros llevados a Miranda entre los años 1937 y 1947, incluidos 15.412 extranjeros y combatientes interbrigadistas.
- Vídeo (restos del campo de concentración) -
Luis Alberto Egea Alvarez
Presidente de la Asoc. Memoria Histórica de Miranda de Ebro
Extraído de: Díptico divulgativo
Fuente: archivo PDF y
En 1975 el rock vive en la catacumbas, se mueve en los entornos underground, se nutre de hippies, progres, idealistas, músicos que sueñan con reencarnarse en The Beatles o en The Rolling Stones, antifranquistas, marginales, libertarios, izquierdosos, gente creativa que encuentra en las guitarras que cortan como una astilla de vidrio la mejor manera de escupir a una realidad opresora, que se expresa en inglés como medio beligerante de burlar la censura. Ser rockero en España es casi considerada una actividad punible. Llevar el pelo largo y mostrar disidencia en la forma de vestir es exponerte a que cualquier ciudadano se arrogue el derecho de insultarte por la calle impunemente. Dejarte barba de náufrago o mostacho y embutirte en pantalones pata de elefante es saber que estás bajo sospecha.
Las cadenas comerciales de radio ponen gesto de fusilado si alguien les habla de rock. Sólo el francotirador Vicente Mariscal Romero se atreve a pinchar música rockera, a introducir en la España dictatorial a grupos y gente como Led Zeppelin, Yes, Deep Purple, Who, Frank Zappa, The Doors, Janis Joplin, Santana, Dylan, Hendrix. Sus programas poseen influencia mediática y son savia nueva entre los sonidos apolillados que emite la radio. «Ponía a esos grupos apunta el propio Mariscal—, pero también toda la Trova Cubana, lo que sacó Pelayo con Gong. Programaba una simbiosis entre el rock y el cambio. Al final me echaron porque decían que ponía música vikinga.» En aquellos años la escena underground pasa del pop huero defendido por grupos insulsos y melifluos cantantes melódicos y empieza a fijarse en un nuevo sonido que incluye guitarras rasposas y sobre todo conceptos intelectuales y retratos costumbristas. Empezará a gatear bajo el nombre de «El Rollo». Promovido por Mariscal Romero, ese año Gong edita el primer volumen del mítico «Viva el Rollo» en el que aparecen unos primerizos Burning cantando en inglés, The Moon, Volumen, Indiana, Tílburi y el propio Mariscal. Nace una plétora de grupos aguerridos como contrapunto a esas otras formaciones que facturaban música fácil y ajena a la realidad, música que se pegaba enseguida y que recibe el calificativo de «música chicle».
En Burgos se celebran «Las primeras 15 horas», un macrofestival que en la plaza de toros de la ciudad castellana reunió a las bandas rockeras más ilustres del momento. Allí desempolvan su repertorio entre otros Bloque, Triana, Burning, Tílburi, Eva Rock, Hilario Camacho, Alcatraz, La Companyia Elèctrica Dharma, Storm, Orquesta Mirasol, Iceberg, y así hasta diecisiete grupos. Es el sábado 5 de julio de 1975. En los días previos la conservadora ciudad había mostrado su desagrado por el evento. Se temía una avalancha de vándalos, hippies, holgazanes, pendencieros, gente de mal vivir, sucia y desaliñada, enemistada con la higiene, de moral laxa y costumbres licenciosas. Aquel sábado el rotativo La Voz de Castilla titula en primera plana y a cuatro columnas un ofensivo titular para describir el festival: «La invasión de la cochambre». Probablemente se trate del primer titular referido al rock que aparece en la portada de un periódico español.
El festival congrega a cuatro mil personas que se plantan en la plaza de toros con macutos, bocatas y ganas de escuchar música progresiva. El festival empieza a las doce de la mañana del sábado y concluye a las tres de la madrugada del domingo. Nada destacable, no acudió a la cita ni uno solo de los miedos de la conservadora ciudadanía. El festival provocó cierto descalabro económico y constató que el rock español aún no provocaba el suficiente poder de convocatoria, pero dejó para la posteridad el impagable titular de prensa. La cochambre pasará a ser una etiqueta y una manera de designar las cosas muy utilizada por los grupos a partir de ese día. El 26 de ese mismo mes de 1975 se celebra la mítica Primera Edición del Festival Canet Rock. En la localidad costera de Barcelona se reunen cuarenta mil personas en un evento de fuerte carácter contracultural, hippy y antifranquista. En septiembre un agonizante Franco desde su lecho de muerte todavía firma fusilamientos sin que le tiemble la mano. Morirá el 20 de noviembre. Dos días después su sucesor, decidido por él mismo el 22 de julio de 1969, es proclamado Rey. Juan Carlos de Borbón pasa a ser el Jefe del Estado.
Con la muerte de Franco aparece con desatado entusiasmo el rock para aunar ansias libertarias y sobre todo como símbolo de ruptura con la cultura convencional imperante. Si la canción protesta se nutre del compromiso político, el rock se consagra como estandarte del compromiso social con nuevas poéticas y nueva retórica urbana. Es un movimiento que aglutina a gente díscola e irreverente. Un corte de mangas a lo establecido. Nace con la consigna de no parecerse a lo anterior, de sacarle la lengua a lo conservador y lo pacato. La ciudad de Madrid se convierte en la auténtica anfitriona de este barril de pólvora a punto de explotar. En su libro Heavy Metal (Cátedra, 1992), Francisco J. Satue da su visión de los hechos: «¿Fue la lenta agonía de Franco la causa indirecta del desgaste de una canción con mensaje incorporado y a la larga, aburrida, profundamente aburrida, destinada a enardecer masas martirizadas por el sangriento, grosero autoritarismo? Es más que probable. En cualquier caso, tras la poética de la resistencia surgió la protesta a ritmo de rock.» Salvador Domínguez en el epílogo de su libro Bienvenido Mr. Rock (SGAE, 2002) narra lo crucial de ese año: «En 1975, a pesar de la hegemonía de los cantantes melódicos, ataviados con trajes, corbatas, y una toalla para marcar paquete, la música en España evolucionaría a la búsqueda de unos conceptos propios, que la han llevado hasta su estado actual... En los quioscos empiezan a verse nuevas revistas como Popular 1 y Vibraciones, con lujosos formatos y cuidadas fotografías. Pero lo más sobresaliente de todo fue que, de entre las miles de catacumbas esparcidas por todo el territorio español, salieron a la luz una serie de agrupaciones que desvelaron al público un abanico de infinitos colores y posibilidades musicales.»
Época triste quizá como ninguna para la ciudad de Burgos, fue aquel lapso de tiempo (), durante el que ocupada militarmente, como punto estratégico por los ejércitos napoleónicos, puede decirse que no hubo un solo día, en que sus aterrados habitantes, dejasen de ser testigos presenciales de algún cruel y horroroso espectáculo.
Sobre la ciudad de Burgos, y sin más excepción que la representada por el breve y humanitario mando del general Thiébault, cayeron como gobernadores militares una serie de generales rapaces y crueles, y los unos con sus depredaciones, y los otros con sus ferocidades, escribieron quizá las paginas más negras de aquella memorable e hispánica efeméride, en que tan alto ejemplo de patria dignidad dimos al mundo entero.
La desdichada batalla de Gamonal (10 de Noviembre de 1808), en la que nuestras tropas fueron no ya vencidas sino pulverizadas, abre para Burgos una era de torturas dantescas. El mando francés, ebrio por la victoria y frenético por la resistencia, decreta un pillaje vandálico y comienzan para nuestra ciudad al decir de un testigo presencial (1) «días terribles, en que entregados nuestros pueblos al pillaje de una soldadesca desenfrenada, vimos robadas nuestras riquezas, violadas nuestras vírgenes, y entregadas nuestras casas a las llamas. Días terribles, en que el tierno niño quedó desamparado de sus padres, la esposa abandonada del esposo, y en que huíamos todos despavoridos, haciendo resonar en los montes nuestros llantos y gemidos, y buscando en las fieras la compasión que nos negaban los franceses. Días terribles, en que vimos profanados nuestros templos, degollados los sacerdotes, ultrajadas las sagradas imágenes, y pisado por los caballos el Santo de los Santos. Días, en fin, terribles, en que no encontraba cuartel 31 soldado rendido y en que retirándose nuestros guerreros de un suelo que no podían defender, quedamos todos a la discrección de unos vándalos sin disciplina y de unos generales sin sentimiento humanitario alguno».
La pluma amena y realista de don Anselmo Salvá primero (2), y las no menos autorizadas de otros historiadores (3), nos han dejado un cuadro de conjunto perfecto y detallado de todas las tribulaciones que supo soportar y de todos los heroísmos que engendró Burgos durante este calvario de cinco años; mas sin embargo uno y otros, silenciaron un hecho seguramente de los más dignos de recordación; es a saber, la ejecución con todos los honores de martirio del sacerdote y teniente de caballería de la guerrilla del cura Merino, don León Cebrecos y de sus once subordinados y compañeros de infortunio, que enviados como parlamentarios por el famoso guerrillero ante los franceses a raíz del armisticio pactado en la acción indecisa de Almazán, fueron contra todo derecho aprisionados por éstas y conducidos más tarde a esta capital, para ser en ella fusilados sin formación de juicio, por el feroz conde de Dorsenne que a la sazón gobernaba la plaza.
II
Procuraremos historiar el sucedido desde sus orígenes. Con fecha 19 de Abril del año 1810 el intruso monarca José Napoleón, obedeciendo órdenes que su hermano el emperador le trasmitiera, decreta: «que desde aquel momento no se reconocería más ejercitó español que el de Su Majestad Católica José Napoleón; por consiguiente, todas las tropas y partidas de brigantes (patriotas), grandes pequeñas se considerarían desde entonces como formadas por bandoleros y ladrones, y serían fusiladas al momento y sin formación de causa los españoles aprehendidos con las armas en la mano, y quemados y arrasados los pueblos en donde apareciese muerto un francés».
La orden equivalía en puridad y sin eufemismos a la barbarie decretada e impuesta, y a ello respondió dignamente la Regencia del reino; decretando a su vez, que, «todo español es soldado de la patria; por cada español que fusile el enemigo, serán ahorcados tres franceses, y se tomarán represalias si éstos queman los pueblos y las casas sólo por desvastar el país.»
Era ésto, tanto como imponer la guerra sin cuartel, y ya se comprende, que a partir de este momento la lucha llegó a un grado de ferocidad, cuyo recuerdo aún hoy día horroriza; un mero capricho, una delación falsa, la mera tenencia de utensilios cortantes aunque fuesen de un indudable uso doméstico o agrícola, era lo suficiente, al menos por lo que a Burgos y su provincia hacía referencia, para que no tan sólo no se diese cuartel en las batallas, sino para que el cruelísimo y presumido conde de Dorsenne (4) tuviese las cárceles repletas de acusados, y mandase al suplicio durante su mandato a un número de víctimas que espanta, como que según datos de coetáneos, pasaron de cincuenta; y sin embargo, tan fría crueldad, bien lejos de producir sosiego, inflamaba el sentimiento patrio, y por cada español sacrificado, eran muchos los que se lanzaban al campo ansiosos de venganza.
En la provincia de Burgos, el famoso cura de Villoviado, don Jerónimo Merino, consiguió no tan sólo tener en jaque a fuertes contingentes enemigos, sino que en más de una ocasión llegó a infringirles tremendos descalabros. Su partida, que inicialmente apenas si llegaba a veinte hombres, se vio incrementar con tanta rapidez, que la Junta Central considerándola ya como una fuerza ofensiva inestimable, envió en 1809 y desde Sevilla a los comandantes Blanco y Angulo, para que organizasen respectivamente las fuerzas de a caballo y de a pie, y con ellas a dos oficiales de administración a cargo de los cuales debería correr el abastecimiento de toda la guerrilla.
La sorpresa de Quintana la Puente y la acción del Portillo de Hontoria proporcionaron al belicoso cura tanta honra y provecho, que no sólo fue ascendido al grado de brigadier efectivo, sino que vio aumentar sus gentes de tal modo, que el grueso de las mismas pasaba ya de los 4.000 hombres, agrupados fundamentalmente en dos regimientos, uno de caballería que se llamó de «Húsares de Burgos», y otro de infantería denominado de «Tiradores de Arlanza».
En Julio del año 1810, tiene lugar la acción que pudo ser decisiva del «Puente de Almazán». Enterada la Junta provincial de Soria de que el gobernador francés de esta última plaza, Fourtuni, pasaba con un fuerte contingente de tropas a Almazán para exigir allí el pago de las contribuciones, dio orden a las suyas integradas fundamentalmente por el segundo batallón de Numantinos, para que se adelantaran al francés y tornasen la villa, al mismo tiempo que avisaba confidencialmente a Merino, para que éste cooperase con parte de sus fuerzas a la empresa común. No se hizo el cura de rogar, y con un contingente aproximado de 400 hombres y llevando como su segundo al guerrillero Tapia, se preparó a una con las fuerzas de Soria a defender la plaza. Dos compañías de Numantinos y Dragones de Soria se adelantaron corno unos seis kilómetros para avisar la llegada de las tropas francesas y atraerlas simulando una retirada en guerrilla. Marino se emboscó en la alameda del Duero, y otras dos compañías de Numantinos, se apoyaron en las tapias próximas al río; las restantes tropas se parapetaron unas, en la barbacana de la plaza de Jesús, y otras, a lo largo de la ribera izquierda del Duero para impedir que los franceses vadeasen el río.
El enemigo fue llevado hábilmente por los Numantinos de vanguardia hacia le alameda donde debía ser sorprendido por la salida repentina de Merino y los suyos, pero éste, que no estuvo aquel día a la altura de su reputación, bien lejos de hacer frente a las tropas francesas se replegó inopinadamente a un cabezo inmediato, permitiendo así a éstas, entrar en la alameda sin quebranto ninguno. Los sorianos, aunque decepcionados por la retirada incomprensible de las fuerzas del cura, hacen brioso frente a los franceses, rechazándoles cuantas veces intentan atravesar el puente con tan visibles pérdidas que les obligan a pedir parlamento, naciendo aquí la tragedia que mi incolora pluma rememora. Pedido el parlamento, Merino ordena cese de hostilidades, y diputa al teniente de su guerrilla don León Cebrecos, para que acompañado de once subordinados, pase al campo enemigo para pactar el pedido armisticio. Los franceses, cubriéndose de oprobio, en cuanto ven a los embajadores en su campo, les apresan y reanudan sobre la marcha el ataque, logrando así atravesar el puente y apoderarse de Almazán, no sin sufrir en el empeño considerables pérdidas.
La felonía francesa por un lado, y la conducta extraña, indecisa y aun cándida de Merino que estuvo en esta ocasión muy por bajo de su reputación, hicieron posible que nos tocase llevar la peor parte en una acción que por su acertado planteamiento, pudo haber sido memorable victoria. Unos 200 españoles quedaron sobre el campo, entre muertos y heridos, de los primeros un hermano del propio cabecilla apodado «el Majo». De la parte francesa, las pérdidas fueron tan considerables, que de 1.400 que salieron de Soria, no llegaron a 800 los que allí regresaron.
Mientras tanto, los embajadores apresados de manera tan baja pisoteando el derecho de gentes y la inviolabilidad que en todos los tiempos y en todos los ejércitos se concedió a los parlamentarios, son conducidos a pie y a marchas forzadísimas hasta nuestra ciudad, y una vez en ella, condenados rápidamente a muerte por el cruel Dorsenne, como incursos por haber hecho armas, contra los franceses, en el decreto bárbaro del rey intruso. Ejecutóse la inhumana sentencia en la mañana del día 7 de Agosto de 1810, en la plaza de Vega, y una vez fusilados y siempre por orden de Dorsenne que quiso así añadir al martirio la ignominia, sus cadáveres fueron colgados de sendas horcas en el alto del Molino de Viento (5), con prohibición terminante de que fuesen retirados de allí hasta que por su estado de descomposición ellos mismos cayesen, así como también, de que doblasen las campanas a duelo por las muertes, y de que se celebrasen funerales por el eterno descanso de sus almas, Crueldad o mejor ya, sadismo repugnante y contraproducente, revelador de toda la bajeza del miserable que pretendiendo ofender más allá de la muerte, glorificaba al querer macular, una memoria sagrada ya para los burgaleses.
III
Mediaba el año 1815. Dos eran transcurridos desde que Burgos viera al fin su recinto libre de la sangrienta férula francesa, y en el transcurso de ellos, iban lenta, pero continuamente, restañándose las heridas que en la economía y en el espíritu de sus abnegados habitantes produjera tan prolongada y bárbara opresión. La evocación frecuente de las atrocidades presenciadas, refrescaba el recuerdo de las víctimas en ellas inmoladas, y con él, un deseo de honrar en modo alguno su memoria. A tal efecto, reunidos pueblo y autoridades el día 13 de Junio de aquel año, bajo las bóvedas de nuestra incomparable catedral, ofrecen solemne acción de gracias por la liberación de la ciudad, y una vez terminada, un inmenso gentío presidido por el Ayuntamiento y el Cabildo, se dirige hacia la antigua huerta situada frente a San Agustín (6) lugar habilitado para cementerio por el mando francés durante su dominio, para una vez en él, tomar solemnemente los restos de hasta cincuenta y tres víctimas de aquél, previamente exhumadas, y rendirles un póstumo, ejemplar y público homenaje, en la forma y manera que detalladamente se relata en el autorizado testimonio que transcribo hoy aquí,
Traslacion de los huesos de los patriotas afusilarlos.--En los días trece y catorce del mes de Junio del año de mil ochocientos y quince, el Cabildo de Curas y Beneficiados de la Iglesia parroquial de San Cosme y San Damián extramuros de la ciudad de Burgos, acompañó con las cruces parroquiales de recomendación y ordinaria la traslación de los huesos de los varones españoles que cruelmente y sin formación de juicio fueron afusilados por el tirano e intruso gobierno de los franceses, bajo la dominación bárbara de Napoleón y de su hermano Joseph, sin más delito que haber salido y tomado las armas para la defensa de la Patria de la Religión y del Rey cautivo, que todo se hallaba en estado de perecer, cujas víctimas inocentes después de sacrificadas fueron también ultrajadas y pribadas de sepulturas por muchos meses, colgados en una orca que la tiranía francesa mandó colgar en el alto que llaman del molino de viento de donde fueron descolgados y sepultados primero en la huerta frente al convento de San Agustín destinada en aquella infeliz época para enterrar los cadáveres y trasladados con la mayor pompa fúnebre a la sepultura número cuatro de la primera fila de esta iglesia en donde fueron sepultados en una caja con facultades de los señores Provisores de este arzobispado y consentimiento de los favriqueros y cabildo- ,por la piedad de los hermanos de la Cofradía del Santisimo Sacramento fundada y sita en la misma iglesia, la que solemnizó el entierro y costeó los gastos de la función que se celebró con dos vigilias y misa y sermón ofreciéndose en lo sucesivo a celebrar en dichos días el aniversario de dichos cincuenta y tres ínclitos varones afusilados entre los quales se cuenta el presbítero capellán famoso Don León Cebrecos y sus acompañantes (7), el Intendente y otros señores de las Juntas probinciales de la sierra y Soria (8) y el célebre religioso trinitario de Guipúzcoa premiado en la Junta de Galicia, y por verdad, y para que conste para siempre puse esta cláusula que firmo yo el cura beneficiado de la propia iglesia, fecha ut supra (9).=Dr. Manuel García Arnaiz=rubricado». (Libro de finados (1809 a 1845—folio 39, vuelto).
Como consta en el documento trascrito, el acto de la inhumación se solemnizó con dos vigilias, misa y sermón. Este sermón, que fue predicado por el presbítero Don Gabriel Villanueva y Calleja, cura beneficiado de Quintanaortuño, se imprimió con posterioridad (1816) en Madrid—Imprenta de Don Miguel de Burgos, Sr de él, hemos tenido la suerte de hallar un ejemplar en reciente viaje a dicha capital, (existe otro en el Arch. Municipal de Burgos, legado Cantón Salazar). En dicho curiosísimo folleto, y a manera de notas, figuran los dos epitafios que el predicador propuso. para que el que mejor pareciese fuese esculpido «sobre la lauda sepulcral de los afusiladoss»; dicen así:
Condita sepulchro sunt hoc beligera sancto
Corpora, quae rabies gallica fudit humi.
(En este sepulcro se guardan los cuerpos sagrados de los guerreros que la ira francesa abatió en tierra).
Gallica securis hosce percussit Atlantes,
Condere Burgorum cura paravit humo.
(La segur francesa derribó a estos Atlantes, la caridad de los burgaleses les dispuso sepultura).
Hoy día, la lauda pizarrosa que cubre estos gloriosos y olvidados despojos, situada frente a las gradas del altar mayor de la parroquia de San Cosme y San Damián, carece de epitafio que recuerde a los presentes el sacrificio heróico de sus antepasados. ¿No seria la hora, de que como pago adecuado a esta remembranza, la caridad burgalesa, a que el predicador se refiriera, tributase el bien ganado y piadoso recuerdo a que los allí sepultados tienen justo derecho? Nuestro Ayuntamiento y los burgaleses todos que amen las glorias de esta ciudad querida, tienen la palabra.
Una colaboración entre el Equipo de Atapuerca y el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva permite secuenciar, con nuevas técnicas, el genoma mitocondrial casi completo de un resto humano (el Fémur XIII) de la Sima de los Huesos (Atapuerca, Burgos), datado en unos 400.000 años (Pleistoceno Medio). Solo en el permafrost (suelo helado) se ha recuperado ADN de esta antigüedad, pero no humano. Así lo constata el último número de la revista Nature que ha recogido los datos de esta investigación en el número que se publicó el jueves 5 de diciembre.
La Sima de los Huesos es el yacimiento que ha proporcionado, en un solo lugar, más fósiles de una especie fósil de hominino (humanos). Desde el año 1976 se trabaja en la recuperación de los restos óseos de por lo menos 28 individuos. Los esqueletos están completos, pero sus huesos se encuentran muy fragmentados, dispersos y mezclados, lo que dificulta su reconstrucción. La especie representada en la Sima de los Huesos muestra una combinación de rasgos arcaicos junto con otros incipientemente neandertales, por lo que se la considera relacionada evolutivamente con estos últimos. Las particulares condiciones del yacimiento, aislado desde hace cientos de miles de años en las profundidades de un sistema cárstico, han permitido una conservación excepcional de los huesos humanos. El ADN mitocondrial se encuentra en múltiples copias en las mitocondrias de las células y se transmite exclusivamente por línea materna.
Más cercanos a denisovanos que a neandertales
El equipo de Matthias Meyer del Instituto Max Planck ya había secuenciado, hace muy poco tiempo, el genoma mitocondrial completo de un oso precedente del mismo yacimiento y encontrado junto con los fósiles humanos. Fue preciso para ello desarrollar nuevas técnicas analíticas, habida cuenta de la degradación extrema del material genético.
Los investigadores procedieron a continuación a comparar el genoma mitocondrial extraído del Fémur XIII de la Sima de los Huesos con el de las especies más cercanas, tanto vivas (humanos actuales y grandes simios) como fósiles: neandertales y denisovanos.
A partir de los datos genéticos, los investigadores calcularon una edad aproximada para el fósil de la Sima de los Huesos de unos 400.000 años, muy parecida a la estimada por el mismo procedimiento para el oso: 430.000 años.
La comparación de las secuencias del genoma mitocondrial ha revelado una mayor proximidad del fósil de la Sima con los denisovanos que con los neandertales, en contra de lo esperado. Los denisovanos se consideran unos parientes muy lejanos de los neandertales, de los que se separaron hace unos 700.000 años. Apenas se tiene información morfológica de los denisovanos, encontrados en la cueva Denisova, en Siberia meridional, por lo que no es posible establecer comparaciones anatómicas con los fósiles de la Sima de los Huesos.
Tremendamente emocionante
Como dice Matthias Meyer, "no se esperaba que el ADN mitocondrial de la Sima de los Huesos compartiera un antepasado común con el de los denisovanos en lugar de con el de los neandertales, dado que los fósiles de la Sima muestran rasgos neandertales".
Teniendo en cuenta la antigüedad del yacimiento, un escenario posible es que los humanos de la Sima estén relacionados con la población ancestral a partir de la cual evolucionaron por separado neandertales y denisovanos.
Otra posibilidad, apuntan los investigadores, es que otros homininos distintos transmitieran el ADN mitocondrial de tipo denisovano a los homininos de la Sima, o a sus antepasados.
"Este trabajo muestra que ahora podemos estudiar el ADN de fósiles con varios cientos de miles de años de antigüedad, abriéndose la posibilidad de conocer genes de los antepasados de neandertales y denisovanos. Es tremendamente emocionante". Son palabras de Svante Päabo, director del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva.
Juan Luis Arsuaga
Arsuaga: mayor complejidad de la esperada
Según Juan Luis Arsuaga, director del Centro Mixto (Universidad Complutense de Madrid Instituto de Salud Carlos III) de Evolución y Comportamiento Humanos y director científico del Museo de la Evolución Humana de Burgos, "solo hay progreso en el conocimiento cuando se encuentra lo inesperado. Todo apunta a una complejidad mayor de lo que se suponía en el Pleistoceno medio. Esperemos que futuras investigaciones aclaren las relaciones entre los fósiles de la Sima, los neandertales y los denisovanos".
Los investigadores del equipo conjunto se proponen ahora secuenciar ADN mitocondrial de otros individuos de la Sima, e incluso recuperar algunas secuencias del ADN nuclear.
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Las investigaciones y excavaciones en Atapuerca son financiadas por el Ministerio de Economía y Competitividad, la Junta de Castilla y León y la Fundación Atapuerca. En esta investigación han participado por parte española científicos del Centro Mixto (Universidad Complutense de Madrid-Instituto de Salud Carlos III) de Evolución y Comportamiento Humanos, de la Universidad de Alcalá de Henares, del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana de Burgos y del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social de Tarragona.
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Universidad complutense de Madrid
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Cierta o no, esta es una bonita historia de amor que corre, de boca en boca, entre los burgaleses; da significado al famoso Papamoscas de nuestra bella Catedral de Burgos.
En el interior de la Catedral de Burgos, y sobre una de las puertas, puede verse el Papamoscas, que está encerrado en la caja de un reloj típico de Venecia; hoy en día, condenado a silencioso mutismo, se limita a abrir desconsideradamente la boca, al sonar las campanadas de cada hora. Hubo tiempos, en que a un gesto extravagante y desmesurado acompañaba un sonoro grito, lo cual provocaba en los fieles gran risa, con la consiguiente irreverencia. Al fin, un prelado, muy poco humorista, pero si muy respetuoso de la santidad del lugar, ordenó que le fueran seccionados algunos nervios al simpático personaje, que después de aquella intervención quirúrgica quedó mudo y casi inmóvil.
El Papamoscas es creación del muy genial rey y señor nuestro, Don Enrique III. El Monarca Doliente, tenía por costumbre acudir todos los días a la Catedral de riguroso incógnito; permanecía unos minutos en el gótico templo, sumergido en devota abstracción. Un día vio a una muchacha, de gentil aspecto, que oraba fervorosamente ante el sepulcro del conde Fernán González. El Rey se paró unos momentos a contemplarla y la joven volvió la cabeza encontrándose sus ojos. La muchacha salió turbada del templo y tras ella caminó en silencio Don Enrique, hasta que la vio entrar en su casa. Desde entonces idéntica aventura se repitió todos los días; Monarca y doncella cambiaban sonrisas y miradas, mas ni uno ni otra hizo jamás intención de iniciar la más ligera conversación.
Enrique III de Castilla
Un día, al salir, la joven dejó caer un pañuelo; adelantose el Rey y lo cogió. Lo guardó con apasionado gesto en su pecho y entregó el suyo a su silenciosa amiga. La joven tomó entre sus dedos el pañuelo que el Rey le tendía, y se alejó con sonrojado y entristecido semblante. Desde entonces, no se la volvió a ver en la Catedral, ni por las calles de la ciudad.
Pasado un año, un atardecer, paseaba don Enrique por un bosque, cuando de pronto se dio cuenta de que se había extraviado. En vano intentó regresar. Seis hambrientos lobos rodearon al Rey castellano. No se asustó el Monarca: echó mano a su espada y luchó con denuedo contra las fieras, logrando dar muerte a tres de ellas. El tiempo avanzaba, y el implacable asalto de los lobos concluyó por fatigar a don Enrique, cuyas fuerzas, no por escasas menos fecundas, desfallecian rápidamente. Ya estaba a punto de sucumbir a los ataques furiosos de los lobos, cuando se oyó un grito extraño («y un tiro de fusil», suele añadir el sacristán de la Catedral). Espantados, los animales abandonaron la ya segura presa y huyeron entre los árboles. Ante el sorprendido Don Enrique surgió una mujer, cuyo rostro, de magnífica belleza, aparecía dolorosamente contraido. Ni una sola palabra salía de sus labios; tan sólo, de vez en cuando, un lamento escapaba de su pecho. Por unos momentos, el Rey clavó su mirada en la extraña aparición, y enseguida reconoció, en ella, a la joven de la Catedral. Avanzó unos pasos y le tendió sus brazos amorosos, pero la muchacha le detuvo, y con dolorosa sonrisa y espiritual melancolía dijo:
«Te amo, porque eres noble y generoso; en ti amé el recuerdo gallardo y heroico de Fernán González y Cid. Mas no me es posible ofrecerte mi amor. Sacrifícate, pues, como yo lo hago...». Y con estas palabras, cayó muerta. En su mano derecha estrechaba aun el pañuelo de Don Enrique, y lo apretaba con amor sobre su corazón.
Alejose el Rey con el espíritu apesadumbrado y el ánimo ocupado por un recuerdo, que sería ya imborrable. Llamó a un artista moro y le ordenó que hiciera una figura para un reloj veneciano, que había de colocarse en la Catedral burgalesa; exigió que esta figura emitiera a cada campanada un grito que le recordara el que lanzó la joven al verle rodeado por los lobos, y pidió también que repitiera las apasionadas frases que le dedicara la muchacha. Mas esta última exigencia no fue capaz de satisfacerla el artífice. Nosotros, por nuestra parte, aunque no lo hemos oído, nos resistimos a creer que el grito del "feísimo Papamoscas" pudiera parecerse al que lanzara la gentilísima enamorada del Rey caballero don Enrique III el Doliente.
Si algún local en Burgos tiene "magia y duende" ese es sin ninguna duda el bar "El Patillas". Su sello inconfundible es el arte; guitarras, artistas y chicas guapas forman un marco incomparable.
Don Elías Quintano fundó la legendaria taberna en 1913, y el nombre hace referencia a las patillas que lucía y que posteriormente han seguido conservando las tres generaciones. Don Elías estuvo al mando hasta 1936, cuando se hizo cargo su hijo Baldomero.Amando, tercera generación "patillas" nació debajo del mostrador y siempre ayudó a su padre. Estudió en el Padre Aramburu el oficio de tipógrafo y corrector, y trabajó en la imprenta Fournier hasta su jubilación, 1999, cuando empezó a dedicarse en exclusiva a su "santuario". Desde entonces "El Patillas" sólo cierra los domingos.
Por el lugar, paso obligatorio de peregrinos, que salen de allí con "su sello", han desfilado numerosas compañías teatrales, que acudían al terminar la función e ilustres artistas como "El Pescadilla" y Lola Flores, pero su musa por excelencia es Joan Báez.
Entre las innumerables anécdotas, Amando cuenta que Joan Báez lo trató como si lo conociera de toda la vida y al final de la charla preguntó si podía cantar, tocar y bailar, él la dijo: "puede hacer usted lo que quiera, porque para eso es la dama de la canción protesta americana". Joan fue al Patillas con tres músicos, el hijo y una secretaria, Amando preguntó si ese era el hijo de Bob Dylan y ella le contestó: "no, es de otra relación".
Amando, el tabernero más famoso y querido de la ciudad afirma ser feliz porque todo el mundo le quiere (incluso las chicas y los políticos). Envidias, sí, levanta porque a menudo le preguntan ¿qué tiene "El Patillas"? El Patillas tiene personalidad, se ofrece una guitarra o cualquier cosa para entretener, además de buena charla y conversación.
Con su retirada, Amando, quiere que su menú siga igual y que el cliente se divierta y ha pedido que no toquen nada "ni toquéis, ni pongáis, ni quitéis", el mismo ambiente y los mismos músicos espontáneos, mimados y cuidados, y no dejar entrar a gente impresentable, "en el bar no se bebe por beber". Ha conseguido siempre mantener el orden.
Amando ha cedido el local por diez años para retirarse al sol (que le da vida), pero si lo hacen mal los nuevos propietarios promete volver "escapao"; luego le gustaría que continuasen con él sus nietos.
Amando sigue pidiendo a la gente que acudan al local como antes porque él siempre estará en espíritu.
Tres generaciones
3ª Amando, 1ª Elías y 2ª Baldomero.
- Emitido en Comando actualidad el 15/10/2014 a las 22:30 (TVE1) -
- Bar El Patillas, Burgos -
- Vídeo -
- Taberna el Patillas, Burgos * -
El Patillas echa el cierre
La taberna centenaria que ha pertenecido a tres generaciones de los Quintano clausuró anoche (31 de octubre de 2017) sus puertas tras 114 años de historia. Los actuales gestores del mítico bar, Jesús Gadea y Ana Valle, pusieron el punto final a un establecimiento ligado a la música que asumieron en octubre de 2013 tras la jubilación de Amando. Su dueño finalmente ha decidido rescindir el contrato porque considera que El Patillas "ha dejado de ser lo que era". Las 2 partes se reunieron con los abogados para firmar los papeles. Aunque la intención es desprenderse del bar, de momento no se colocará el cartel de 'se vende'. /JESUS J. MAMAS
- Cierre de la Taberna El Patillas -
Vídeo *, extraído de: Vimeo
Fuente: Extraído de la revista, plan de ocio en Burgos y resumido por Yolanda Torres C.
(Poza de la Sal, 1928 - Klondike, Alaska, 1980). Médico de formación (se especializó en estomatología), su afición por la cetrería lo convirtió en una figura destacada de este arte, siendo requerido como asesor de la película El Cid (1961), rodada en España a las órdenes de Anthony Mann.
Con el paso de los años, su pasión por las aves rapaces devino en un interés científico por la vida salvaje en general. En 1964 inició sus colaboraciones en distintos programas de Televisión Española, cadena para la cual dirigió series divulgativas como Fauna (1968), Animalia (1969), Vida salvaje (1970), Planeta azul () y El hombre y la Tierra (). Su área de actuación sobrepasó los límites físicos de la península Ibérica, para ampliarse a América Latina y África.
De todas estas experiencias televisivas surgieron las colecciones de libros Fauna, Cuadernos de campo y Fauna ibérica. Además, promovió en España las ideas conservacionistas, a través de la Asociación para la Defensa de la Naturaleza (ADENA) y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, institución de la que fue miembro.
En concreto, se le reconoce un papel destacado en la preservación de especies de grandes mamíferos ibéricos que a mediados de la década de 1970 se hallaban en serio peligro de extinción, como el lobo y el lince ibéricos, el oso pardo cantábrico y el muflón. Falleció en un accidente de aviación cuando realizaba filmaciones de la Iditarod -carrera de perros de Alaska- para un programa de televisión.
En memoria de Félix Rodríguez de la Fuente
Hace casi tres décadas que no se escucha el aullido del lobo. Hoy los lobos gritan con menos fuerza pero con más llanto y tristeza porque el jefe pródigo de la manada, el Hijo predilecto de Poza de la Sal y redentor del "Canis lupus", lleva veintinueve años aullando ininterrumpidamente cada noche en el lugar más recóndito del bosque, y sólo unas pocas personas lo escuchan, pese a que todo el mundo lo oye.
Nuestro amigo Félix, desde aquel rincón de la cárcava, con su sobada guerrera, sus curtidas polainas y sus infatigables botas, contempla cada puesta de sol bajo la vieja tronca roída por el viento, el agua y el paso del tiempo, y observa el pronunciado retroceso de su "Planeta Azul". Se encuentra cabizbajo y pensativo, en un estado agridulce; triste porque siguen muriendo águilas imperiales envenenadas en las dehesas extremeñas, siguen cerrándose cepos sobre los tarsos del lince, todavía se emiten grandes cantidades de productos tóxicos a la atmósfera y aún se talan bosques a matarrasa para enriquecer el bolsillo. Pero también está contento e irradia felicidad cuando mira para otro lado y ve que hay millones de personas velando por su legado, trabajando única y exclusivamente por y para el medio ambiente, motivo por el que luchó incansablemente.
En cada puesta de sol, en el nido del águila, o en el lobezno ibérico, allí donde late un corazón por la vida y el planeta; allí se encuentra el Amigo de los Animales como fuerte llama esperanzadora.
Tu obra y tu voz despertaron la atención de los que sentían amor por la vida
Los que ya no están y tanto hicieron por el planeta, y los que queremos seguir trabajando, heredaremos tu "Queridos amigos", ese fruto de amistad que conquistó los corazones de medio mundo y que todavía despierta sentimientos allá por donde pasa".
Elegía a Félix Rodríguez de la Fuente
Era un caballo de acero sobre el que tú cabalgabas. Con espíritu cidiano en los confines de Alaska remontabas las alturas sobre un "babieca" con alas. Todo era blanco ese día al frío parto del alba; claras eran tus ideas de la misión programada y claros los horizontes con resplandores de plata. Bajo el techo azul celeste a la Ciencia le entregabas el esfuerzo generoso de tu cuerpo y de tu alma. Era el camino tan blanco, tan nítida la mañana, que todo se te ofrecía transparente a la mirada. En los témpanos de hielo los reverberos de plata tapizando el horizonte al escondite jugaban, mientras el caballo blanco -ese "babieca" con alas- elevado a las alturas nuevos espacios ganaba.
Y cuando te disponías, serena la paz del alma, a descubrir los secretos, de la estepa legendaria, diríase que al caballo quebráronsele las patas y tropicando al vacío en un soplo se estrellaba. Y de los Montes de Oca la Sierra de la Demanda, del valle de la Bureba y del páramo de Masa, un rumor de negra pena entre la niebla se alzaba. Bajaron hacia la vega, heterogénea amalgama, los animales del bosque al doblar de las campanas, uniéndose a las ovejas, a los bueyes y a las cabras para rendir homenaje en sentida y fiel balada al protector de su imagen de la Flora y de la Fauna. Desde todos los confines de la tierra en que pisaras han levantado su vuelo con la mortaja en sus alas: las frágiles avecillas, los halcones y las águilas, los pingüinos, la cigüeña, los buitres y la abutarda portando en su pico flores silvestres a tu morada.
Las gaviotas han quedado tristemente alicortadas. De los ríos navegables las especies que tú amabas han saltado a tierra firme, de vivir no tienen ganas. Se han parado las corrientes del Orinoco y del Plata, del Tigris, del Amazonas, del Potomac y del Niágara. En las praderas marinas los delfines ya no saltan, han prendido en sus aletas cintas de seda enlutadas. Las olas ya se han rendido quedando la mar en calma, y la luna se ha escondido envuelta en un mar de lágrimas. A la provincia de Burgos, desde los cielos de Alaska, tu cuerpo, frío y sin vida ha volado, ya sin alma, porque en Poza de la Sal querías que te enterraran. Desde Briviesca a Sedano de Villarcayo a Miranda hay un duelo de alas negras en cada parto del alba, volando hacia el cementerio donde elegiste tu morada.
No te mataron las hienas ni los tigres de Vengala, te traicionó un artefacto sofisticado y con alas. Con esa gran sencillez burgalés de cuerpo y alma cual recio varón cidiano incansable en la batalla, has consumido tu vida entre la Flora y la Fauna para honra de la Ciencia y para gloria de España.
En las noches castellanas el lobo aulla con tristeza, en recuerdo de aquel que se fue, aquel llamado Félix Rodríguez de la Fuente, amigo de los animales.
Más información en: ikerjimenez.com/especiales/felix-rodriguez-de-la-fuente/index.html
Fuente: terrorismoambiental.espacioblog.com/post/2009/03/14/en-memoria-felix-rodriguez-la-fuente y biografiasyvidas.com/biografia/r/rodriguez_de_la_fuente.htm
La torsión de globos describe la manipulación de los mismos, modelándolos y transformándolos en prácticamente cualquier forma, por ejemplo un animal, un motero, un personaje conocido y así una multitud de diseños. Se trata de una práctica en el mundo de la manualidad y creación a través de la manipulación del látex.
Teléfono de contratación para eventos: de Burgos, preguntar por Jesús.