El llamador de Ángeles tiene una forma de esfera redonda, es de plata de ley y emite un sonido armonioso cuando se le agita. Según cuenta la leyenda, el llamador de Ángeles, tiene las facultad de proteger y favorecer el bienestar de la persona que lo posee.
Se lleva a modo de colgante en el cuello, pero también puede ser colocado en el hogar, preferiblemente en una puerta o en una cuna. En la puerta, ya que, al abrir y cerrar, conseguiremos que el llamador de Ángeles se mueva y haga sonar su armonioso sonido, en la cuna, antes de que se duerma el bebé y así protegerá su sueño. Aunque el llamador es de beneficio exclusivo para la persona que lo lleva consigo, este también protegerá al futuro hijo aún estando en el vientre de la madre. Para ello, usaremos una cadena de unos 10 centímetros como mínimo, de esta manera el llamador quedará expuesto a la altura del bebé, protegiéndolo. Tenemos que tener en cuenta que, una vez que el bebé haya nacido, el llamador sólo puede ser utilizado por uno de los dos, o la madre o el hijo.
Los llamadores de Ángeles producen un sonido armonioso y ameno, igual que el de unas campanillas, y que según dice la tradición y leyenda, ese sonido avisa a nuestro Ángel Guía, el "Ángel de la Guarda", de quien siempre requerimos su presencia. A los Ángeles de la Guarda les encanta este sonido, ya que transmiten vibraciones metálicas y gráciles, y si además de esto es utilizado por una persona, los Ángeles reciben una especie de mensaje que les avisa de que están siendo llamados por alguien al que aman y deben proteger.

"Hace miles de años, los humanos vivían en contacto directo con sus Ángeles Guías o Ángeles de la Guarda, y que, por alguna motivo, seguramente vinculada con el Pecado Original, tuvieron que dejar de vivir conjuntamente con ellos. Los Ángeles, entristecidos por la pérdida de la compañía de los humanos, obsequiaron a éstos con colgantes esféricos de plata, pura, que al agitarlos, sonaban igual que las campanillas."
"Estas pequeñas, pero muy importantes esferas eran un símbolo de protección. Los Ángeles se despidieron de los humanos y les manifestaron que, aunque ya no los volverían a ver, si se sentían en peligro, desamparados o simplemente tristes, sólo sería necesario agitar la esfera, ya que, al escuchar su sonido, el Ángel Guía -Ángel Guardián- de cada uno, acudiría en su ayuda o compañía."
El colgante tenía que ser de uso exclusivo y personal, pues cada uno tiene su propio sonido, sonido reconocible por cada Ángel Guía -Ángel de la Guarda-, y este Ángel no puede ser cedido a otra persona. Si se infringía esta condición, la magia y protección del llamador de Ángeles desaparecería. También declararon a los humanos que el mismo colgante podía ser utilizado por una madre y su bebe mientras éste se encuentra en el lecho de su madre, ya que en este estado, madre e hijo comparten el mismo Ángel Guía. Una vez que el bebé ya hubiera visto la luz, la madre tenía que tomar la decisión de usar el colgante para su protección o para la de su bebé recién nacido".
Fuente: llamadordeangeles.net

El llamador de Ángeles tiene una forma de esfera redonda, es de plata de ley y emite un sonido armonioso cuando se le agita. Según cuenta...