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Artabán

En el mes de enero, todos los pequeños del mundo esperan con ansiedad la llegada de los reyes magos. Melchor, Gaspar, y Baltasar con su cargamento de ilusiones y juguetes.

En las sagradas escrituras, nos mencionan que estos reyes llegaron cargados con oro, incienso y mirra, para el niño que había nacido, el niño Jesús.

Pero pocos saben la verdadera historia, que en realidad eran cuatro los reyes magos que debían llegar a belén pero, ¿Pero qué paso con el cuarto rey mago?.

Su historia se encuentra en algunos textos antiguos, ARTABÁN... junto con Melchor, Gaspar y Baltasar, habían hecho planes para reunirse en Borssipa una ciudad antigua de Mesopotamia desde donde iniciarían el viaje para adorar al Mesías.

El cuarto rey llevaba consigo gran cantidad de piedras preciosas para ofrecérselas a Jesús, paro cuando viajaba hacia el punto de reunión, encontró a un anciano enfermo, cansado y sin dinero Artabán se vio envuelto en un dilema ayudar a este hombre o continuar su camino para reunirse con los otros reyes. De quedarse con el anciano, seguro perdería el tiempo y los otros reyes lo abandonarían siguiendo su camino. Obedeciendo a su noble corazón, decidió ayudar a aquel anciano. Decidido a cumplir su misión, emprendió su camino sin descansar hasta belén, pero cuál fue su sorpresa el niño ya había nacido, y sus padres José y María habían huido rumbo a Egipto, escapando de la matanza que había ordenado Herodes.

Artabán

Artabán emprendió su viaje siguiendo los pasos del nazareno, pero por donde el pasaba, la gente le pedía ayuda y el, atendiendo siempre a su noble corazón, ayudaba sin detenerse a pensar que el cargamento de piedras preciosas que cargaba, poco a poco se reducía sin remedio en su andar, Artabán se preguntaba: ¿qué podía hacer si la gente le pedía ayuda? ¿Cómo podría ayudar a quien lo necesitaba?.

Así pasaron los años y en su larga tarea por encontrar a Jesús ayudaba a toda la gente que se lo pedía, treinta y tres años después el viejo y cansado Artabán llego al monte Gólgota para ver la crucifixión de un hombre que decían era el Mesías enviado por Dios para salvar al mundo.

Con un rubí en su bolsa y dispuesto a entregar la joya pese a cualquier cosa, justo en el momento frente a él se apareció una mujer que era llevada a la plaza para venderla como esclava y pagar la deuda de su padre, Artabán entrego la piedra preciosa a cambio de su libertad.

Triste y desconsolado se sentó junto al pórtico de una vieja casa y en ese momento la tierra tembló y una piedra golpeo su cabeza, moribundo y con sus últimas fuerzas, el cuarto rey imploro perdón por no haber cumplido su misión de adorar al Mesías. En ese momento, la voz de Jesús se escucho con fuerza: tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber, estuve desnudo y me vestiste, estuve enfermo y me curaste, me hicieron prisionero y me liberaste, Artabán, agotado preguntó ¿Cuándo hice yo esas cosas? Y justo en el momento en que moría, la voz de Jesús le dijo: todo lo que hiciste por los demás lo has hecho por mí, pero hoy estarás conmigo en el reino de los cielos.

Crucifixión

No sabemos a ciencia cierta, si esto pudo ser cierto o no, pero lo que si que sabemos, es que esta es una bonita historia cargada de buena fe y amor al prójimo, quizás esta historia no sólo sea una historia, a ti que te parece?.

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- El Cuarto Rey Mago (Película 1/2) -


- El Cuarto Rey Mago (Película 2/2) -


Artabán el cuarto Rey Mago - Libro en PDF


Mancomunidad
Fuente: archivo PDF
Artabán, el cuarto Rey Mago que no llegó al nacimiento de Jesús Artabán, el cuarto Rey Mago que no llegó al nacimiento de Jesús

En el mes de enero, todos los pequeños del mundo esperan con ansiedad la llegada de los reyes magos. Melchor, Gaspar, y Baltasar con su ca...

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enero 09, 2014

Reyes Magos
La historia de los Reyes Magos de Oriente fue escrita hacia el año 70 después de Cristo en arameo. Ese texto no se ha conservado, pero ha llegado hasta nosotros porque fue traducido al griego, que era el idioma mas utilizado en la época en la cuenca del Mediterraneo. La Historia de los Reyes Magos se encuentra en el Evangelio según San Mateo (2,1-12). De los cuatro Evangelios, solo Mateo nos cuenta este pasaje, cuando en tiempos de Herodes III el Grande, y habiendo nacido Jesús en Belén de Judea, llegaron en busca del Rey de los Judíos unos magos venidos desde Oriente, siguiendo una estrella que les guiaba por el camino.

Sin embargo, en el texto de San Mateo no se les nombra ni como Reyes, ni como Magos, ni siquiera por los nombres como los conocemos: Melchor, Gaspar y Baltasar. La idea de que uno de ellos era negro, o que eran tres, es producto de la imaginacion o de la literatura posterior. Pero hay otras cuestiones curiosas en torno a esta historia.

La larga tradición nos ha traído estos elementos identificadores que no se encuentran escritos

Algunos historiadores apuntan que se puede tratar de añadidos en la traducción griega del arameo a la historia que, escrita por Mateo, fue utilizada por Marcos y, mas tarde, por Lucas. Otros estudiosos afirman que se pudo obviar el ofrecer datos tan concretos sobre quienes eran los Reyes por considerarlo ambiguo o comprometido. Algo que parece carecer de base si se piensa que el texto esta escrito muchos años después de que acontecieran los hechos.

También se ha considerado curioso que los primeros paganos ("primitia gentium", los primeros entre los paganos podrían adorar y reconocer al Señor) que fueron a venerar al Salvador fueran Reyes, y lo que resulta mas chocante, que fueran "Magos". La clave de todo este asunto puede encontrarse en el acierto de los traductores latinos del Nuevo Testamento que llevaron el texto a esa lengua, entre ellos San Jerónimo que en el siglo IV tradujo las Escrituras del hebreo al latín, quizá el primero que los identifica como Magos.

¿Pero a que se llamaba magos, magusaioi?

En tiempos del nacimiento de Jesucristo, magusaioi eran adivinos y astrólogos, de origen caldeo, es decir, del área sirio-mesopotamica, lo que desde Judea suponía el Este geográfico. Así eran las cosas, el termino magusaioi designaba a los charlatanes que practicaban algún tipo de magia, que practicaban la antigua ciencia de los Magu, tribu seguidora de Zaratrusta, que reunía las practicas mágicas, astrológicas o adivinatorias del mundo persa.

Reyes MagosOro, Incienso y Mirra

El oro, el incienso y la mirra nos llevan hasta la llamada Ruta del Incienso, una ruta que se extendía desde el Océano Indico, subiendo por la península Arábiga, trayendo hasta el mediterraneo productos del Asia Central. La única ruta capaz de traer hasta el portal de Belén esas mercancías. Siguiendo el relato apócrifo, esto es, cualquier libro que se atribuye a un autor sagrado, pero no esta incluido en el canon de la Biblia, del Protoevangelio de Santiago o el llamado Evangelio armenio de la infancia (un texto datado en el siglo V o VI, y otros escritos, se fecha el nacimiento de Cristo un 6 de enero y la visita de los Reyes tres días después. En esos textos se nombra a tres Reyes, Melkon, rey de los persas, Gaspar, rey de los Indios y Baltasar, rey de los árabes. Lógico es pensar que las mercancías o presentes que le entregaron al Salvador procedían no solo de la ruta propia de distribución de esos productos, sino de su lugar de procedencia como reino.

El oro representaba el signo de la divina majestad y de la realeza. El incienso simbolizaba el sacrificio y la mirra era una representacion funeraria, que ponía de manifiesto la fragilidad humana.

Reyes MagosEl Pesebre

San Jerónimo, como decíamos pieza clave en la traducción del texto que nos trae la llegada de los reyes magos, habla de "praesepe" o praesepium, que podríamos traducir como pesebre, lugar según el cual los Evangelistas indican el objeto sobre el que fue depositado Jesús al nacer. Es esta la única y misma indicación que dieron los cuatro Evangelistas, localizado en una gruta de Belén, que San Jerónimo visito en el siglo IV, momento en el que dejaba de estar en manos de los paganos que celebraban allí la fiesta o culto de Atis. Curiosamente entre estos ritos se incluía la presencia de un buey y un asno.

El pesebre o el lugar de la Natividad, ahora epicentro de la basilica constantiniana de Belén, en la que los peregrinos entraban para rascar, de las paredes, el carbonato cálcico que se convertía en una reliquia conocida como leche de María, a la que se concedía el poder de proteger el periodo de lactancia para las madres.

Reyes MagosLos Reyes Magos. Melchiar, Melchor, era el rey de Nubia y de Arabia. Jaspar, Gaspar, era el rey de Tharsis y de Egriseula, oscuro de piel como los etiopes. Y Balthasar, Baltasar, rey de Godolia y de Saba. Según la tradición, los tres permanecieron vírgenes toda su vida. Aunque hablaban diferentes idiomas, fueron conducidos en dromedarios, por la estrella, que se detuvo tras trece días de camino frente al portal, el lugar del nacimiento del rey de los judíos, el Mesías. La Estrella les había guiado hasta allí recorriendo un camino sinuoso, extraño... Cuando, terminada su misión, deciden volver la Estrella ha desaparecido, ya no les guiaba.

Otra leyenda dice que tardaron trece años en regresar a sus reinos, se desconoce lo que les entretuvo por el camino. La Estrella volvió a aparecerse, pero como presagio del fin de los días de los reyes sobre la Tierra. Melchor murió; a los 116 años de edad, Gaspar a los 112, cinco días después que el anterior; y Baltasar a los 109, seis después que Gaspar. Fueron enterrados juntos y mientras la estrella brillaba sobre el cielo, sus cuerpos permanecieron incorruptos.

Reyes MagosLas Reliquias de los Reyes Magos

Un 1 de junio del año 1164 Federico Barbarroja ordeno llevar, desde la iglesia de San Eustorgio de Milán hasta Colonia, las reliquias de los Reyes Magos, es decir, sus cuerpos. Fueron depositados en la iglesia de San Pedro. Se hallaban en Italia desde el siglo IV, cuando el noble griego Eustorgio había llegado a Milán enviado por Constantino, habiendo sido proclamado obispo y recibiendo como regalo, al parecer por sus bondadosas obras, las reliquias de los Magos de Oriente.

El culto a los Reyes Magos en occidente data del siglo XII. A partir del siglo siguiente comenzaron a desarrollarse representaciones teatrales en torno a su figura. La Historia, que había sido compuesta por un sinfín de datos mas o menos contrastados, fue finalmente escrita entre 1364 y 1374 por Juan de Hidelsheim, un prior carmelita alemán en la Historia Trium Regum, basada en la Historia Scholastica de Pedro Comestore escrita en el lejano siglo XI.


Fuente: Carlos Belane
La historia de los Reyes Magos, fue escrita hacia el año 70 d.C., en arameo La historia de los Reyes Magos, fue escrita hacia el año 70 d.C., en arameo

La historia de los Reyes Magos de Oriente fue escrita hacia el año 70 después de Cristo en arameo. Ese texto no se ha conservado, pero ha ll...

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noviembre 19, 2013

Roscon de Reyes

En realidad, el origen del roscón de reyes se remonta a la época romana, en concreto a unas fiestas, Las Saturnales, o “fiesta de los esclavos” que se celebraban a mediados del mes de diciembre en honor al díos Saturno, Dios de la agricultura, y lo que se celebraba era el fin del período más oscuro del año, luego llegaban la “fiesta del Sol” hasta final de mes, en que celebraban el nacimiento del nuevo período de luz, coincidiendo con la entrada del Sol en el signo de Capricornio (solsticio de Invierno), era el periodo que significaba el final de los trabajos del campo, finalizada la siembra de invierno, los campesinos, incluidos los esclavos tenían tiempo para descansar y reponerse del esfuerzo y se les premiaba con unas tortas redondas, hechas con higos, dátiles y miel que también se repartían entre los pobres.

En las tortas, se escondía un haba seca que representaba la prosperidad, quien la encontraba, si era esclavo, quedaba libre ese día, además de pasar a ser tratado como un rey.

En el siglo IV la Iglesia institucionalizó el día de Reyes en Occidente y esas fiestas paganas se convirtieron en cristianas, quedando en el olvido que el origen de las mismas, fueron las fiestas del solsticio de invierno.

Y mientras la costumbre empieza a perderse por otros sitios, en Francia la fiesta se empieza a celebrar, aunque ya los protagonistas son los niños.

El día 6 de Enero, se celebra la fiesta llamada Le Roi de la Fave, (el rey del haba). Ese día se elaboran dulces y se esconde dentro un haba, el niño que la encuentra se le nombre Rey de Reyes, se le ofrecen regalos y durante ese día es mimado por todos.

Roscon de Reyes

Y llegamos al reinado de Luís XV. En la Corte, un cocinero de origen eslavo, quiso hacerle un regalo al Rey el día de Reyes (el rey Luís XV comenzó a reinar con 5 años, aunque la regencia la ostentaba el Duque de Orleáns) y le preparó un roscón tradicional de su tierra, pero con una sorpresa en su interior: y es que resulta que en colaboración con otros miembros del servicio del rey había comprado un medallón de de diamantes y se le ocurrió ponerlo dentro.

El rey Luís XV, niño al fin y al cabo, quedó encantado con el dulce y se dedicó a propagarlo entre la aristocracia francesa y europea, eso sí, con una moneda dentro en vez del medallón de diamantes que a él le habían regalado.

En España, fue el rey Felipe V, tío de Luís XV, quien lo introdujo y muy pronto, se fue convirtiendo en una de las costumbres más populares. Y poco a poco la costumbre fue pasando de los nobles al pueblo llano, siendo Madrid y Sevilla las ciudades más importantes en adoptarlo y perfeccionarlo si cabe. Y luego, poco a poco, se fue extendiendo por todo el país y por sus colonias (sobre todo México).

haba o regalo

Pero en el camino había perdido, digamos su origen; El Haba, hasta que los reposteros catalanes la incluyeron de nuevo por su significado, puesto que el haba simboliza la regeneración, el resurgir de la vida, el año nuevo.

Y es en el siglo XIX cuando la moneda se empieza a sustituir por una figurita. Y ya llegamos al significado actual: La persona que recibe en su pedazo de Roscón la figurita, tendrá suerte durante el año nuevo, ya que los Reyes Magos le conceden protección. En cambio, el que recibe el haba tendrá que pagar el postre.

En la actualidad podemos encontrar Roscones de Reyes con rellenos de lo más variopinto, pero yo creo que la mayoría nos decantamos o bien por el relleno de nata o el relleno de chocolate.

Sea cual sea el relleno de tu Roscón, ¡Buen Provecho! y que como cuenta la tradición, te otorgue la protección durante todo el año.


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Fuente: archivo PDF
Roscón de Reyes una tradición desde la época romana Roscón de Reyes una tradición desde la época romana

En realidad, el origen del roscón de reyes se remonta a la época romana, en concreto a unas fiestas, Las Saturnales, o “fiesta de los escla...

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enero 04, 2013

Portal de Belén

La costumbre del Belén es muy antigua y proviene de la veneración a las reliquias del pesebre de Jesús, traídas a Roma desde Belén, si bien las características de algunos personajes como los pastores, los magos o Herodes provienen de las representaciones teatrales navideñas. A esto se añade la presencia de los signos que señalan el cumplimiento de las profecías sobre el nacimiento del Mesías o salvador de los judíos ("el buey", "la mula", la estrella, etc.), y las indicaciones derivadas de algunas visiones místicas.

Según los expertos, las primeras expresiones gráficas de nacimientos se hallan en las catacumbas romanas de Priscila en el siglo II. Hay una en la que se hace referencia al nacimiento de Jesús de forma directa, y muestra pintada una escena de la Virgen María sosteniendo en brazos al niño Jesús. Incluso en otras catacumbas, de los siglos III y IV, se pueden observar escenas de la Epifanía, con los Reyes Magos.

La tradición popular actual del belén, pesebre o nacimiento es mucho más reciente. Parece que fue San Francisco de Asís quien realizó la primera representación en Greccio. Después, Santa Clara la difundió por los conventos franciscanos de Italia y posteriormente la propia difusión de la orden contribuyó a la extensión del pesebre representado por seres vivos o figuras.

Portal de Belén

Desde el siglo XIII hasta el XVI, las representaciones del Misterio quedan prácticamente limitadas por los muros de los conventos, primando en ellas su contenido religioso sobre la belleza artística de la obra.

Los siglos XVI y XVII aportan unos antecedentes dignos de tener en cuenta y que abonarán el terreno para su explosivo florecimiento en el siglo XVIII, a partir del cual la costumbre arraiga profundamente, ayudando la mejora en el estilo de vida a que las gentes tengan tiempo y ánimos para disfrutar del arte, una vez que han visto cubiertas sus necesidades más primordiales. Con figuras labradas hacia 1480, el llamado "Belén de Jesús" de Palma de Mallorca documentado en el siglo XVI, es el más antiguo de España, por lo que también pudiera ser el más antiguo en uso de la Cristiandad. Sus autores son los Alamanno, familia que realizó varios de los primeros belenes en Nápoles, perteneciente por entonces a la Corona de Aragón.

Así pues, durante el XVI y XVII podemos distinguir dos escuelas perfectamente diferenciadas: castellana y andaluza, aunque es a partir del XVII cuando la figura exenta cobra importancia, ya que durante el siglo anterior el tema se trata, casi exclusivamente, en retablos. Como retablistas podemos mencionar a Alonso Berruguete y Diego de Siloé, en la castellana; siendo Juan Martínez Montañés quien mejor representa la andaluza. En cuanto a figuras exentas, tenemos a Fray Eugenio Gutiérrez de Torices, en la zona centro; destacando José Risueño, Pedro Duque Cornejo y Luisa Roldán "La Roldana", en Andalucía.

Las figuras del fraile mercedario Eugenio Gutiérrez de Torices, tienen la peculiaridad de la materia empleada en su confección: la cera. Les confiere ésta una finura y transparencia que las hace exquisitas y, a pesar de ser figuras de vestir, como las napolitanas, no admiten comparación, ya que los colores de de sus vestidos cortesanos, confeccionados en tela y papel, también son pálidos, como desvaídos, en contraposición con las de Nápoles que son modelos tomados del pueblo, con sanos colores en las mejillas y abigarrada espectacularidad en el vestir. En el Museo Nacional de Artes Decorativas de Madrid podemos admirar algunas de ellas, dispuestas en pequeños escenarios independientes (dentro de un mueblo relicario), representando seis escenas de la vida de María: Desposorios, Anunciación, Visitación, Adoración de los Pastores, Adoración de los Magos y Huida a Egipto.

Con respecto a los maestros andaluces de la época mencionaremos las preciosas figuras de barro representando al Niño Jesús en brazos de María o de San José, del granadino José Risueño; las de Pedro Duque Cornejo, de gran tamaño, algunas de las cuales se conservan en el Museo Nacional de Artes Decorativas; y, por último, las de Luisa Roldán "La Roldana", cuya obra se encuentra repartida por distintos museos, como el de Artes Decorativas de Madrid, Museo Arqueológico de Bilbao, e Hispanic Society of America, de Nueva York.

Portal de Belén

El Belén en España alcanza su auge y esplendor durante el siglo XVIII con la subida al trono español de Carlos III, las figuras procedente de Nápoles marcarán la pauta a seguir por los artistas españoles.

Decide el Rey continuar en España la costumbre, adquirida en Italia, de instalar durante la Navidad un belén en Palacio. Para ello, encarga al escultor valenciano José Esteve Bonet la confección de unas figuras que completen las que trae de Nápoles y que deberán ser de su misma hechura para no desdecir del conjunto; empezándose así el llamado "Belén del Príncipe", obra que continuaría más tarde el también valenciano José Ginés.

Los nobles de la Corte imitan rápidamente al Rey, y la moda se extiende, primero entre la aristocracia y, más tarde, entre la burguesía y el pueblo llano, que la hacen suya cuando artesanos más modestos la ponen a su alcance económico, perdiendo con ello las figuras calidad artística pero ganando popularidad.

En este siglo XVIII, aparte de los mencionados José Esteve Bonet y José Ginés, debemos destacar al catalán Ramón Andreu que, hijo de alfarero, aprende desde niño a trabajar el barro, prestándole a las figuras ese realismo tan propio de su región, situando junto a unos Magos cargados de lujo y majestad, unos paupérrimos pastores de remendadas ropas; creando escuela por su técnica y buen hacer.

Es obvio añadir que la representación por excelencia del arte belenístico en España, durante el siglo XVIII, la ostenta Francisco Salzillo, A lo largo del siglo XIX, la abundancia de excelente material, procedente del XVIII, hace que la producción artística se paralice algo, quedando prácticamente en manos de pequeños artesanos el privilegio de mantener un ritmo mínimo de fabricación, teniendo que llegar la segunda mitad del siglo XX para que, nuevamente, resurja con fuerza este arte, compitiendo escultores de gran talla en mejorar su obra belenística.

El belén tradicional se parece muy poco al actual, pues es simbólico en vez de realista, tiene las figuras a distintas escalas, según su importancia, y dos planos, el celeste y el terrestre. Se acompañaba por aparatos diversos de iluminación, velas y candiles, y podía contener elementos que hoy resultan extraños como conchas y caracoles, animales salvajes, ermitaños, Adán y Eva, símbolos de la pasión, la cuna- catafalco, etc., todo ello de acuerdo con las ideas que se querían trasmitir, ideas que indicaban el comienzo de una nueva era, la de la Redención, y que Jesús Niño había nacido para morir por todos. Por ello, el belén recibía ofrendas y era el eje de una intensa vida espiritual, de canciones, danzas y representaciones.

En Andalucía aún pueden verse hermosas imágenes que sirvieron a los grandes belenes del barroco, cuya complejidad era enorme y se manifiesta en belenes fijos como el del coro alto del monasterio de Santa Paula, en Sevilla, similar a otros españoles, portugueses y de la América hispana.

Portal de Belén

Posteriormente, el mundo simbólico del belén tradicional fue olvidado, sustituyéndose por el belén costumbrista o pintoresco, cuya más conocida manifestación es el Napolitano de figuras de maniquí, propias del siglo XVIII, con algunos ejemplos traídos por los Borbones españoles, que no alcanzaron el favor popular. El propio "Belén del Príncipe" se realizó a medias entre escultores italianos y españoles, quienes preferían esculpir figuras completas.

En el siglo XIX se puso de moda el orientalismo, gracias a los viajeros románticos por Oriente Medio y Egipto, decantándose después por representaciones realistas, pero más árabes y beduinas que propias de la Judea del siglo I bajo la ocupación romana.

El tamaño de las figuras de un belén depende del gusto de quien lo realiza, llegando incluso a ser de tamaño natural, si bien lo más general es que sean pequeñitas para poder montarlo en una sala o habitación del hogar. Este elemento invoca la fe de la familia y respondía a la originalidad de los encargados en montarlo.

Se hace uso de musgos para recrear los montes, utilizando trapos o cajas de cartón para dotar al belén de una orografía accidentada, papel de plata para simular riachuelos, y hojas y flores para hacer todo ello más natural. En ocasiones se recubre con harinas a modo de nieve. Las figuras principales se disponen en el portal, con el pesebre y completando todos los demás personajes, a excepción de la imagen del recién nacido que se reserva hasta la noche del 24 al 25 de diciembre y la de los Reyes Magos que se sitúan en escena en posición de viaje según el paso de los días navideños, hasta llegar el día de Reyes en que se simula su llegada al portal en posición de ofrenda y adoración al Niño Dios.

Hoy se ha extendido la elaboración de escenas fijas en cajones (los llamados dioramas), así como el belén de embocadura, mientras que en las casas pueden aún encontrarse belenes realizados con papel, corcho, vegetación del lugar y otras técnicas tradicionales.


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Origen e historia del Portal de Belén Origen e historia del Portal de Belén

La costumbre del Belén es muy antigua y proviene de la veneración a las reliquias del pesebre de Jesús, traídas a Roma desde Belén, si bien...

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diciembre 21, 2012

Oro, Incienso y MirraLos tres Reyes de Oriente

Es momento de esperar que los Reyes Magos lleguen a traer los juguetes que los niños anhelan, sin embargo qué hay detrás de estos magos de oriente que llegaron al pesebre del Niño Dios con tres grandes obsequios.

El oro, el incienso y la mirra como muestra de los afectos del mundo entero para con el Salvador; tres hombres de los cuales no se habla mucho en las Sagradas Escrituras, no obstante, venían siguiendo la estrella de Belén.

El primero de ellos, cuyo nombre era Melchor, era un anciano de barbas blancas, quien portaba el oro para el Niño Dios. El oro era el símbolo de la naturaleza real, por lo tanto significaba que Jesús es Rey.

El segundo de ellos era Gaspar un joven moreno, quien portaba el incienso como simbolismo de la naturaleza divina del niño, Jesús como Dios.

El tercero de nombre Baltasar, de piel negra portaba en sus manos la mirra cuyo significado era el sufrimiento y muerte futura de aquel niño que también era hombre.

Epifanía del Señor

Cada 06 de enero los pueblos celebran la Epifanía del Señor, que es la manifestación o presentación pública del Niño Dios, dentro de esta fiesta se encuentra cómo Jesús se manifiesta a los Reyes Magos para hacer adorado. En la Iglesia Católica esta fiesta tiene su origen a partir del año 400.

¿Por qué eran magos?, ¿Por qué de Oriente?, ¿Por qué tres? La tradición en los pueblos revela que eran magos aquellos personajes que se dedicaban a estudiar los astros y las ciencias religiosas; los magos también eran considerados sabios, personas con un perfil de santidad y sabiduría que dedicaban su vida a la búsqueda de la verdad.

El oriente en aquellos tiempos eran Arabia, Persia, Asiría o Babilonia. Países que limitaban con Israel, se cree que los reyes magos eran persas, dado el carácter profundo de su fe en la religión.

Tres reyes magos, la Escritura no dice exactamente cuántos reyes llegaron ha adorar al Niño Dios, sin embargo, el Papa San León señaló que eran tres por los regalos que le fueron presentados al Salvador.

Por lo tanto la epifanía del Señor se celebra cada seis de enero de múltiples formas en los pueblos, Dios se revela no sólo a los tres reyes magos, no sólo a los pastores, no sólo a los judíos, sino al mundo entero con el objetivo de que los hombres mediten el misterio de la Encarnación del Hijo de Dios.

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Oro, Incienso y MirraTradiciones y Costumbres

En el mundo las tradiciones que se celebran cada seis de enero son variadas, van desde la rosca de reyes, la tradición de los juguetes, los zapatos en las recámaras o balcones, y las cartas que los niños realizan con sus peticiones pero además la descripción de su comportamiento durante el año.

A diferencia de las tradiciones paganas de Santa Claus, la tradición de los Reyes Magos es una tradición que tiene que ver con la humanidad de una leyenda que cuenta como unos pastores al ver que niño no tenía zapatos, decidieron regalarle los suyos, pero antes fueron a lavarlos y colgarlos en el balcón para que se secaran, la sorpresa como recompensa de su bondad es que estaban llenos de regalos por parte de los reyes magos un día después.

Tres regalos, tres símbolos

Los tres regalos que se le presentaron al Salvador del mundo fueron tres símbolos que hablarían de las grandezas de ese niño nacido en un pesebre en Belén.

El oro como símbolos de riqueza y poder venían a ofrecerle a Jesús el reconocimiento de que Él tenia más poder que todos los reyes de la tierra, porque se trataba de colocar un cofre que simbolizaran al Rey de reyes.

El incienso como resina olorosa venida de Oriente es el símbolo de la adoración a Dios, es el reconocimiento del Dios verdadero.

La mirra, esa sustancia perfumada que los antiguos tenían bálsamo precioso, viene a simbolizar al hombre, en su estado físico la mirra tiene un color rojo que se identifica con la sangre, y su figura es como las lágrimas, que hace de Jesús el hombre que ha de padecer por el mundo.

Rubén DaríoPoeta nicaragüense expresa este simbolismo de la siguiente forma:

- Yo soy Gaspar. Aquí traigo el incienso.
Vengo a decir: La vida es pura y bella.
Existe Dios. El amor es inmenso.
¡Todo lo sé por la divina Estrella!

- Yo soy Melchor. Mi mirra aroma todo. Existe Dios. El es la luz del día.
¡La blanca flor tiene sus pies en lodo y en el placer hay la melancolía!

- Soy Baltasar. Traigo el oro. Aseguro que existe Dios. El es el grande y fuerte.
Todo lo sé por el lucero puro que brilla en la diadema de la Muerte.

- Gaspar, Melchor y Baltasar, callaos. Triunfa el amor, ya su fiesta os convida. ¡Cristo resurge, hace la luz del caos y tiene la corona de la Vida!


María Velázquez Dorantes
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Oro, Incienso y Mirra Oro, Incienso y Mirra

Los tres Reyes de Oriente Es momento de esperar que los Reyes Magos lleguen a traer los juguetes que los niños anhelan, sin embargo qué h...

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enero 01, 2012
 

 

Pedro Luis Cenzano Diez (Administrador)
Yolanda Torres Cerezo (Supervisora)

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