Coover y Fred Joyner, que trabajaban en los laboratorios Kodak, tropezaron con el adhesivo (cianoacrilato) mientras trabajaban en el desarrollo de plásticos transparentes que pudieran utilizarse en las miras telescópicas para rifles en la II Guerra Mundial.
Así, descubrieron que el cianoacrilato no servía para sus propósitos porque se pegaba a casi todo. Más tarde continuó experimentando con el compuesto en los laboratorios de Eastman Kodak en 1951 y siete años más tarde comenzaba a venderse el pegamento Eastman 910, que más tarde se conocería mundialmente como Super Glue.
Sin embargo, Kodak no consiguió grandes ingresos con el invento de Coover, y lo vendió en 1980 a la compañía National Starch, que fue adquirida en 2008 por Henkel, que comercializa el pegamento en su familia Loctite. Pero tampoco Coover se hizo rico con su invención, ya que sólo se convirtió en un éxito comercial después de que expirara la patente.
El super-adhesivo
El Super Glue se ha convertido en un pegamento tan fuerte que incluso se usa en cirugía menor a fin de pegar tejido humano sin necesidad de puntos.
Pero ¿dónde radica la fuerza del Super Glue?
El Super Glue no necesita ni presión ni calor para adherir objetos entre sí, y se activa al entrar en contacto con cantidades ínfimas de agua, como por ejemplo la capa de humedad que cubre todas las cosas de manera natural. El proceso es tan rápido que los fabricantes de Super Glue lo mezclan con una pequeña cantidad de ácido para evitar que reaccione con demasiada facilidad.
Son las propiedades del cianoacrilato de metilo las que hacen del Super Glue un adhesivo tan poderoso, por lo que se las conoce también como supercemento. Tiene la capacidad de transformarse en una cadena de enlaces extremadamente difíciles de romper a partir de una serie de moléculas individuales.
Los electrones de las moléculas de agua afectan a las uniones de dos átomos de carbono de la molécula básica de cianoacrilato, de forma que las convierte en un gancho de dos cabezas que puede enlazar otras moléculas de cola.
A su vez, ello suministra electrones a otras moléculas y provoca la formación de una cadena de moléculas que une los objetos con una fuerza sorprendente.
Fuente: varias

Los comienzos Coover y Fred Joyner, que trabajaban en los laboratorios Kodak, tropezaron con el adhesivo (cianoacrilato) mientras tra...
Seguir leyendo...