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Camarón de la Isla, un talento gitano del cante Flamenco

Camarón de la Isla

En el mundo de la música pop, a los 41 años la inmensa mayoría de los artistas hace mucho que han entregado ya lo mejor de sí. Salvo honrosas excepciones, entrada la treintena se suele venir a menos. En cambio, como en la lirica, un cantaor a esa edad suele hallarse en la flor de la vida. Hecho y con mucho camino todavía por delante, pues nunca olvidemos que en el flamenco la expresión cantar como un viejo es siempre un galantería. El 2 de julio se cumplen veintitrés años de la muerte de Camarón de la Isla. Tenia 41 años cuando murió, y ya hacia bastante tiempo que era eterno.

Mito en vida y autentico talante, de esos que escasamente aparecen muy de tanto en cuando. Paco de Lucía seria otro de ellos. De parecida edad y salidos igualmente de la costa gaditana. Dos sagitarios llamados a modificar juntos la historia de un estilo que, sin ellos, hoy estaría en gran medida menos viva. Su continuada cooperación revolucionó el estilo flamenco Se conocieron en Madrid a mediados de los sesenta. Paco de Lucía estaba grabando un álbum de Bambino, quien le pidió si podía acompañarlo para que le escuchase el director musical de la discográfica Columbia. Hicieron una soleá, sin embargo el cazatalentos de turno lo dejó escapar. E incluso Paco. Fue al cabo de pocos años cuando se encontraron en una fiesta en jerez y la chispa saltó entre ambos.

Aunque la historia comenzó mucho antes inclusive de ser conocido como El Camarón de la Isla, ya se hablaba de un gitanito rubio que cantaba como nadie, su nombre José Monge Cruz. Era el penúltimo de una familia gitana de ocho hermanos, que hasta la temprana muerte de su padre, vivían de lo poco que daba una fragua, luego ya ni eso.

Camarón de la Isla

Abandonó su pueblo a la temprana edad de 15 años para ganarse las vida cante a cante. Su voz era no obstante de furia y miel cuando participó en un álbum conjunto de Antonio Arenas en 1968 y en otro del mismísimo Sabicas un año después. Formó pareja artística con Paco de Lucía y a la primera acertaron. Los tangos extremeños "Detrás del tuyo se va" se convirtió repentinamente en un gran éxito que trascendió incluso en los círculos flamencos como sencillo de su primer álbum, titulado (igual que el segundo, el tercero y el quinto) "El camarón de la Isla con la colaboración especial del gran Paco de Lucía, sin embargo popularmente se los conoce por el titulo de su primera canción: "Al verte las flores lloran" (1969), "Cada vez que nos miramos" (1970), "Son tus ojos dos estrellas" (1971) y "Caminito de Totana" (1973), respectivamente.

El cuarto se llamó "Canastera" (1972) y ya su propio nombre era una osadía, pues se trataba de la creación de un novedoso estilo flamenco. Más teórica que práctica, ya que lo de entonar por canasteras tuvo una reducida continuidad. Lo que sí algún día debería constar es como primordial artista de los llamados tangos arrumbaos; denominación todavía apócrifa pero que, al igual que otros híbridos, tarde o temprano incluso los más rancios deberán aceptarlo como un estilo más.

Entre los años 1969 y 1976 Camarón publicó una entrega discográfica anual mano a mano con Paco de Lucía bajo la severa dirección artística del padre de este, Antonio Sánchez. En estudios pequeños de como mucho ocho pistas y en los que el de la isla tenia que ampararse en los baños cuando quería fumarse un porro. Nueve discos y a cuál mejor, de continua prospección musical y nunca ajenos a lo que se cocía a su alrededor. En "Soy caminante" (1974) hay ecos de Las Grecas y en "Arte y majestad" (1975) ya se puede distinguir alguna influencia tonal de Enrique Morente.

"Rosa María" (1976) y "Castillo de arena" (1977) consolidaron un mito en ciernes que peligró con la arriesgada jugada posterior. Camarón, que siempre tanteó con la estética hippie y atrajo publico contracultural, se puso en manos de otro nombre propio primordial para comprender su obra: el productor Ricardo Pachón. Si los nueve discos anteriores habían significado un frecuente y revolucionario desarrollo, "La leyenda del tiempo" (1979) fue el gran salto adelante. Tras su estrepitoso revés comercial, "Como el agua" (1981) fue un álbum de flamenco casi sin aditivos. Bueno, en lo que a música se refiere, pues se dice que fue durante su grabación cuando Camarón empezó a consumir heroína. En "Calle Real" (1983) volvió a aventurarse instrumentalmente e incluso sonaba ya un entonces extraño cajón, que Paco de Lucía se había traído de una gira por los países andinos y que al poco se convertiría en un indispensable utensilio del cante jondo.

Camarón de la Isla y Paco de Lucía
Camarón de la Isla y Paco de Lucía

"Viviré" (1984) disparó definitivamente las ventas y, con la misma fuerza que iba creciendo el mito, Camarón empezó a degenerar vertiginosamente. Como si el centro de un huracán se tratara, se volvió incluso más inseguro y cerrado de lo que siempre había sido. Los gitanos lo idolatraban en el sentido literal de la palabra y sus actuaciones, siempre con Tomatito, congregaban a grandes multitudes en vilo frente a la expectativa de una de sus cada vez más frecuentes espantás. Por no referirse a la de veces que la cosa terminó con heridos e incluso con alguna víctima.

Tras romper con Pachón para "Te lo dice Camarón" (1986) y publicar el directo "Flamenco vivo" (1987), volvió con él y saltó al mainstream (anglicismo que literalmente significa corriente principal) con el triunfo sin precedentes de "Soy gitano" (1989), su último álbum juntos. Durante la larga grabación del controvertido "Potro de rabia y miel" (1992) se le diagnosticó de manera irreversible un galopante cáncer de pulmón. Y si en vida ya era un "Dios", después de ella quedó en el recuerdo como el más grande del Flamenco que se haya conocido en la historia. Un gitano que nació como José Monge Cruz y que murió como, El Camarón de la Isla.

- Yo soy Gitano -


- Camarón por Bulerías (1991) -



Cronología 1950. Nace el 5 de diciembre en un patio de vecinos de la localidad gaditana de San Fernando, la antigua Isla del León.
1962. Gana el Concurso Flamenco de Montilla (Córdoba).
1965. Trabaja unos meses en Málaga, con el cuadro flamenco de Miguel de los Reyes, y luego se enrola en la compañía de Dolores Vargas.
1967. Se instala en Madrid, donde vivirá doce años, fichará al siguiente como fijo del tablao Torres Bermejas.
1969. Publica su primer disco oficial, ya con Paco de Lucía, "Al verte las flores lloran".
1974. Gana el prestigiosísimo Premio Nacional de la Cátedra de Flamencología de Jerez.
1976. Contrae matrimonio con Dolores Montoya "La Chispa", con la que tendrá cuatro hijos.
1977. Culmina su colaboración estable con Paco de Lucía con "Castillo de arena".
1979. Publica "La leyenda del tiempo", su primer disco producido por Ricardo Pachón, ya con Tomatito.
1987. Sus conciertos en el parisiense Cirque D'Hiver propulsan su reconocimiento internacional.
1989. Entra en la liga de los superventas y discos de oro con "Soy gitano".
1991. Actúa en el Festival de Jazz de Montreux y estrecha lazos con Quincy Jones, que quería apadrinarlo a nivel planetario.
1992. Publica su último disco en vida, "Potro de rabia y miel". El 2 de julio de muere en el hospital de Can Ruti, Badalona.


Luis Troquel
Fuente: archivo PDF
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abril 24, 2015

Flamenco

Actualmente, se afirma categóricamente, desde diversos círculos académicos, que el flamenco tuvo su génesis entre los gitanos de Andalucía y se define como una variación de acordes, compases y melodías originarias de otras regiones de Europa, Asia o del norte de África. Estudios etnográficos como los de Antonio Mandly o Blas Infante apuntan a varias influencias en la configuración de los pilares flamencos. Una de ellas es la oriental, con la llegada al sur de España de los pueblos fenicios y cartagineses, lo que ha aportado interesantes matices dramáticos al cante y al baile. Otra influencia es la griega, que ha configurado la arquitectura de los aspectos melódicos y la propia escala musical (escala menor o descendente); atributos que también se pueden apreciar en la música hindú, transmitida por los sirios. No obstante, a la cultura árabe se la considera un pilar en la contribución del desarrollo del folclore.

Bajo estas breves pinceladas se presenta harto complicado afirmar y argumentar que el flamenco de Andalucía pudiera ser similar a alguna música romaní de otros países por los que pasaron los gitanos. Así que ¿por qué se creó el flamenco solo en Andalucía si todos los gitanos provenían de la misma parte del mundo? Siga a continuación esta concatenación aromática y se percatará de los ingredientes del caldo de cultivo para esta nueva música: tartesios, íberos, fenicios, romanos, visigodos, judíos y, como se ha apuntado ya, los musulmanes. Además, el magnetismo de la Andalucía occidental para los europeos de los siglos XVI, XVII y XVIII, principalmente Sevilla y Cádiz, hizo de este enclave un lugar propicio para su desarrollo.

La cultivada disciplina, que nacía del pueblo en los albores del siglo XIX, es oficialmente un arte impregnado de una etiqueta: la universal. Su fuerza comunicativa y su poder de encuentro en tres pilares (canto, música y danza) permite al ser humano manifestar sus sentimientos en un hecho social de extraordinaria belleza capaz de calar tan profundo en otras culturas que incluso ha cimentado a algunos de los más reconocidos profesionales de este arte en países de culturas tan variopintas como la del Japón.

El flamenco fue reconocido el pasado noviembre por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad subrayando que este arte siempre ha mantenido vivas la esencia y el vigor de la tradición. De la cultura popular a la aristocrática. La frontera −añádase cultural− como la define Strassoldo sería aquel fenómeno que divide y une, que cohesiona el interior y lo vincula con el exterior, y que simboliza un nexo y una puerta. Los límites de este arte ahora solo se intuyen, sin fronteras conceptuales ni físicas.

Paco de Lucía
Paco de Lucía

Perspectivas en los nuevos tiempos

Durante el siglo XIX la esencia del romanticismo impregnó los géneros lírico y dramático para priorizar los sentimientos y la emoción, rechazando el racionalismo. Esta corriente se impuso en España, entre otras circunstancias por la imagen estereotipada y a su vez exitosa de una Andalucía que apelaba a lo exótico con raíces árabes. El cliché funcionó en París, Viena, Londres y San Petesburgo, pero, sin duda, fue en la capital del Sena donde se buscaron nuevas tendencias estéticas configurando espectáculos en los que los célebres gitanos húngaros dejaban los honores a los nuevos bailes españoles; entre ellos, diversos palos del flamenco como las malagueñas, las seguidillas, las rondeñas o los fandangos.

A mediados del siglo XIX el arte español viajaba por toda Europa y el flamenco se expandía hasta el punto de conseguir que las más reconocidas bailarinas de teatro se identificaran y caracterizaran de gitanas o andaluzas, como se puede apreciar en Fanny Elssler, Marie Taglioni o Marie Geistinger.

Camarón de la Isla
Camarón de la Isla

La facilidad de adaptación del flamenco a otras culturas es uno de los elementos que han favorecido su reconocimiento mundial. Desde mediados del siglo XX el devenir de este arte se ha fusionado con músicas populares provenientes del blues, jazz, swing, o de regiones como América Latina o el norte de África. El recién fallecido, guitarrista Paco de Lucía fue uno de los pioneros en este género al fusionar ritmos originarios del jazz y de América Latina. El guitarrista, natural de Algeciras, ha tenido una gran influencia en artistas flamencos contemporáneos. Sin embargo, han sido y son muchos los que abanderan la nueva época del flamenco. Camarón de la Isla, por ejemplo, creó junto a Paco de Lucía un nuevo estilo conjugando instrumentos considerados herejes por los puristas: baterías, sintetizadores, bajos o flautas.

El dúo sevillano Lole y Manuel ha creado el flamenco árabe. Los madrileños Ketama y la pareja Pata Negra (Sevilla) continúan esta línea añadiendo salsa y blues respectivamente. Mezclas de funky y pop como la del grupo Barbería del Sur, el flamenco-rap de Tomasito, el flamenco-rock de grupos como Triana o la renovación en forma y contenido llevada a cabo por, el recientemente fallecido, Enrique Morente (Granada) siguen trazando puentes culturales que ofrecen nuevas vías de interpretación. El flamenco evoluciona: como lo hicieron los que portaron esta semilla expresiva en la Andalucía de hace siglos. El flamenco está vivo: las formas contemporáneas de la fusión coexisten con las viejas formas que perduran en los festivales y tablaos. El flamenco es historia: se hereda, se aprende, se estudia, se siente y evoluciona.

- Paco de Lucía y Camarón de la Isla, Bulerías -



Sebastián Ruiz Cabrera
Fuente: archivo PDF
El Flamenco, una variación de acordes, compases y melodías de los gitanos andaluces El Flamenco, una variación de acordes, compases y melodías de los gitanos andaluces

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abril 27, 2014
 

 

Pedro Luis Cenzano Diez (Administrador)
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