Estamos en el año 1901, el antropólogo norteamericano Waldemar Borogas se desplaza a Siberia, concretamente a la región del lago Baikal a estudiar la tribu de los Tchouktchis, con ayuda de un primitivo fonógrafo de cilindro se dispone a recoger los cánticos tribales de un chamán, pero lo que obtiene a parte de estos son una serie de voces que en algunos momentos pasaban casi desapercibidas, pero que en otros pasajes se transformaban en fuertes entradas, tan fuertes que e incluso tapaban la propia voz del chamán. El profesor Borogas llegó a contar que estas voces parecían hablar directamente en la boca de la trompeta receptora. Ocho años después, en 1909, Augusto de Oliveira Cambrais, un portugués desplazado a Brasil diseña su "Telégrafro Vocativo Cambrai", cuya finalidad es la de contactar con los espíritus según consta en el registro conservado en el Archivo Nacional de Rio de Janeiro.
Barón Hellenbach Von Paczolay
Sin embargo todos estos sucesos descritos no son sino una serie de anécdotas que en absoluto se sacan a la luz, el mundo desconoce estos hechos, a pesar de ello en el año 1915 aparece en la revista inglesa "Light" un extenso artículo sobre la posibilidad de capturar ondas electromagnéticas de otro mundo. Es curioso que el campo electromagnético sea de nuevo nombrado después de haber sido mencionado por Hellenbach ¡30 años antes!
Por lo que podemos saber, la experimentación no empezaría hasta el año 1923, en el que el neurólogo italiano Ferdinando Cazzamalli junto con el psiquiatra ruso Wladimir Bechterew obtienen voces paranormales usando una emisora de radio aislada dentro de una jaula de Faraday, en un experimento que intentaba comprobar el fenómeno de la telepatía y disponiendo para tal a un sujeto con supuestas facultades Psi junto con dos histéricos y dos epilépticos, llegando a pensar estos científicos que la señal portadora de la telepatía dependía de algún tipo de onda electromagnética.

El fenómeno psicofónico es tan viejo como Edison o Marconi, o lo que es lo mismo, tan viejo como nosotros tengamos los medios necesarios para recogerlos y constatarlos, y es que en el mundo ya estaba sucediendo hechos muy significativos. En el año 1934 militares suecos y noruegos recibían voces extrañas, no identificadas en sus frecuencias. Voces que en el mes de marzo desaparecieron de la misma forma en que vinieron. Estos hechos fueron documentados por el investigador norteamericano John Keel en su libro "Trojan Horse", el cual fue escrito allá por los años 50, recogiendo éste trabajo una serie de artículos publicados en los años 30 describiendo estos fenómenos.
Cuatro años después de estos hechos inexplicables, en el año 1938, un fotógrafo norteamericano llamado Attila Von Slazay cree percibir la voz de su difunto hijo llamándole; este hecho se repitió durante unos años, hasta que decidido intenta en el año 1941 registrarlo en un grabador de 78 r.p.m, desafortunadamente, sus intentos son frustrados, pero, por razones fortuitas se produce un encuentro entre Slazy y el investigador parapsicológico Raymond Bayless, el cual no duda en prestar su colaboración en un proyecto que se plantearía durante los tres años posteriores, cuya finalidad sería la de producir las "voces psíquicas" de forma controlada. A todo esto hay que comprender que el enfoque de la época en estos temas siempre giraron en torno al tratamiento de los mismos desde un enfoque psíquico, es decir, generado por el propio hombre, por lo que no es de extrañar en absoluto que a este tipo de voces se les denominara "voces psíquicas", lo cual desenfocaría conceptualmente en la construcción de la definición de "Psicofonía", tan discutido aunque aceptado término.
Al igual que en el episodio recogido en 1934 en el que militares suecos y noruegos recibieron aquellas voces extrañas, en diversos lugares de Europa, se recogieron a partir del año 1942. Este fenómeno desconocido de las voces, las cuales se dieron durante toda la Segunda Guerra Mundial, fenómeno que también se repitió en equipos de radioaficionados de todo el planeta, lo que algunas fuentes definieron como "voces de seres ya fallecidos"
Esta idea potenció algunas iniciativas casi en la entrada de la década de los 50, como por ejemplo demuestra la fundación el día 10 de Septiembre de 1949 de la "Spirit Electronic Communication Society" en Manchester cuyo objetivo era la comunicación electromecánica con el más allá.
En el año siguiente en Estados Unidos, John Otto, colaborando con un equipo de radioaficionados, capta voces de origen desconocido, las cuales se expresan en una especie de lengua políglota, y son descritas como rápidas y cantarinas.

- 1955, Estados Unidos. El ufólogo Norteamericano John Keel comentaba la aparición de palabras y frases adicionales en sus cintas magnetofónicas.
- 1956, 5 de diciembre Durante la sesión de trabajo, quedaron registradas en las cintas voces que no se escucharon en el laboratorio. Al repetirse el hecho, ambos hombres se dieron cuenta de su importancia e intentaron llamar la atención de la comunidad parapsicológica. Bayless se desesperó ante el caso omiso de sus colegas
- 1957, Estados Unidos. El Doctor New y el Alemán Karl Hinstman grabaron voces en sus trabajos al aire libre.
- 1959, Estados Unidos. Enero, seis meses antes del "descubrimiento" de Jürgenson, el Journal de la American Society for Psychical Research, publicó una parte de los trabajos en una larga carta, ya que no consideraron el tema lo suficientemente interesante como para dedicarle un artículo.
- Suecia. Agosto, Jürgenson descubre por casualidad el fenómeno de las psicofonías. Lo más interesante es que todos ellos desconocían el fenómeno, de igual manera Jürgenson no había oído hablar nunca sobre tal y su descubrimiento le cambió la vida.
Fuente: vocesdelsilencio

Cuando en el año 1885 el Barón Hellenbach Von Paczolay, en su libro "Nacimiento y muerte como cambio perceptivo o la naturaleza dual...
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