El veneno de la serpiente está llamado a representar un papel muy importante en la terapéutica moderna. No tiene nada de particular que una substancia tan tóxica sea empleada para tratar las enfermedades.
Hay ciertas propiedades comunes en todos los venenos: alta toxicidad por penetración en los tejidos; inoculación por deposito sobre la piel o introducción por la vía bucal; independencia de substancias vacunantes de un mismo veneno; analogías entre los venenos y las toxinas bacterianas.
Desde el año de 1896 se empezó a usar el suero anticobra: después el suero antivíbora y más tarde otros de las especies más peligrosas de serpientes.
Se había encontrado una aplicación del veneno crotal contra la lepra elefantiásica, así como contra los tétanos y la epilepsia. Hay que reconocer que los homeópatas utilizaban desde hace mucho tiempo el veneno de la serpiente como analgésico.
Desde hace muchos años se ha venido observando, aunque de una manera esporádica. que ciertas enfermedades sanaban con picaduras de arañas y escorpiones. Un caso de cólera fue curado en Burdeos por medio de una mordedura de escorpión. Un doctor americano observó que un leproso que fue picado por una araña venenosa se corrigió en sus perturbaciones neuríticas y los dolores disminuyeron notablemente. Desde entonces pensó utilizar el veneno de serpiente usando primero el veneno de crotal. Sin embargo, la práctica ha demostrado que es
preferible el veneno de cobra. Después de diversos ensayos practicados con estos venenos en un enfermo atacado de neuralgia facial, a consecuencia de un tumor, desaparecieron los dolores y éste se redujo.
El
Doctor Taguet presentó en la Academia de ciencias de París una serie de notas sobre el tratamiento de los tumores malignos por el veneno de cobra. La inyección de este veneno no produce dolor en dosis débiles, pero en una dosis fuertes la sensación es desagradable aunque rápida. De esta manera se han tratado los más diversos tumores inoperables. Se obtiene a menudo una disminución considerable de los dolores y, en algunos casos, regresión y curación completas. Se ha evitado también el crecimiento del cáncer con la atenuación de dolores y estabilización capaz de llegar a la cicatrización. Un hombre enfermo de cáncer en la lengua fue tratado por el veneno de cobra con exclusión de toda otra terapéutica y a los diez y ocho meses la lesión había sanado. En un sujeto atacado de cáncer vertebral se obtuvo en seis meses de cura la desaparición de la neuralgia violenta, de las perturbaciones motrices y un aumento de peso de doce kilos. Sin embargo, en otros enfermos el tratamiento no tuvo ninguna influencia.
El
Doctor Pitón, francés, informó que ha pudo observar resultados muy interesantes en la aplicación de los venenos, pues desde luego se nota mejoría en los casos de cáncer y la desaparición de los dolores. Algunas veces todo se reduce a impedir la evolución del neoplasma. Si se toma simplemente una piel de víbora y se calienta a noventa y cinco grados en una solución apropiada, inyectándola al canceroso, se obtiene en la mayoría de los casos una desaparición de los dolores; además, la infusión de piel de víbora posee un poder diurético intenso en los sujetos normales.
En los Estados Unidos se han hecho experiencias para tratar ciertas enfermedades hemorrágicas con el veneno de una serpiente de las más venenosas. Este diluido en una solución de cloruro de sodio fue inyectado por la vía intradérmica, obteniendo resultados muy satisfactorios.
Los experimentos de Albert Calmette demostraron que el veneno de cobra inyectado en los tumores de la rata, tenían un efecto curativo indiscutible.
El valor terapéutico del veneno de serpiente es un asunto de verdadera actualidad. El
Doctor Dumatras hizo numerosas observaciones y llego a conclusiones prácticas sobre la eficiencia del veneno. Existe para cada enfermo un margen de éxito y ésta varía con cada paciente, es independiente de la enfermedad, de su localización y de su estado evolutivo. Puede manifestarse desde las primeras inyecciones de veneno y con una dosis muy débil, pero puede también revelarse con dosis muy fuertes sin que hasta el momento pueda explicarse la razón de estas variaciones.
Por otra parte, parece posible que las cualidades del veneno de serpiente varían según el estado del animal. Por lo que concierne a la glándula del veneno de la cobra, una comunicación del
Doctor Boebau basada en investigaciones continuas desde 1911, resulta que la glándula venenosa sufre profundas modificaciones de estructura en el período de la "mué" y en los que le preceden. Estas modificaciones deben probablemente corresponder a variaciones de cualidades del veneno secretado.
Un vasto campo de experimentación se abre, así, en este dominio tan poco explorado, y permite abrigar las más bellas esperanzas.
Fuente: archivo PDF
El veneno de las serpientes, terapéuticamente importante en la lucha contra el Cáncer
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