Siempre y en toda circunstancia se habla sobre extrañezas, como la gente más baja, la mujer más peluda o bien el hombre más gordo del mundo, en nuestra sociedad. Es algo ineludible, mas raras veces pensamos en las tristes o bien poco afortunadas historias tras las personas que se llevan a casa esos títulos, como el caso de Mary Ann Bevan,, clasificada como "la mujer más fea del mundo" a comienzo del siglo XX.
Nació en el Reino Unido en 1874 y hasta contraer la enfermedad Mary Ann Bevan era una mujer común y corriente. Enfermera de profesión, se casó con Thomas Bevan en 1903, con quien tuvo cuatro hijos.
Hasta aquí, su vida fue la de una mujer normal, sin embargo, cuando sólo tenía 32 años comenzó a padecer una enfermedad llamada Acromegalia, y poco a poco su salud comenzó a deteriorarse de manera rápida, afectando a todo su cuerpo.
Quizás les suene el nombre de esta enfermedad, ya que también se la conoce como "Gigantismo". Esta causa un exceso de producción de las hormonas de desarrollo del cuerpo, ocasionando deformaciones extremas y muchos otros inconvenientes internos.
Mary Ann Bevan padecía fuertes dolores en su cuerpo debido a esta enfermedad, aunque eso no la detuvo para tener una vida en familia con Thomas. Desafortunadamente, su esposo murió en 1914, dejándola sola con sus cuatro hijos.
Sola, y con una enfermedad que poco a poco iba desgastando su cuerpo, Mary Ann Bevan se vio en una compleja situación: Debía intentar la manera de sacar adelante a sus hijos, aunque no fuese por su profesión de enfermera, algo que con el tiempo le fue imposible ejercer.
Fue en ese instante cuando Bevan decidió entrar en un concurso para localizar a la mujer más fea del mundo, intentando de esta manera conseguir el dinero del primer premio y así sacar adelante a sus hijos, algo que consiguió "gracias" a sus deformidades ocasionadas por la enfermedad y a costa de perder su dignidad.
Afortunadamente para ella y sus hijos, tal condición la convirtió en una curiosidad nacional en el Reino Unido, y de manera rápida consiguió un trabajo más permanente, llegando a formar parte de múltiples circos de fenómenos, reconocidos también como "freak shows", siendo en este caso por ser la mujer más fea del mundo.
Esto la llevó ocasionalmente a los Estados Unidos, donde se unió al perverso circo conocido como The Coney Island side show y así pudo tener un trabajo con el que poder dar un hogar a sus hijos.
Mary Ann Bevan murió el 26 de diciembre de 1933 a la edad de 59 años, pesaba 76 kg y tenía una estatura de 1.70 metros, algo tampoco muy excesivo a pesar de padecer acromegalia, tuvo el "honor" de ser la mujer más fea del mundo que logró sacar adelante a su familia durante más de diez años.
Bevan se ha transformado en una figura inspiradora para las personas que padecen de esta enfermedad, merced a su paciencia y osadía de enfrentarse al mundo que la trató como un extraño y raro ser.
Valga esta pequeña aportación por la que queremos reconocer a una mujer que, en su momento, fue vista solamente como un objeto de mofa, y un recordatorio de que debemos de tratar a estas personas de una manera más digna y humana.
- Personas que se ganaban la vida con sus anomalías -
Fuente: biobiochile.cl

Siempre y en toda circunstancia se habla sobre extrañezas, como la gente más baja, la mujer más peluda o bien el hombre más gordo del mun...
Seguir leyendo...