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Miércoles de Ceniza

El miércoles de Ceniza recibe en la tradición ritual de la Iglesia el nombre de "miércoles al comienzo del ayuno" (in capite ieiunii). Empieza con el parco rito de la imposición de la ceniza, y, de esta forma, inaugura la Cuaresma. La Cuaresma representa, en el Año litúrgico, el ciclo de preparación para festejar el misterio de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo.

El miércoles de Ceniza se encuentra de manera estrecha unido con la idea de la penitencia, que ya se expresaba entre los hebreos cubriéndose la cabeza de ceniza y vistiéndose de aquel áspero paño llamado cilicio.

Judit, ya antes de emprender la dura empresa de liberar Betulia, "entró en su oratorio y, vestida con el cilicio, cubrió de cenizas su cabeza y, postrándose delante de Dios, oró" (Jud 9, 1). Jesús mismo, lamentando la impenitencia de las ciudades de Corozaín y de Betsaida, afirma que merecerán exactamente el mismo fin que Tiro y Sidón, si no hacen penitencia con ceniza y cilicio (Mt 11, 21).

He aquí por qué razón Tertuliano, San Cipriano, San Ambrosio, San Jerónimo y otros Progenitores y escritores cristianos viejos mencionan habitualmente a la penitencia in cinere et cilicio; y la Iglesia, cuando en los siglos V y VI organizó la "penitencia pública", eligió la ceniza y el saco para indicar el castigo de aquellos que habían cometido pecados graves e importantes.

El periodo de esa penitencia preceptiva empezaba exactamente en este día y duraba hasta el Jueves Santo. En la ciudad de Roma del siglo VII, los penitentes se presentaban a los presbíteros, y después de hacer la confesión de sus culpas y, si era del caso, recibían un vestido de cilicio empapado de ceniza, quedando excluidos de la Iglesia, con la recomendación de retirarse a alguna abadía para poder cumplir allí la penitencia impuesta en aquella Cuaresma. En otras partes, los penitentes públicos cumplían su pena privadamente, o sea, en su casa.

Miércoles de Ceniza

Era general la costumbre de iniciar la Cuaresma con la confesión, no sólo para purificar el ánima, sino más bien asimismo para percibir más a menudo la sagrada Comunión. La confesión de los propios pecados estaba siempre y en todo momento orientada a tener "comunión con el altar", o lo que es lo mismo, a poder acceder al Sacramento eucarístico, puesto que la Iglesia vive de la Eucaristía.

El primer formulario de bendición de cenizas data del siglo XI. El rito de imponer cenizas sobre la cabeza de los penitentes, además de ser gran carga simbólica, se extendió velozmente por toda Europa. Las cenizas, que proceden de la quema de los ramos de olivo del Domingo de Ramos del año anterior, se depositaban sobre la cabeza de los varones. A las mujeres se les hacía una cruz sobre la frente.

- Vídeo -



Fuente: es.aleteia.org
¿Cuál es el origen e historia del miércoles de Ceniza? ¿Cuál es el origen e historia del miércoles de Ceniza?

El miércoles de Ceniza recibe en la tradición ritual de la Iglesia el nombre de "miércoles al comienzo del ayuno" (in capite iei...

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febrero 28, 2017

Cinturón de castidad

El control de la sexualidad femenina se remonta casi a los orígenes de la civilización. Según los historiadores, en Oriente, las prácticas para evitar que la mujer tuviera relaciones con otros hombres que no fuera el cónyuge eran bastante habituales y, en ciertas ocasiones, crueles. Así, por ejemplo, para evitar embarazos entre las esclavas sudanesas, se les cosía literalmente el órgano sexual con anillos de metal, e incluso en casos extremos, concretamente en los harenes, se utilizaban métodos más drásticos, como destruir el clítoris y la vagina.

Sin embargo, el control genital que más aceptación obtuvo en Occidente fue sin lugar a dudas el cinturón de castidad. Este instrumento, de origen semita, fue introducido en Europa en la Edad Media, tras las Cruzadas en Tierra Santa. El cinturón consistía en un estuche de metal -hierro o plata-, que se ceñía al cuerpo de la dama.

Castidad

Para reforzar los mecanismos de seguridad, una gruesa barra pasaba entre las piernas, lo que hacia difícil el caminar. Esta tortuosa coraza sólo tenía dos rendijas, que permitían la evacuación corporal, pero que a la vez impedían la penetración de cualquier objeto, ya que estaban flanqueadas por afiladas púas. Mientras llevaban colocados estos aparatos, las mujeres no podían asearse sus partes intimas, lo que constituía un foco de infecciones. A esto hay que añadir que la barra retenía parte de las heces, el flujo menstrual y la orina. Esta práctica perduró durante siglos, y parece ser que, incluso en el siglo XVI, se podían encontrar en los mercadillos vendedores de tan horrendos artilugios.

- Cinturón de castidad (humor) -



Fuente: archivo PDF
El cinturón de castidad, introducido en Europa en la Edad Media El cinturón de castidad, introducido en Europa en la Edad Media

El control de la sexualidad femenina se remonta casi a los orígenes de la civilización. Según los historiadores, en Oriente, las prácticas ...

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octubre 28, 2014

Perro

Cuando Europa entró en la Edad Media (entre el siglo V y XV d.C.) ya se conocía un código legal en latín, que los Francos Salíos (pueblo bárbaro, que invadieron las provincias de las Galias que formaba parte del Imperio Romano de Occidente en el siglo V, hoy día Francia) compilaron y pusieron en ejecútese, donde se reglamentaba cual era el trato que se le debían dar a los perros y las sanciones que recibían los que infringían estas normas, conocido como Ley Sálica.

Los perros eran muy apreciados y en especial los de caza, en Borgoña (Francia) a quienes robaban estos canes, se les aplicaban las siguientes penas “... besar la parte posterior del animal en presencia del pueblo reunido”, también se le aplicaba una multa en dinero. Un texto promulgado en el año 789 d.C definía las penas pecuniarias para los ladrones o asesinos de perros.

El hombre medieval era muy supersticioso, creía en la existencia del demonio y que este podía tomar diferentes formas para materializarse, entre esas la más propagada era en lobo, pero también el diablo tomaba forma de perro y específicamente los de color negro “En todo caso se desconfía mas de los animales de este color... porque en los relatos en que el demonio tomo forma de perro lo hizo siempre de color negro”.

Tanto era el aprecio que tenían los vikingos (grupo étnico, originario de Escandinavia) por sus perros que se han conseguido sarcófagos con esqueletos de perros inhumados con su amo. El rey Carlos Magno era un audaz cazador, daba un trato muy especial a sus perros. Durante las cruzadas (expediciones armadas que entre los siglos XI y XII se desplazaron desde Europa hasta Tierra Santa Palestina) los expedicionarios al entrar en contacto con los árabes, que eran muy buenos veterinarios, aprendieron sus conocimientos, llevándolos a sus lugares de origen.

Perro en la Edad Media

En la actualidad en muchos países existen leyes especificas para animales; entre estos podemos mencionar, España donde se discute una Ley de Bienestar Animal, que incluirán severas sanciones para quienes maltraten a sus mascotas, en Venezuela existen ordenanzas municipales sobre el trato a los animales, tal es el caso del Estado Mérida donde la ordenanza sobre tenencia, control, registro y protección de animales del Municipio Libertador, se publicó en gaceta municipal, el 20 de enero del año 2000, es la que esta vigente “Se prohibe maltratar, y agredir físicamente a los animales o someterlos a cualquier otra practica que les puedan producir sufrimiento o daños injustificados”, también hay muchas sociedades protectoras de animales.

Los perros cumplen muchos roles en nuestra sociedad, guían a los ciegos (lazarillos), son compañía para personas solas, se utilizan para terapias, como vigilantes, para la caza o simplemente como mascotas, hay escuelas para perros donde son enseñados para diferentes actividades, pero hay personas que le hacen mucho daño a los animales, en la Ciudad de Nueva York el 23 de marzo de 2007, autoridades del Departamento de Agricultura y Mercado, detectaron veneno de ratas en alimentos de gatos y perros, a raíz de algunos casos de muerte súbita de mascotas, por ello debemos de protegerlos de esas manos criminales y que se les aplique todo el peso de la ley a los culpables.

“El caballero feudal no se consuela de la muerte de su fiel compañero..., y es que, como nosotros, el hombre medieval precisaba de amistad y fidelidad y el perro siempre ofreció al hombre estos presentes”.


Víctor Manteca Valdelande
Fuente: archivo PDF
En la Edad Media, ya se protegía a los perros con un código legal En la Edad Media, ya se protegía a los perros con un código legal

Cuando Europa entró en la Edad Media (entre el siglo V y XV d.C.) ya se conocía un código legal en latín, que los Francos Salíos (pueblo bá...

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septiembre 28, 2014

Derecho de pernada
El apelativo derecho de pernada se refiere a una práctica que, supuestamente, se acometía durante la Edad Media. Según se popularizó en la Ilustración, muchos apuntan que, durante este periodo oscuro de la historia de la humanidad, uno de los derechos estipulados del señor feudal era, ni más ni menos, que el de yacer con las jóvenes que acababan de contraer matrimonio con uno de sus siervos. Esto es, la violación de las recién casadas como derecho señorial. Ello nos indica hasta qué punto la jerarquía social estaba instaurada en el medievo, siendo la mujer minusvalorada hasta extremos inquietantes.

Si el siervo, como persona, no se pertenecía a sí mismo sino a su señor, la mujer pasaba a pertenecerles a ambos una vez casada. Al mismo tiempo, diversos estudios apuntan a que este trance podría ser solventado ofreciendo una compensación en metálico por parte del siervo. De este modo, se pagaba la “dote” simbólica por la doncella. Algunos han querido encontrar paralelismos con otras prácticas y ritos antiguos, como el ritual de desfloramiento chamán, donde la joven es introducida en los placeres sexuales por parte de un miembro destacado de la comunidad. Sin embargo, el derecho de pernada no es un acto de introducción a la búsqueda del propio placer. Es un abuso sexual y de poder en toda regla.

Derecho de pernada
Simbólicamente, este hecho responde a una voluntad de perpetuar un determinado orden social (el feudal), a través de la humillación y la sumisión absoluta. Por otro lado, esta práctica, nos hasta qué punto se consideraba a la mujer como mera mercancía. Sin embargo, no está claro que el derecho de pernada fuese algo contemplado por la ley como derecho señorial. Está claro que el abuso sexual era una desdeñable práctica en la época y que las mujeres eran las víctimas de la barbarie, pero la ley no lo estipulaba como algo sistemático.

Obras tan célebres como Fuenteovejuna (Lope de Vega), El alcande de Zalamea (Calderón de la Barca) o Las bodas de Fígaro (Beaumarchais) han reflejado la dominación señorial a través del sometimiento sexual femenino. Antes de la llegada del catolicismo, el matrimonio campesino era civil, basado en acuerdos entre los padres. Cuando se populariza en matrimonio religioso, con los votos matrimoniales que todos conocemos, la conciencia de los campesinos empieza a cambiar ya que se considera que el abuso no entra dentro de los preceptos de un matrimonio bendecido por Dios.


Fuente: educasexo
El derecho de pernada, un hecho común en la Edad Media que atentaba contra la integridad femenina El derecho de pernada, un hecho común en la Edad Media que atentaba contra la integridad femenina

El apelativo derecho de pernada se refiere a una práctica que, supuestamente, se acometía durante la Edad Media. Según se popularizó en la I...

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junio 26, 2014

Métodos de Tortura

Tendemos a considerar la tortura como un hecho del pasado, normalmente adjudicándolo a poderes seculares o eclesiásticos. En realidad la tortura no conoce épocas, se trata de métodos que hacen sufrir a los seres humanos y que provocan el interés de otros, pues no era la Santa Inquisición quien generaban los aplausos estáticos entre los observadores en sus ejecuciones, o el delirio de la gente ante el olor a carne quemada. Se trata por tanto de la sed de sangre congénita y la capacidad del hombre de gozar con la agonía de sus semejantes. Es fundamental esta idea para comprender la Historia de la tortura. Es evidente que a través del dolor se podía arrancar cualquier confesión, testimonio o conversión.

Introducción

La Edad Media es considerada la Edad de Oro de las torturas, cuando más métodos de tortura llegan a diseñarse con distintos fines, pero con un fin común: infligir el daño.

Para comenzar deberemos desmitificar la idea generalizada que nos suele venir a priori con este tema: la Inquisición. Con total garantía podemos desmitificar a los inquisidores, pues otros posteriores, han sido torturadores más eficaces y han empleado mayores tecnologías para crear instrumentos de tortura y aniquilación masiva. La tortura siempre ha existido y sigue existiendo, solo hay que mirar a nuestro alrededor.

Durante los siglos XVIII y XIX los métodos de tortura se han ido aboliendo, siendo condenados por la Declaración de Derechos Humanos en 1948, pese a continuar desgraciadamente en algunos países.

Entre los métodos de tortura más recientes encontramos entre otros la electricidad, fármacos, drogas, productos químicos, presión psicológica…., estos nuevos métodos a diferencia de los anteriores evitan las marcas físicas del torturado, pero no la destrucción del ser. Frente a estas prácticas existen diversas organizaciones como Amnistía Internacional o la Acción de Cristianos para la Abolición de la Tortura, que luchan por su abolición. En el caso español, la Constitución de 1978 en su artículo numero 15 establece: “que nadie puede ser sometido a torturas ni a penas o tratos inhumanos o degradantes”. El Código penal español, reformado en el año 1988, establece un aumento de las penas por estos delitos y amplía los supuestos de tortura incluyendo los insultos, amenazas y coacciones como parte de la tortura psicológica. Pese a estos avances aún queda mucho camino por recorrer, ya que casos como los de la violencia doméstica están a la orden del día.

En cuanto a la tradición podemos señalar a modo de introducción que en muchas ocasiones los torturadores se ayudaban de animales como el caso de las cabras, las cuales no faltaban en las mazmorras de los castillos medievales. La víctima se situaba con las piernas en un cepo, con el fin de inmovilizarla, y se le untaban los pies con grasa tras lo cual la cabra comenzaba a lamer con fuerza levantando la piel de los pies provocando un gran dolor.

Otro caso significativo que podemos adelantar es el denominado tormento de la rata, consagrado en el occidente medieval aunque ya era conocido en China, el procedimiento era el siguiente: se colocaba sobre el abdomen de la víctima una jaula abierta por su base con la rata en su interior que era molestada por los torturadores, con fuego principalmente; el animal para intentar huir procedía a perforar las entrañas de la víctima.

Los métodos naturales también han sido objeto de tortura como el caso del gota a gota, que fue muy extendido durante la Edad Media, y utilizado fundamentalmente para conseguir confesiones o informaciones de un sujeto. Se trataba de un método muy lento en el cual el reo era amarrado a un poste o pared y atado de cuello, pies, manos y frente, haciendo coincidir la cabeza con una salida de agua continuada. Esto provocaba un estado de locura además de terminar erosionando el hueso del cráneo hasta producir la muerte.

Instrumentos y métodos de tortura

El Método del Agua.
Con este método a la víctima se le obligaba a ingerir una gran cantidad de agua, con la ayuda de un embudo que se colocaba en la boca. Se les hacia tragar unos diez litros aproximados, provocando una terrible sensación de ahogo, produciéndose en la mayoría de las ocasiones la explosión del estómago.

El Método de la Toca.
Muy generalizado por la Inquisición española durante los siglos XV y XVI. Su nombre procede de uno de los elementos necesarios para esta tortura, la toca, que era una tela blanca de lino o seda que era introducida en la boca intentando que llegara hasta la tráquea y posteriormente se empapaba con agua provocando una sensación de ahogo y arcadas.

La Toalla Moderna.
Se trata de un método moderno que consiste en colocar una toalla sobre la boca y nariz de la víctima y se vierte agua que provoca la asfixia momentánea, es un método que no deja marcas y no se puede demostrar que ha sido torturada. En el siglo XX ha sido utilizado por los ejércitos y cuerpos de policía como el caso demostrado de las dictaduras sudamericanas.

El Toro de Faláris

El Toro de Faláris.
Consistía en meter a los herejes dentro de una esfinge de bronce o hierro con forma de toro, quemándolos vivos. Solía divertir a los espectadores por los gritos de las víctimas que eran emitidos a través de la boca del toro, simulando los mugidos del animal.

El Estrapado.
Propio de la época medieval y conocido en España como “La Garrucha”, consiste en atar al reo con las manos atrás e izarlo con una cuerda por medio de una polea. Solía colocársele a la victima peso en los pies para dejarlo caer una vez elevado. Solía repetirse varias veces con cada víctima.

El Borceguí.
Se trataba del calzado más popular del siglo XV, cubría el tobillo y era abierto por su parte delantera y se ataba con correas o cordones, pues este método que toma el mismo nombre del calzado, consistía en apretar el tobillo de la víctima por medio de varias maderas enlazadas por unas correas o gatos de hierro, para administrar presión hasta romper los huesos.

La Horca.
Se trataba de una barra horizontal, sostenida sobre dos barras verticales, de las que pende una soga con un lazo, en la cual eran colgados los condenados. En la Edad Media esta pena era practicada por los señores feudales a sus vasallos plebeyos, siendo una manera vil de morir.

La Cuerda.
La Inquisición aplico este método a muchos de sus reos. Consistía en un método sencillo pero muy
doloroso, colocaban a la victima sobre una mesa o en el suelo, con unas cuerdas atadas a sus miembros y giraban las cuerdas hasta tensarlas. La tensión de la cordada que provoca el estiramiento de los miembros, daba lugar a la luxación de las articulaciones.

Los Grilletes.
Han sido utilizados desde épocas antiguas, según diversas fuentes, los egipcios conocían las cadenas y engrilletaban a sus esclavos y reos de delitos. En las mazmorras medievales era muy frecuente tener colgados de brazos o muñecas a los presos, por medio de unas cadenas adosadas al muro, finalizadas en argollas. Las victimas podían permanecer así largo tiempo, provocándole dolores, calambres, luxaciones… y a largo plazo la invalidez total de las extremidades superiores o inferiores.

La Crucifixión.
Consistía en fijar o clavar al reo en una cruz. Las victimas solían morir por inanición, sufriendo las inclemencias del tiempo junto con los escarnios del pueblo, que en ocasiones podían apedrearlo. Este método fue muy utilizado en Roma para sancionara ladrones reincidentes, violadores… y pasó finalmente a ser la pena impuesta a los cristianos.

La Flagelación

La Flagelación.
Consistía en azotar a una persona para conseguir cualquier tipo de confesión. A veces, las heridas provocadas eran tratadas con sal o vinagre, que a la vez que desinfectaban y evitaban la muerte, provocaban un gran dolor que agravaba el castigo.

La Fustigación.
Consistía en azotar a la víctima con una vara o fusta, era una práctica muy común dentro de los ejércitos hasta la época de la Revolución francesa. Era aplicada en casos graves como la deserción o el robo.

La Doncella de Hierro.
Se trataba de una especie de sarcófago antropomorfo con puntas en su interior. El condenado se introducía y se cerraban las puertas a la misma vez que los clavos, los cuales parece ser que eran desmontables y podrían cambiarse de sitio, se iban clavando en las distintas partes del cuerpo del individuo, provocaban la muerte lenta y dolorosa.

La Espada de Verdugo.
La decapitación con espada era un práctica muy común que servía de distracción a las masas fundamentalmente en la Europa Central y nórdica hasta hace 150 años. La decapitación se solía reservar a condenados nobles o personas importantes para provocarles una muerte rápida ahorrándoles la agonía.

El Hacha.
Era una práctica similar a la anterior, más frecuente en la Europa gala y mediterránea. Los verdugos necesitaban un largo aprendizaje y solían practicar con animales en los mataderos o condenados recreados con cabezas de calabaza.

La Guillotina.
Se trata de un método por el cual la cabeza es cortada con una hoja metálica con un tajo rápido y certero. La percepción se perdía tan solo unos segundos después del acto.

El Garrote.
Hay dos versiones, una que hace retroceder el collar de hierro y provoca la muerte por asfixia y otra que hace atravesar un punzón de hierro y romper las vértebras cervicales a la misma vez que empuja el cuello hacia delante aplastando la tráquea. Este segundo modelo provoca una agonía más prolongada. En España desapareció en 1975.

Las Jaulas Colgantes

Las Jaulas Colgantes.
Hasta el siglo XVIII era frecuente ver en los paisajes urbanos y suburbanos adosadas a los edificios jaulas cuyo origen parece ser la ciudad de Florencia. En estas jaulas se encerraban a los condenados, desnudos o semidesnudos, expuestos a las inclemencias del tiempo solían morir finalmente por hambre y sed. Antes de encerrarlos en estas jaulas solían ser torturados y mutilados para mayor escarmiento. Los cadáveres descompuestos solían mantenerse hasta el desprendimiento de los huesos.

La Rueda para Despedazar.
Se trata de un instrumento de tortura muy común en la Europa germánica, después de la horca. Se uso desde la Baja Edad Media hasta comienzos del siglo XVIII. Se disponía al condenado desnudo boca arriba con los miembros atados a estacas o anillas de acero. Bajo las muñecas, codos, caderas y rodillas se colocaban listones de madera y el verdugo procedía con violentos golpes en la rueda machacando los huesos y articulaciones convirtiendo al individuo en un gran títere humano entre sangre, huesos rotos y carne cruda. Junto a la hoguera y el descuartizamiento era una de las prácticas más comunes en las plazas europeas.

La Sierra.
Se trata de una práctica que podía llevarse a cabo con cualquier sierra de leñador de grandes dientes. Son muy numerosos los mártires que sufrieron esta tortura. El individuo se situaba en una posición invertida que aseguraba la suficiente oxigenación del cerebro e impide la perdida general de sangre, la víctima no perdía el conocimiento hasta que la sierra no alcanzaba el ombligo. Fue una práctica muy común en Cataluña durante la Guerra de la Independencia.

La Cuna de Judas.
En esta práctica, la víctima es izada y descendida sobre la punta de la pirámide, de tal forma que su peso reposa sobre el ano, en la vagina, el escroto o el coxis. El verdugo entonces siguiendo las instrucciones de los interrogadores, varía la presión dejando caer el peso más o menos. Se podía sacudir a la víctima e incluso hacerla caer varias veces seguidas.

Los Látigos de Cadenas.
Más que instrumentos de tortura parecen armas de guerra. Se trata de instrumentos con 2, 3 y hasta 8 cadenas provistas de hojas de acero cortantes y su finalidad era flagelar el cuerpo humano.

El Látigo Para Desollar

El Látigo para Desollar.
Se trata de cordeles en apariencia inofensivos pero con la finalidad de desollar. Eran impregnados en una solución de sal y azufre con agua. Tenían unas estrellas de hierro al final de cada cuerda para ejercer más dolor y levantar la piel y convertirla en pulpa hasta que llegan a vislumbrarse los órganos. La zona donde se azotaba también era mojada con la misma solución pero calentada hasta que hervía. La variedad de estos látigos era enorme y podían ser desde pequeños hasta los más grandes.

La Cigüeña.
Aparentemente solo parece un instrumento de inmovilización, sin embargo provoca en la victima a los pocos minutos fuertes calambres, primero en los músculos abdominales y rectales, y luego de los pectorales, cervicales y extremidades. Estos calambres conducen a la agonía. La víctima a la misma vez solía ser golpeada, pateada, quemada e incluso mutilada.

Las Arañas Españolas.
Se trata de unas garras con cuatro puntas unidas en forma de tenazas. Se utilizaban tanto frías como calientes y servían para alzar a las víctimas por las nalgas, los senos, el vientre, la cabeza, a menudo portaban dos puntas en los ojos y en las orejas. Eran utilizados fundamentalmente para interrogar a las mujeres.

Las Manillas y Tobilleras.
Se trata de una barra con cuatro aberturas, para meter los tobillos los agujeros más anchos y para las muñecas los más estrechos. Las victimas podían ser alzadas con este sistema mediante un gancho que se sujetaba a la barra.

El Aplastacabezas.
Muy utilizados por las distintas autoridades, la barbilla se colocaba en la barra inferior y el casquete era empujado hacia abajo por el tornillo que portaba. Primero se destrozaban los alveolos dentarios, después las mandíbulas, hasta que finalmente el cerebro se escurre por la cavidad de los ojos.

El Rompecráneos.
Se trataba de un casco con unos pinchos que se colocaba alrededor de la cabeza. Los pinchos bajo la presión del tornillo superior hacían que se desprendiese el casquete craneal.

El Brete o Cepo.
Se trata de un instrumento donde la víctima con los pies y las manos en sus respectivos orificios era expuesta generalmente en la plaza pública donde los presentes la abofeteaban y la untaban con heces y orina, a la misma vez también podía ser lapidada, golpeada, quemada incluso lacerada. En estos casos hasta las incesantes cosquillas en los pies suponían una tortura.

La Picota en Tonel

La Picota en Tonel.
Se trata de un método de vergüenza infligida sobre todo a los borrachos que eran expuestos al vituperio del pueblo. Las picotas podían ser de dos tipos, las cerradas en el fondo. En las cuales la víctima se colocaba en el interior junto con estiércol, heces, aguas podridas… o bien las abiertas por el fondo, para que la víctima pudiese andar por las calles con el consiguiente dolor de soportar el peso.

Collares para Vagos.
Se trata de instrumentos de escarnio público sobre todo a jugadores y fumadores que eran expuestos en la plaza pública. Se trataba de pesadas botellas de piedra o madera, pesos de balanza o incluso gruesas monedas que se colgaban de sus cuellos. A los cazadores furtivos solían colgarle los animales cazados hasta la putrefacción y el desprendimiento de los mismos.

La Flauta del Alborotador.
Se trataba de instrumentos de tortura hechos con forma de trompeta, de tambor, flauta… normalmente en bronce. El collar se cerraba por detrás del cuello de la víctima y sus dedos bajo las muescas de la mordaza, siendo estos apretados a voluntad del verdugo, pudiendo producir desde un dolor soportable hasta el aplastamiento. Era fundamentalmente una forma de exposición a la vergüenza pública.

Las Armas de Carceleros.
Estos instrumentos se diferencian principalmente de las armas militares por sus cabezas, las cuales no son adecuadas para la guerra, sino que están pensadas para controlar grupos de prisioneros semidesnudos. Así cualquiera que tratase de escaparse sería fácilmente reconocido pese a intentar camuflarse entre la multitud. El agarracuellos todavía se usa en algunas cárceles y para fines antidisturbios. Algunas versiones modernas se encuentran electrificadas.

Las Horquillas del Hereje o Pie de Amigo.
Se trata de un sistema con cuatro puntas muy afiladas que se clavaban en la carne, bajo la barbilla y sobre el esternón, a modo de tenedor doble. La horquilla impedía cualquier movimiento de la cabeza pero permitía que la víctima murmurase.

La Mordaza.
Se utilizaba fundamentalmente para evitar los gritos de los condenados. Se trata de un collar alrededor de la nuca con una parte de hierro que se deposita en la boca. Un agujero permitía el paso del aire, el cual podía ser tapado por el verdugo produciendo entonces la muerte por asfixia. Los condenados a la hoguera solían portar este tipo de mordaza.

La Silla De Interrogatorio

La Silla de Interrogatorio.
Estos instrumentos fueron utilizados fundamentalmente en la época de la Inquisición. Solían tener una serie de pinchos en los reposabrazos y en otros lugares dependiendo del lugar. La víctima sufría desde el primer momento de sentarse. Era fijada a la silla por medio de unos grilletes.

El Potro.
Su función principal es el estiramiento o desmembramiento de la víctima por medio de la tensión longitudinal. La víctima era alargada unos 30 centímetros por las dislocaciones de las articulaciones. Se daban normalmente tres niveles en el interrogatorio, tras lo cual después de horas y días las funciones vitales van cesando provocando la muerte del individuo.

El Aplastapulgares.
Se trataba de un aparato de origen veneciano con tres barras horizontales donde se introducen los dos pulgares y cuatro dedos. Con este método se consigue el aplastamiento de los falanges, nudillos y uñas. Constituye una de las torturas más antiguas.

El Péndulo.
Suponía una preparación previa de las víctimas para posteriores tormentos. Supone la dislocación de los hombros de la víctima mediante la rotación violenta de los brazos hacia atrás y hacia arriba. Las muñecas de la víctima se atan por detrás de la espalda, añadiéndole una cuerda a esta ligadura e izando al acusado. Inmediatamente los húmeros se desarticulan al igual que la escápula y la clavícula, provocando deformaciones que en muchos casos se hacen permanentes. Para aumentar la tortura se suelen añadir pesas a los pies, hasta que el esqueleto se desmembra y muere.

El Potro en Escalera.
Se trata del estiramiento en una escalera inclinada y un proceso similar a los anteriores estiramientos descritos, a lo que unimos el abrasamiento de costados y axilas con una antorcha. Si la víctima ya moribunda no confesaba, el Tribunal tenía la obligación de declarar su inocencia.

El Hacha de Amputar Manos Y Pies.
Se trata de una práctica vigente hasta el siglo XVIII, que se empleaba fundamentalmente contra los ladrones. Consistía en la amputación de las extremidades.

Las Garras De Gato

Las Garras de Gato.
Se trata de unos artefactos montados encima de un mango y se utilizaba para arrancar la carne a tiras a las víctimas. Se podía aplicar a cualquier parte del cuerpo, manos, brazos senos, piernas, cara, etc…

El Quebrantarodillas.
Se utilizaba fundamentalmente para lacerar los brazos y las piernas y para destrozar los codos y rodillas.

Collares penales.
El preso debía llevar consigo estas cargas durante largo tiempo, su peso era considerable. El mortal esfuerzo y la abrasión de cuello y hombros y las infecciones que ocasionaban eran similares a las del collar de púas.

Collar de Púas Punitivo.
Se trata de un collar de pinchos en todos sus lados, pesaba alrededor de cinco kilos y se disponía alrededor del cuello del condenado, suponiendo en muchos casos el motivo de su muerte. Los pinchos atravesaban la carne y provocaban la cangrena. La función del collar es pasiva y estática.

Collares de Espinas.
Son muy similares a los anteriores, cambian las extremidades afiladas, el funcionamiento es igual.

El Cinturón de Sujección.
Se colocaba en la cintura de la víctima junto con las muñecas que se metían en las abrazaderas que llevaba el cinturón. La persona así podía someterse a las torturas e incluso ser abandonada hasta encontrar su muerte.

El Cilicio de Pinchos.
Se trata de un cinturón sencillo hecho de malla de alambre espinoso con casi 220 puntas de hierro dirigidas hacia el interior. Una vez ceñido a la víctima, hiere directamente y lacera la carne con cada pequeño movimiento, provocando la infección y la putrefacción.

Las Pinzas y Tenazas Ardientes.
Son utilizadas fundamentalmente en caliente, pero también podían usarse en frio. Se utilizaban fundamentalmente para lacerar o arrancar cualquier parte del cuerpo. Las tenazas se utilizaban fundamentalmente para la nariz, dedos y pezones; las pinzas para desgarrar y abrasar el pene.

La Pera Oral, Rectal O Vaginal

La Pera Oral, Rectal O Vaginal.
Se introducían en la boca, recto o vagina de la víctima y allí se desplegaban por medio del tornillo hasta su máxima apertura. Desgarraban la zona donde se implantaba. La pera oral se solía aplicar a los predicadores heréticos, las vaginales a mujeres acusadas de brujería y fornicación con familiares; y la rectal a los homosexuales.

El Cinturón de Castidad.
Se utilizaba fundamentalmente para garantizar la fidelidad de las esposas durante las largas ausencias de los maridos. Pero, en realidad su uso era para evitar la violación, en muchas ocasiones se colocaba de forma voluntaria, pero aún así sigue siendo un elemento de tortura puesto que es un ultraje al cuerpo humano femenino por el temor al género masculino.

Desagarrador de Senos.
Se trata de un utensilio con cuatro puntas que desgarraban hasta convertir en masas informes los senos de las mujeres. Se aplicaba contra las acusadas de herejía, blasfemia, adulterio, aborto provocado, magia blanca y otros delitos.

Hierros Ardientes para Marcar.
Similares a los empleados con el ganado hoy en día, eran utilizados para marcar a presos en el hombro, mejilla o frente. El delito se especificaba con una serie de letras o símbolos que eran conocidos en el ámbito de la jurisprudencia.

Las Máscaras Infamantes.
Se imponían a los que se manifestaban contrarios al orden. Las víctimas eran encerradas en las máscaras y expuestas en las plazas públicas, donde eran maltratadas por la multitud.

Conclusiones

Tras el estudio de estas técnicas e instrumentos de tortura podemos hacer la siguiente clasificación:

- Instrumentos de humillación pública, con estos aparatos se castigaban infracciones menores y se exponía a las victimas al escarnio de la multitud, que al ver a alguien con tal artefacto, lo hacía objeto de ofensas físicas y verbales.

- Instrumentos para torturar: Estos artefactos tenían como finalidad infligir un largo tormento, que no necesariamente debía culminar con la muerte de la persona, aunque a veces ello ocurriera por la severa infección de las heridas ocasionadas o como consecuencia lógica y natural de la tortura.

- Instrumentos de pena capital: Su función única era la eliminación de la víctima, generalmente después de un doloroso tormento. En esta categoría hay que ubicar a la Guillotina, inventada por el médico francés Josep Ignace Guiffotín, para conceder una muerte rápida e indolora a los condenados. Ello significó la igualación en la muerte de los hombres, sin importar su condición social. Bajo su cuchilla rodaron las cabezas lo mismo de presos comunes y plebeyos que de nobles. Con ella, la muerte fácil dejó de ser privilegio de los aristócratas.

- Instrumentos de tortura contra las mujeres: Decidimos hacer una categoría especial porque los archivos europeos demuestran que durante tres siglos y medio, alrededor del 85% de las victimas de tortura y de muerte en la hoguera fueron mujeres. Acusadas de brujas o de diferentes crímenes se diseñaron aparatos para ser utilizados contra las féminas.


Francisco Javier Burgos Luengo
Historia, castigos y torturas
Fuente: archivo PDF
La Edad Media fue la Edad de Oro de las torturas, siendo cuando más métodos para inflingir daño se llegaron a diseñar La Edad Media fue la Edad de Oro de las torturas, siendo cuando más métodos para inflingir daño se llegaron a diseñar

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febrero 06, 2014

Merlín
El mayor misterio ligado a Merlín el druida, el bardo, el mago... o el hijo del Diablo, es que aún se discute si existió realmente.

Inspirador de casi todos los magos de la literatura universal, Merlín forma ya parte de la imaginería colectiva. Es el brujo por antonomasia y el señor de los acertijos, hasta el punto de que pronunciar su nombre se ha tornado un sinónimo de misterio, pero también de aventura, propiciado en gran medida por los ciclos artúricos, en los que su participación es la clave para el desarrollo de los acontecimientos. Durante siglos se creyó que había existido realmente, pero hoy se discute si es una figura histórica. Los folcloristas aseguran que jamás vivió un hombre con todas las características atribuidas a Merlín, pero que muy posiblemente el personaje literario se inspiró en uno real, nacido a mediados del siglo V o en el VI de nuestra era.

El primer texto en el que se menciona a Merlín es en la Historia de los reyes de Britania, de Geoffrey de Monmouth, que Se publicó en 1138. Su autor, un clérigo de origen galés, fue nombrado obispo en Londres y destacó como un apasionado defensor de las tradiciones celtas. De hecho, su tierra pasaba por ser el último reducto en toda Inglaterra que mantenía las leyendas y la forma de vida de esa cultura ancestral tras la invasión anglosajona. Su mente albergó la idea de escribir una historia de los reyes celtas más sobresalientes con el fin de evitar que aquella época gloriosa cayera en el olvido. De entre ellos destacaba poderosamente la figura de Arturo.

Al iniciar su proyecto, Geoffrey de Monmouth descubrió que apenas existían fuentes escritas de las que extraer documentación, por lo que recurrió a su inventiva y creó un relato que se desarrollaba durante varios siglos y en el que se mezclaban episodios y personajes reales con otros claramente ficticios. Uno de los libros que cayó en sus manos fue La profecía de Britania, obra del año 930 en la que se reunían diversos vaticinios que presagiaban la caída de los anglosajones y el resurgimiento de los celtas británicos. Uno de aquellos presagios se atribuía a un tal Myrddin, hombre que había gozado de una gran reputación siglos atrás y que era autor de otras profecías, en su mayor parte oscuras. Cautivado por esta figura, Geoffrey de Monmouth decidió incorporar el personaje de Myrddin a su Historia de los reyes de Britania bajo el nombre de Merlín y lo enlazó con el relato del rey Arturo. Así nació la leyenda, que, como hemos visto, se basa en un personaje real.

En la historia de Arturo y sus célebres caballeros, Merlín ocupa una posición primordial: es quien propicia el nacimiento de Arturo ayudando a su padre, Úter Pendragón, a conquistar mediante hechizos a su enamorada, además de quien cuida del joven rey, quien le asesora y quien le ayuda a vencer a sus enemigos. Tan grande fue el éxito de la obra de Geoffrey de Monmouth que se realizaron cientos de copias manuscritas para distribuirlas por toda Europa. Después, los nombres de Arturo y de Merlín serían recogidos por otros autores aumentando su leyenda. El más importante de aquellos libros posteriores: La muerte de Arturo, escrito en el siglo XV por Sir Thomas Malory.

MerlínDurante la Edad Media y algún tiempo después se creyó firmemente que Merlín había sido un personaje real del siglo V, autor de una serie de profecías que circulaban por el continente. Los comentaristas franceses sostenían que estas se habían cumplido con exactitud y los italianos lo elevaron a la altura de profeta bíblico, como Isaías. Hoy no es así, pero la pregunta sigue en pie: ¿quién fue realmente este personaje? La hipótesis más aplaudida sostiene que se trata de un profeta antiquísimo que actuó bajo un nombre diferente al de Merlín, por supuesto. Para corroborarla basta la existencia real de los vaticinios mencionados. Sus profecías, escritas a finales del siglo V, han sido recopiladas. Ocupan diez páginas escritas en latín y se dividen en dos partes sin transición visible entre ambas. Muchas de ellas describen cómo serán expulsados de la isla los anglosajones, así como la llegada de un libertador, El Jabalí de Cornualles –primera alusión al rey Arturo–, cuyas hazañas servirán “de alimento a los narradores”. Hasta el momento los estudiosos de su obra no han logrado alcanzar un acuerdo sobre la precisión de las interpretaciones y, mucho menos, sobre su cumplimiento.

El problema radica en que este profeta utiliza un lenguaje oscuro, abstracto, plagado de menciones a animales y seres mitológicos como el dragón. “Descenderá el zorro de las montañas, se transformará en lobo y, con el pretexto de mantener una conversación con el jabalí, se acercará taimadamente a él y lo devorará por entero”, reza una de ellas. Otras parecen más claras, como la que dice lo siguiente: “El Canal de la Mancha se hará tan estrecho que la gente podrá mantener una conversación de orilla a orilla”. Para los más entusiastas, se trata de una clara alusión al actual túnel trazado bajo el Canal. Sus profecías siempre terminan entre inundaciones y tormentas, lo que no equivale al fin del mundo. A pesar de esta falta de claridad, se ha comparado a su autor con Nostradamus. Incluso se ha llegado a aventurar que este no habría existido sin el primero o, al menos, que no habría gozado de tanta popularidad.

También se baraja la posibilidad de que Myrddin fuese en realidad un druida, quizá el más famoso en toda la historia de los antiguos celtas. Geoffrey de Monmouth era descendiente de los celtas británicos y que muy bien podría haber conocido la verdadera historia de Myrddin a través de la tradición oral. En el mundo celta, los druidas eran magos, jueces, médicos, líderes espirituales… Poseían la capacidad de detener o iniciar guerras y dominaban las propiedades de las plantas. Para convertirse en uno de ellos había que pasar años estudiando dentro de cuevas y bosques, que eran considerados santuarios. Druida podría significar “conocedor del roble”, el árbol al que los celtas conferían una importancia especial. De hecho, existe un lugar en el bosque bretón de Broceliande donde se dice que está enterrado el cuerpo de Merlín en medio de un mar de robles. Otros poderes que se les atribuían eran los de cambiar el tiempo, aparecer bajo forma animal, predecir el futuro y volverse invisibles.

Lo mismo que los ciclos artúricos cuentan que podía hacer Merlín. El final de esta casta sacerdotal llegó con la conquista del mundo celta por las legiones romanas. Escandalizados por la costumbre druídica de sacrificar a seres humanos como ofrenda a sus deidades, los romanos asaltaron en el año 60 la fortaleza de la isla de Mona, mataron a todos los sacerdotes que hallaron y destruyeron sus bosques de roble. Ese fue el inicio de su lenta pero inevitable extinción. Sin embargo, algunos de ellos sobrevivieron y perpetuaron sus creencias, pero ya en la clandestinidad. Y quizá uno de ellos fue Myrddin, que alcanzó una fama inmortal por sus altos conocimientos y por su especial capacidad de liderazgo entre las últimas tribus guerreras celtas.

Otra hipótesis identifica a Merlín como un dios celta cuyo nombre fue siendo modificado con el paso del tiempo. Durante la época en la que el cristianismo se fue imponiendo en su territorio los paganos enclavados en Britania e Irlanda no fueron perseguidos de la misma forma que sus equivalentes del continente. Esto propició que los dioses y las diosas de la antigua mitología celta sobrevivieran a través de la poesía y de los relatos populares disfrazados bajo la forma de reyes, santos o encantadores… y también de profetas. ¿Podría ser este el origen de Merlín? Además, se sabe que los celtas británicos tenían un dios primordial, semejante al Apolo griego. Su dominio era la isla entera, aunque estaba especialmente ligado a la ciudad de Moridunum, fundada por los romanos, cuyo nombre pudo dar lugar a Myrddin y, de ahí, a Merlín.

También los poderes que se le atribuyen al Merlín literario son los mismos que posee cualquier dios de la antigüedad: transfigurarse en animal, dominar los elementos, vaticinar el futuro… Por si esto fuera poco, el nacimiento de Merlín narrado en la Historia de los reyes de Britania corre parejo al de otros grandes dioses, como el propio Cristo. Su madre es descendiente de un linaje real, no nació como consecuencia una unión sexual humana y desde muy pequeño destacó por su inteligencia y sus sabias respuestas, impropias de alguien de su edad. La única salvedad es que a Merlín se le conocía como… ¡el hijo del Diablo! Pero incluso este hecho puede ser fácilmente interpretado desde la óptica de la religión celta, plagada de dioses sanguinarios que exigían tributos humanos y con días dedicados al encuentro con las almas de los difuntos, como la conocida festividad de Samain, celebrada el 1 de noviembre, que más tarde se convertiría en la popular noche de Halloween o en la fiesta de Todos los Santos para los cristianos.

En este sentido, esos mismos cristianos podrían haber visto en los dioses celtas a verdaderos demonios, con lo que la correspondencia Merlín-hijo del Diablo estaría más que justificada.

La última hipótesis sobre su verdadero origen lo describe como un bardo, otra figura propia del mundo celta. La tradición popular vuelve a hablar de un tal Myrddin o Lailoken, bardo al que se tenía gran respeto. Aunque no se conserva ningún poema atribuido a él, entre los galeses de la época de Geoffrey de Monmouth circulaban versos que supuestamente había pronunciado esta persona, lamentos nostálgicos de carácter semipolítico que más tarde fueron incluidos en la obra La profecía de Britania, que leyó el propio Monmouth.

MerlínLa zona de Somerset (Reino Unido) también está asociada a la figura de Merlín y a las narraciones artúricas. Así sucede con la abadía de Glastonbury, lugar que, según la leyenda, alberga la auténtica tumba del rey Arturo, que regresará a Inglaterra “cuando esta más lo necesite”.

En la llanura de Salisbury se levanta uno de los monumentos megalíticos más importantes del mundo: Stonehenge. Los arqueólogos cifran su construcción entre los años 3500 y 1100 a.C. debido a que el complejo se erigió en tres fases. Sin embargo, una antigua leyenda celta relata cómo fue el mismísimo Merlín quien robó esas piedras a los irlandeses para transportarlas por el aire hasta su emplazamiento actual. Todo porque el mago afirmaba que quien se bañara a los pies de la construcción “quedaría sanado de todo mal”. Lo más importante es que los datos históricos confirman que este bardo sirvió como consejero a las órdenes del rey Gwenddolau hasta su muerte en el 574.

Entonces Lailoken se sumergió en la locura y se retiró a los bosques de Celidon, donde se dedicó a hacer profecías. Parece ser que Monmouth recogió este final para atribuírselo a Merlín reinterpretado de forma mucho más poética: muerto Arturo en la batalla de Calman, Merlín se retira al bosque a meditar mientras el rey es enterrado. Allí se enamora de una de las damiselas del lago, Nimue. La mujer no responde a su cortejo, pero acepta seguirle para aprender los secretos de su magia. Finalmente, cansada de su insistencia, Nimue le encierra en una prisión mágica dentro de una cueva a través de uno de los hechizos que el propio mago le ha enseñado. Son varios los arqueólogos y los aventureros que han buscado sin éxito esa tumba.

La tradición popular la sitúa junto a un riachuelo ubicado cerca de la localidad escocesa de Tweeddale que corre veloz colina abajo rodeando un promontorio entre árboles. No es la única opción. En Wiltshire encontramos otra tumba atribuida al mago en el Monte Merlín, un túmulo artificial con forma escalonada que fue construido en el siglo XVII. En su cima se erigen los restos de un castillo normando, levantado probablemente sobre las ruinas de un enclave mucho más antiguo. Otros emplazamientos relacionados con su figura son la Colina de Merlín, en el valle de Towy; la Arboleda de Merlín, también en este emplazamiento, y la Piedra de Merlín y la Cueva de Merlín, en el mismo lugar donde se sitúa el nacimiento de Arturo, Tintagel. De todas, la más famosa es la citada tumba de Merlín en el bosque de Broceliande, lugar de peregrinación para muchos seguidores del movimiento New Age. Porque Merlín es ante todo un adorador de los árboles, un ser respetuoso con las plantas y el poder de los elementos.

Por ello, esta tumba consiste en un túmulo de piedras colocado en un claro del bosque donde cientos de personas oran y realizan ofrendas a la Madre Naturaleza. También las ruinas de Stonehenge, ligadas a la figura del mago, fueron objeto de peregrinación hasta 1985, cuando las autoridades prohibieron la reunión que los druidas modernos realizaban allí cada solsticio de verano. Ejemplos de cómo, más allá de obras literarias y tradiciones orales, la figura de aquel hombre, real o ficticio, ha pasado a formar parte de la imaginería mundial como símbolo de lo natural, de lo mágico y de lo trascendente.

(Profecías)

El Mago Merlín predijo la tercera guerra mundial y el fin de los tiempos

Existe un compendio de profecías de este mago que apuntan al fin de los tiempos. Aquí están los estractos, juzgue usted mismo.

Escritas cerca del año 400 de nuestra era, a este enigmático personaje se le atribuyen numerosas profecías, las que fueron recopiladas por Volta en el año 1450. En ellas hablaba de numerosos hechos históricos, como las Cruzadas, donde previene la muerte de numerosos cristianos, el descubrimiento de América, la esclavitud y la revolución francesa.

Según el sitio profetasyprofecias.com en todas ellas hay una precisión increíble y lo más escalofriante es que aún faltan varios hehcos más que pueden suceder. Entre ellos la “Pérdida del poder papal y la destrucción de Roma”.

El mago dice lo siguiente respecto de esto

“Antes de que la cosa nacida en Jerusalén llegue a su vigésimo año (Veinte Siglos) de edad, el país de Italia tropezará. Se llama Romana y una gran parte será acabada por el Apóstol (el Papa). Habrá un Papa que no osará mirar a Roma. Una cosa semejante que los romanos saben entre otras, que antes de que ese Papa cambie de siglo, hará sufrir a Nuestro Señor tal vergüenza que no se podrá aparejar. Y es entonces cuando los romanos sabrán que empieza su destrucción, como castigo de sus pecados”

Asimismo, el enigmático mago comenta sobre la Tercera guerra Mundial lo siguiente

“El mundo será un césped. Y en el césped tres muchachas jugarán. Pero bajo la Tierra yo veo el fuego. Y cuando una de las tres muchachas lanza la piedra, todas las tres muchachas serán alcanzadas. En el césped habrá fuego y en cada fuego se escribirá un nombre. Pero el nombre fue escrito para olvidarse. Cuando la madre del Señor aparezca en varios sitios y cuando el apóstol tenga dos nombres, será el momento de prepararse, pues la sexta hora estará próxima”

MerlínLas tres muchachas serían tres países capaces de “jugar con el mundo” es decir, muy poderosos. Por otra parte en los últimos años ha habido apariciones marianas y el papa Juan Pablo II, “el apóstol”, tenía dos nombres.

Una de las últimas profecías hablan sobre el “fin de los tiempos”

“El dragón aparecerá entre los mortales al finalizar el año 2000. Parecerán Victoriosos, llenos de honra. Pero será bueno que los hombres mantengan la mirada fija sobre la Toscaza, porque será de ese lado que aparecerá el dragón. Allí serán sacrificadas las vírgenes. El litoral de Cartago será tragado por el mar y se desfigurarán otras tierras. Es el tiempo del dragón de Babilonia. Cuando el dragón de Babilonia llegue al fin, muchas señales saltarán de la tierra africana. Las ciudades de los seguidores del dragón serán destruidas.

Próximo el fin del mundo, cuando el sol y la luna cambiarán, los grifos vendrán a comer trigo. Los países estarán llenos de lágrimas. El sol se demorará en el Este y la luna en el Occidente; y ellos no seguirán más su curso. En ese momento en que los hombres y mujeres tendrán los niños más raramente, las personas perderán la fe y el mundo será sumamente malvado: los pequeños se apretarán. Los grifos volarán en Egipto.

Próximo el fin del mundo, el Papa y los Cardenales tendrán que huir de Roma hacía un lugar donde ellos pasarán inadvertidos, bajo circunstancias difíciles. El morirá de una manera cruel en su sufrimiento, en el exilio. Los sufrimientos de la iglesia serán mayores que en cualquier tiempo pasado.

- Profecías -



Fuente: eloraculodelosdioses
Merlín, el mago legendario, en la Edad Media se creyó que fue un personaje real del siglo V Merlín, el mago legendario, en la Edad Media se creyó que fue un personaje real del siglo V

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octubre 29, 2013

Gastronomía en la Edad MediaLa gastronomía medieval demarcaba estatus económicos y sociales

En la edad media lo culinario era un indicador de las clases sociales. Los alimentos, sobre todo algunos en particular, indicaba el nivel económico y social de quien los poseía. Es decir que no solo indicaba la diferencia entre clanes más o menos acaudalados, sino que indicaba la jerarquía social pues en la edad medieval existían decretos que establecían que alimentos podían ser consumidos por los nuevos ricos y cuales no. Es decir que algunas variantes de alimentos solo eran permitidas para los integrantes de la nobleza. Las normas sociales también ordenaban que el alimento de las clases obreras se debía refinar menos que el de la elite social puesto que se creía que el trabajo manual duro requería un alimento con características más bastas y menos costosas.

comida medievalLos prejuicios sobre la gastronomía medieval

La cocina medieval, como opinión general, se dice que era grosera y poco refinada; que se usaban grandes cantidades de especias para cubrir el olor y el sabor de los alimentos alterados; que las personas comían exclusivamente carnes asadas en grandes llamas, probablemente demasiado crudas o demasiado quemadas hasta el extremo de carbonizarlas.

Esto no es del todo acertado, aunque tiene vetas de realidad acerca de la primera parte de la edad media. La cocina de fines de la época medieval era una búsqueda constante de sabores, colores y combinaciones, todo con el fin de lograr el máximo placer posible. Receta tras receta, se hace evidente que la cocina medieval era un arte que necesitaba de mucha dedicación y de mucha inventiva porque las cocinas medievales estaban geográficamente limitadas y eran menos cosmopolitas que las de hoy.

El transporte de alimentos y la comunicación existente durante este período eran muy lentos, siendo la tecnología de preservación muy limitada, evitando todo ello la exportación de muchos alimentos frescos, especialmente la fruta, el pescado y la carne.

comida edad mediaUsos y costumbres culinarias de la edad media

La sociedad medieval comía dos veces al día: el almuerzo, próximo al mediodía, y una merienda frugal. Si se celebraban reuniones sociales, las meriendas se sustituían por un festín. Había cenas a altas horas de la noche y los banquetes, comunes entre las clases altas, se preciaban de tenerlo todo en un completo bufé.

Los alimentos utilizados en la edad media

vinagre de vinoLos ingredientes más comunes de la cocina medieval europea en aquellos tiempos eran el verjuice, el vino y vinagre. Estos ingredientes se combinaban extensamente con azúcar para dar a muchos platos un sabor distintivo y la mayor parte de las veces dulce. Las carnes más consumidas eran la de cerdo y de pollo, mientras que la ternera era muy poco común, en comparación con la actualidad. Existía una amplia variedad de consumo de pescado fresco. Es de destacar el uso de la leche de almendras, en sus variantes tanto dulces como amargas, siendo el alimento más empleado en los platos que debía haber leche, tales como sopas, estofados y salsas.


condimentosLos condimentos usados en la edad media

Los condimentos eran muy usados en aquella época, los más comunes, y heredados por la cocina actual, eran: Jengibre, Azafrán, Canela, Cardamomo, Nuez moscada, Macis, Clavos de olor y Pimienta.

Quizás los más populares fueran el perejil, el cilantro y la menta. Pero también hierbas como la mejorana y la salvia que se utilizaba bastante. A menudo aparecen en combinación, embadurnadas sobre la carne o dando sabor a la sopa.

El gusto por el cilantro en los platos salados ha perdurado en la cocina europea y en algunos países latinoamericanos.

Una lista completa incluía: Ajedrea, Cilantro, Hinojo, Mejorana, Orégano, Menta, Mostaza, Perejil (también se usaba la raíz), Ruda, Salvia y Tomillo


Fuente:
La gastronomía en la Edad Media La gastronomía en la Edad Media

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septiembre 25, 2011

La higiene en la edad mediaAlgunas curiosidades


La higiene en la edad mediaSi vamos a Versalles, veremos que el palacio, quizás el más importante de Francia, no tiene baños.

La higiene en la edad mediaEn la Edad Media no existían cepillos de dientes, perfumes, desodorantes y mucho menos papel higiénico. Las heces y orinas humanas eran tiradas por la ventana del palacio.

La higiene en la edad mediaLos abanicos no se usaban por el calor, sino por el mal olor que exhalaba el cuerpo de las personas por debajo de los vestidos.

La higiene en la edad mediaPor eso, las ropas eran hechas pesadas a propósito para contener los olores de las partes íntimas que no se lavaban casi nunca.

La higiene en la edad mediaTampoco la gente se bañaba por la falta de agua corriente y de calor en las habitaciones. Los baños eran tomados en una bañera enorme llena de agua caliente. El padre de la familia era el primero en tomarlo, luego los otros hombres de la casa por orden de edad, y después las mujeres, también en orden de edad. Al final los niños, y los bebés los últimos. Cuando se llegaba a ellos, se podía perder un bebé dentro del agua de lo sucia que estaba.

La higiene en la edad mediaEl porqué del ramo de flores de las novias… En la Edad Media la mayoría de las bodas se celebraba al comienzo del verano.

La razón era sencilla: el primer baño del año era tomado en mayo, entonces en junio el olor de las personas aun era tolerable. Asimismo, como algunos olores ya empezaban a ser molestos, las novias llevaban ramos de flores al lado de su cuerpo en los carruajes para disfrazar el mal olor. Así nació la tradición del ramo de novia.

La higiene en la edad mediaEn Versalles uno se maravilla con sus jardines, enormes y hermosos, pero en la época eran mas usados como retretes que admirados. No había baños, y en las fiestas promovidas por la realeza se reunía una gran cantidad de personas

“It’s raining cats and dogs”, Los techos de las casas no tenían entretecho. En las vigas de madera se criaban animales: gatos, perros, ratas y otros. Cuando llovía las goteras forzaban a los animales a bajar. De ahí nació la expresión llueven perros y gatos típica anglosajona.

La higiene en la edad mediaLos más ricos tenían platos de estaño. Ciertos alimentos oxidaban el material, que unido a la falta de higiene de la época, era muy frecuente que mucha gente muriese envenenada. Los tomates, que son ácidos, provocaban este efecto y fueron considerados tóxicos durante mucho tiempo.

En los vasos ocurría lo mismo donde, al contacto con whisky o cerveza hacia que la gente entrara en un estado narcoléptico producido tanto por la bebida como por el estaño.
Alguien que viese a alguien en ese estado podía pensar que estaba muerto y ya preparaban el entierro. El cuerpo era colocado sobre la mesa de la cocina durante algunos días y pasaba con la familia mientras ellos comían y bebían esperando que volviese en sí. Este fue el origen del velatorio que hoy se hace junto al cadáver.

La higiene en la edad media“Salvado por la campana”, Los lugares para enterrar a los muertos eran pequeños y no había siempre suficiente sitio para todos. Los ataúdes eran abiertos y retirados los huesos para meter otro cadáver. Los huesos eran retirados a un osario. A veces al abrir los ataúdes, se percibía que el enterrado había arañado la tierra, había sido enterrado vivo.

En esta época surgió la idea de agarrar a la muñeca del difunto un hilo, pasarlo por un agujero del ataúd y atarlo a una campanilla sobre la tierra. Si el individuo estaba vivo, sólo tenia que tirar del hilo.

Así sonaría la campanilla y sería desenterrado, porque por las dudas una persona se quedaba al lado del ataúd durante unos días.

De esta acción surge la expresión salvado por la campana, y no, como muchos piensan, que se originó en el boxeo.


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La higiene en la Edad Media La higiene en la Edad Media

Algunas curiosidades Si vamos a Versalles, veremos que el palacio, quizás el más importante de Francia, no tiene baños. En la Edad Media...

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marzo 31, 2011
 

 

Pedro Luis Cenzano Diez (Administrador)
Yolanda Torres Cerezo (Supervisora)

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