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Jack y el Demonio

El origen de esta tradición nació en Irlanda. Hace muchos, muchos años, según cuenta la leyenda, un tacaño y pendenciero irlandés, llamado Jack, tuvo la mala suerte de encontrarse con el mismísimo demonio en una taberna. Era la Noche de Brujas o también llamada Noche de Halloween.

Jack, que era un borracho, engaño al Diablo, entregando su alma a cambio de una última bebida. El diablo aceptó el trato y se transformó así mismo en una moneda para pagarle al tabernero la bebida de Jack. Jack cogió la moneda a toda velocidad y la metió en su monedero.

Jack tenía un crucifijo dentro de su monedero, así que el diablo no pudo volver a su forma original; con el demonio secuestrado, Jack llegó a otro acuerdo con él. No dejaría salir al diablo hasta que le prometiera no pedirle su alma en un plazo de 10 años. El diablo no tuvo más remedio que aceptar la exigencia de Jack.

Diez años después de aquella noche, Jack se volvió a reunir de nuevo con el diablo en el campo. El diablo iba para llevarse el alma de Jack, pero Jack muy astuto, pensó cómo salir de esa situación y dijo: "Iré contigo como acordamos, pero antes de hacerlo, tú me traerás la manzana que está en ese árbol?".

El diablo pensó que no tenía nada que perder por coger la manzana y dársela, ganando el alma de un pecador. De un salto llegó a la copa del árbol para coger la fruta. Pero antes de que el diablo se diese cuenta, Jack ya había tallado una cruz en el tronco del árbol, dejando otra vez al diablo atrapado y sin poder moverse ni bajar del árbol.

Jack le obligó a prometer que jamás le pediría su alma. Al diablo no le quedó más remedio que aceptarlo y Jack borró la cruz. Escapando el diablo, el cuál no pudo llevarse su alma.

Cuando Jack murió años más tarde, no pudo entrar en el cielo, porque durante su vida había sido un pecador, borracho y un estafador, como bien ya conocemos. Cuando intentó entrar en el infierno, el diablo tuvo que enviarlo de vuelta, prometió no reclamar su alma.

"¿A dónde iré ahora?", se preguntaba Jack y el diablo le contestó: "Vuelve por donde viniste" y vaga por el mundo de los vivos de nuevo aunque estés muerto. El camino de regreso al mundo de los vivos era oscuro y el viento no le dejaba ver nada. El diablo le dio a Jack un carbón encendido, para que le diera luz y le guiara en la oscuridad del camino de vuelta. Jack lo puso dentro de un nabo para que no se apagara con el viento y emprendió el camino vagando entre las tinieblas eternamente...

Hallowen

Quedó en la historia

Los pueblos celtas ahuecaban nabos, ponían carbón dentro de ellos y los depositaban en las tumbas para iluminar a sus difuntos más queridos en el camino de regreso al mundo de los vivos y darles así la bienvenida. También servía para proteger de los malos espíritus.

Con el tiempo, cuando los irlandeses llegaron a América, conocieron las calabazas y vieron que estas eran mucho más grandes y fáciles de ahuecar que los nabos, así que se cambió la tradición de meter una luz dentro de un nabo, por hacerlo dentro de una calabaza.

Así se hacieron tan populares los Jack-o-lantern, o lo que es lo mismo: el tenebroso candil de Jack.


Arreglos: Yolanda Torres Cerezo
Fuente: archivo PDF
¿Conoces la leyenda de las calabazas de Halloween? ¿Conoces la leyenda de las calabazas de Halloween?

El origen de esta tradición nació en Irlanda. Hace muchos, muchos años, según cuenta la leyenda, un tacaño y pendenciero irlandés, llamado ...

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octubre 22, 2015

Diablo

¿Qué es un demonio?

Para los Evangelios, la posesión es siempre demoníaca. La persona está endemoniada. Jamás se atribuye la posesión al Diablo. No existe un solo caso en todo el Nuevo Testamento en el que se hable de posesión diabólica.

La palabra demonio es de origen griego. Daimónion no es ni masculino ni femenino, sino neutro. No se trata, pues, de una persona, sino de una cosa. Además es un adjetivo sustantivado. Indica, por tanto, la personificación de una entidad abstracta. La mentalidad popular había creado este término para denominar poderes impersonales, potencias espirituales o fuerzas maléficas, capaces de entrar en las personas y provocarles enfermedades.

demonio

¿Quién es el Diablo?

La palabra Diablo se usa para una verdad totalmente distinta. En el Nuevo Testamento siempre aparece como sustantivo o nombre propio y, generalmente, con artículo determinado (el Diablo). Se trata de una palabra de origen griego (diábolos), que traduce el vocablo hebreo Satanás, que significa el contrario, el enemigo. Por lo tanto ambas palabras tienen, pues, el mismo significado.

El plural diablos, que en alguna ocasión utilizamos, es un error. Para la Biblia, sólo existe un Diablo, como no existe sino un único Satanás. En ninguna parte de la Biblia, y menos de los Evangelios, se dice de nadie que estuviese poseído por el Diablo o por Satanás. A él jamás se le atribuyen directamente ni las enfermedades ni las posesiones. El ámbito de su influencia no es física, sino moral y psicológica. Queda relacionado únicamente con el pecado. Actúa siempre desde fuera, jamás desde dentro, como se suponía que lo hacían los demonios.

Por esto vemos al Diablo tentando a Jesucristo en el desierto (Mt 4,1-11), inspirando la traición a Judas (Jn 13,2), sembrando cizaña (Mt 13,25), arrancando el mensaje del corazón (Lc 8,12), acechando a los cristianos (Ef 6,11), cortando el paso a Pablo (1 Ts 2,18) y persiguiendo a los cristianos (Ap. 2,10). Siempre aparece, pues, relacionado directamente con el pecado. Y por esto se afirma que quien comete pecado es del Diablo (1 Jn 3,8), que es padre de la mentira (Jn 8,44). Pero jamás se le presenta provocando directamente la enfermedad ni poseyendo a nadie.

Jesús y Satanas

Confusión peligrosa

Podemos, pues, asegurar que en la Biblia, el Diablo o Satanás, al aparecer siempre en singular, en masculino y con artículo determinado, se refiere a un ser personal e individual, un poder del mal exclusivo en su género. En cambio demonio, al ir sin artículo y ser de género neutro, no se refiere a algo personal. Las dos palabras no son sinónimas y no deben considerarse como equivalentes. Durante siglos la expresión bíblica endemoniado se ha tomado lamentablemente como sinónimo de poseído por el Diablo, cosa que los Evangelios en absoluto han afirmado.

La Biblia atribuye al Diablo sólo tentaciones -actos hostiles desde fuera-, aunque nunca enfermedades ni posesiones, que dañan a la persona desde en el interior. Las enfermedades internas, cuya causa no era perceptible por los sentidos, incluidos los desequilibrios psicológicos, se explicaban siempre como posesión demoníaca.

Así se evitan algunos malos entendidos. De María Magdalena, por ej., se dice que de ella Jesucristo había echado siete demonios (Lc 8,2), pero no siete diablos. Se trataba, pues, de una persona muy enferma y no de una gran pecadora, como se suele sospechar.


Ariel Álvarez
Extraído de: ¿El Diablo y el demonio son lo mismo?
Aclaraciones para una correcta comprensión.
Fuente: archivo PDF
¿Es lo mismo decir el Diablo que el demonio? ¿Es lo mismo decir el Diablo que el demonio?

¿Qué es un demonio? Para los Evangelios, la posesión es siempre demoníaca. La persona está endemoniada. Jamás se atribuye la posesión al D...

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junio 04, 2015

Efecto Lucifer

El propio Zimbardo, psicólogo e investigador, dió a conocer los detalles de su célebre "Experimento de la Prisión de Stanford" (EPS), que llevó a cabo entre el 14 y el 19 de agosto de 1971, en un extenso libro de título inquietante, El efecto Lucifer. Según indica, es posible "inducir, seducir e iniciar a buenas personas para que acaben actuando con maldad". Mientras no se demuestre lo contrario, esas "buenas personas" somos también nosotros. Puede que eso no nos haga mucha gracia, pero deberíamos orillar la arrogancia de creer que somos distintos (inmunes a la influencia del entorno) de quienes lo hacen y de quienes lo hicieron. En palabras de Zimbardo: "La mayoría de nosotros podemos sufrir unas transformaciones inimaginables cuando estamos atrapados en una red de fuerzas sociales". Es decir, la situación reviste importancia, mucha más de la que estamos dispuestos a concederle, y mucha más de la que acostumbra a conceder la ley del mínimo esfuerzo por la que se rige el funcionamiento de nuestra mente, marcado por el error fundamental de atribución. También las normas suelen ser un medio de dirigir nuestra conducta en determinadas direcciones; sobre todo, aquellas en las que algunos ven la mano de un ser superior que no está obligado a dar cuenta de su santa voluntad.

Philip Zimbardo
Philip Zimbardo

Por otro lado, en el gran teatro del mundo aprendemos a interpretar papeles (roles). Unos, los elegimos; otros nos son encomendados. A veces, el guion se adueña del personaje, el hábito acaba adueñándose del monje. El anonimato ayuda a ejecutar acciones que no serían posibles a cara descubierta. "Cuando una persona se siente anónima en una situación, como si nadie se diera cuenta de su verdadera identidad —y, en el fondo, como si a nadie le importara—, es más fácil inducirle a actuar de una manera antisocial", señala Zimbardo. De acuerdo con un elemental principio de coherencia cognitiva, cuando una persona se ve obligada a actuar de una determinada manera, tiende a congraciar lo que piensa con lo que hace. "La gente tiene más capacidad para racionalizar que para ser racional; tiende a justificar las discrepancias entre su moralidad privada y los actos que la contradicen." Nos guste o no, actuamos con un ojo puesto en lo que los otros piensan y opinan al respecto: la necesidad de respaldo y aprobación social está presente en nuestras acciones y, todavía más, el miedo al rechazo, a la soledad y a la exclusión. La conformidad frente a la presión de la mayoría es un fenómeno que forma parte de nuestra vida cotidiana y, mucho más, de contextos marcados por el afán de unanimidad, por un escaso respeto a la independencia, por verdades con vocación de eternidad, por un liderazgo autoritario, etcétera.

Lucifer

En definitiva, el poder, la obediencia a las órdenes recibidas, el cumplimiento del deber, las justificaciones ideológicas, los ideales colectivos, la búsqueda de un enemigo culpable de nuestros males y fracasos, la presión grupal, el clima social... todas estas son algunas de las razones que han estado, siguen y seguirán presentes en las manifestaciones más dolorosas y destructivas de la violencia.

- Vídeo -



Amalio Blanco
Fuente: archivo PDF
El efecto Lucifer, a un paso de convertirnos en malas personas El efecto Lucifer, a un paso de convertirnos en malas personas

El propio Zimbardo , psicólogo e investigador, dió a conocer los detalles de su célebre "Experimento de la Prisión de Stanford" ...

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diciembre 03, 2014

Biblia del Diablo
Les transcribo la siguiente e interesante nota encontrada en el Blog de Libros Antiguos. "Hace más de 358 años fue incautado a los checos como botín de guerra por las tropas suecas del general Konigsmark tras la Guerra de los Treinta Años (). Se trata del mayor manuscrito medieval del mundo, el Codex Gigas (en latín significa "libro grande"), o también conocido como la "Biblia del Diablo".

La leyenda señala que el autor del Codex Gigas fue un monje Benedictino condenado a ser emparedado vivo por un grave crimen y para que la pena le fuera condonada, el monje propuso crear una obra monumental que honraría al monasterio, un códice que contendría la Biblia y todo el conocimiento del mundo. El tiempo estipulado por el mismo monje fue de una noche. La tarea del monje era sobrehumana, por lo que se cuenta que solicitó la ayuda del mismo Satanás, el cual aceptó crear el libro en una noche poniendo como condición aparecer su imagen en una de las páginas. wikipedia

El códice se trata de un manuscrito de 624 páginas, en pergamino, de comienzos del siglo XIII y que debe uno de sus nombres (Codex Gigas) a las medidas descomunales que posee (92 centímetros de alto, 50,5 centímetros de ancho y 22 centímetros de profundidad) y a un peso de 75 kilogramos. Se encuentra en un excelente estado de conservación.

La exposición de este enorme libro está ubicada en un recinto de seguridad realizado para la ocasión en el Clementinum, el antiguo colegio jesuita situado en el corazón de la vieja Praga. Los visitantes solo pueden entrar en grupos de un máximo de 10 personas para contemplar el libro durante sólo unos minutos.

Biblia del DiabloEl libro es tan valioso que ni siquiera ha podido ser asegurado de forma privada sino que se ha acordado una garantía del Estado checo por valor de 300 millones de coronas suecas (casi 11 millones de euros). El regreso temporal del libro a Praga (antes de ser botín de guerra estuvo depositado en el "Kunstkammer de Praga" del emperador Rodolfo II) es producto de negociaciones diplomáticas entre Suecia y la República Checa al más alto nivel durante varios años. Previamente solo había salido en dos ocasiones de Suecia, para ir al Metropolitan Museum de Nueva York en 1970, y a Berlín.

El manuscrito es obra de un monje copista y miniaturista del monasterio de Podlazice, situado en el centro de la actual República Checa y que fue destruido en el siglo XV durante las guerras de religión. El libro toma uno de sus nombres (La Biblia del Diablo) de una estupenda estampa que representa al diablo. Cuenta la leyenda que el autor del Codex Gigas fue condenado a ser emparedado por un crimen grave, ante lo cual propuso hacer la obra en una sola noche, para expiar su pecado y para gloria de su monasterio. Para lograrlo debió pedir ayuda al diablo, por lo que, finalizado su trabajo, habría realizado el retrato de su "ayudante" en el manuscrito.

El libro incluye el Antiguo Testamento, así como otros textos de gran valor histórico, como la "Chronica Boemorum" (Crónica de los Checos) redactada en latin en el siglo XII o escritos del historiador Flavio Josefo. Una versión digitalizada del Codex Gigas está disponible en la web de la Biblioteca Nacional de Suecia".

- Documental -



Fuente: jorgemarioconsole
El Codex Gigas, el mayor manuscrito medieval del mundo, también conocido como la "Biblia del Diablo" El Codex Gigas, el mayor manuscrito medieval del mundo, también conocido como la "Biblia del Diablo"

Les transcribo la siguiente e interesante nota encontrada en el Blog de Libros Antiguos. "Hace más de 358 años fue incautado a los ch...

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diciembre 27, 2013

Número de la bestia
Esta concepción que tenemos a día de hoy tiene su origen en el libro del Apocalipsis del Nuevo Testamento de la Biblia, aunque ¿es realmente cierta esta asociación?

Existen varias teorías que tratan de explicar el origen de 666; una de las más convincentes, defiende que proviene de las prácticas religiosas que se llevaban a cabo en la ciudad de Babilonia en los tiempos del profeta Daniel. Adoraban a dioses relacionados con el Sol, la Luna, los planetas que eran visibles del Sistema Solar y algunas estrellas relacionadas con la práctica de la astrología.

Los babilonios temían a sus dioses, por lo que debían encontrar alguna forma de tener poder sobre ellos. Como creían que los números contaban con una fuerza superior a la de los dioses, decidieron asignar uno a cada uno de ellos. Entre todos contaban 37 dioses, aunque el dios asociado al Sol era el que prevalecía sobre los demás. Por ello, al primer dios le asignaron el número 1, al segundo el número 2 y así sucesivamente hasta llegar al dios número 36. El dios del Sol por su lado, adquirió el 666; por ser la suma de los números del 1 al 36.

Con estos números elaboraron un amuleto que les protegería de la fuerza de los dioses: una tabla -actualmente conocida como 'cuadro mágico'- de 6×6, con números del 1 al 36 ordenados de tal manera que, al ser sumados en filas o columnas, siempre totalizaban 111, y por lo tanto, la suma de todas las 6 columnas y las 6 filas sumaban 666. Mientras usasen el amuleto estarían protegidos.

- Vídeo -



Fuente: saberia.com
El número 666, ligado al demonio y conocido como la marca de la Bestia El número 666, ligado al demonio y conocido como la marca de la Bestia

Esta concepción que tenemos a día de hoy tiene su origen en el libro del Apocalipsis del Nuevo Testamento de la Biblia, aunque ¿es realme...

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noviembre 30, 2013

¿Qué es un pacto con el Diablo y cómo invocarle?

Una Eternidad en el Infierno

El futuro de alguien que pacta con el Diablo no es muy alentador pues conoce con certeza que deberá sufrir eternamente en el Infierno, esto hace pensar: ¿Como alguien a sabiendas de su destino final en el averno puede pactar por tan solo unos años de "felicidad"?

Existen dos posibles razones:

1.- Un grupo de personas pactarían con la intención tras una vida llena de éxitos gracias a los beneficios de vender su alma, romper el pacto y traicionar al Diablo tratando de volver a la luz. Así mismo en libros como el Gran Grimorio se habla de poder obtener los beneficios de los ángeles caídos o demonios siempre bajo la protección de espíritus del bien (ángeles y arcángeles) mediante la amenaza a demonios de enviarles a dichas entidades a que les atormenten. Sin embargo, no resultaría fácil engañar a Lucifer, al fin y al cabo, se trata del Ángel más perfecto de la creación y probablemente sea el quien acabaría ajustando el pacto a sus intereses..

2.- La otra posibilidad es que conocedores del valor que otorga su alma el mismo Diablo, incluso para presentárselas en persona, piensen que este les tiene guardado un puesto de honor en el Infierno.

Vender el Alma al DiabloVender el Alma al Diablo

Los rituales para pactar con el Diablo y vender el alma varían mucho dependiendo de las fuentes. Desde luego esta no es la web ni yo la persona adecuada para citar partes de ese ritual ni de sus pasos, en su lugar citaré algunos de los libros que según los entendidos muestran con mayor detalle los pasos del ritual o pacto por el que se vendería el alma al Diablo:

* El Gran Grimorio está considerado como uno de los libros más autorizados en lo concerniente a los pactos diabólicos. Resulta difícil, como ocurre con todos los grimorios, datar la fecha de su redacción, al no haberse localizado ningún manuscrito anterior a la fecha de su impresión, que ocurrió en el siglo XVIII... Atribuido "oficialmente" a Antonio del Rabino, un mago veneciano que afirmaba haber redactado la obra basándose en textos autógrafos del mismísimo rey Salomón (Hijo de David y profeta del Antiguo Testamento), en el Gran Grimorio se especifica con detalle como invocar y pactar con Lucifer Rofocal. Consciente de los riesgos que encerraría el pacto con el diablo, el Gran Grimorio incluye toda una serie de cláusulas llenas de dobles sentidos, triquiñuelas y escapatorias, que permitan burlar al diablo cuando éste se presente para reclamar su parte en el pacto. Al fin y al cabo, toda una eternidad de tormentos inenarrables, a cambio de unos pocos años de beneficios materiales, no son un buen negocio para nadie.

El Diablo en sus múltiples formas puede presentarse y tentar a aquellas almas que dudan ofreciendo bienes materiales a cambio del alma del que pacta.

* Uno de los rituales incluido en el Grimorium Verum (como ocurre en el Gran Grimorio) se dedica especialmente a la venta del alma al Diablo. Y como en el citado Grimorio, se especifica que los demonios "no dan nunca nada a cambio de nada", aludiendo a la necesidad de ofrendas y sacrificios rituales, siempre de animales. El Grimorium Verum inicia su primera parte enumerando los tres principales demonios con los que se puede pactar: "Lo primero que debes saber es que existen tres potencias. Lucifer, Belcebú y Astarot". Detallando a continuación como han de confeccionarse correctamente todos los elementos y herramientas del ritual: el pergamino virgen, las varas mágicas, el cuchillo de sacrificios, la lanceta, etc.

* El Grimorium Honorii Magni (o Libro del papa Honorio el Grande) se ha considerado el más “diabólico” entre todos los Libros Negros, probablemente porque, a diferencia de otros Grimorios más limitados a la magia cabalística (judía) en esta obra se muestran importantes influencias cristianas, que a juicio de las autoridades eclesiásticas, agravan aún más el carácter blasfemo de la obra. Publicado por primera vez en latín, en Roma, en los años 1629, es conocido especialmente a partir de una traducción francesa de 1670, y atribuido al papa Honorio III el Grande, sucesor de Inocencio III, que reinó entre el 1216 y el 1227. Según la cita evangélica, Jesús dijo al primer Papa: "Tu eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y la puertas del infierno no prevalecerán contra ella y te daré las llaves del Reino de los Cielos y cualquier cosa que atares en la tierra será atada en el Cielo" (Mateo 16, 18). En esta cita, en la que se sustenta en buena medida la autoridad del Magisterio de la Iglesia Católica, se pretende justificar el supuesto poder del Papa para dominar a los demonios, y para decidir en la tierra cuestiones que afectan también al mas allá.

pacto con el Diablo
* En España, sin duda uno de los libros prohibidos más populares, que todavía hoy circula en algunos ambientes esotéricos, es el Gran Libro de San Cipriano. Este Grimorio, en el que también se especifica con detalle el ritual de invocación a los demonios y los pasos del pacto satánico, generó todo tipo de leyendas. Entre las meigas gallegas, que "haberlas haylas", se rumoreaba que existía una copia de este libro legendario encadenada en los sótanos de la Catedral de Santiago de Compostela, sin embargo ediciones menores y fragmentos sueltos eran atesorados por algunos esoteristas gallegos, o del resto de España, como un auténtico tesoro mágico. "El Ciprianillo" todavía hoy es consultado por algunos videntes, ocultistas y brujos españoles contemporáneos.

* Rituales satánicos, de Anton Szandor LaVey. Roca, 1975. Como bien dice LaVey, "el culto a Satán no es una exclusiva católica, y en todos los pueblos del mundo ha existido un Lado Oscuro, y grupos de rebeldes al poder que le han rendido culto". De esta forma, Anton LaVey incluye en su recopilación de "rituales satánicos" ceremonias, por ejemplo, de los Yezidies islámicos, una secta que adora al Sahitán del Corán, y que realiza sangrientos rituales de sangre en sus tenebrosos cultos; o los Khlysty rusos, vinculados al siniestro Rasputín, y feroces enemigos “satánicos” de la cristiana iglesia ortodoxa.

* Práctica de Conjurar, de Fray Luis de la Concepción, Editorial Humanitas, 1983. En este extenso libro-manual de magia, se detallan diferentes formas de invocar a las fuerzas de la naturaleza, espíritus y demonios, incluyendo también las precauciones que ha de tomar el mago en cada caso.

Las Consecuencias

Incluso algunos de los más devotos satanistas, señalan los riesgos que entrañan este tipo de ceremonias. El Pacto Satánico, dicen, no es un juego para curiosos, sino un compromiso para toda la eternidad.

Quien vende su alma al Diablo es víctima de su propia debilidad y ambición, y no vacila para lograr sus deseos en vender su Alma al diablo, sin importarle las consecuencias, sabiendo que en algún momento tendrá que pagar su deuda. Así es que termina perdiendo todo y condenando su Ser, destruyendo su vida y todo lo que más amaba.

El precio de vender el Alma es muy alto; el comprador es implacable y paciente para cobrar y devorar a sus víctimas. La tentación es grande, pero el precio a pagar nunca es barato...

Como invocar al Diablo
Como invocar al Diablo para hacer un pacto con el:


- ¿Cómo hacer un pacto con el Diablo? -


Diablo, Demonio, Lucifer

Desde el infierno - Señales demoníacas en los confines del universo

Desde el infierno - Pactar con el diablo

El Origen de Satanas (MiDiosReyna)


Fuente: escalofrio.com/n/Misterios/Pactos_con_el_Diablo/Pactos_con_el_Diablo.php y terra.es/personal/hiroshi/bbb/sp.htm
¿Qué es un pacto con el Diablo y cómo invocarle? ¿Qué es un pacto con el Diablo y cómo invocarle?

Desde el principio de los tiempos el hombre siempre ha estado dispuesto a negociar con los dioses y los espíritus, incluso con aquellos de ...

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julio 26, 2011

Ángel Caído
La simple mención de su nombre (Lucifer) parece evocar el olor del azufre. Se le imagina como el ángel más bello de la creación y también como el causante del mayor drama cósmico jamás ocurrido. Cuenta la leyenda que, seducido por su propio orgullo, arrastró a una gran parte de los ángeles que adoraban a Dios, provocando una rebelión cuyas últimas consecuencias son la existencia del dolor, la maldad y la muerte en el mundo. Lucifer es considerado desde entonces como el ideólogo del mal, el instigador del lado oscuro del hombre, el tentador primero. Pero su historia está llena de contradicciones, y una de ellas es la ausencia de una verdadera historia.

Porque, un acontecimiento de tal magnitud, de tamaña trascendencia para el ser humano, no podía pasar desapercibido para los autores de la Biblia. En sus páginas deberíamos encontrar un relato pormenorizado del suceso y de cuáles fueron sus causas.

Pero no es así. De hecho, el nombre de Lucifer ya no aparece en ninguna Biblia moderna, aunque sí estuvo presente en las antiguas. Fue borrado de la historia, pero no de la leyenda. En realidad, todo el mito moderno de Lucifer parte de un equívoco, de un simple error de traducción.

"Lucifer" es una palabra latina que significa "portador de la luz". Fue empleada por San Jerónimo en La elaboración de la Vulgata —la versión en latín de la Biblia— para traducir el término hebreo Helel (literalmente «resplandeciente») de un texto de lsaías. Fue una elección meditada, que buscaba conciliar los distintos sentidos que —según algunos— el texto hebreo parecía contener. Y es que, ya en aquella época, algunos "Padres de la Iglesia" habían creído encontrar en aquellas palabras ¡la descripción de la caída de Satanás!

Hasta aquel entonces Lucifer —también conocido como Heósforo— era tan sólo un dios menor de la mitología grecorromana, un hijo de la diosa Aurora que nada tenía que ver con las tradiciones judías o cristianas. Su condición de descendiente de los dioses influyó en la elección que realizó San Jerónimo.

Pero, ¿qué decía en realidad el texto de Isaías? El profeta recogía la siguiente sátira, compuesta por Yahvé evocando la derrota de su enemigo, el rey de Babilonia: «¿Cómo has caído del cielo, astro rutilante, hijo de la aurora, y has sido arrojado a la tierra, tú que vencías a las naciones? Tú dijiste en tu corazón: "El cielo escalaré, por encima de las estrellas de El elevaré mi trono y me sentaré en la montaña del encuentro, en los confines del Safón; escalaré las alturas de las nubes, me igualaré a Elyón (el Altísimo)". Por el contrario, al sol has sido precipitado, al hondón de la fosa» (Is. 14, 12-11).

La Vulgata empleó la palabra Lucifer en la traducción de la primera frase

«¿Quomodo cecidisti de coelo, Lucifer qui mane oriebaris?...» Las sucesivas versiones a las lenguas vernáculas conservarían sin traducir esa palabra latina: «¿Cómo caíste del cielo, oh Lucifer, hijo de la Aurora?...» Desde entonces, Lucifer fue considerado un nombre propio. Había nacido la leyenda del ángel rebelde, el mito grecorromano resurgía, la leyenda pagana se cristianizaba y el origen del mal en el mundo había sido, por fin, hallado. Se había creado un nuevo nombre y un nuevo personaje.

El mito sobreviviría luego al paso de las edades y muchas leyendas medievales se nutrirían de estas ancestrales raíces, creando relatos de gran belleza y simbolismo, pero Isaías -su autor primigenio- sabía muy poco de mitología clásica. Sus fuentes pertenecían a un ámbito cultural muy diferente y el fondo de sus palabras reflejaba un drama que nada tenía que ver con batallas cósmicas entre ángeles, pero sí de luchas entre dioses. O al menos entre hijos de los dioses...


Fuente: tu-mundo-oculto.mforos
La verdadera historia del Ángel Caído La verdadera historia del Ángel Caído

La simple mención de su nombre (Lucifer) parece evocar el olor del azufre. Se le imagina como el ángel más bello de la creación y también c...

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abril 27, 2011
 

 

Pedro Luis Cenzano Diez (Administrador)
Yolanda Torres Cerezo (Supervisora)

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