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San Fermines
Como en el caso de tantas ciudades medievales, nacieron los Sanfermines como feria comercial y como fiesta secular, tomando las fechas de fiestas religiosas cristianas, éstas a su vez a anteriores raíces, del paganismo vasco y latino. A comienzo del siglo XIII d.C ya se celebraban unas ferias comerciales tras la noche de San Juan, entre el día 23 y el 24 de Junio, con el comienzo del verano. A San Juan seguía San Pedro y luego Santiago, el 25 de Julio, un mes después; en medio, San Fermín (como un Santo entre tantos: no es el patrón de Pamplona. (Patrón de Pamplona: San Saturnino, 29 de noviembre). Tenemos, pues, en plena Edad Media, ferias comerciales y fiestas religiosas a lo largo de un mes, en el inicio del verano. Las ferias comerciales eran concurrencia de mercaderes y aldeanos, ganaderos y gentes de todo tipo; también pretexto para fiestas y comenzaron, en algún momento, a organizarse corridas de toros. Así nacieron, probablemente a finales del siglo XVI, algo que podríamos considerar propiamente los primeros Sanfermines.

San Fermines
Hay otra fecha emparentada, ahora al final del verano, el 10 de Octubre, en que se organizaba una feria en Pamplona, de siete días, desde el año 1324, por privilegio del rey Carlos I de Navarra y IV de Francia. Medio siglo después, en 1381 por privilegio del rey Carlos II de Navarra, pasó a ser feria franca. También entonces, con festividades religiosas.

Estas dos ferias y fiestas, al inicio y al final del verano, se unificaron, para aprovechar el mejor clima, en la que desde entonces comienza el día séptimo del séptimo mes: el 7 de Julio (que no es el día de San Fermín pero nadie se acuerda de ello). Aunque todavía en la actualidad, a finales del verano, se celebran los llamados Sanfermines txikis (pequeños Sanfermines) sólo para los íntimos. Así queda para todos el "uno de Enero, dos de Febrero, tres de Marzo, cuatro de Abril, cinco de Mayo, seis de Junio, siete de Julio, ¡San Fermín!".

San Fermín
Consta que se celebró una fiesta ya en las nuevas fechas. El Regimiento (Ayuntamiento de entonces) celebró con gran ceremonia y pompa, el 7 de Julio de 1591 (obsérvese, hace algo más de cuatrocientos años):

* Pregón de Fiestas, muy ceremonial.
* Torneo con lanzas en la actual Plaza del Castillo.
* Teatro: "Comedia y Tragedia del Bienaventurado San Fermín".
* Danzas, procesión por las calles, etc.
* El día siguiente, se celebró una corrida de toros.

Ya tenemos así documentado desde finales del siglo XIV un embrión de los Sanfermines, y a finales del siglo XVI unos párrafos del programa oficial de hoy. Fueron pasando los siglos, sin grandes cambios. Eran unas fiestas locales, con feria comercial, fiestas religiosas, principio del verano, y así año tras año, siglo tras siglo.

Pero aproximadamente desde 1950 los cambios han sido acelerados. En primer lugar, por el incremento del nivel de vida. Nuestros abuelos ahorraban durante todo el año para disfrutar en las fiestas, y quien tuviera 100 pesetas de las de entonces era muy afortunado. Hoy con esa cifra no se llega a pagar un vaso de vino; más aún, Navarra tiene de las más altas rentas per cápita de España.

Nuestros abuelos pasaban los Sanfermines a solas, con los aldeanos de la comarca (la Cuenca de Pamplona) algunos días. Se merendaba frecuentemente en casa o en las tabernas, y como hoy, en las corridas, en las que circulaba el vino peleón de entonces. El pueblo (Pamplona tendría unos veinte mil habitantes) se juntaba en la Plaza Consistorial para recoger al Ayuntamiento y acompañarlo a la iglesia de San Lorenzo, donde en su capilla de San Fermín se celebraba como hoy una misa, las Vísperas, el 6 de Junio. Tras la misa, pueblo y autoridades regresaban de la iglesia al Ayuntamiento, igualmente por la calle Mayor. Poco más había, salvo bailes en la plaza del Castillo, y claro, las corridas y el encierro.

San Fermines - encierros... hoy, inicios XXI ...

Los Sanfermines vienen evolucionando tanto como la sociedad. Han perdido mucho de su componente religioso, y el acompañar del pueblo al Ayuntamiento para celebrar en misa las Vísperas de los Sanfermines, se ha convertido en un acto de protesta, con nombre propio, el riau-riau, que durante los últimos años incluso se dejó de celebrar, se dejó de organizar oficialmente por los disturbios que lo acompañaban.

¿Las cien pesetas de nuestros abuelos? hoy cualquier pamplonés gasta mil veces más en esos siete días de fiestas (los niños, algo menos). Apenas se bebe vino, como no sea de marca; la bebida más usual quizá sea el champán o el cava. Sólo tenían nuestros abuelos una docena de tabernas y hoy Pamplona y comarca dispone de unos mil establecimientos, cafeterías, bares, restaurantes, casas de comidas... con una pujante gastronomía. La población se ha multiplicado por diez, Pamplona tiene unos doscientos mil habitantes y la Plaza de Toros, vacía todo el año, la tercera mayor del mundo, queda realmente muy pequeña para contener a todos.

Desde la postguerra y en especial desde la obra literaria de Hemingway, (que, dicho de paso, apenas refleja los Sanfermines, contra lo que se suele decir), los visitantes extranjeros se acumulan en la ciudad. Primero llegaron los franceses (no los vascofranceses, del sur y a fin de cuentas vecinos, sino de más allá); los alemanes y los norteamericanos. Después, británicos, escandinavos, luego las caravanas de australianos y neozelandeses. Es del todo imposible hacer estadísticas, pero probablemente durante los Sanfermines haya tantos extranjeros como pamploneses. Bien es cierto que muchos pamploneses, por gusto o por obligación, salen de la ciudad durante los Sanfermines o sólo los disfrutan algunos días. Significa pues duplicar la población ... y concentrarla especialmente en el Casco Antiguo de la ciudad, que tendrá como medio kilómetro cuadrado de extensión.

Las ganas de fiesta de la mayoría ayuda a la convivencia, jamás se han sufrido incidentes que lamentar. Pero la situación es sencillamente grave en el encierro. Las fotografías antiguas nos muestran quizá un centenar de corredores, o incluso menos. Hoy son quince mil o más, con el mismo número de toros, en el mismo recorrido, por las mismas calles, en los mismos pocos minutos. Ese es probablemente el mayor problema de los Sanfermines: no su masificación general, pues si es cierto que la fiesta se concentra en el Casco Antiguo, se conquistan nuevos barrios para la fiesta; sino la masificación del encierro, y la evidente falta de preparación de la inmensa mayoría de los corredores de fuera de Pamplona.

Es peligroso, porque los toros siguen teniendo astas finas y cada uno más de media tonelada de peso y el rápido galopar del rebaño en la madrugada, golpeando sus pezuñas el adoquinado, es tan impresionante como en la mañana del primer día del siglo, cual fuera, en el que nacieron los Sanfermines.

- Origen de las fiestas de San Fermin -


- 1952 Encierros NO-DO -


- Sanfermines en la historia -


- San Fermin playmobil -



Fuente: encierrodesanfermin
¿Por qué Pamplona celebra los Sanfermines si San Fermín no es su patrón? ¿Por qué Pamplona celebra los Sanfermines si San Fermín no es su patrón?

Como en el caso de tantas ciudades medievales, nacieron los Sanfermines como feria comercial y como fiesta secular, tomando las fechas de f...

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julio 07, 2015

Historia de la Tauromaquia, un espectáculo tan español como polémico

Torear

Los espectáculos taurinos o corridas de toros, son unas de las tradiciones españolas más conocidas en todo el mundo y al mismo tiempo más polémicas. Esta fiesta no existiría si no existiese el toro bravo. El origen de esta raza de toros la encontramos en el primitivo uro o bos, que no habitó exclusivamente en España, pero sí es aquí donde encontró su asentamiento preferido, conservándose hasta nuestros días. Las zonas españolas donde actualmente existen mas ganaderías bravas son: Andalucía, Extremadura, Salamanca y centro.

Desde los tiempos remotos, se utilizaron los toros bravos para lanzarlos contra el enemigo. El origen de las corridas de toros es poco conocido, pues hay muchas teorías. Unos dicen que viene del Imperio Romano, otros del antiguo Egipto y otros dicen que puede venir de los Celtas. En la antigüedad, en toda la zona del mediterráneo se rendía culto al toro como animal divino, pero durante la época romana el culto al toro dejó de ser sagrado y se convirtió en un espectáculo de circo. En la edad media, las corridas de toros solo las practicaba la nobleza. El toreo es una tradición muy antigua y se inició a caballo (se dice que el toro de la vega es el comienzo de todo). Originalmente la corrida era una ceremonia oficial de los reyes, como una celebración de su coronación. En 1128 ya se celebró una corrida a raíz de casarse el rey Alfonso VII con doña Berenguela.

Historia de la tauromaquia

Desde tiempos inmemoriales, recorrían los pueblos de España los llamados “matatoros” o “toreadores” divirtiendo al público y cobrando por ello, mediante la práctica del toreo de forma más o menos rudimentaria.

Podemos afirmar que el origen del “toreo a pie” procede del norte de España, sobre todo de las provincias vascas, Navarra, y Aragón (allá por el siglo XIV), pero su transformación en arte se debe a Andalucía, a principios del siglo XVIII. Aunque realmente Navarra fue la cuna de ganaderos y toreros.

Como anécdota podemos contar que durante el siglo XVII había toreo a caballo en los que participaba la realeza: incluso Carlos I de Inglaterra y su lugarteniente Lord Buckingham participaron en un evento durante su estancia en España, y les gustó tanto que repitieron luego la experiencia en su país invitando a los embajadores de los reinos de Francia y España.

A finales del siglo XVII y principios de XVIII se fue acentuando el “toreo a pie”. Los toreros navarros tuvieron que enfrentarse al mas popular toreo andaluz, mas pausado y dominador, y éste acabó imponiéndose, siendo Sevilla y Ronda las plazas mas famosas.

La tauromaquia en la antiguedad

En el siglo XVIII existieron en España dos corrientes regionales de cuya combinación surgió el torero de a pie: el ámbito vasco-navarro y el andaluz. La tauromaquia vasconavarra se basaba en los saltos, recortes y banderillas, mientras que la andaluza se desarrollaba con lienzos y capas. Al final salió victorioso el modelo andaluz (sobre el año 1770). Una vez decantado el toreo a favor de la opción andaluza, surge una nueva disputa entre toreros a finales del siglo XVIII: los partidarios del estilo rondeño y los del sevillano. Para los primeros, lo fundamental era la estocada, en cambio para los hispalenses, lo importante era lucirse con la capa.

Al torero rondeño Francisco Romero, se le considera el padre del torero moderno.

En toda España y con motivo de las celebraciones de victorias bélicas o de festividades de Santos, tenían lugar corridas de toros sobre todo en Castilla, Aragón y Andalucía. Estas corridas se celebraban en las plazas principales de la ciudad, que se cerraban con carros, toneles, cadenas, etc.

Las corridas de toros tal y como hoy las conocemos, vienen del siglo XVIII, cuando la nobleza abandona el toreo “a caballo” y el pueblo comienza a hacerlo “a pie” demostrando su valor y destreza. Y a partir del siglo XIX ya se hicieron muy populares y se convirtió en un negocio y en un espectáculo de masas. Incluso hubo épocas en que Reyes y Papas las prohibieron.

El arte del toreo

España cuenta con un gran número de aficionados a los toros. Éstos consideran las corridas como un bello espectáculo, un arte y una manifestación de cultura que ha sobrevivido hasta nuestros días, al igual que el toro bravo, donde se aprecia sobre todo el valor y destreza del torero. Actualmente se celebran corridas de toros en Europa (España, Portugal y Francia) y en América (Perú, México, Colombia, Ecuador y Venezuela).

¿Cómo puede considerarse inculta, retrógrada o salvaje? una fiesta que ha apasionado a Goya, Lorca, Valle-Inclán, Manuel Machado, Góngora, Nicolás Moratín, Gerardo Diego, Antonio Gala, Bergamín, Villatín, Abel Gance, Montherlant, Jean Call, Miguel Hernández, Camilo José Cela, Botero, Vargas Llosa, etc, y que ha sido plasmada en la literatura, pintura, música, escultura, cine, teatro, prensa...

- Vídeo (Manolete) -



Fuente: archivo PDF
Historia de la Tauromaquia, un espectáculo tan español como polémico Historia de la Tauromaquia, un espectáculo tan español como polémico

Los espectáculos taurinos o corridas de toros, son unas de las tradiciones españolas más conocidas en todo el mundo y al mismo tiempo más p...

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julio 02, 2014

El Toro de lidia, descendiente del Uro salvaje, todo bravura e instinto de defensa

De la bravura y el trapío

Ha llegado la hora de probar todos los experimentos que el criador ha realizado en el laboratorio de su ganadería. Pese a que existen parámetros para suponer que un toro bien criado responderá bien en el ruedo, es aquí en el único lugar donde se puede estar seguro de que las cosas han sido hechas bien. Suenan los clarines, se abren las puertas de toriles...

Según historiadores, el toro primitivo ibérico desciende del uro salvaje que habitaba en el centro de Europa. Al transcurrir del tiempo el uro se transforma, en la Península Ibérica, en el toro de lidia, al ser domado para el espectáculo de las corridas de toros, cuando un arte singular, la tauromaquia o la ciencia de torear, aparece. Sin embargo, es a partir del siglo XVIII cuando asoman las ganaderías organizadas para la producción del toro de lidia, constituyendo la bravura la característica esencial del toro ibérico.

"Al mejor trapío suele corresponder la mejor bravura", asegura José Antonio Del Moral, en su libro "Cómo ver una corrida de toros", aunque se hace necesario señalar que esta afirmación es un tanto polémica. El diccionario describe al trapío como "aire garboso". Cuando se refiere a los toros de lidia tiene que ver con su presencia. Se dice que un toro tiene trapío cuando su estampa, su planta, su presencia causa respeto independientemente de su tamaño. El toro con trapío debe tener peso acorde con su alzada, carnes justas y musculadas, las propias de un ser atlético; pelo brillante y limpio, fino y bien sentado; morrillo grueso, patas finas, pezuñas redondeadas y pequeñas, cornamenta bien conformada y limpia, cola larga y espesa. Ojos negros, vivaces, sin defectos.

Toro de LidiaBravura, instinto de defensa

La bravura, otra característica esencial del ganado de lidia, no fue consustancial al toro en sus orígenes, sino un evento cultural del ser humano, digno de toda admiración, asegura Del Moral. Como fuerza de brutos definen algunos diccionarios la bravura; y como acción de acometer resueltamente y con constancia, otros. A la bravura se le ha considerado como un instinto de defensa provocada por la cólera del toro en el instante de ser molestado, o como miedo o cobardía ante lo desconocido, o como una misteriosa y natural violencia del toro que ataca a cuanto se mueve o le excita.

Una de las características de la bravura es crecerse al castigo, en lugar de huir. El toro verdaderamente bravo, explica el autor español, antes de acometer a su presa, le avisa. Jamás ataca a traición. Se cuadra y se coloca en rectitud ante quien quiere ahuyentarle, le mira fijamente, adelanta las orejas, levanta la cabeza y, a veces, retrocede o avanza a leves pasos antes de arrancarse.

Igualmente, debe embestir con prontitud, con nobleza, sin cabecear, siguiendo con fijeza al objeto que persigue para cornearlo, sin cansarse, aunque nunca logre alcanzar a su enemigo.

Del Moral, en el tratado antes citado, describe al toro de lidia: "Entre todas las criaturas del reino animal no hay ninguno que reúna caracteres tan bellos y a la par misteriosos como el toro bravo. Algunos son agresivos y fieros, otros tienen el encanto de la nobleza y la fidelidad, unos atraen por su fuerza, por la armonía de su estampa o su pelaje, y también los hay majestuosos y altivos."

Solo el toro de lidia es, al mismo tiempo, poderoso, arrogante y armónico, bondadoso y agresivo; algo así "como un guerrero que lleva escrito en sus genes el mensaje de la bravura y tiene una crianza lujosa hasta su madurez, justo el momento en que debe morir".

El origen del toroEl origen del toro de lidia: las castas fundacionales

Todas las ganaderías de ganado bravo de Europa y América tienen su raíz en las conocidas como castas fundacionales.

Una suerte de evolución se ha dado en esta especie: algunas de las castas se se han extinguido con el pasar del tiempo, más que nada por sus características físicas, y han dado paso a que la crianza de otras se generalice.

Cinco son las castas fundamentales, coinciden la mayoría de investigadores, en las cuales tienen su raíz todas las demás. Jorge Laverón, en su libro "Historia del Toreo", recoge las principales características de cada una:

JIJONA. Fundada por José Sánchez Jijón. Tuvo sus asentamientos en la provincia de Ciudad Real (Villa Rubio de los Ojos), a orillas del río Guadiana, y en Madrid, en Colmenar Viejo y en la ribera del río Jorama.

CABRERA.
Es de origen andaluz, una creación de Rafael José Cabrera. Dio origen a las ganaderías más legendarias de la historia: los Miura. Los herederos de Cabrera, enajenaron la ganadería a Juan Miura, el 4 de noviembre de 1852. El toro de Cabrera era de gran alzada y bravura, de constitución agalgada, de gran poder y dureza de patas. De variadísima capa; iba desde la negra, cárdena, "colorá", hasta la jabonera.

VAZQUEÑA.
Fue fundada por don Gregorio Vázquez. Con estos toros, Fernando VII funda una ganadería a nombre de su cuarta esposa, María Cristina de Nápoles. Fue vendida luego al Conde de Veragua. Estos toros son de tamaño medio, tienen una gran variedad de capas: zardos, jaboneros, negros, cárdenos y castaños. De esta casta procede la Real Vacada de Portugal.

VISTAHERMOSA.
Es preponderante en la actualidad. El fundador de esta ganadería fue Don Pedro Luis de Ulloa, primer conde de Vistahermosa, en la mitad del siglo XVIII. Está considerada como el prototipo del toro de lidia. Este encaste, después de más de dos siglos de existencia, ha renovado con su sangre, casi la totalidad de las ganaderías españolas y americanas, y por su puesto, las ecuatorianas. Es de talla mediana, de constitución robusta, de cabeza pequeña y cola y patas finas. Su conjunto es armonioso y extremadamente bello. En el pelaje abunda el negro, el cárdeno y el castaño. Descendiente de esta casta es la ganadería Ibarra, la cual, a principios de siglo, se dividió en Parladé y Santa Coloma. Parladé se divide en Juan Pedro Domecq y Conde de la Corte. De Juan Pedro Domecq se originan alrededor de 80 ganaderías y del Conde la Corte se derivan 20 ganaderías más. Del brazo de Santa Coloma se derivan cuatro castas: Victorino Martín, Celestino Cuadri, Lorenzo Fraile y Joaquín Buendía. De este último se derivan a su vez 30 ganaderías más.

NAVARRA. Se criaban en las Bárdenas Reales. Se distinguen por su pequeña talla, de mucha cabeza, ligero, nervioso, bravo, de embestida incansable. Su pelaje de color castaño, retinto, colorado y negro. Los fundadores fueron Don Francisco Gündulain, de Tudela y Don Joaquín Zalduendo, de Caparroso.

Toros criollos: los primeros años

El toro bravo guardo sus características por siglos. En la primera mitad del siglo XX se crean las ganaderías de crianza del conocido como toro criollo, los que se lidiaron en las plazas de Quito hasta los setenta.

Los primeras noticias de ganado bravo en tierra ecuatoriana se encuentran en las crónicas del siglo XVII, cuando los religiosos jesuitas, mercedarios y dominicos trajeron ganado bravo a América para guardianes del ganado manso y de los cultivos. No es extraño, por esto, que la tradición nos cuente que los primeros toreros fueron los indios que debieron rápidamente aprender a sortear los bravos celadores.

Los primeros toros que arribaron fueron de la casta navarra, una de las cinco castas fundacionales españolas. El siglo XVIII y XIX están cargados de narraciones de toros de pueblo y festivales que eran organizados para la celebración de algún hecho especial o aniversario y que duraban días y hasta semanas. De la última parte de la época colonial incluso se sabe que la Plaza Grande se cerraba para los festejos taurinos.

Ya en la primera mitad del siglo XX nacen haciendas de cría de ganado bravo criollo que había guardado sus características por siglos enteros. El Pedregal, Chalupas, Antisana, Pullurima y Yanahurco llenaron con sus ejemplares las tradicionales plazas de la ciudadela Larrea, Guangacalle y alegraron las inolvidables tardes de la Belmonte y la Arenas. Es en los años cincuenta cuando Don Luis de Ascázubi trae dos sementales de la ganadería de María Teresa Oliveira para sus vacas de la legendaria hacienda Guachalá, en Cayambe, y forma la ganadería Santa Mónica.

En los mismos años Lorenzo Tous, un español afincado en Guayaquil trae vacas y sementales de Pinto Barreiro (de la casta Parladé) y forma la ganadería Chisinche, en Machachi, con ayuda del matador zamorano afincado en el país, Félix Rodríguez. Cuando se va a vivir a Colombia se lleva el ganado y lo que queda va a parar a las manos de José María Plaza, Rumiquincha y los hermanos Cobo de la ganadería Huagrahuasi.

En 1960 Arturo Gangotena trae sementales mexicanos para las vacas criollas de su hacienda Pedregal Tambo en Machachi. En la misma época, Ramiro Campuzano compra vacas Santa Mónica (hacienda Guachalá) y sementales mexicanos para formar la ganadería Atocha. Una nueva etapa de la fiesta brava había comenzado en 1960, con la inauguración de la Monumental Plaza de Toros Quito.

Sangre renovada para los ruedos de Quito

Los toros criollos de las primeras décadas de este siglo fueron remplazados por toros importados de España y México. Coincide la época con la inauguración de la Plaza Monumental Quito. En la década de los ochenta poco se renovó la sangre de las ganaderías ecuatorianas.

En 1970 empezaron a realizarse importaciones de corridas españolas para las plazas de Quito y Ambato. Los ejemplares indultados, unos por méritos y otros con anticipación, dan paso a la formación de nuevas ganaderías como Atillo y Puchalitola y a que las ya existentes como Charrón y Huagrahuasi refresquen la sangre.

En 1978 la Junta Militar autoriza la importación de reses españolas, lo que permite, a decir de muchos, dar un salto extraordinario en la crianza de ganado bravo en el país. Los aficionados empezaron a ver ganado de pura procedencia, de padre y madre españoles, en los ruedos ecuatorianos.

Desde la inauguración de la Monumental Quito, en 1960, hasta aproximadamente 1981, se habían lidiado toros de media casta importados de España, México y Colombia. La primera mitad del siglo y las tradicionales plazas quiteñas, únicamente ganado criollo.

El 20 de julio de 1978 llega un avión de erales y sementales de Juan Pedro Domecq para los hermanos Cobo Sevilla y el general Guillerno Durán Arcentales. Le siguen otras importaciones: de Baltasar Ibán para la ganadería Santa Rosa de Saúl Montenegro; de Atanasio Fernández para los hermanos Barona, de Atillo; de Osborne para Atocha y El Arriero; y Camacho para Charrón y Puchalitola. Dos sementales de Santa Coloma y Baltazar Ibán llegaron más adelante para Corinto y Oro.

Cerca de veinte años transcurren hasta que se realiza otra importación de ganado español. En 1997, llegan reses de Joaquín Buendía (Santa Coloma) y Garcigrande (Juan Pedro Domecq) a la hacienda Peñas Blancas de Cristóbal Roldán y vacas y sementales de El Torreón (Juan Pedro Domecq) para la ganadería Mirafuente de los hermanos Salazar.

Ambas ganaderías cierran el siglo con encierros españoles para la Feria de Quito.

Particularidades de la capaParticularidades de la capa

Toro de LidiaToro de LidiaToro de LidiaToro de LidiaToro de LidiaToro de LidiaCapas simplesCapas simples

Toro de LidiaToro de LidiaToro de LidiaCapas intermedias y mixtasCapas intermedias y mixtas

Toro de LidiaCabeza y caraCabeza y cara

Toro de LidiaLa cornamentaLa cornamenta

Toro de LidiaToro de LidiaToro de Lidia

!AJA, TORO!TOROS DE SACA. Los que están listos para ser lidiados.
ASTA. Cuerno
BADANA. Papada o repliegue de piel del borde traqueal del toro.
CUAJADO. Se dice del toro llegado al punto culminante de su desarrollo físico.
LIMPIO. Toro sin ningún defecto.
CHATO. Nariz poco prominente y un tanto aplastada.



Fuente: archivo PDF
El Toro de lidia, descendiente del Uro salvaje, todo bravura e instinto de defensa El Toro de lidia, descendiente del Uro salvaje, todo bravura e instinto de defensa

El aspecto exterior de un toro de lidia es su carta de presentación, así en los potreros, cuando es señalado para un encierro, como en la p...

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septiembre 30, 2013

El mejor matador

En el arte del toreo hubo un antes y un después desde que Manolete plasmó su estilo. Fue un torero legendario que impuso su propio modo, apasionando en debates y artículos, y dejando una huella imborrable. Su constante seguridad y su buen arte con que realizaba la suerte de matar, fueron en efecto unas de las cualidades que traspasaron los años, logrando que siempre se recuerde a este gran matador. Y fue la humildad lo más grande que atesoró su personalidad, tanto fuera del ruedo como en la plaza, logrando ser respetado por todos de voluntad.

Biografía

Manuel Rodriguez Sanchez "Manolete" nació en Córdoba en 1.917, Hijo de Agustina Sanchez y del matador del mismo nombre y apodo, escapó de la miseria de su hogar enfrentándose a la muerte y a los 12 años ya había dado algún que otro capotazo y un año después debuto ante el público de la escuela taurina de Montilla (Córdoba) y al poco se incorporo al espectáculo taurino itinerante "los Califas".

En Junio de 1.939 se despide como novillero, y un mes después se convierte en torero, recibiendo la alternativa (Ceremonia en la que un torero autoriza a un novillero a pasar al número de los matadores de toros) de "Chiclanero en Sevilla , matando al toro "mirador". Confirma la alternativa en Madrid el 12 de Octubre del mismo año, de manos de Marcial Lalanda, compartiendo cartel con Juan Belmonte. Aquella tarde obtuvo un éxito memorable.

ManoleteCierra su temporada como matador de alternativa con un saldo de 16 corridas e inmejorables perspectivas para la siguiente.

Su nombre se impone en todos los carteles importantes. Torea en Sevilla, Alicante, Bilbao, Barcelona y Madrid. A partir de aquel año Manolete se convierte en la estrella del toreo español. Finalizada la temporada del '45, viaja a los cosos de México, Perú, Venezuela y Colombia para lucir su peculiar faena, obteniendo un triunfo arrollador, lo que le convierte en el más famoso torero del mundo.

Sostuvo una larga competencia con el mexicano Carlos Arruza y con el no menos valiente torero joven, Luis Miguel Dominguín quien le retó en público. El 16 de Julio del '47, toreo en la plaza monumental de las Ventas en Madrid. Fue su última tarde en "La catedral del toreo".

La llegada de otros jóvenes espadas y la fatiga de su lucha, le hicieron plantearse la retirada.

Paradójicamente sus cualidades más destacadas fueron el señorío y la humildad. Sus íntimos amigos recuerdan sus detalles de hombría dentro y fuera del ruedo así como su seriedad en la plaza, por lo que se le tuvo un gran respeto.

Momento de la cogida
Momento de la cogida

Momento de la cogida

Por otro lado, su vida sentimental fue breve. Se enamoró de una joven artista española algo descocada llamada Lupe Sino, relacionada con otros matadores de la época. Cuando Manolete agonizaba tras su mortal cogida, a esta, la fue prohibido el acceso a su habitación para evitar un polémico matrimonio "in artículo mortis".

Días antes al 28 de agosto apareció anunciado en la plaza de Linares (Jaén), junto a Gitanillo de Triana y a Luis Miguel Dominguín, con bravos toros de Miura.

Llegó la gran tarde esperada con impaciencia por la afición: Era un 28 de agosto de 1947 a las 16.45, con un calor sofocante, 10.500 personas abarrotan la plaza con gran expectación. Hacen su aparición en el ruedo los diestros con sus respectivas cuadrillas. Destellando el oro de los trajes bajo un sol implacable. Los cronistas dicen que su expresión era el semblante de la preocupación.

Manolete con su madreManolete con su madre

Tras una brillante faena con los anteriores, los tambores y clarines anuncian el quinto miura, "Islero", con unos pitones de horror, que obediente a su casta brava irrumpe en la arena con furia para embestir todo lo que se mueva. Tras la lidia y la muleta Manolete entra a matar hundiendo todo su acero en el lomo de la bestia, a continuación, el toro le clava profundamente un pitón en su muslo derecho. El público grita espantado por la terrible cogida del ídolo que se queja amargamente mientras es conducido a la enfermería. A pesar de todo, le premian con las dos orejas. El Dr. Garrido y su equipo cortaron la hemorragia e intervinieron quirúrgicamente, practicándole varias transfusiones, pero su estado seguía siendo muy grave. Es requerido el Dr. Giménez Guinea, titular de la plaza de Madrid quien llega a las 4h y a la hora siguiente, el gran torero fallece. La tragedia conmocionó a toda España y a la afición mundial.

Su empaque y serenidad ha quedado como modelo impecable. El mundo de los toros reconoció en él los rasgos inconfundibles de lo que es ser un hombre.

Con este recuerdo, en cada aniversario, las cuadrillas en todas las plazas de toros, y en su memoria realizan el paseíllo descubiertas.

La polémica del plasma

En marzo de este mismo año 1.997, el Dr. Fabian garrido, hijo del que atendió a Manolete, declaró públicamente que un médico de Madrid aplicó a Manolete un plasma seco de eficacia muy discutible sobre la base de las estadísticas que se utilizaba durante la IIGM y que pudiere haber sido la causa de su muerte. Sin embargo, el experto ganadero Alvaro Domecq afirma que "quien mató a Manolete fue Islero".

- Vídeo -


- Documental 1/2 -


- Documental 2/2 -


- Su muerte imagen a imagen -


- Documental -



Fuente: reportajes.org/2006/02/28/biografia-de-manolete
Manolete, el grande del toreo Manolete, el grande del toreo

Fue un torero legendario que impuso su propio estilo, alcanzando la perfección en la suerte de matar. Logró una enorme popularidad por su pe...

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mayo 22, 2011

Blindar la fiesta taurina

Blindar la fiesta taurinaCampaña para blindar la Fiesta

Tras la prohibición de los toros en Cataluña el pasado mes de julio, la Federación de Entidades Taurinas de Cataluña pone en marcha una Iniciativa Legislativa Popular que tiene como fin recoger firmas y presentarlas en el Congreso de los Diputados para blindar la Fiesta y declararla Bien de Interés Cultural a nivel nacional. Durante nueves meses todo aquel que quiera proteger los toros podrá hacerlo con su firma. A partir de ahora comienza el proceso para hacerse fedatario, que es la manera de poder recoger firmas.

Lo primero es descargarse el formulario de «declaración jurada». Una vez rellenada y firmada, se tiene que enviar a la Federación de Entidades Taurinas de Cataluña (apartado de correos 35017, 08080 Barcelona), acompañada de una fotocopia del DNI. Tan sencillo como eso. La Federación se pondrá en contacto contigo y a partir de marzo, coincidiendo con la celebración del calendario taurino, comenzará la recogida formal de las firmas. Cuantos más fedatarios (personas que recojan firmas) se hayan apuntado, más sencillo será alcanzar el mínimo de 500.000 firmas necesarias para presentar una Iniciativa Legislativa Popular en el Congreso de los Diputados una vez acabada en octubre la temporada española.

Un proceso rápido y sencillo que puede encontrar en las instrucciones.

1. instrucciones fedatarios

2. declaración jurada

- Vídeo 1 -


- Vídeo 2 -



Fuente y archivos PDF: larazon.es/fiesta_taurina
Blindar la fiesta taurina Blindar la fiesta taurina

Campaña para blindar la Fiesta Tras la prohibición de los toros en Cataluña el pasado mes de julio, la Federación de Entidades Taurinas de...

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febrero 01, 2011
 

 

Pedro Luis Cenzano Diez (Administrador)
Yolanda Torres Cerezo (Supervisora)

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