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¿Por qué normalmente el miércoles se abrevia con una "X"?

Miércoles como una X

Seguro que en varias ocasiones habéis escrito en los apuntes o en cualquier agenda la letra "X" refiriéndoos al miércoles como día de la semana. Pero, ¿sabes por qué se pone una "X" en abreviación para el miércoles?

En numeración abreviada de los días que componen la semana en la gran mayoría de los calendarios que se publican en España, el miércoles es el único día cuya abreviatura no corresponde con su letra inicial. Supongo que fue para distinguir la diferencia con el martes, pero… ¿por qué se puso la "X" y no cualquier otra letra o símbolo? ¿De dónde proviene el origen de esta abreviatura?

¿Cuál es la explicación más lógica por la que se usa una "X" para hacer referencia al miércoles?

La respuesta a esta pegunta tiene diferentes matices, ya que esta utilización de la letra "X" para hacer referencia al miércoles no es algo acostumbrado en todos los países de habla hispana, ni tan siquiera en España se utiliza este patrón siempre, ya que en algunas ocasiones se repite la "M" o se usa "MI".

En realidad, el principio de esta abreviatura, viene de los años en los que reinó Alfonso X de Castilla (llamado «el Sabio»). Durante esta época se realizó una obra de gran importancia cultural que implicaba, entre otras reglas, la reforma ortográfica de pulimiento, pulido, fijación y regularización de la lengua castellana, la cuál sería el idioma oficial del reino. Los manuscritos se escribían, dada la redundancia, con muchas abreviaturas y los traductores mejoraban su trabajo hasta que las confusiones entre las dos "M" fueron muy complicadas. Fue en aquel momento cuando decidieron consultar a Alfonso X para asesorarse sobre tal dilema, el jefe de la escuela lo decidió de inmediato, y decidió que la "X" sería la abreviatura para el miércoles. ¿Por qué tomó esta decisión?

Alfonso X el Sabio

Algunas explicaciones sobre el uso de la "X" como abreviatura para referirse al miércoles pueden ser:

1º Porque el miércoles es el día de Mercurio, cuyo latinismo es "merx".
2º Se utiliza por hacer referencia a algún evento cristiano ("Χριστος" vocablo griego) , como puede ser el Miércoles de Ceniza.
3º También por ser una representación gráfica de dos serpientes iguales en el caduceo de Mercurio.


Fuente: supercurioso.com
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Seguro que en varias ocasiones habéis escrito en los apuntes o en cualquier agenda la letra "X" refiriéndoos al miércoles como ...

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enero 05, 2018

Samoa y Tokelau, las dos islas que eliminaron el 30 de diciembre de sus calendarios por temas de negocio

Reloj

Durante más de un siglo, Samoa ha estado unas 10 horas por detras de Londres, 11 de Madrid, 18 de Pekín, 21 de Sídney y 5 por detrás de Miami y Washington.

Busca en el mapa las islas de Samoa y Tokelau, en el Pácifico Sur. En estos dos territorios, el 29 de diciembre de 2011 sus respectivos gobiernos decidieron eliminar del calendario el 30 de diciembre para modificar de huso horario y aproximarse a sus socios comerciales.

El primer ministro de Samoa, Tuilaepa Sailele Malielegaoi, explicó que antes del cambio, para llevar a cabo negocios con Nueva Zelanda y Australia, perdían dos días hábiles por semana. "Cuando era viernes aquí, era sábado en Nueva Zelanda y cuando nosotros estamos en la iglesia el domingo, ya están haciendo negocios en Australia".

Samoa y Tokelau

Con la aprobación de esta la Ley de la Línea Internacional de Cambio de Fecha es más tratable llevar a cabo negocios con sus vecinos cercanos.

Hasta ahora, Samoa estaba a 21 horas de Australia y a 23 de Nueva Zelanda. Con el cambio en el calendario pasa a tener un "desajuste" de sólo una y tres horas, respectivamente. Tokelau, por su parte, tendrá tres horas de diferencia con respecto a Nueva Zelanda.

Hace unos 120 años aprox. en Samoa hicieron lo contrario: añadieron un día más a su calendario para aproximarse a los Estados Unidos y Europa. Sin embargo, ahora Nueva Zelanda y Australia se han convertido en sus socios comerciales más importantes. Y como se suele decir, hay que adaptarse a los tiempos que corren.


Fuente: archivo PDF
Samoa y Tokelau, las dos islas que eliminaron el 30 de diciembre de sus calendarios por temas de negocio Samoa y Tokelau, las dos islas que eliminaron el 30 de diciembre de sus calendarios por temas de negocio

Durante más de un siglo, Samoa ha estado unas 10 horas por detras de Londres, 11 de Madrid, 18 de Pekín, 21 de Sídney y 5 por detrás de Mia...

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junio 06, 2014

Rómulo inventó el primer calendario de Occidente en el 753 a. C.

calendario occidente
Según la antigua tradición latina fue Rómulo, fundador de la ciudad de Roma y su primer rey, el que inventó en el año 753 a. C. el primer calendario, fecha que se tomó entonces como inicio para contar el tiempo en años desde «la fundación de la ciudad» (ad urbe condita). Dividía los años en diez meses: Martius, dedicado al dios de la guerra Marte; Aprilis y Maius, dedicados a la floración y en honor a la ninfa de la primavera Maia; junius era el mes de Juno, patrona de las cosechas; y Quintilis, Sextilis, September, October, November y Oecember eran simples nombres de ordinales. Sumaban en total 304 días y el año comenzaba con la Luna del Equinoccio de Primavera en marzo.

Numa Pompilio, sucesor de Rómulo, añadió los meses de januarius y Februarius, el primero en honor al dios romano Jano y el segundo dedicado a los dioses infernales y como mes de las «fiebres», reduciendo además los anteriores meses de 30 a 29 días, dando uno más a enero y dejando a febrero, mes nefasto, con solo 28 días. Eran en total 355 días.

El comienzo del año oficial siguió siendo durante los tiempos de la República romana el idus (plenilunio) de marzo hasta el 153 a. C. en el que el incidente de la guerra con Segeda y los celtíberos de Hispania decidió al Senado romano a adelantar el inicio del año oficial a las calendas de enero a fin de facilitar los preparativos de la guerra.

Tras diversos intentos de encajar los meses con los ciclos estacionales y las fases lunares, en el 46 a. C. Julio César encargó a Sosígenes, célebre astrónomo de Alejandría, la reforma del calendario. Repartió diez días más entre los meses, dejando de nuevo a febrero con sólo 28 días, sumando así los 365 actuales más un día extra cada cuatro años llamado «día sexto repetido» o «bisexto», nuestro bisiesto. Para que todo cuadrara, aquel año 46 a. C. tuvo en total 445 días, el más largo de la Historia y conocido como «el año de la confusión» por el desconcierto que creó.

Tras el asesinato de César en los idus de marzo, el Senado en su honor llamó Julius al antiguo mes Quintilis y su sucesor Augusto dio su nombre el mes Sextilis, quedando así básicamente configurado nuestro calendario actual.

Aún se introduciría otra reforma en el año 1582 por el Papa Gregorio XIII con el fin de corregir el desfase acumulativo del calendario juliano y poder seguir celebrando la Pascua en Primavera, suprimiéndose para ello los diez días de desfase que se habían acumulado y pasando el día «intercalari» del bisiesto al mes de febrero.


Fuente: archivo PDF
Rómulo inventó el primer calendario de Occidente en el 753 a. C. Rómulo inventó el primer calendario de Occidente en el 753 a. C.

Según la antigua tradición latina fue Rómulo, fundador de la ciudad de Roma y su primer rey, el que inventó en el año 753 a. C. el primer c...

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septiembre 18, 2013

Los días de la semana y su relación con la religión y los planetas

Días de la semana

La semana

La palabra semana proviene del latín, septimana, y es un periodo de siete días de aplicación universal actualmente como una división del tiempo. Es de origen caldeo y aparece mencionada como una unidad de tiempo en la Biblia (Génesis 29,27). Pero, al margen de estos detalles históricos, cabe preguntarse si la semana es la idéntica en cualquier parte del planeta o hay ligeras modificaciones según las diferentes culturas. Parece ser que la respuesta se acerca más a esta última opción. Veámoslo, centrándonos en cada uno de los días de la semana y en algunas de las culturas que hacen uso de esta división del tiempo.

Lunes, primer día de la semana civil y segundo de la litúrgica. La palabra lunes, como lundi en francés y lunedí en italiano, deriva de dies lunae, que significa 'día de la luna' en latín. Para los anglosajones este día también estuvo consagrado a la diosa de la luna con el nombre de monandaeg, de donde deriva Monday, que en alemán es Montag.

Martes, tercer día de la semana. En el calendario romano se llamaba dies Martis, en honor de Marte, su dios de la guerra. Las lenguas de origen latino conservan esa raíz; martes en español, mardi en francés y martedí en italiano. La denominación inglesa, tuesday procede de Tiu o Tiw, dios nórdico de la guerra. En danés se denomina tirsdag y en sueco tisdag. En alemán es dienstag, originariamente "día de reunión". En hebreo se llama yom shlishi, "tercer día".

En el Talmud, el martes aparece como un día de suerte porque como quedó escrito en el tercer día de la creación: "Y vio Dios que estaban bien". Entre los hindúes, sin embargo, el martes es uno de los tres días aciagos, junto con el sábado y el domingo, en los que no se deben emprender negocios importantes ni viajes largos. Esa creencia en su carácter aciago trascendió a Occidente, como revelan dos expresiones españolas: dar a uno con la del martes y en martes ni te cases ni te embarques.

Miércoles, cuarto día de la semana litúrgica y tercero de la civil, llamado así por los romanos en honor del dios Mercurio, dies Mercurii. El español, como las lenguas de origen latino, ha conservado esta raíz: en francés mercredi y en italiano mercoledí. Los alemanes lo llaman Mittwoch, que quiere decir 'mitad de la semana'. En inglés, Wednesday significa 'día consagrado a Odín', o Woden, dios principal de la mitología escandindava. En Suecia y Dinamarca se llama Onsdag, del original escandinavo. En hebreo equivale al cuarto día.

Jueves, quinto día de la semana. En el calendario romano se denominaba en latín dies Jovis, por Jove o Júpiter, dios del rayo y el más importante de su mitología. Las lenguas de origen latino conservan esa raíz: jueves en español, jeudi en francés y giovedí en italiano.

La denominación inglesa, thursday procede de Thor, dios nórdico del trueno. En danés y en sueco se denomina torsdag. En alemán es donnerstag, 'día del trueno'.

Viernes, sexto día de la semana. En el calendario romano se llamaba dies veneris ('día de Venus'), por la diosa del amor. Las lenguas de origen latino conservan esa raíz: viernes en español, vendredi en francés y venerdí en italiano.

La denominación inglesa friday procede del antiguo alto alemán Fria, 'una diosa', y del antiguo inglés daeq, 'día'. Los pueblos germánicos consagraron este día a Frigg o Frija, consorte de Odín y diosa nórdica del amor y de la belleza. Las lenguas germánicas como el inglés emplean variantes del antiguo alto alemán friatag ('día de Frija').

La designación hebrea, yom shishi, significa 'sexto día'. Mas para muchos pueblos eslavos el viernes no es considerado el sexto día de la semana, como revela el nombre ruso, pyatnitza o 'quinto día'. Fiesta musulmana, fue el día elegido por Mahoma en conmemoración del 'sexto día' de la creación y para diferenciar su religión de la cristiana y de la judía.

Crucifixión

En la religión cristiana el día está consagrado a la memoria de la crucifixión de Cristo. El teólogo griego Clemente de Alejandría y otros autores primitivos indican que desde los primeros tiempos de la cristiandad el viernes era observado con ayuno y oración. En la Iglesia ortodoxa griega, como era antiguamente costumbre en la Iglesia católica, el viernes es un día de abstinencia, lo que significa que no se podía comer carne, excepto cuando coincidía con un día de fiesta importante, como Navidad. Precisamente por eso se llama en España cara de viernes a la macilenta o triste.

El viernes ha sido considerado desde hace mucho tiempo como un día aciago. Esta superstición puede ser debida al acontecimiento de la crucifixión de Cristo en ese día y puede haberse visto reforzada por el hecho de que fue durante muchos años el día de ejecución de criminales. Habitualmente se le ha llamado 'día del verdugo'.

Sábado, séptimo día de la semana litúrgica y sexto de la civil. En español, como en italiano (sabato), la palabra se deriva de sabbat, que para los judíos es sagrado, además de ser el único día de la semana que tiene nombre, pues los demás sólo tienen número. La palabra sabbat deriva de la palabra hebrea que significa descansar, en referencia a la prohibición de trabajar desde el atardecer del viernes al del sábado. Durante los primeros tiempos de la cristiandad el día sagrado fue trasladándose al primer día de la semana, el domingo, considerado más apropiado por ser el día en que comenzó la creación y el de la resurrección de Jesucristo.

En Suecia el sábado se llama Lördag, o día del Señor, y en Dinamarca y Noruega, Lørdag. Varias sectas cristianas, especialmente los adventistas del séptimo día, han vuelto a la práctica del Antiguo Testamento y consideran el sábado como día de culto. Los romanos lo llamaban dies Saturni en honor del dios Saturno y los anglosajones Sater-daeg, que derivó en Saturday.

Domingo, séptimo día de la semana civil y primero de la litúrgica. En inglés y alemán, Sunday y Sonntag, respectivamente, la palabra deriva del latín dies solis, 'día del sol', nombre de una fiesta romana pagana. En el Nuevo Testamento (Ap. 1,10) se llama el día del Señor, es decir, Dominica en latín, de donde deriva el nombre de domingo en las lenguas románicas: en francés dimanche, en italiano domenica y en rumano duminica. En los orígenes del cristianismo la festividad del domingo empezó a reemplazar al sabbat y a ser respetado en honor del día de la resurrección de Cristo. El emperador Constantino I lo instituyó como día de descanso consagrado al culto. A partir del siglo IV la legislación civil y eclesiástica reguló el trabajo y prescribió el culto, pero en la actualidad las leyes que limitan los negocios y la diversión de los domingos son muy permisivas.


Raúl Velasco Peláez
Fuente: archivo PDF
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La semana La palabra semana proviene del latín, septimana, y es un periodo de siete días de aplicación universal actualmente como una divi...

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abril 03, 2013

El Tzolkin, probablemente sea el calendario Maya más antiguo

Días solares (Kin)

1 Imix, 2 Ik, 3 Ak'bal, 4 K'an, 5 Chikchan, 6 Kimi, 7 Manik, 8 Lamat, 9 Muluk, 10 Ok, 11 Chuen, 12 Eb, 13 Ben, 14 Ix, 15 Men, 16 Kib, 17 Kaban, 18 Etz'nab, 19 Kawak, 20 Ahau.

Meses (Uinal)

1 Pop, 2 Uo, 3 Zip, 4 Zotz, 5 Tzec, 6 Xul, 7 Yax Kin, 8 Mol, 9 Chen, 10 Yax, 11 Zac, 12 Ceh, 13 Mac, 14 Kan Kin, 15 Moan, 16 Pax, 17 Kayab, 18 Cumkú.


Ejemplo de cómo se fechaban los días en el Tzolkin:
* El primer mes se llama Pop, las fechas que lo integran son: 1 imix, 2 ik, 3 ak'bal, 4 K'an, 5 chikchan, 6 kimi, 7 manik, 8 lamat, 9 muluk, 10 ok, 11 chuen, 12 eb, 13 ben, 1 ix, 2 men, 3 kib, 4 kaban, 5 etz'nab, 6 kawak y 7 ahau (hasta aquí son 20 días). Si se observa la cuenta, después de contar 13 ben se repite el número uno, pero prosigue el siguiente símbolo que es ix.

* El segundo mes se llama Uo, las fechas que lo integran son: 8 imix, 9 ik, 10 ak'bal, 11 K'an, 12 chikchan, 13 kimi, 1 manik, 2 lamat, 3 muluk, 4 ok, 5 chuen, 6 eb, 7 ben, 8 ix, 9 men, 10 kib, 11 kaban, 12 etz'nab, 13 kawak y 1 ahau (hasta aquí son 20 días). Si se observa el último día del mes Pop es 1 ahau, por lo tanto el primer día del siguiente mes será 2, y su símbolo será el primero de cada mes que es imix.


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El Tzolkin, probablemente sea el calendario Maya más antiguo El Tzolkin, probablemente sea el calendario Maya más antiguo

El más importante de los calendarios era el de 260 días. Era el predominante en todas las sociedades mesoamericanas, y es muy antiguo (muy p...

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junio 02, 2012

Quintilis, el quinto mes del calendario republicano

Quintilis
Así se llamaba al quinto mes del calendario republicano hasta que Marco Antonio durante su consulado propuso al Senado cambiar de Quintilis a Iulius en honor a su idolatrado mentor el dictador Cayo Julio César.

Era el mes consagrado a Minerva, divinidad de la sabiduría asociada a la Atenea griega y una de las tres divinidades superiores del panteón romano, la tríada capitolina, junto a Júpiter y Juno.

El mes se representaba en el calendario como un mancebo bronceado cuyos cabellos asemejaban espigas debido a que era el mes en que los labradores comenzaban a segar sus campos de farro (trigo antiguo), avena y centeno.

Las Kalendas de Quintilis era día nefasto. Nada bueno podía hacerse hasta el día 4: Sirva de ejemplo que en las calendas de Iulius del 31 fue nombrado cónsul un joven llamado C. César Augusto Germánico. La historia lo recordará por el apodo que le dieron los legionarios de su padre durante su infancia en Germania: Calígula (botitas)

El día 5 tenía lugar una celebración imprecisa en honor a Júpiter llamada Publifuges. También comenzaban los Ludi Apollinares, del 5 al 12, consagrados a Apolo e instaurados durante la Segunda Guerra Púnica para entretener a la ciudadanía y conjurar los peligros que azotaban la república. Era una especie de “Acción de Gracias” al ejército romano en el que tenían lugar banquetes, juegos y procesiones de las matronas hasta los templos donde realizaban un curioso ritual: Barrían los altares con su pelo suelto.

El día 7 se rendía homenaje a la muerte de Rómulo, acaecida en el 715 a.C. Era una jornada licenciosa que también coincidía con una celebración curiosa, las Nonas Caprotinas, o fiesta del higo, un ritual en honor a Juno en el que las esclavas jugaban un papel predominante.

El día después de los Idus tenía lugar la celebración de la Stella Maris, vinculada a Isis en tiempos del Imperio. Se veneraba a Sirio, la estrella más brillante del firmamento y guía de los navegantes del Mediterráneo Oriental.

Según la tradición Cayo Julio César nació el día 11 de este mes. Por ello Marco Antonio eligió este mes, y no otro, para cambiar su nombre en honor del dictador.

Pero los agasajos para César no acabaron aquí. El 18 de Iulius del 29 a.C. (fecha curiosa, no elegida al azar años después), su hijo adoptivo, Augusto, consagró un templo en dedicado al culto del Divino César, el dictador garante del bienestar del Imperio. Cada año, desde el día 20 hasta finales de mes, tenían lugar en todo el Imperio los Juegos en su honor.

Minerva
El día 20 era el día grande de Minerva. Se celebraban las Panateneas, herencia directa de las grandes fiestas atenienses en honor a Atenea. Consistían en una celebración cívica y multitudinaria en la que las damas más nobles de la ciudad ofrendaban a la diosa una túnica exquisita que se llamaba paladio y que les había llevado nueve meses confeccionarlo. Esta lujosa prenda se colocaba sobre la imagen de Minerva en un ritual solemne y, posteriormente, se realizaba una procesión por las calles para que el pueblo pudiese acariciarlo o, incluso, llevarse un trozo de él. Sacerdotes con ramas de olivo, jóvenes danzantes, música y color acompañaban a la diosa. Minerva era la protectora de las ciudades y su halo de protección descendía a toda la ciudadanía. Cada cuatro años tenían lugar unas festividades mayores llamadas Grandes Panateneas. Quien haya podido ver o asistir a la procesión de la Mare de Deu dels Desamparats saliendo de la Basílica de la Virgen en Valencia no necesita más palabras para describir esta festividad.

Entre el 19 y el 21 se celebraba la Lucaria, la festividad de los bosques sagrados asociada a la diosa agrícola Dea Dia.

El día 23 tenía lugar la última gran festividad del mes: la Neptunalia. Eran unas fiestas cuyo objeto era conjurar la sequía en honor a Neptuno, dios de las aguas y protector de los pescadores y navegantes. Estas festividades se realizaban cerca del mar, preferiblemente en un cabo, donde se llevaba a un buey para sacrificarlo en honor al dios y que servía de vianda para el banquete ceremonial. Los asistentes decoraban sus túnicas con elementos vegetales, se bebía a raudales y se realizaban competiciones náuticas.


Fuente: historiasdelahistoria
Quintilis, el quinto mes del calendario republicano Quintilis, el quinto mes del calendario republicano

Así se llamaba al quinto mes del calendario republicano hasta que Marco Antonio durante su consulado propuso al Senado cambiar de Quintilis ...

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febrero 07, 2012

Medida del tiempo

Los movimientos de la Tierra y la Luna definen las unidades básicas de tiempo: el día, el mes y el año. Actualmente la unidad de básica en los sistemas de unidades mas usados es el segundo, que queda definido con muy alta precisión por los relojes atómicos que se localizan en la Oficina Internacional de Pesas y Medidas, y en otros sitios del mundo con dinero suficiente para adquirir uno de estos caros relojes. De cualquier forma esos relojes se basan todavía en intervalos de tiempo relacionados con acontecimientos astronómicos.

En cualquier lugar sobre la Tierra, un día solar se define como el tiempo que transcurre entre un mediodía y el siguiente. Aquí, "el mediodía" quiere decir el instante cuando el Sol cruza el meridiano -esta línea imaginaria que definimos en la lección 1 y que cruza de norte a sur pasando por el cenit del observador. El tiempo solar medio sería el tiempo que mide un reloj de sol, si está bien instalado. Pero esta forma natural de medir la duración de un día tiene dos desventajas serias: la duración del día solar varía a lo largo del año, y la hora a la que ocurre el mediodía varía de un lugar a otro sobre la Tierra.

Día solar medio

Para completar un día solar necesitamos que la Tierra de una vuelta alrededor de su eje. Al mismo tiempo la Tierra se mueve sobre su órbita alrededor del sol. Estos dos movimientos implican que cada vez que el Sol pasa por el meridiano de un observador en dos días consecutivos, la Tierra ha tenido que girar un poco más de 360º (ver Foto 1). La Tierra gira alrededor de su eje a velocidad prácticamente constante, mientras que la velocidad de la Tierra moviéndose alrededor del Sol (velocidad orbital) cambia con el tiempo. Esto implica que la velocidad con la que vemos moverse al Sol sobre la esfera celeste cambia. La línea imaginaria sobre la que se mueve el Sol sobre la esfera celeste se llama la Eclíptica y resulta estar inclinada sobre el ecuador celeste por 23.5º (porque es el “reflejo” del ángulo de inclinación de la Tierra). Hay dos razones para que el movimiento del Sol sobre la esfera celeste no ocurra a velocidad constante. La primera es que debemos recordar que la órbita de la Tierra no es exactamente circular, es una elipse, donde la velocidad orbital de la Tierra es mayor cuando está más cerca del Sol y es menor cuando está más lejos. La segunda razón es que la eclíptica está inclinada respecto al ecuador celeste. Entonces, la componente de la velocidad hacia el este, con la que vemos moverse al sol sobre la eclíptica, dependerá de la época del año. Lo anterior ocurriría aún si la órbita de la Tierra fuera circular.

La Tierra y la Luna definen las unidades básicas de tiempoFoto 1
Para que el Sol pase por el meridiano de un lugar dado en dos días consecutivos, la Tierra deberá recorrer un arco de 0.96 grados sobre su órbita.

La combinación de estos dos efectos produce que el día solar varíe alrededor de medio minuto en el transcurso del año. No es una variación grande, pero resulta inaceptable para las observaciones astronómicas y para muchos acontecimientos de la vida diaria. La solución ha sido definir un día solar ficticio, o día solar medio, en el que el un Sol ficticio se mueve alrededor del ecuador celeste a velocidad constante. Este es el día que miden nuestros relojes (atómicos, digitales o analógicos) y por definición, el tiempo que tarda en transcurrir un día ficticio es constante. Un día tiene 24 horas, cada hora tiene 60 minutos y cada minuto tiene 60 segundos, por lo que un segundo es 1/86,400 días solares.

Tiempo sideral

Sideral es una palabra que significa “relativo a las estrellas”, por lo cual el tiempo sideral es la medida del tiempo relacionada con el movimiento aparente de las estrellas, es decir con el movimiento del la esfera celeste. En la sección 2.1 hemos mencionado que, al mismo tiempo que la Tierra da vueltas sobre su eje, se mueve sobre su órbita alrededor del Sol y que esto provoca que tenga que girar un poco más sobre su eje para completar un día solar (ver Foto 2). Si ahora quisiéramos medir el tiempo que tarda una estrella en pasar por el meridiano de un lugar en dos días consecutivos (dos culminaciones sucesivas), encontraremos que tarda menos de las 24 horas que definimos como día solar medio. La razón de esto es justo ese ángulo extra que debe girar la Tierra sobre su eje para completar un día solar. Un día sideral es menor que un día solar medio por 3m55.91s.

medida del tiempo
Foto 2
División de la Tierra en 24 zonas horarias. La zona horaria cero corresponde al meridiano que pasa por Greenwich, Inglaterra. Puede notar que la forma de las zonas horarias varia entre países, según la división política de los mismos.

Hora legal y zonas horarias

Ahora bien, todos los relojes del mundo hacen tictac a tasa constante, pero esto no implica que los observadores en diferentes lugares vean el medio día al mismo tiempo. Desde 1884 en todo el mundo se comenzó a usar la que llamamos hora legal u hora civil, que implica que todos los lugares dentro de un meridiano específico adopten la misma hora. La Tierra se divide en 24 meridianos, y a cada meridiano corresponden 15º de arco. La división de estos meridianos se los conoce como zonas horarias o husos horarios (ver Foto 2).

Para el uso de la hora legal se define como referencia la hora en el origen de los meridianos, donde la longitud es 0º, es decir, en el meridiano de Greenwich. A su vez se ha convenido que en el meridiano 180º ocurra el cambio de fecha, por lo que a la línea imaginaria que delínea este meridiano se le conoce como línea internacional de cambio de fecha.

En el caso de México, la hora legal que rige al país durante el año corresponde a 4 meridianos: 75º, 90º, 105º y 120º W.G. (donde W.G. significa al oeste del meridiano de Greenwich. En Baja California Sur, Chihuahua, Nayarit y Sinaloa se usan 105º y 90º (105º por ubicación y 90º por horario estacional u hora de verano). En Sonora se usa el meridiano 105º. En Baja California se se usan los meridianos 120º y 105º y en el resto del país se usa los meridianos 75º y 90º.

La hora legal del día solar ficticio sobre el meridiano de Greenwich define lo que llamamos tiempo universal (UTC –Universal Time Coordinated).

Año solar medio y calendarios

Ahora revisemos la definición de año y cómo organizamos los días para construir calendarios. El llamado año solar (año trópico) se define como el intervalo de tiempo que transcurre entre una estación y otra, por ejemplo de primavera a primavera. El año por convención se divide en meses, que en los primeros calendarios quedaban definidos por las fases de la Luna. El problema que había con esos meses es que un mes lunar o mes sinódico no contiene un número entero de días solares medios, y por lo tanto el año no contenía un número entero de meses y días. Muchos calendarios antiguos eran lunares, con meses de unos 29.5 días solares medios. El calendario moderno (occidental) conserva los meses como subdivisiones convenientes, pero ya no tienen importancia los periodos lunares.

Un año solar medio tiene 365.2422 días, lo que implica que “sobra” una fracción de día respecto de un año civil que tiene 365.0 días. Esta fracción se acumula y agrupa de modo que cuente como día extra luego de algunos años, para que al paso de los años los calendarios no queden desfasados de las estaciones. En el año 46 aC el emperador romano Julio César decretó que el calendario incluyera un día suplementario cada cuatro años suponiendo que el año medio tiene 365.25 días. Este es el calendario Juliano, que resultó una gran mejora, ya que por entonces a los calendarios lunares, que tenían 354 días en un año, había que aumentarles un mes extra cada tres años.

De todos modos el calendario Juliano no corresponde al año solar medio, por lo que al paso del tiempo este calendario se desfasó respecto de las estaciones del año. Para 1582 la diferencia ya era de 10 días, por lo que el Papa Gregorio XIII decretó otra reforma, que define al calendario Gregoriano. Se saltó los 10 días que sobraban reiniciando el equinoccio de verano el 21 de marzo. Cambió la regla para años bisiestos de modo que se omita el día suplementario en los años que sean múltiplos de 100, pero que se conserve en los que sean múltiplos de 400. El efecto de esto hace que el año solar medio tenga ahora 365.2425 días.

La corrección más reciente al calendario Gregoriano declara que los años 4000, 8000, etc., no serán años bisiestos, esto mejora su exactitud hasta en un día cada 20,000 años.

Fecha Juliana

Como los años y los meses del calendario civil tienen un número variable de días, es difícil calcular la diferencia de tiempo entre dos eventos consecutivos. Los astrónomos se han inventado varios métodos para numerar días consecutivos. El método más usado en el mundo es el de las fechas julianas o días julianos, que contrario a lo que su nombre indica no está relacionado con el calendario juliano. La única conexión con el calendario juliano es la longitud de un siglo juliano con 36,525 días. El día juliano cero corresponde al 1ro. de enero del año 4713 a.C. al medio días del meridiano de Greenwich. Y como la suma de días desde entonces provoca que las fechas julianas sean números muy grandes, se hace uso de la fecha juliana modificada. Para usar esta fecha juliana modificada se puede elegir el punto cero del conteo en una fecha específica, por ejemplo el Primero de enero del año 2000. Es claro que si se usa la modificación a la fecha juliana se debe decir la fecha que se usa como punto cero del conteo.

Existen fórmulas diseñadas para encontrar la fecha juliana que corresponde a cualquier día, pero no las comentaremos aquí. Los anuarios y almanaques que se usan en los observatorios publican anualmente las fechas julianas que corresponden a cada día del año. Por ejemplo, la fecha juliana que corresponde al viernes 31 de agosto, a las 0h del meridiano 90º W. G. es 2454343.75.


Fuente: archivo PDF
La Tierra y la Luna definen las unidades básicas de tiempo La Tierra y la Luna definen las unidades básicas de tiempo

Al paso de la existencia, continuo e irreversible, le llamamos tiempo. Para medir el paso del tiempo definimos unidades y acordamos referen...

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septiembre 30, 2011

Calendarios Gregoriano y Juliano, diferencias y similitudes

Gregorio XIIIGregorio XIII

Calendario Gregoriano

En nuestra civilización occidental hemos conocido sólo dos eras auténticas: la era "ab urbe cóndita" (la que se inicia con la fundación de Roma), y la era "ab incarnatione Dómini" (desde la Encarnación del Señor), que propuso en el año 527 el monje Dionisio el Exiguo, y que el año 607 asumió como propia el papa Bonifacio IV. Esta fecha se fijó en el 25 de marzo (fiesta de la Anunciación y por tanto de la Encarnación) del año 753 ab urbe cóndita; luego se desplazó hacia el 25 de diciembre y el 1 de enero, en que se conmemora el nacimiento de Cristo (está clara la incongruencia de celebrar en días distintos el nacimiento de Cristo y el principio del año, cuando se pretende que la cuenta de los años empieza en este acontecimiento).

Para hacernos una idea de lo costoso que fue llegar al calendario único para toda la cristiandad, no hay más que anotar que en Portugal no se adoptó la era cristiana hasta casi las vísperas del descubrimiento de América. Otras "eras" de menor entidad, de corta duración por tanto, son las que impusieron los romanos a los pueblos conquistados: la era de Augusto en Egipto, la Antíoco-Cesárea en Asia Menor, la era de España, la era de los Anni Augustorum, la de Diocleciano. Y ya en el cristianismo, en la zona de Oriente, la era bizantina, que empezaba el 5509 a. de J.C. (por la cuenta bíblica del principio del mundo).

Está claro que mientras se le daba vueltas al tema de la era (del principio de la cuenta de los años), que al fin y al cabo era un tema menor, se iba tirando de Calendario Juliano, el instituido por Julio César en el año 47 a. de J.C. (707 de la era romana, es decir de la fundación de Roma), a la sazón dictador y gran pontífice.

En 1582 el papa Gregorio XIII promulgó el nuevo calendario, llamado Gregoriano por ser él su promotor. Habían pasado más de 1.600 años de vigencia del calendario Juliano y los pequeños desajustes se habían hecho muy ostensibles al cabo de tanto tiempo. El calendario civil se había retrasado 10 días respecto al calendario astronómico; por lo que Gregorio XIII tuvo que decretar en 1583 el salto del día 10 al 20 de diciembre. Ese año, diciembre tuvo sólo 21 días.

En esencia, la principal aportación de la reforma gregoriana consiste en que la cuenta de los años bisiestos no es rígida como en el juliano; así pues, de la regla general del bisiesto cada cuatro años, se exceptuaban los años múltiplos de 100, excepción que a su vez tenía otra excepción, la de los años múltiplos de 400, que sí eran bisiestos. La nueva norma de los años bisiestos se formuló del siguiente modo: La duración básica del año es de 365 días; pero serán bisiestos (es decir tendrán 366 días) aquellos años cuyas dos últimas cifras son divisibles por 4, exceptuando los años que expresan el número exacto del siglo (100, 200..., 800..., 1800, 1900, 2000...), de los que se exceptúan a su vez aquellos cuyo número de siglo sea divisible por 4. Asimismo se corrigió en el calendario gregoriano la duración de los meses, ya fijada básicamente en el calendario juliano.

El año bisiesto fue ya instituido por el calendario juliano, que añadía un día cada cuatro años en el mes de febrero, intercalándolo entre los días 23 y 24. Los romanos llamaban al 23 de febrero, "sexto calendas Martii" (el sexto día antes de las calendas de marzo). Al no permitir la peculiar cuenta y denominación de los días por los romanos "alargar" el mes, sólo les quedaba la opción de "repetir" un día. El día elegido para ser repetido fue el 23 de febrero, el sexto calendas, por lo que a los años en que se repetía (bis) ese día se les llamó bis-sextilis, que nos dio finalmente el nombre de bisiesto. "23-F bis" es un buen recurso mnemotécnico para recordar el origen de la palabra "bisiesto".

El Papa Gregorio XIII reunió un grupo de expertos que, después de cinco años de estudios, implantó el calendario que actualmente tenemos en vigor en la sociedad occidental, realizando las siguientes reformas al calendario juliano.

Se excluyeron diez días, disponiéndose que el 5 de octubre se contase como 15 de octubre. Se corrigió la duración del año solar, estableciéndose en 365 días, 5 horas, 49 minutos y 12 segundos. Se hizo empezar el año el 1 de enero.
Los años seculares se convirtieron en bisiestos sólo si resultaban divisibles por 400, de este modo se ganaba la fracción de un día cada cien años, que en 15 siglos había ascendido a 10 días. El nuevo calendario fue inmediatamente adoptado en todos los países católicos, pero el resto del mundo tardó en aceptarlo, siendo Rusia el último país que lo adoptó en 1918.

Julio CésarJulio César

Calendario Juliano

Se llama así al creado por Julio César el año 47 antes de Jesucristo (antes de la era cristiana). Si el calendario juliano es el punto de referencia del calendario romano, esto es debido a que la reforma que decretó Julio César puso fin a una situación en algunos momentos caótica.

Entre los primitivos romanos, los habitantes de Alba Longa tenían un calendario de 10 meses, cuya duración oscilaba entre los 18 y los 36 días; los de Labinia tenían un año de 374 días distribuido en 13 meses; los etruscos sólo tenían meses lunares. Finalmente se llegó a un calendario de 304 días agrupados en 10 meses: 6 de 30 días, y 4 de 31. Con estas oscilaciones está claro que todos los años había que estar haciendo reajustes. Por empezar, febrero era el último mes del año y en él se hacían los ajustes. En la época de Numa Pompilio cada dos años se intercalaba entre el 23 (el sexto calendas) y el 24 de febrero un mes de 22 o 23 días llamado mercedinus (de mercedem, que entre otras cosas significa "paga"), porque ese era el mes en que se pagaba a la servidumbre. Ese sistema daba unos desajustes que debían regular los pontífices; y lo hacían no con criterios astronómicos, sino políticos; con lo que el invierno "civil" acabó cayendo en el otoño astronómico.

Fue Julio César, en el año 47 a. de J.C. (707 de la fundación de Roma) quien puso orden en este caos. Por empezar, para que volviese a caer cada estación, con las fiestas y celebraciones correspondientes, en el tiempo astronómico que le correspondía, se vio obligado a hacer el primer año de 445 días. Fe conocido con el nombre de año de la confusión. A partir de ahí ya todos los años eran de 365 días, menos los bisiestos, que eran de 366. Año bi-siesto era aquel en que se repetía (bis) el sexto calendas martii, es decir el 23 de febrero, y se le llamaba bissextocalendas. Con esto se corrigió de forma importante, pero no del todo, la diferencia que iban acumulando el exceso de poco más de un cuarto de día que le sobraba a cada año. No del todo, porque cada 128 años los minutos sobrantes sumaban un día más.

El año juliano quedó pues con los 12 meses que hoy conocemos, pero con una pequeña variación: enero, marzo, mayo, julio, septiembre y noviembre (los meses impares) tenían 31 días, y los demás (los pares) 30, ¡incluido febrero en los años bisiestos! Pero, lo que hace la vanidad, Augusto no podía consentir que el mes de julio(en honor de Julio César) tuviese 31 días, y el mes instituido en su honor, agosto, tuviese sólo 30. Así que deshizo el orden de meses alternos, y le puso también 31 días al mes que llevaba su nombre. Se lo tuvo que quitar a febrero, al que dejó con 28 los años no bisiestos, y 29 los bisiestos.

Pero tampoco es este el único desajuste del calendario juliano, que al fin y al cabo no es importante para que salgan las cuentas. Es que en los nombres de los meses vuelve a pecar de inconsecuente: los antiguos meses de los romanos, eran: 1º, Martius, de 31 días; 2º, Aprilis, de 30; 3º, Maius, de 31; 4º Junius, de 30; 5º, Quintilis, de 31 (obsérvese que desde este mes hasta el décimo, el nombre es simplemente el del número de orden que ocupan en el calendario); el 6º, Sextilis, de 30 días; el 7º, September, de 30 días; el 8º, October, de 31 días; el 9º, November, de 30 días, y el 10º, el december, de 30 días. Más adelante se añadió un undécimo mes, el Februarius, al final del año; y finalmente el duodécimo, el Januarius, que se colocó al principio del año.

Al poner orden Julio César en el calendario, asesorado por el astrónomo alejandrino Sosígenes, no se preocupó de recuperar la coherencia léxica para los meses de september, october, november y december, que dejaron de ser los meses séptimo, octavo, noveno y décimo, para convertirse en noveno, décimo, undécimo y duodécimo respectivamente. Conservaron el nombre ordinal, pero bien desordenado.


Fuente: ciudadanodelmundo.espacioblog.com/post/2006/06/17/el-calendario-gregoriano-historia y elalmanaque.com/calendarios/juliano.htm
Calendarios Gregoriano y Juliano, diferencias y similitudes Calendarios Gregoriano y Juliano, diferencias y similitudes

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septiembre 05, 2011

Era cristiana 7 años tarde

Dionisio el Exiguo quiso estimar cuándo había nacido Jesús para empezar a contar desde allí los años de la nueva era. Un sistema cronológico diferente.

La mayor parte de la humanidad celebró la noche del inicio del Año Nuevo 2004, sin saber que, en realidad, estaría por comenzar el año 2011. Esta es una aclaración del error que en el siglo V cometió el monje Dionisio el Exiguo.

La historia cuenta que, cuando se le encargó que reordenara el calendario, el monje quiso aprovechar para determinar en qué año había nacido Jesús y fijar así el comienzo de la era cristiana.

Por aquella época, en Roma, el sistema cronológico que se usaba era el de las eras imperiales, que recibían el nombre del emperador de turno. Para el caso, se encontraban en la era de Diocleciano, quien había llegado al trono en el año 1037 y había perseguido con saña a los cristianos. Por eso, Dionisio se puso a trabajar con la idea de que los cristianos debían contar los años desde el nacimiento de Jesús y no desde el reinado de Diocleciano.

Tras mucho estudiar, el monje determinó que el año 1 de la era cristiana había sido el 754 de Roma. Pasó mucho tiempo antes de que alguien se diera cuenta de que el monje había errado entre cuatro y siete años el cálculo. Todo lo que Dionisio pudo extraer de las Escrituras fue que Jesús había nacido bajo el gobierno de Herodes; y que tenía "unos 30 años" cuando fue bautizado. Dionisio asumió entonces que, si Jesús tenía 30 años cuando fue bautizado, habría nacido el 25 de diciembre del 753 de Roma. ¿Por qué en esa fecha? Porque hacia el 354 d.C., el papa Liberio había decretado celebrar la Navidad el 25 de diciembre, para evitar que los cristianos se sumaran a las fiesta paganas que se celebraban en esa época.

Un error tras otro

El monje resolvió hacer coincidir el comienzo de la era cristiana con la fecha de la circuncisión de Jesús, que según la costumbre judía se practica a los ocho días. Así surgió el 1 de enero del 754 de Roma como el primer día de la era cristiana. Habían pasado 526 años desde ese año 1, y Dionisio pontificó: "este es el año del Señor 527". Pero, dos siglos más tarde, se determinó que Herodes había muerto en la primavera del 750 de Roma, después de haber mandado a matar a todos los recién nacidos. Como un muerto no puede mandar a degollar a nadie, quedó en claro que la Natividad tuvo que producirse como mínimo a fines del año 749 de Roma (Dionisio había dicho que ese hecho se produjo a fines del 753). En ese caso, el error era de cuatro años, si es que no era mayor. Estudios recientes, realizados por astrónomos en función de cuándo pudo haberse visto la Estrella de Belén de la que hablan los Evangelios -una conjunción de Júpiter y Saturno en la constelación de Piscis- han permitido estimar que el error de Dionisio no fue de cuatro años sino de siete, ya que aquel fenómeno se habría visto el 15 de setiembre del año 7 antes de Cristo, lo que llevaría a que el año 2004 seria en realidad el 2011.


Fuente: lagaceta.com.ar/vernota.asp?id_nota=62340
Un calculo erroneo hizo empezar la era cristiana 7 años tarde Un calculo erroneo hizo empezar la era cristiana 7 años tarde

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junio 30, 2011

¿Sabías que, el 5 de Octubre del 1582 nunca existió?

5 de Octubre de 1582
Pues si, aunque parezca extraño... ese día jamas existió. Y para que lo podamos entender tenemos que remontarnos al año 46 a. de C. En esa fecha, Julio César terminó con el calendario lunar e instituyó el uso del calendario juliano, un calendario solar que establecía la duración del año en 365,25 días, y contenía meses de 30 y 31 días, excepto febrero que tenía 28 días y 29 en los años bisiestos.

Pero el astrónomo encargado de calcular la duración del año se equivocó y añadió 11 minutos y 14 segundos. En aquel momento, el error no tuvo mayor importancia, sin embargo a mediados del siglo XVI el calendario ya llevaba 10 días de adelanto respecto a las estaciones.

Habría que esperar hasta el año 1582, cuando el papa Gregorio XIII () ordenó revisar el calendario, que pasó a ser conocido como gregoriano, siendo en este año cuando se suprimieron los días comprendidos entre el 5 y el 15 de octubre.

Un ejemplo de este "salto" al futuro fue Santa Teresa de Jesús, que murió el 4 de Octubre de 1582 y fue enterrada el día 15 de ese mismo mes, aunque en realidad era el día siguiente.

También tenemos el ejemplo de Miguel de Cervantes y Shakespeare. Cervantes murió, oficialmente, el 23 de Abril de 1616... del calendario gregoriano, que ya regía en España. William Shakespeare también lo hizo, en efecto, el 23 de Abril... del calendario juliano (3 de mayo en el gregoriano), vigente todavía en Inglaterra. Es decir, diez días más tarde, que como coincidencia no deja de ser destacado.

Según contaban la gente salió a las calles para protestar, formando lo que hoy día llamaríamos masivas manifestaciones, ya que debido a aquel error del astrónomo y su posterior corrección por el papa Gregorio XIII les habían quitado diez días de vida.


Fuente: blogcindario
¿Sabías que, el 5 de Octubre del 1582 nunca existió? ¿Sabías que, el 5 de Octubre del 1582 nunca existió?

Pues si, aunque parezca extraño... ese día jamas existió. Y para que lo podamos entender tenemos que remontarnos al año 46 a. de C. En es...

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junio 03, 2011

¿Por qué cada 4 años hay uno bisiesto?

Pero ¿por qué lo llamamos "bisiesto"?

En los tiempos de Julio César, el primer día de cada mes se llamaba calendas, el séptimo eran las nonas y el decimoquinto día eran los idus. En lugar de decir 28 de febrero, los romanos decían primum dies ante calendas martias (primer día antes de las calendas de marzo). El 27 de febrero era el secundum dies ante calendas martias (segundo día antes de las calendas de marzo), el 26 de febrero, tercer día… y así sucesivamente.

Para introducir su novedad: el año bisiesto, Julio César intercaló un día entre el sexto y el quinto día antes de las calendas, o sea, entre los días que hoy son el 23 y el 24 de febrero. Este día adicional fue llamado bis sextus dies ante calendas martias, o sea, "segundo día sexto antes de las calendas de marzo", y el año que contenía ese día se llamó por eso bissextus.

¿Cómo saber si un año va a ser bisiesto?

Los años bisiestos son los divisibles entre 4 (con alguna excepción como la de ser divisible entre 100, aunque con la excepción también de los que lo son entre 400) pero no vamos a complicarnos más la vida, el caso es que los próximos años bisiestos que nos encontraremos serán el 2012, 2016, 2020, etc....

Años bisiestos del 2000 al 30002000, 2004, 2008, 2012, 2016, 2020, 2024, 2028, 2032, 2036, 2040, 2048, 2052, 2056, 2060, 2064, 2068, 2072, 2076, 2080, 2084, 2088, 2092, 2096, 3000.


Fuente: sinalefa2
¿Por qué cada 4 años hay uno bisiesto? ¿Por qué cada 4 años hay uno bisiesto?

Cuando decimos que el año tiene 365 días, lo hacemos para redondear, pero en realidad tiene 365 días, 5 horas, 48 minutos y 46 segundos (añ...

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abril 19, 2011
 

 

Pedro Luis Cenzano Diez (Administrador)
Yolanda Torres Cerezo (Supervisora)

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