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Hitler

El director australiano Philippe Mora descubrió películas en un archivo federal alemán filmadas con un primitivo sistema tridimensional que datan de la época del Tercer Reich. Según Mora, es en Alemania y no en Hollywood donde se creó el 3D. De acuerdo con el cineasta, en los viejos archivos cinematográficos de la capital alemana -donde buscaba material para su próximo trabajo, el documental Cómo se grabó el Tercer Reich- encontró dos películas que llevaban unos 70 años olvidadas. Se trata de cintas de 30 minutos cada una que fueron filmadas como piezas de la enorme maquinaria propagandística nazi que dirigía Joseph Goebbels. Dos películas que, según el cineasta australiano, esbozan los primeros intentos de rodar cine en tres dimensiones.

Hitler

"Las películas están grabadas en cinta de 35 milímetros. Parece que están hechas con dos lentes frente a las que habrían colocado un prisma. Las produjo uno de los estudios independientes alemanes, por orden del Ministerio de Propaganda de Goebbels", afirmó.

Las películas, "de una enorme calidad para la época" y que fueron etiquedadas como raum films, es decir, películas del espacio, se titulan Seis chicas se zambullen en el fin de semana y Tan real que puedes tocarlo.

- Vídeo -



Fuente: muyinteresante.es/icual-fue-la-primera-pelicula-en-3d
Primera película en 3D, de la época del Tercer Reich Primera película en 3D, de la época del Tercer Reich

El director australiano Philippe Mora descubrió películas en un archivo federal alemán filmadas con un primitivo sistema tridimensional ...

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enero 11, 2015

¿Realmente, Angela Merkel es hija del ex-dictador Adolf Hitler?

Angela Merkel y Hitler

Según publicó el sitio whatdoesitmean, la actual presidenta de Alemania. Angela Merkel, nacida en la Alemania del Este, seria el fruto de un experimento genético del profesor Doctor Carl Clauberg, al servicio de la Unión Soviética, al unir el esperma congelado de Adolf Hitler con los óvulos de una hermana de Eva Braun, novia del dictador alemán. Según los archivos desclasificados de la Stasi (policía secreta de la Alemania del Este), los soviéticos (suponemos que manipulados por los Rockefeller) estuvieron interesados en crear una réplica de Hitler con el objetivo de ponerle al mando de un superestado europeo.

Ese hecho sólo se daría después de que un alemán ocupara el trono del Vaticano, cosa que ocurrió cuando el nazi Joseph Ratzinger ocupó el trono de Pedro, el 20 de abril del 2005. El 22 de noviembre del 2005, la supuesta hija de Hitler llegaría al máximo cargo alemán, hecho para el que fue concebida en 1954. De esta manera, al unir la dirección de Europa, del G-8 y del Vaticano, los globalistas habrían conseguido su empeño, firmado en 1776 con la creación de la secta "Iluminati".
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Fuente: Fiuxy
¿Realmente, Angela Merkel es hija del ex-dictador Adolf Hitler? ¿Realmente, Angela Merkel es hija del ex-dictador Adolf Hitler?

Según publicó el sitio whatdoesitmean, la actual presidenta de Alemania. Angela Merkel, nacida en la Alemania del Este, seria el fruto ...

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diciembre 14, 2014

Sir Nicholas Winton, el hombre que salvó a 669 niños judíos de los Nazis

Sir Nicholas Winton

En 1938 Sir Nicholas Winton de 105 años de edad y nacido el 21 de mayo de 1909, trabajaba como empleado de la Bolsa de Valores, en la localidad inglesa de Maidenhead, Berkshire. Días antes de la Navidad, ultimaba los detalles de un viaje de vacaciones a Suiza. Era joven, ganaba buen dinero y podía hacerlo. Pero una llamada telefónica desbarató sus planes de esquiar en los Alpes y cambiaría su vida. Su amigo Martin Blake, que trabajaba en un comité de ayuda para refugiados adultos de Checoslovaquia, parcialmente invadida por el Tercer Reich, le pedía ayuda.

Niños de Sir Nicholas Winton

Winton viajó por su cuenta a Praga; se alojó en un hotel y luego de días cayó en la cuenta de que no había planes específicos para salvar las vidas de los niños. Entonces, se contactó con Refugee Children’s Movement (RCM), de Londres, que reunía judíos, cuáqueros y diversos grupos de cristianos y cuya misión era conseguir alojamiento y dinero que el gobierno británico exigía como garantías para aprobar el ingreso de refugiados europeos perseguidos por el nazismo.

El 21 de noviembre de 1938, poco después del pogromo de La Noche de los Cristales, la Cámara de los Comunes del Reino Unido había aprobado una medida que permitiría recibir a refugiados menores de 17 años que no tuvieran un lugar en donde alojarse y siempre que se depositaran 50 libras esterlinas (unos U$S 1.500 de hoy) por niño, como garantía de pago del pasaje de vuelta. En nueve meses Winton logró evacuar desde la estación Wilson de Praga a 669 niños en ocho trenes a Londres. Entre ellos, Karel Reisz, a la postre consagrado director de cine, autor de la premiada película La amante del teniente francés. Hoy se cree que ya son más de 5.000 los llamados niños Winton, descendientes de los salvados por Nicholas.

Sir Nicholas Winton

Un noveno tren con 250 niños debía partir el 3 de septiembre de 1939, si no fuera porque ese mismo día el Reino Unido le declaró la guerra a Alemania. El tren no abandonó la estación y los niños nunca volvieron a ser vistos. Durante más de cinco décadas Winton no reveló a nadie su gesta. La historia se hizo pública cuando su esposa Greta descubrió en el ático de su casa un maletín que contenía listas de niños salvados y cartas de sus padres. Después de seis décadas, la Corona Británica reconoció la acción humanitaria de este gran hombre, otorgándole el título de Caballero de la Corona. Sir Nicholas Winton cumplió 101 años. Es un buen momento para recordarlo y celebrarlo.


Desde Te interesa saber, nos sumamos a dicha petición más que merecida:
Fuente: archivo PDF
Sir Nicholas Winton, el hombre que salvó a 669 niños judíos de los Nazis Sir Nicholas Winton, el hombre que salvó a 669 niños judíos de los Nazis

En 1938 Sir Nicholas Winton de 105 años de edad y nacido el 21 de mayo de 1909, trabajaba como empleado de la Bolsa de Valores, en la local...

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octubre 06, 2014

Vril y Haunebu, proyectos OVNIs de los Nazis basados en la filosofía ocultista NS

Ovnis de los Nazis
El Tercer Reich fue para Alemania una época de progreso en todos los campos: Alemania poseía los coches más rápidos, los aviones más veloces y de mayor autonomía de vuelo, la primera televisión (durante los Juegos Olímpicos de 1936), las mejores películas de entretenimiento, la industria farmacéutica más pionera, etc. Pronto volaron los primeros aviones a reacción (Me-262) y los primeros misiles de largo alcance (V2). Todo esto es conocido. Mucho menos conocida es otra tecnología que, por razones obvias, los alemanes del Reich mantuvieron en secreto y sobre la que los aliados, una vez tuvieron noticia de ella, mantuvieron el más absoluto silencio. Basándose en la filosofía ocultista del Tercer Reich (sociedades Thule y Vril), los científicos hitlerianos habrían conseguido grandes avances (especialmente aeronáuticos y astronáuticos) de una magnitud inimaginable.

El conocimiento de misteriosos aviones circulares alemanes propulsados por motores anti-gravitacionales con el nombre en clave de “Vril” y “Haunebu”, que supuestamente fueron desarrollados no basándose en la técnica convencional, sino en una nueva técnica surgida de la filosofía ocultista NS, ha sido siempre negado por las fuerzas aliadas. Muchos podrán pensar que es imposible que los alemanes en tan corto espacio de tiempo desarrollaran tan fabulosa técnica, pero olvidan que no se basaron en los principios científicos clásicos, si no, como ya hemos apuntado, en la filosofía ocultista de las sociedades germánicas como Thule y Vril.

Proyecto VrilAsí por ejemplo, el científico alemán Viktor Schauberger era un convencido defensor de la "implosión en lugar de explosión". Rechazaba el motor de explosión, pues éste se basa en la destrucción (explosión), pero la Creación divina es siempre constructiva. Por lo tanto, una técnica basada en la destrucción es contraria a las leyes de Dios y puede denominarse como técnica satánica. En su lugar, proponía los motores de implosión. Éste es tan sólo un ejemplo de la filosofía de estos científicos. Gracias a la forma de pensar del Tercer Reich, los alemanes avanzaron en técnica en pocos años lo que los aliados no avanzarían en cien.

Proyecto HaunebuEl "Andromeda-Gerät" o "aparato Andrómeda" era una nave nodriza. Desconocemos si llegó a construirse antes de terminar la Segunda Guerra Mundial, pero de no ser así se construyó en Neuschwabenland tras la guerra con los planos y diseños previos.
Tenía forma de cigarro, y esto coincide con la descripción de muchos pilotos de vuelo que dicen haber visto OVNIs con esa forma y de unos 130 metros de longitud.

Andromeda-Gerät
Los Foo-fighters o Kugelblitze

Los aliados los llamaban Foo-fighters y sus creadores alemanes "Kugelblitze" ("rayos-bola") o "Feuerbälle" ("pelotas de fuego"). A partir de 1944, los pilotos aliados que sobrevolaban Alemania para bombardearla empezaron a reportar informes sobre extrañas bolas brillantes casi transparentes que se situaban junto a ellos y les acompañaban durante kilómetros. Según estos informes, no podían derribarlas, aunque las disparasen, y toda maniobra para despistarlas era inútil. Mucho se ha especulado sobre la función de este arma antiaérea, pero al parecer interfería los sistemas eléctricos y los radares de los bombarderos aliados. En ocasiones, su presencia era tan molesta a los pilotos o les causaban tantos trastornos, que un bombardeo previsto tenía que ser suspendido y la escuadrilla de bombarderos regresaba a su base.

Ovnis de los NazisEl 13 de Diciembre de 1944 el South Wales Argus publicaba un sorprendente artículo en el que se decía: «Los alemanes han fabricado un arma secreta coincidiendo con la estación navideña. El nuevo ingenio, que al parecer es un arma defensiva aérea, se parece a las bolas de cristal que adornan los árboles navideños. Se las ha visto suspendidas en el aire por territorio alemán, a veces solas, y otras en grupo; son de color plateado y parecen transparentes». Poco después, el 2 de Enero de 1945, era el Herald Tribune neoyorquino el que se expresaba en los siguientes términos:

«Parece que los nazis han proyectado una novedad en el cielo nocturno de Alemania. Se trata de los misteriosos y extraños globos foo-fighters que corren por las alas de los aparatos Beaufighters que sobrevuelan secretamente Alemania. Hace más de un mes que los pilotos, en sus vuelos nocturnos, se encuentran con esas armas fantásticas que, al parecer, nadie conoce.

Los globos de fuego aparecen repentinamente, acompañan a los aviones durante kilómetros y, según revelan los informes oficiales, parecen estar controlados por radio desde el suelo». Esos "globos de fuego" descritos por la prensa de la época son conocidos por los ufólogos como foo-fighter. Y, como queda claro, eran considerados por los pilotos aliados como algún tipo de arma secreta nazi.

Se identifican los "foo" con un arma secreta antiradar: «En el otoño de 1944, en Oberammenrgau, en la Baviera alpina, un centro experimental patrocinado por la Luftwaffe, en O.B.F, habrá ultimado una serie de investigaciones relacionadas con aparatos eléctricos capaces de interferir en el funcionamiento de los motores, hasta un máximo de 30 m. de distancia, mediante la producción de intensos campos electromagnéticos. Averiando el circuito de ignición de los motores de un aeroplano se habría provocado infaliblemente la caída de éste. Para convertir la invención en prácticamente eficaz, los técnicos alemanes se proponían, empero, triplicar por lo menos el radio de acción del arma, pero cuando el conflicto concluyó, los experimentos en tal sentido apenas habían sido esbozados. Entretanto, como infraproducto de estas investigaciones para su inmediato empleo bélico, otro centro, regido combinadamente por el Ministerio Sperr y por el Estado Mayor Técnico de las SS, había adaptado la idea del "estorbo radiofónico de proximidad" a la interferencia sobre los mucho más delicados y vulnerables aparatos electrónicos de los cazas nocturnos americanos.

Así había nacido una original máquina voladora, redonda y acorazada, más o menos semejante al caparazón de una gran tortuga. Se movería con un motor especial de reacción, también aplanado y circular, que recordaba como principio físico a la famosa eolípila heroniana y generaba un vasto halo de llamas muy luminoso. Por eso había sido llamada "Feuerball". No llevaba armas ni pilotos. Teledirigida en el acto de despegar, seguía después automáticamente a los aparatos enemigos, atraída por sus llamas de escape y aproximándose a ellos sin chocar, lo cual bastaba para poner en estado crítico sus aparatos de radar».

Ovnis de los Nazis¿Por qué Alemania, si disponía de esta tecnología, no ganó la guerra?

Una pregunta que se formulará todo el mundo. Las razones que los autores del hitlerismo esotérico apuntan son varias:

1.- El desarrollo de esa tecnología llegó demasiado tarde, más bien entre 1944 y 1945, y no se pudo llegar a emplear militarmente. Ciertamente disponían de esa tecnología, pero no se llegó a tiempo a la fabricación masiva.
2.- Los OVNIs de Hitler ciertamente eran muchísimo más veloces que cualquier avión existente, pero ésto no bastaba. Se mostraron, al menos en esa fecha, no aptos como aeronaves caza.
3.- Por alguna razón, los alemanes del Reich vieron la guerra materialmente perdida y decidieron replegarse, esperar un momento futuro en que la victoria del Reich fuese tan segura como contundente. Ese momento, está por llegar.

Si efectivamente el Tercer Reich nunca fue completamente destruido y subsiste actualmente oculto, no podría hablarse en absoluto de que el Reich perdiera la guerra. El propio Hitler había declarado: "En esta guerra no habrá vencedores ni vencidos, tan sólo muertos y supervivientes". La madre patria Alemania fue ocupada y lo sigue hoy, pero otra Alemania, la verdadera y legítima, existe fuera del territorio tradicionalmente alemán.

- Vídeo -



Fuente: milucha
Vril y Haunebu, proyectos OVNIs de los Nazis basados en la filosofía ocultista NS Vril y Haunebu, proyectos OVNIs de los Nazis basados en la filosofía ocultista NS

El Tercer Reich fue para Alemania una época de progreso en todos los campos: Alemania poseía los coches más rápidos, los aviones más veloce...

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noviembre 01, 2013

Adolf Hitler intervino en la protección de un hombre judío

Ernst Hess

Adolf Hitler intervino personalmente en la protección de un hombre judío que fue un oficial al mando durante la I Guerra Mundial. Al menos, esto es lo que desvelo una carta descubierta por el periódico alemán Jewish Voice.

La misiva fue escrita en agosto de 1940 por Heinrich Himmler, jefe de los temidos paramilitares nazis de las SS y decía que Ernst Hess (imagen superior), un judío, debía ser excluido de la persecución, así como también de la deportación como parte de los deseos de Adolf Hitler (Führer). Ernst Hess, un héroe condecorado de la I Guerra Mundial que dirigió brevemente la compañía del Führer en Flandes, trabajó como juez hasta que las leyes raciales de los nazis le obligaron a presentar su dimisión en 1936.

Adolf Hitler

Ernst Hess y su familia se desplazaron durante un tiempo a una zona ítalo-parlante al norte de Italia, pero fue obligado a regresar a Alemania donde descubrió que la protección que Hitler le concedió en su día había sido revocada. Pasó el resto de la II Guerra Mundial trabajando como un esclavo, pero escapó de la muerte en parte gracias al hecho de que su mujer no era judía.

La hermana de Ernst Hess murió en el campo de exterminio de Auschwitz, pero su madre consiguió escapar a Suiza. Ernst Hess siguió en Alemania después de la guerra, convirtiéndose posteriormente en director de la Autoridad Ferroviaria Federal con sede en Frankfurt, ciudad en la que moriría en 1983.

Carta Hitler

Completa y ampliada

Carta Hitler


Fuente: desconocida
Adolf Hitler intervino en la protección de un hombre judío Adolf Hitler intervino en la protección de un hombre judío

Adolf Hitler intervino personalmente en la protección de un hombre judío que fue un oficial al mando durante la I Guerra Mundial. Al men...

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mayo 09, 2013

Lanza Sagrada

Ésta es la leyenda del arma que fascinaba al joven Hitler. Durante su primera visita a la lanza la estudió con detalle. Medía 30 cm de longitud, y terminaba en una punta delgada, en forma de hoja; en algún momento, el filo había sido ahuecado para admitir un clavo -al parecer, uno de los usados en la crucifixión-. El clavo estaba sujeto con un hilo de oro. La lanza se había partido y las dos partes estaban unidas por una vaina de plata; dos cruces de oro habían sido incrustadas en la base, cerca del puño.

Estos detalles provienen del doctor Walter Johannes Stein, matemático, economista y ocultista que afirmaba haber conocido al Führer justo antes de la guerra de 1914. Stein, había nacido en Viena en 1891, era hijo de un rico abogado. Se licenció en ciencias y se doctoró en investigaciones psicofísicas por la Universidad de Viena. Fue en experto en arqueología, arte bizantino primitivo e historia medieval; durante la primera guerra mundial, como oficial del ejército austríaco, fue condecorado por su valor.

En 1928 publicó el panfleto, Historia del mundo a la luz del Santo Grial, que circuló por Alemania, Holanda y Gran Bretaña. Stein huyó a Gran Bretaña y la segunda guerra mundial le sorprendió trabajando como agente del espionaje británico. Después de colaborar en la obtención de los planes de la «Operación Sealion» -la invasión de Inglaterra que proyectaba Hitlerfue consejero de Churchill, sobre las creencias ocultistas del líder alemán.

Stein nunca publicó sus memorias, pero lo hizo su amigo el ahora periodista, Trevor Ravenscroft, usando las notas y las conversaciones de Stein; en forma de libro publicó en 1972 Spear of Destiny (La lanza del destino) que por primera vez llamó la atención del público sobre la fascinación que sentía Hitler por la lanza de los Habsburgo.

¿Qué atractivo podía ofrecer la Santa Lanza, un símbolo cristiano, para el ex católico y violentamente anticristiano Adolf Hitler?

Lanza Sagrada
La respuesta está en una tradición ocultista medieval vinculada con la historia de la Santa Lanza. Según el evangelio de San Juan, el soldado romano que hirió el cuerpo de Cristo cumplió, las profecías del Antiguo Testamento (los huesos de Cristo no serían rotos). Según San Mateo y San Marcos, la verdadera naturaleza de Cristo fue revelada en ese momento al soldado, que se llamaba Cayo CasioLonginos: «Viendo el centurión que estaba frente a Él, de qué manera expiraba, dijo: Verdaderamente este hombre era hijo de Dios». (San Marcos, 15:39)

Para la mentalidad ocultista, un instrumento usado para un propósito tan importante se transforma en un foco de poder mágico. Y, como dice Richard Cavendish, hablando del Grial y la Lanza en su libro El rey Arturo y el Grial: Una cosa no es sagrada porque es buena. Es sagrada porque contiene un poder misterioso y terrible.

Según Stein, Hitler tenía conciencia de este concepto y fue la obsesión de Hitler por la lanza y su poder de «varita mágica» el motivo de que los dos hombres se conocieran.

Hitler describió a Stein cómo había adquirido la lanza, su especial significado para él: Percibió Hitler, contó, una presencia poderosa que la rodeaba, la misma impresionante presencia que había experimentado interiormente en esas ocasiones únicas de mi vida en que había sentido que un gran destino me aguardaba...

Una curiosa primacía

Hitler despreciaba a la casa de Habsburgo, a la que consideraba traidora a la raza germánica. Sin embargo, el 13 de octubre, la lanza y otros objetos fueron cargados en un tren blindado y cruzaron la frontera alemana. Fueron instalados en el vestíbulo de la iglesia de Santa Catalina, donde Hitler pensaba instalar un museo de guerra nazi.

Si los conocimientos de Hitler sobre la historia de la lanza eran tan amplios como decía Stein, tiene que haber estado al tanto de las leyendas sobre el destino de Carlomagno, Barbarroja y todos cuantos la habían blandido como un arma y habían perecido cuando escapó a su control.

Hitler

Después de los intensos bombardeos aliados de octubre de 1944, durante los cuales Nüremberg sufrió enormes daños, Hitler ordenó que la lanza, junto con el resto del tesoro de los Habsburgo, fuera enterrada en una bóveda construida especialmente. Seis meses después, el Séptimo Ejército norteamericano había rodeado la antigua ciudad. Durante cuatro días, la división Thunderbird martilleó a sus defensas hasta que el 20 de abril de 1945 -el día en que Hitler cumplía 56 años- la bandera americana fue izada.

Durante los días siguientes, la Compañía C del Tercer regimiento del Gobierno Militar, al mando del teniente William Horn, fue enviada en busca del tesoro de los Habsburgo. Un proyectil había volado una pared de ladrillo y dejando a la vista la entrada de la bóveda. El teniente Horn entró en la cámara subterránea y echó una ojeada. Allí, sobre un descolorido terciopelo rojo, estaba la Lanza de Longinos. El teniente Horn extendió la mano y tomó posesión de la lanza en nombre del gobierno de los Estados Unidos. La fecha, 30 de abril de 1945, está registrada en los textos de historia.

Y, por escépticos que sean los críticos -acerca de Walter Stein, el ocultismo en general y las leyendas de la Santa Lanza en particular- es un hecho que a unos cientos de kilómetros de distancia, en un bunker de Berlín, Adolf Hitler cogió una pistola y se quitó la vida.


Enigmas y misterios
latidosdedurango.com.mx
Archivo: PDF
Hitler fascinado por la lanza que atravesó a Jesús en la Cruz Hitler fascinado por la lanza que atravesó a Jesús en la Cruz

Ésta es la leyenda del arma que fascinaba al joven Hitler. Durante su primera visita a la lanza la estudió con detalle. Medía 30 cm de long...

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enero 24, 2013

Mahatma Gandhi

Contenido de la histórica carta a HITLER el 24 de diciembre de 1941 que contiene parte de su doctrina sobre la no-violencia, donde le dice:

"Querido amigo":

No es un formulismo el hecho de que me dirija a usted como amigo. Carezco de enemigos. Mi negocio en esta vida durante los últimos treinta y tres años ha sido y es lograr la amistad de toda la humanidad uniendo a ésta sin distinción de credos, raza o color.

Espero que tenga usted tiempo y deseo de saber cómo una buena parte de la humanidad que vive bajo la influencia de esta doctrina de amistad universal contempla sus actos. No nos cabe la menor duda sobre su valentía o devoción a su patria ni creemos tampoco que sea usted el monstruo descrito por sus oponentes. Pero sus escritos y declaraciones, así como las de sus amigos y admiradores, tampoco dan lugar a dudas de que muchos de sus actos son monstruosos e impropios de la dignidad humana, especialmente en la estimación de hombres, como yo que creen en la amistad universal. Y así son actos tales como la humillación de Checoslovaquia, la violación de Polonia, y el hundimiento de Dinamarca. Estoy enterado de que sus puntos de vista sobre la vida consideran tales actos de expoliación como virtuosos. Pero se nos ha enseñado desde la infancia a considerarlos como actos degradantes para la humanidad. De aquí que no podamos desear el éxito de sus armas.

Pero la nuestra es una posición única. Resistimos al imperialismo británico en no menor grado que el nazismo. Si hay alguna diferencia, será muy pequeña. Una quinta parte de la raza humana ha sido aplastada bajo la bota británica empleando medios que no soportan el más ligero examen.

Adolf Hitler y Benito Mussolini
Adolf Hitler y Benito Mussolini

Sin embargo, nuestra resistencia no significa daño para el pueblo británico. Pero ya sea que les convirtamos o no, estamos firmemente decididos a lograr que su gobierno sea imposible mediante la no-cooperación sin violencia. Es un método por naturaleza invencible. Se basa en el conocimiento de que ningún expoliador puede conseguir sus fines sin cierto grado de cooperación, voluntaria u obligatoria, por parte de la víctima. Nuestros gobernantes pueden tener nuestra tierra y cuerpos, pero no nuestras almas.

En la técnica no violenta, como he dicho, no existe la derrota. Todo es “vencer o morir” sin matar ni hacer daño. Puede usarse prácticamente sin dinero y, por supuesto, sin contar con la ayuda de la ciencia de la destrucción que han perfeccionado ustedes tanto. Me asombra que no se den ustedes cuenta de que tal ciencia no es monopolio de nadie. Si no son los británicos, será otra potencia cualquiera la que sin duda alguna mejorará el método y les derrotarán a ustedes con sus propias armas. Por otra parte, creo que debe usted darse cuenta de que no deja a su pueblo ningún legado del que pueda sentirse orgulloso. La gente no puede enorgullecerse en recitar una larga lista de crueldades, por muy hábilmente que hayan sido proyectadas. Por lo tanto, apelo a usted, en nombre de la humanidad para que detenga la guerra.

Intento, pues dirigir una apelación conjunta a usted y al señor MUSSOLINI, a quien tuve el privilegio de conocer cuando estuve en Roma, con ocasión de mi última visita a Inglaterra como delegado de la Conferencia de la Tabla Redonda. Espero que el señor MUSSOLINI considere esta apelación dirigida también a él con los naturales cambios”.


Hernando Roa Suárez
Fuente: archivo PDF
Carta de Mahatma Gandhi a Adolf Hitler Carta de Mahatma Gandhi a Adolf Hitler

Contenido de la histórica carta a HITLER el 24 de diciembre de 1941 que contiene parte de su doctrina sobre la no-violencia , donde le di...

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octubre 31, 2012

Adolf Hitler, preludio de un holocausto

Hitler"Quien perturba su casa, heredará el viento..."
Proverbios 11, 29.

Adolf Hitler nació en 1889 en Braunau, Austria. Hijo de un empleado de aduanas, cursó sus estudios de enseñanza media en Linz en el año 1905, los que abandonaría para dedicarse a las Bellas Artes. Lamentablemente para la historia de la humanidad, un profesor de la Academia Nacional de Bellas Artes de Berlín le negó el ingreso a la misma en el año 1909, y Hitler se vio entonces tentado por la carrera militar. En 1914 se enrola en el ejército alemán y pelea en el frente ruso, donde es herido. Esa sería su única experiencia bélica, que sin embargo tendría enormes implicancias en su pensamiento.

En Berlín entra en contacto con Ludendorff, Feder, Ruhm y Eckart, personalidades que ejercerían una gran influencia sobre él. Es en Berlín, donde Hitler va configurando su experiencia en el nacionalismo pangermánico y el antisemitismo. Estos dos elementos que serían nudos estratégicos del pensamiento nazi, no eran ni mucho menos, originales de Hitler. Existían ya hace muchos años en Alemania, fundamentalmente en los círculos burgueses. Hitler solo fue el vocero de aquellas ideas, pero fue un vocero convincente.

El hombre que encarnaría al futuro Führer era un ser más intuitivo que racional. No fue en absoluto un gran estadista, pero sí un oportunista. Un individuo ególatra, desequilibrado y pasional. El hecho de que su discurso cuidara más las formas que el contenido, prueba que era un agitador profesional que dominaba el arte de enfervorizar a las multitudes y que ofrecía la falsa percepción de ser un líder resuelto y fuerte. Él mismo quiso mostrarse como la encarnación moderna de los lejanos héroes míticos germanos (materializando de alguna forma premisas nacionalistas). Tuvo, en última instancia, el mérito incuestionable de saber crear su propio mito, de venderse y convencer, de concretar y proyectar en sí mismo la esperanza de Alemania. Supo guiar la energía aletargada del pueblo alemán hacia un horizonte particular y caprichoso, que disfrazó discursivamente de lógico, pero que por ser fiel a sí mismo, terminó mostrando todas sus contradicciones internas.

El nazismo se incubó bajo el ala de su líder, y ese fue uno de sus presupuestos básicos. Al igual que los primeros judíos esperaban la llegada de un Mesías, el pueblo alemán esperaba la llegada de un hombre que los representara cabalmente, o que por lo menos movilizara las adormecidas estructuras políticas de Alemania.

En septiembre de 1919 Hitler se afilia al Partido Obrero Nacional, germen del futuro Partido Obrero Nacionalsocialista Alemán. Los 25 puntos programáticos del partido se podían sintetizar en: el bienestar del pueblo (“el bien común importa más que el bien individual”), derecho de cada ciudadano alemán a elegir su nacionalidad, igualdad ante el Estado, anulación de los tratados de paz, exclusión de los judíos de la comunidad. Eran medidas revolucionarias y violentas destinadas a despertar odios o simpatías, pero no indiferencia.

Poco a poco, el pequeño hombre va construyendo su estructura de poder dentro del partido basándose en su ascendiente sobre la masa y su capacidad discursiva. Fue, sin lugar a dudas, un advenedizo y un oportunista en tiempos en donde hacían falta líderes. Pero líderes distintos a los que habían postrado a Alemania. No políticos de salón, burgueses de tabaco y coñac, voceros habituales de la aristocracia germana. Se necesitaban hombres de trinchera, y Hitler supo crear la ilusión de que él era uno. Fue un hábil orador, un ardiente motivador y un desequilibrado que ejerció fascinación sobre sus seguidores.

Pronto las circunstancias históricas, su oportunismo y su metodología violenta lo colocaron en una posición de poder y le dieron el control total sobre el partido. Desde allí construyó la figura del líder y reclamó su sitio en la estructura interna del partido. El Führer debía ser prácticamente venerado, lo cual sin duda obedecía -entre otras cosas- a los desórdenes psicológicos de Hitler, pero también a una necesidad operativa y estratégica. El poder que se comparte se pierde, y Hitler lo sabía.

El nacionalsocialismo surge como movimiento contrarrevolucionario y antiparlamentario. Carecía de una unidad ideológica, y su base doctrinal reflejaba la influencia de obras y autores tan heterogéneos como “La Voluntad de poder” de Nietszche, las teorías racistas de Gobineau y Chamberlain, “la fe en el destino” y las teorías sobre la herencia de Mendel, el neodarwinismo de Alfred Ploetz, así como las ideas de Maquiavelo, Fichte, Treitschke y Spengler. Un elemento que no ha sido suficientemente reconocido fue el desarrollo teórico de la Geopolítica alemana, a cargo del General Haushofer, que impactó fuertemente en el pensamiento y la política nazi. Fundamentalmente la idea de “Lebensraum” o “espacio vital”. La Geopolítica alemana veía a los Estados como organismos vivos que cumplían un ciclo vital. Del mismo modo que los seres vivos necesitan alimento para poder subsistir, los Estados precisan territorio para expandirse y poder desarrollarse. De esta manera, forma parte del orden natural de las cosas que un Estado se expanda sobre otro para poder sobrevivir.

Otra de las nociones teóricas de Haushofer adoptadas por Hitler fue el “Blum und Boden” que proclamaba la defensa de la sangre y el suelo alemán y propugnaba el aniquilamiento de los judíos, así como el fortalecimiento de la raza nórdica que debía constituir un “pueblo soberano” y dominar a las razas inferiores. El nacionalsocialismo alemán hizo especial hincapié en los valores del pueblo, exigió la integración incondicional del individuo en la comunidad (“Tu no eres nada, tu pueblo lo es todo”) y predicó una fe carismática en el Führer (“Führer manda, nosotros obedecemos”).

Hitler

El 30 de Enero de 1933, después de una serie de vaivenes políticos, intrigas y extorsiones, Hitler llegó a la Cancillería del Reich, transitando canales presuntamente democráticos. Al poco tiempo comienza una política tendiente a unificar todo en torno a su figura. Hitler, como cualquier líder que accede al poder sin legitimidad o con escasa, se vio forzado a legitimar su espacio de poder toda vez que tomaba una decisión. Por esta razón necesitaba consolidar una base sólida de aceptación popular. Esta aceptación debía estar orientada, en primer lugar hacia el líder -es decir, hacia él mismo-, y en segundo lugar hacia su partido. El Partido Obrero Nacional socialista Alemán era una agrupación que amalgamaba ficticiamente sectores heterogéneos y hasta antagónicos.

Era una estrategia de acceso al poder, más que una unidad homogénea de valores y criterios políticos. Por supuesto que todos sus miembros tenían algún grado de cohesión ideológica, pero en última instancia, hallaban significación e identidad en torno a la figura de su líder. El Führer era su inspiración, su motor y su promesa. Este culto a la figura del líder, no era nuevo en la historia. Desde Aníbal, pasando por César y Atila, distintos pueblos han venerado a sus gobernantes. Era algo que se encontraba en el inconsciente colectivo de Europa, y que Hitler no obvió. Apeló a esta costumbre que estaba en consonancia también con la ideología nacionalista: una mano férrea que manejara todo, un líder carismático que amalgamara al pueblo, un representante que materializara en su figura, a la nación. Hitler quiso ser el emblema de la raza aria. Y el nazismo fue la montura que utilizó para domar a su tiempo.

Hitler supo robustecer el vínculo afectivo que unía al pueblo alemán, y que había sido tan mancillado por sus sucesivas derrotas y vaivenes históricos. Supo acrecentar el sentido de pertenencia entre los alemanes, primero a su historia, después a su tierra, y por último a su sangre. Una vez logrado el consenso, una vez conseguido el apoyo, movilizó las energías del pueblo alemán hacia un horizonte distinto, pero fácilmente reconocible: la lucha. El enemigo era el comunismo como idea y los judíos como materialización de su espíritu. Así posibilitó que Alemania desatara siglos de furia contenida contra ellos.

Otro aspecto que debería ser revisado por la historiografía contemporánea es el papel que cumplieron los grandes capitales en el ascenso al poder de Hitler. El apoyo de los mismos capitalistas burgueses que él despreciaba le allanó el camino a la primera magistratura de Alemania. El interés original de esos burgueses –alemanes e incluso estadounidenses- parece haber sido utilizar esa nueva voz que despertaba en Alemania. Vieron su potencialidad como algo bueno y a la vez peligroso para sus planes. Pero cometieron un error garrafal, creyeron poder con él. Pensaron que Hitler iba a ser un juguete fácil de controlar, dócil de manipular. Para su sorpresa, una vez que éste alcanzó el poder, ya no pudieron frenarlo. Para ellos era mejor intentar domarlo y ganarlo para su causa, que dejarlo operar libremente.

También es probable que, en gran medida, el apoyo que recibió Hitler del pueblo alemán –al menos en un primer momento- haya tenido que ver con sus logros en materia de política exterior. Alemania venía de una experiencia desastrosa, con escasos triunfos económicos y políticos por parte de sus dirigentes. Sin embargo, ahora, con la llegada de este hombre proveniente de las clases bajas del país, por primera vez se conseguían logros de envergadura: consiguió que se revisaran las determinaciones del Tratado de Versalles, implantó el servicio militar obligatorio, armó al ejército, logró que los franceses devolvieran el Sarre, ocupó Renania, se anexionó Austria y desmembró Checoslovaquia. Por fin los alemanes sentían orgullo por su nación y vivían el sueño de ponerse de pie ante el resto de Europa. Ello debió fascinar a más de una persona, y seguramente le ganó el favor de buena parte del pueblo. Ese apoyo, Hitler sabría sostenerlo merced a su aparato ideológico.

Todos los experimentos sociales despiertan inquietud y generan curiosidad. El nazismo estuvo muy cerca de poder concretar el suyo, y en más de un sentido lo consiguió. Da cuenta de ello el genocidio realizado por los militares alemanes durante la Guerra. Intentar comprender los móviles que llevan a un ser humano a pergeñar tan nefasto aparato ideológico, es la condición necesaria, aunque no suficiente, para evitar que se repita. Queda para este siglo que se inicia la responsabilidad de analizar lo ocurrido y replantear los caminos de la acción ante la realidad que vivimos. Romano Guardini afirma que:

«Para la época futura lo importante no es ya, en último término, el aumento del poder –aunque este seguirá creciendo cada vez más-, sino su dominio. El sentido central de nuestra época consistirá en ordenar el poder de tal forma, que el hombre, al usarlo, pueda seguir existiendo como tal. El hombre tendrá que elegir entre ser en cuanto hombre tan fuerte como lo es su poder en cuanto poder, o entregarse a él y sucumbir».

El desafío que sigue es el de armonizar – si acaso es posible- la voluntad de poder innata en el hombre con una estructura de valores que permita dignificarlo y fortalecerlo. Cuestionarse a cerca del pasado reciente es una de las llaves teóricas que abren el horizonte del porvenir. Un análisis comprometido y exhaustivo le permitirá a las generaciones venideras valorar los logros de su presente y no repetir los errores de su pasado. El nacionalsocialismo alemán fue la última y más contundente demostración de las atrocidades a las que puede descender el hombre siguiendo premisas vacías. Hitler y sus hombres fueron profetas del nihilismo.

La nada fue su propuesta, el odio, su bandera.


Por el Lic. Flavio A. Sturla
Fuente: archivo PDF
Adolf Hitler, preludio de un holocausto Adolf Hitler, preludio de un holocausto

"Quien perturba su casa, heredará el viento..." Proverbios 11, 29. Adolf Hitler nació en 1889 en Braunau, Austria. Hijo de un em...

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marzo 28, 2012

ascenso del cuarto Reich
Los oficiales de las SS, la temida unidad paramilitar de Hitler, fueron los criminales de guerra más notorios de la II Guerra Mundial. Tras la guerra, algunos de ellos rindieron cuentas ante los tribunales. Pero muchos lograron escapar de Alemania. Según dicen, una enorme organización secreta conocida como Odessa les ayudó a huir y a reconstruir un nuevo Reich que volvería a tomar el poder.

- Documental -



Fuente: ver-documentales.net/misterios-sin-resolver-7-el-ascenso-del-cuarto-reich
El ascenso del cuarto Reich El ascenso del cuarto Reich

Los oficiales de las SS, la temida unidad paramilitar de Hitler, fueron los criminales de guerra más notorios de la II Guerra Mundial. Tra...

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diciembre 26, 2011

La Segunda Guerra Mundial

Segunda Guerra MundialRecordar para olvidar

El gobierno de Hitler tenía como meta la adquisición de un gran imperio nuevo que le proveyera “espacio vital” (Lebensraum) in Europa oriental. Hitler calculó que la realización de la hegemonía alemana en Europa exigiría la guerra.

Después de asegurar la neutralidad de la Unión Soviética (con el pacto de no-agresión entre Alemania y la URSS), Alemania desató la Segunda Guerra Mundial con la invasión de Polonia el 1 de septiembre de 1939. Gran Bretaña y Francia respondieron con la declaración de guerra contra Alemania el 3 de septiembre. El 9 de abril de 1940, las fuerzas alemanas invadieron Noruega y Dinamarca, y en mayo de 1940, Alemania empezó el asalto de Europa occidental. La Unión Soviética ocupó los estados del Báltico en junio de 1940, y los anexó en agosto de 1940. Italia, miembro del Eje, entró en la guerra en junio de 1940. Desde el 13 de agosto hasta el 31 de octubre de 1940, la aviación nazi atacó a Inglaterra en la campaña conocida como la “Batalla de Inglaterra”.

Segunda Guerra MundialDespués de dominar los Balcanes con la invasión de Yugoslavia y Grecia el 6 de abril de 1941, Alemania invadió la Unión Soviética el 22 de junio de 1941, en una violación directa del pacto alemán-soviético. En junio y julio de 1941, los alemanes también ocuparon los estados del Báltico. Stalin, el líder soviético, se convirtió en un líder importante del grupo aliado, junto con el presidente de los EE.UU., Franklin Delano Roosevelt, y el primer ministro de Gran Bretaña, Winston Churchill. El 7 de diciembre de 1941, Japón (uno de las potencias del Eje) bombardeó Pearl Harbor, Hawai. Los Estados Unidos inmediatamente declararon la guerra a Japón. El 11 de diciembre, Alemania y Italia declararon la guerra a los Estados Unidos.

Segunda Guerra MundialEmpezando con la llegada en 1942 de las tropas americanas a África del norte, los Aliados obtuvieron una cantidad de victorias militares. El 2 de febrero de 1943, el 6º Ejército alemán se rindió a los soviéticos en Stalingrado. En septiembre, los Aliados invadieron Italia, que se rindió el 8 de septiembre, pero Mussolini estableció un régimen fascista en Italia del norte. Las fuerzas alemanas luego invadieron Italia del norte, y avanzaron hacia el sur para encontrarse con las fuerzas aliadas. Las tropas alemanas mantuvieron Italia del norte hasta mayo de 1945.

Segunda Guerra MundialEl 6 de junio de 1944 (el día D), doscientos cincuenta mil soldados aliados llegaron a Francia, que fue liberada para fin de agosto. Las fuerzas aéreas aliadas atacaron las fabricas industriales nazis, tales como la del campo de Auschwitz (aunque las cámaras de gas nunca fueron un blanco). Los soviéticos empezaron una ofensiva el 12 de enero de 1945, y liberaron Polonia y Hungría. A mediados de febrero de 1945, los Aliados bombardearon Dresden, y casi cien mil civiles fueron muertos.

Segunda Guerra MundialEl 29 de abril, Hitler se suicidó. Berlín fue capturada por las fuerzas soviéticas en mayo de 1945, y los alemanes se rindieron el 7 de mayo de 1945. En agosto, la guerra en el Pacifico terminó, poco después de que los EE.UU. usaran bombas atómicas en las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, matando instantáneamente ciento veinte mil civiles. Japón se rindió formalmente el 2 de septiembre. La Segunda Guerra Mundial resultó en aproximadamente 55 millones de muertos en el mundo.

- Convoy, la batalla del Atlántico - Golpe Mortal -



Fuente: ushmm
La Segunda Guerra Mundial La Segunda Guerra Mundial

Recordar para olvidar El gobierno de Hitler tenía como meta la adquisición de un gran imperio nuevo que le proveyera “espacio vital” (Leben...

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agosto 09, 2011

La ruta del oro nazi

Estación de Canfranc

Conciertos en la estación

«Los alemanes vivían en la estación y celebraban hasta conciertos de piano en el comedor. Eran muy educados. Bailaban valses con las chicas de Canfranc y les regalaban chocolate. Ellos eran ingenieros o químicos y nosotros, unos ignorantes que tenían mucha hambre después de la guerra», confiesa un vecino de Canfranc que por aquel entonces tenía 14 años y ahora prefiere el anonimato. Si alguna historia de amor se fraguó, como en Casablanca, no perduró. «Aunque estaban destinados en la parte francesa, no tenían inconveniente en pasar a la española. Algunos vivían en la fonda Marraco. Había seis oficiales fijos y otros de paisano, de la Gestapo, pero otras veces llegaban grupos de unos veinte soldados uniformados que venían del frente a descansar», agrega. Los vecinos de Canfranc, sacudidos todavía por los efectos de la Guerra Civil que hizo huir a algunos hacia Francia, casi no podían moverse del pueblo. Necesitaban un salvoconducto. «Desde Anzánigo, era una zona impermeabilizada», advierte un vecino. Uno de los «documentos de Canfranc», fechado el 24 de mayo de 1940 y firmado por el comisario jefe de la Unidad de Investigación y Vigilancia, recuerda que «todo aquel que viva en un punto distinto del 18 de julio de 1936 debe presentarse en ocho días en la comisaría con la relación de los que vivan en su casa, avales de dos personas y certificado de sus empresas». «El incumplimiento llevará consigo el regreso forzoso a su antigua residencia», advierte.

Los carabineros, la Guardia Civil y los oficiales de las SS eran inflexibles con los robos de mercancías como los relojes que se llevaban a Portugal. «Se llevaron una caja y estuvieron buscándolos. Un chaval se llegó a ahorcar y a otro le pusieron una multa muy alta», cuentan en Canfranc. A la falta de libertad de movimientos se unía el hambre, mitigada por las mercancías que descargaban. El salario medio de un obrero era de 200 pesetas al mes. Por eso, siempre se escapaba algo de los trenes para casa. «Cogíamos latas de sardinas, azúcar, aceite, café o la mistela que enviaban los portugueses de Madeira. Menos mal que pasaba mucha mercancía y podíamos llevarnos cosas, porque había mucha hambre», cuenta Daniel Sánchez, de 87 años, uno de los pocos canfraneros que puede contar que cargó cajas con lingotes de oro a sus espaldas. El oro nazi llegaba en tren a Canfranc, según los documentos encontrados por el francés Jonathan Díaz en la estación en noviembre del año pasado a raíz de la grabación de un anuncio de Lotería de Navidad. Entre julio de 1942 y diciembre de 1943 llegaron 45 convoyes, seis de ellos con destino España («importación» aparece en el papel) con 12 toneladas de oro, y el resto de «tránsito», rumbo a Portugal, que recibió 74 toneladas del metal precioso.

Daniel descargaba el oro de los trenes de Suiza por el puente internacional y lo colocaba en unos camiones suizos que se encargaban de llevarlos hasta Madrid y a Portugal, a través de los pasos fronterizos de Badajoz, Valencia de Alcántara y Fuentes de Oñoro. El historiador Pablo Martín Aceña, director de la comisión española que investigó las compras de oro nazi por España, recuerda que la Península Ibérica recibió estos cargamentos hasta agosto de 1945, por Hendaya, Port Bou o Canfranc, aunque no sabe en qué proporción. «Los servicios secretos de los aliados contabilizaron 135 envíos de salida en la frontera franco-suiza de Bellegarde hacia la Península Ibérica», apunta. Esos convoyes transportaron «un total de 300 toneladas». «Portugal compró mucho oro que había salido de Bélgica y Holanda. Lo que recibió España (el IEME) está claro por las cuentas que se investigaron en el Reichbank, el Banco Nacional Suizo y el IEME.

Otra cosa es que empresas españolas suministradoras de Alemania cobraran en oro y lo depositaran en Londres o Zurich. Calculamos que entraron a España 20 toneladas de oro a cambio de volframio», señala Martín Aceña. Ese volframio todavía se puede ver, 60 años después, en las vías muertas y muelles de la estación de Canfranc. Portugal y España exportaron este mineral a Alemania incluso cuando en 1944 los aliados presionaron al régimen de Franco para que dejara de hacerlo con el fin de concluir la guerra.

- Vídeo -



Fuente: heraldo.es
La ruta del oro nazi La ruta del oro nazi

Canfranc podría ser el escenario de una película como Casablanca, aunque la historia de este paso fronterizo durante la Segunda Guerra Mund...

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junio 20, 2011

La División Azul coincidía con un modelo de los divisionarios alemanes, en la Segunda Guerra Mundial

La División Azul
La noticia de la invasión alemana de la Unión Soviética tuvo un gran impacto en España. En la mañana del 24 de junio de 1941, apenas transcurridos dos días desde que las tropas del Tercer Reich cruzaran las fronteras del antiguo Imperio Zarista, millares de personas se lanzaron a las calles de Madrid demandando el envío de voluntarios para combatir a la Rusia de Stalin. Los manifestantes se concentraron en la Plaza de Callao para iniciar una marcha hasta la confluencia de la Avenida de José Antonio con la Calle Alcalá donde se encontraba la sede de la Secretaría General del Movimiento. Desde uno de sus balcones Serrano Súñer, Ministro de Asuntos Exteriores y Presidente de la Junta Política de Falange, pronunció su famoso discurso contra Rusia:

"Camaradas, no es hora de discursos; pero si de que Falange dicte en estos momentos su sentencia condenatoria: ¡Rusia es culpable!., culpable de nuestra Guerra Civil. Culpable de la muerte de José Antonio, nuestro fundador Y de la muerte de tantos camaradas y tantos soldados caídos en aquella guerra por la agresión del comunismo ruso. El exterminio de Rusia es exigencia de la historia y del porvenir de Europa..."

Dos días antes el embajador alemán en España Von Stohrer se había entrevistado con Serrano Súñer para comunicarle los motivos que habían llevado a su Gobierno a tomar la decisión de invadir la Unión Soviética. Nada más conocer la noticia, el ministro español se trasladó al Palacio del Pardo para informar a Franco del nuevo giro que había tomado la guerra. El General captó inmediatamente las ventajas que el hecho ofrecía. Tras la visita Serrano Súñer informó a Stohrer de los deseos del Caudillo de enviar una fuerza expedicionaria a Rusia.

Una política exterior vacilante

El rasgo más destacado de la política exterior española durante la Segunda Guerra Mundial fue su carácter vacilante.

El 4 de septiembre de 1939 el Gobierno decretaba la neutralidad del país ante el conflicto que acababa de estallar. "Constando oficialmente el estado de guerra que por desgracia, existe entre Inglaterra, Francia y Polonia de un lado, y Alemania, de otro, se ordena, por el presente decreto la más estricta neutralidad a los súbditos españoles, con arreglo a las leyes vigentes y a los principios del derecho público internacional."

La División AzulSin embargo, esto no impediría que los medios de comunicación fueran decididamente proclives a las fuerzas del Eje o que las costas españolas sirvieran en casos excepcionales de refugio a los submarinos alemanes. Pocos meses después, el 12 de junio de 1940 la neutralidad era abandonada para adoptar una posición de "no beligerancia" fórmula jurídica también utilizada por Italia antes de su entrada en la guerra. Este cambio producido en la política exterior española venía determinado por el curso de los acontecimientos bélicos.

En pocas semanas el Ejército francés al que se consideraba el más poderoso del viejo continente había sucumbido ante la arrolladora fuerza de la Blizkrieg alemana. Ahora parecía más probable que nunca que la guerra se saldaría con el triunfo de las armas germanas. España tenía que buscar su lugar en la conferencia de paz al lado de los vencedores si quería participar en el reparto de final de guerra.

Por eso, días antes de la declaración de no beligerancia el 3 de junio de 1940 Franco había escrito una carta al Führer en la que afirmaba estar dispuesto a prestarle en cualquier momento los servicios que considerara más necesarios. Esta era la primera vez que se planteaba seriamente la posibilidad de intervención española en el conflicto, además no se debía a ninguna presión alemana o italiana, se trataba de una iniciativa del propio Franco.

En efecto, el interés de Alemania por España hasta ahora se había limitado al estricto carácter comercial. La Península Ibérica todavía no jugaba un papel destacado en los planes militares de Hitler. De momento los intereses del Führer se centraban en las islas británicas.

Tras la caída de Francia, a Hitler sólo le restaba acabar con la resistencia de los británicos para consolidar la posición de supremacía que había alcanzado en el viejo continente. Sin embargo, antes de continuar combatiendo contra ellos prefería alcanzar una paz negociada. El 19 de julio de 1940 el Führer planteó a los ingleses su oferta. Varios días antes, como supuesto gesto de buena voluntad, había ordenado la desmovilización de 35 divisiones. El recién nombrado Primer Ministro británico, Winston Churchill rechazó el ofrecimiento. Los ingleses estaban decididos a continuar la guerra hasta el fin.

La negativa de Churchill hizo que los alemanes pusieran en marcha su plan de invasión de las islas. La operación denominada "León Marino" se basaba en una acción conjunta entre la Aviación y la Marina de Guerra alemanas: tras el dominio del espacio aéreo inglés entraría en acción la kriegmarine cuyos efectivos se encontraban acantonados al sur del Canal de la Mancha. A inicios de julio de 1940 comenzaron las primeras incursiones de la Luftwaffe sobre las islas pero muy pronto los anglosajones demostraron que no eran una presa fácil. Antes de que acabara el mes el Alto Mando alemán decidió posponer la invasión. Es en este momento cuando España cobra un nuevo interés para Hitler.

Muy poco era lo que podían ofrecer las Fuerzas Armadas españolas. Más que un aliado el Ejército de Franco podía significar una carga para Alemania; estaba mal armado y equipado y necesitaba de varios años de preparación para ser operativo. No obstante, la extraordinaria situación estratégica de la Península Ibérica desempeñaba un papel importante en los planes del canciller alemán para acabar con Inglaterra. Sobre todo le interesaba Gibraltar, punto esencial en la estrategia del Imperio Británico que junto a Creta, Chipre y Alejandría aseguraba el aprovisionamiento marítimo de las posesiones británicas en África.

La importancia que los alemanes ahora atribuían a España llevaría a Ribbentrop, siempre bajo las directrices de Adolf Hitler, a telegrafiar al embajador alemán en Madrid a fin de que éste preparara las conversaciones que posibilitaran el pronto ingreso de España en la guerras. A partir de ese momento los contactos entre ambas partes se intensificaron.

El 16 de septiembre Serrano Súñer, Ministro de la Gobernación, llegó a Berlín para negociar con Ribbentrop las condiciones de entrada de España en la guerra. A cambio se pedían importantes concesiones. Los españoles no sólo solicitaban armas, gasolina y alimentos en grandes cantidades; también demandaban Gibraltar y una serie de territorios situados al norte de los Pirineos (el Rosellón) y en África en particular estaban interesados en el Marruecos francés.

Peticiones tan desorbitadas no sorprendieron a los alemanes pues ya les habían sido expuestas en anteriores contactos. Hitler en modo alguno estaba dispuesto a aceptarlas Alemania también necesitaba gasolina y armas para su esfuerzo de guerra; este material se podría entregar a los españoles pero no en las cantidades solicitadas. Por otro lado, el plan de toma de Gibraltar no justificaba la cantidad de recursos que Franco solicitaba a través de su Ministro de la Gobernación. Asimismo, los alemanas no podían comprometerse a la entrega del Marruecos Francés si contar con Vichy. Las autoridades de la Francia ocupada habían demostrado ser un buen aliado del Reich y Hitler no estaba dispuesto a lesionar su amistad.

La falta de entendimiento entre las partes llevó a un encuentro directo entre el Caudillo español y el Canciller alemán. El 23 de octubre de 1940 ambos mandatarios se reunían en Hendaya. La entrevista que mantuvieron por espacio de nueve horas era una continuación de las posturas adoptadas en Berlín, por lo que, como señala Tussel, al viaje de Serrano a Alemania en septiembre de 1940 hay "que atribuirle una importancia mucho mayor que a la conversación de Hendaya sobre la que pesa un exceso de mitificación". En la reunión pese a que Franco mantuvo sus demandas, el Fhürer consiguió arrancar de éste la firma de un protocolo secreto.

Dicho documento suponía para España el abandono de la no beligerancia, puesto que el Caudillo se comprometía a entrar en la guerra al lado de Alemania si bien, no se precisaba la fecha exacta. En los meses siguientes los alemanes trataron de convertir en efectivo el compromiso español hostigando a Franco para que aceptara el 10 de enero de 1941 como fecha viable para la entrada de España en la conflagración mundial. Pero el Gobierno español siempre respondió con evasivas que provocaron la indignación de Hitler, quien decidió situar a Franco ante la tesitura de lo que algunos consideran un ultimátum.

Llegados a este punto conviene que reflexionemos sobre la actitud mostrada por España en todo este asunto.

Según algunos historiadores, hostiles en su mayoría a la figura del Caudillo; a mediados de 1940 Franco estaba decidido a intervenir en la guerra, "pero quería hacerlo en el momento oportuno y obtener a cambio jugosas contrapartidas. Implicar a la Península Ibérica en el conflicto en el momento adecuado significa que el Caudillo no quería arriesgarse a entrar en el conflicto hasta que éste estuviese decidido, es decir hasta que los alemanes dieran claras muestras de que podían derrotar a los ingleses". Tras la caída de Francia y el inicio de las acciones contra las islas británicas Hitler parecía controlar la situación lo que inmediatamente aprovecharon las autoridades españolas para plantear su oferta de entrada en la guerra. Sin embargo las dificultades derivadas de la puesta en marcha de la "Operación León Marino" demostraron que la resistencia anglosajona era difícil de vencer, lo que llevó al autócrata a permanecer a la espera.

Pedro Ramírez GutiérrezPor otro lado Franco quería, en caso de intervenir, convertir la entrada en la guerra en algo rentable para España. Esperaba poner bajo el control de España el norte de África gracias a la ayuda alemana. En este sentido el Protocolo de Hendaya no aportaba unas contrapartidas claras puesto que la cesión de los territorios africanos, principal demanda española, quedaba supeditada a un futuro acuerdo que se firmaría tras la derrota británica y en el que también intervendría Francia. Franco esperaba la rectificación alemana en este punto.

Existían igualmente problemas de orden interno. El pueblo español estaba hambriento y la Armada Real británica "controlaba los mares por los que pasaban los cereales y el petróleo vitales para la economía española". Mientras Alemania no garantizara estos suministros difícilmente podía entrar el país en guerra. Además, la opinión pública española, en la que se incluían buena parte de los generales no veía con buenos ojos la entrada del país en una nueva guerra.

Por tanto, En junio de 1941 Franco se encontraba en una difícil situación, por eso cuando Serrano Súñer le informó de la invasión alemana de la Unión soviética captó inmediatamente las ventajas que el hecho podía aportarle. El envío de una fuerza expedicionaria a Rusia serviría para ganar tiempo y aligerar la presión que los alemanes ejercían sobre España. De hecho éstos vieron en la División Azul el primer paso en una entrada gradual de la Península Ibérica en el conflicto. No tardarían en percibir que estaban equivocados.

La División Azul

El nombre oficial de la unidad era División Española de voluntarios y recibió el Numero 250 entre las divisiones de la Wehrmacht, pero fue conocida como División Azul por el color de las camisas de los falangistas que formaban la mayor parte de los voluntarios.

Su primer Jefe fue el General Agustín Muñoz Grandes

Muñoz Grandes nació en Carabanchel Bajo, Madrid, en 27 de enero de 1896. Se graduó en la Academia Militar de Toledo y recibió su primer mando en África, donde comenzó su larga relación con Francisco Franco. Durnate la Cruzada, Muñoz Grandes dirigió la IV Brigada de Navarra, con el grado de Coronel, En marzo de 1936, se unió a los generales Juan Barrón y Antonio Bautista en la ofensiva de Aragón como comandante del Cuerpo de Ejército de Urgel.

En 1939, Muñoz Grandes fue nombrado Secretario General del Partido Único. En su condición de militar Franco le tenía más confianza a él que a ningún civil, pero ocupó ese cargo sólo hasta 1940.

En 1940 fue colocado al mando de la 22 División de Infantería estacionada frente a Gibraltar. Fue allí donde le alcanzó el nombramiento como Jefe de la nueva unidad recién formada.

Componentes de la División Azul

La unidad fue compuesta a partir de voluntarios procedentes de las milicias de Falange, el estudiantado, los veteranos y encuadrada por oficiales de carrera que habían combatido en la Guerra Civil.

Debido al exceso de voluntarios, se presentaron sólo en Madrid diez veces más personas que las necesarias para cubrir las plazas previstas, se estableció un sistema de relevos que permitiera a la mayor cantidad posible de voluntarios servir en el frente.
El Orden de Batalla cuando la División salió hacia Rusia desde el campamento de Grafenwohr era el siguiente.

· Estado Mayor Divisional. 189 miembros
· 262 Regimiento de Infantería. 3.012.
· 263 Regimiento de Infantería. 3.012.
· 268 Regimiento de Infantería. 3.012.
· Grupos antitanque. 574.
· 250 Regimiento de Artillería. 2.793.
· 250 Batallón de Reserva. 601.
· Grupo de cañones. 531.
· Grupo de señales. 511.
· Zapadores. 712.
· Servicio de Transportes. 1.034.
· Servicios administrativos. 257
· Servicio médico. 518
· Servicio veterinario. 237.
· Policía militar. 33.
· Correos militares. 18.
Un total de 17.046 soldados.

1941. El primer año de la división azul: Cronología.
· 24 de Junio.- Discurso de Ramón Serrano Suñer en la Secretaria General del Movimiento en la que proclama ¡Rusia es culpable!
· 25 de Junio.- Editorial en ARRIBA de José Luis Arrese, pidiendo voluntarios para combatir a Rusia.
· 13 de Julio.- Primer grupo de voluntarios sale de Madrid.
· 23 de Julio.- Los primeros voluntarios reciben sus uniformes alemanes.
· 25 de Julio.- Primera orden oficial del General Muñoz Grandes como Jefe de la 250 División de Infantería de Línea de la Wehrmacht.
· 30 de Julio.- Llegan a Berlín los primeros pilotos voluntarios de la Escuadrilla Azul, bajo el mando del Comandante José Angel Larrazábal.
· 1 de Agosto.-Juramento de fidelidad de los voluntarios al Fuhrer.
· 20 de Agosto.- Los voluntarios parten al Frente. En vez de ir al Frente en tren lo harán a pie para aprovechar el viaje como entrenamiento. :)
· 15 de Octubre.- Primer despliegue de tropas.
· 17 de Octubre.- Primer combate en las orillas del Río Volkhov.
· 17 de Octubre.- Primeras bajas cuando un proyectil golpea directamente un bunker. El primer oficial caído es el Capitán Isidro Navarro.
· 24 de Octubre.- Primera felicitación oficial del Jefe del 16 Cuerpo de Ejército, General Bush.
· 24 de Octubre.-Primera Cruz de Hierro de primera clase. Le es concedida al Coronel Martinez Esparza.
En los seis meses pasados desde que se presentó el primer voluntario la División Azul ha tenido 718 muertos, 1612 heridos y 86 desaparecidos.

La escuadrilla Azul

La Escuadrilla Azul fue agregada al 27 Grupo de Caza bajo el mando de un veterano de la Guerra Civil Española, Wolfram von Richtofen, que había dirigido la Legión Cóndor. La escuadrilla estuvo compuesta por diecisiete pilotos. Los capitanes: Arístides García López, Javier Allende Isaís, Carlos Bayo Alisandri; los tenientes: Alfonso Ruibal Sabio, Esteban Ibarreche Carriaga, Luis Alcocer Moreno, Ángel Mendoza Catrain, José Lacour Macía, Emilio O'Connor, Ricardo Chavarría, Javier Busquets, Manuel Kindelan, Abundio Cesteros García, Alfonso García Rodríguez y Demetrio Zorita Alonso.

La formación de la División Azul

Adoptada la decisión de enviar una fuerza expedicionaria a Rusia el siguiente paso lo constituyó su recluta. Los efectivos del contingente debían cubrir el equivalente a una división de infantería que recibiría el nombre de División Española de Voluntarios. El compromiso de los que se alistaran duraría mientras se sostuviera la "campaña contra el comunismo".

Al principio la Falange intentó convertir el hecho en una empresa propia, llegando incluso a plantear que los militares que desearan formar parte de expedición se alistaran en cualquiera de los Banderines de Enganche que la Secretaría General del Movimiento había ordenado abrir en distintos lugares de la geografía española a fin de reclutar contingente de voluntarios.

No obstante las autoridades castrenses reaccionaron inmediatamente prohibiendo a los militares que se alistaran en organismos ajenos al Ejército. Sólo los voluntarios civiles, que en su mayor parte procedían de las Milicias de Falange, podrían alistarse en los Banderines de Enganche.

El anuncio del reclutamiento desbordó las previsiones. A los pocos días de su puesta en marcha, el embajador alemán comunicó a su gobierno que el número de los que habían acudido al alistamiento era cuarenta veces superior al requerido. Aún así, no todos los que se presentaron consiguieron ser aceptados. El candidato debía tener entre veinte y veintiocho años, reunir las condiciones físicas necesarias y demostrar su "solvencia política y social" con el fin de evitar posibles deserciones.

Finalizada la fase de reclutamiento los efectivos de la fuerza reclutada superaban los diecisiete mil hombres. El mando de la División se encontraba completamente en manos del Ejército. La jefatura se entregó al General Muñoz Grandes. Todos los Jefes eran militares profesionales. El 75% de los Oficiales y Suboficiales procedían del Ejército o de las academias militares, el resto venían de las Milicias de Falange. El personal del C.A.S.E., es decir, los especialistas, eran todos militares. Sólo en el caso de la tropa era donde la presencia de civiles constituía la nota dominante.

Una deuda de guerra

Durante la Guerra Civil, al igual que la República recibió ayuda de la Unión Soviética, Inglaterra y Francia; la España Nacional recibió ayuda material y humana del Tercer Reich con el fin de contrarrestar la que los soviéticos le prestaron a la República a gran escala. Sin embargo, no se trató de una ayuda desinteresada; el envío de la "Legión Cóndor" a la guerra de España iba a servir a los alemanes para probar sus nuevas armas y ensayar algunas de las tácticas que más tarde emplearían en la Guerra Mundial. Por otro lado, el coste del material bélico que Alemania entregó a los Nacionales debía ser reintegrado. Al término de la guerra el Gobierno del Reich intentó en varias ocasiones cobrar la deuda de guerra que con él había contraído España. Pero la lamentable situación económica en la que estaba sumida la nación lo hacía prácticamente imposible. La creación de la División Azul se convertiría muy pronto en una buena fórmula para saldar aunque de forma indirecta parte de la deuda.

En julio de 1941 mientras se reclutaba el contingente expedicionario una comisión militar española presidida por el Teniente Coronel Mazariegos se trasladó a Berlín para aclarar varias cuestiones relativas a la integración de la División Azul en la maquinaria de guerra alemana. Las conversaciones se celebraron en el Cuartel General del Ejército de la Reserva, donde los comisionados españoles fueron informados de que el Reich correría con todos los gastos de la División española. Estos gastos cubrirían el alojamiento, los suministros de todo tipo, el vestuario los sueldos y distintas gratificaciones. Los dos últimos conceptos eran los mismos que percibían los oficiales y soldados alemanes y se concretaban en cuatro puntos.

* A) El abono de los haberes correspondiente a cada empleo
* B) Las "gratificaciones de vestuario"
* C) Las "gratificaciones de campaña"
* D) Las "gratificaciones de frente"28

Sin embargo no se trataba de un acuerdo definitivo, quedaba todavía por definir cómo se efectuaría el abono de la primera partida.

Las partidas B, C y D no planteaban ningún problema ya que el pago de las mismas se realizaba en Marcos de Ocupación o en la moneda correspondiente al país ocupado. El problema se centraba en el primer concepto cuyo importe se saldaba en Reich Marks (RM) y según las normas del Ejército alemán, la moneda alemana no podía sacarse del territorio del Reich. Por eso, los haberes que percibían los militares alemanes destinados fuera de Alemania eran directamente enviados a sus familiares. El caso de los divisionarios españoles planteaba un problema añadido al encontrarse sus familias fuera del territorio alemán.

Finalmente en septiembre se alcanzó el Siguiente acuerdo: El Gobierno español abriría una cuenta a nombre del Ejército alemán en la que debía ingresar, en pesetas la cantidad mensual correspondiente a la primera partida. Por su parte el Gobierno alemán abriría otra cuenta a nombre del español donde iría contabilizando, en RM, los pagos que por dicho concepto efectuaba el primero. A la vez, estos pagos se irían descontando de la deuda que con él había contraído el Gobierno español.

Primera organización de la División

La plantilla de la División Azul se organizó siguiendo un esquema facilitado por la Embajada de Alemania en Madrid. Este esquema, que básicamente coincidía con el modelo divisionario tradicional en el Ejército español comprendía cuatro regimientos operativos de los que tres eran de infantería y uno de artillería. Además existía un cuarto regimiento de infantería que debía funcionar como Depósito de Reserva Fijo.

Esta plantilla coincidía perfectamente con uno de los varios modelos divisionarios que los alemanes emplearon durante la Segunda Guerra Mundial. En concreto se identificaba con el denominado "Modelo Antiguo de División de Infantería" que como sucedía con el organigrama de la División Azul, estaba compuesto por cuatro regimientos operativos más uno de reserva (Ersazt Regiment) establecido en Alemania y cuya finalidad era la de cubrir las bajas que se producían en el frente.

Por tanto, y frente a lo que habitualmente se considera cuando el Estado Mayor Central montó la plantilla divisionaria no lo hizo siguiendo el esquema de las divisiones españolas. Simplemente adecuó la organización del contingente expedicionario a la estructura y el funcionamiento del modelo divisionario que le facilitó la Embajada alemana.

La plantilla definitiva

La plantilla de la División tal y como había sido diseñada en España tenía carácter provisional. Cuando los expedicionarios llegaron al campamento de Grafenwöhr recibieron la noticia de que uno de los regimientos debía ser suprimido. Los alemanes habían decidido finalmente que la División Azul no tuviera su correspondiente Ersazt Regiment. La avalancha de voluntarios que inundó los banderines de enganChe cuando la División se reclutaba, debió hacer pensar al O.K.H. que la Península Ibérica constituía un inmenso regimiento de depósito. En realidad así fue, los "Batallones de Marcha" irían cubriendo las bajas que ocasionaban los muertos los heridos y los veteranos que regresaban a casa.

La noticia del exceso de regimientos hizo que cada uno de los coroneles temiera por el futuro del suyo sobre todo el Coronel Vierna que era el de menor antigüedad y como se sabe, ésta la consideramos en el Ejército como un grado. Finalmente, el General Muñoz Grandes decidió disolver el Regimiento Rodrigo. Sus integrantes, sin embargo, no fueron repatriados se distribuyeron entre las restantes unidades y su Coronel fue nombrado Jefe de la infantería divisionaria, lo que a su vez le convertía en segundo Jefe de la División.

La eliminación de uno de los regimientos no fue la única novedad que se introdujo sobre la plantilla original al quedar ultimado el organigrama definitivo de la División. En España el contingente expedicionario había sido oficialmente denominado como División Española de Voluntarios, nombre que los alemanes sustituyeron por el de División de Infantería 250 (Infantería División 250).

Los regimientos, que se conocían por el apellido de sus respectivos coroneles, también cambiaron su denominación. Así, al Regimiento Pimentel se le asignó el número el 262, y al Vierna y al Esparza los números 263 y 269 respectivamente. La composición de los regimientos de infantería no sufrió cambios sustanciales. Todos ellos mantuvieron el esquema de la plantilla original: una Plana Mayor y tres batallones.

Cada batallón, a su vez estaba formado por cuatro compañías (tres de infantería y una de acompañamiento con armas de apoyo) que entre los tres batallones sumaban un total de doce por regimiento. Existían, además tres compañías independientes de los batallones en cada regimiento: una de acompañamiento con cañones, la 13ª; otra de antitanques, la 14ª; y una tercera, la 15ª; compuestas por tres secciones (zapadores, ciclistas y transmisiones). Estas compañías, con la excepción de la 13ª, constituían lo que la Orden General de Operaciones número uno denominaba "Unidades Independientes".

Grupo de Exploración Nº 250.
Grupo Antitanque Divisionario Nº 250. Grupo de Transmisiones Nº250. Batallón de Zapadores Nº250.
La plantilla original señalaba la existencia de un Regimiento de Depósito fijo y de un Batallón de Depósito móvil. El primero correspondía al regimiento disuelto el segundo sin embargo, se conservó y como las restantes unidades independientes, pues éste también lo era, recibió el número 250. Batallón de Depósito 250.

El Regimiento de Artillería, como era costumbre en el Heer recibió la misma designación numérica que la División (250 Artillerie Regiment). Estaba compuesto por una Plana Mayor y cuatro grupos (uno pesado y tres ligeros) de tres baterías (con cuatro piezas artilleras cada una). A diferencia de lo que sucedía con la infantería su Coronel era a la vez, Jefe de la artillería divisionaria. La composición de la División se completaba con la existencia de varios servicios y de un cuartel General. Este último estaba compuesto por el Mando, al frente del cual se situaba el Jefe de la División, el Estado Mayor, dividido en cuatro secciones, distintos servicios entre los que se incluían varios intérpretes, una sección de Policía Militar y otra motorizada.

El Estado Mayor divisionario

La División Azul estaba plenamente integrada en la Wehrmacht. Era una unidad más del Ejército alemán. Esto; sin embargo no impedía que poseyera una serie de características propias que la diferenciaban de las restantes unidades del Heer.

Desde el punto de vista orgánico, que es ciertamente el que más nos interesa ahora, aunque muy semejante a cualquier otra unidad alemana presentaba algunas peculiaridades en su plantilla. En este sentido destaca sobre todo su Estado Mayor cuya organización y composición no se ajustaba al modelo alemán.

Entre la División Azul y el Mando Supremo de la Wehrmacht existía una Plana Mayor de Enlace alemana que funcionaba como centro de coordinación y comunicación entre el contingente español y el Cuerpo de Ejército al que éste pertenecía. Asimismo, este destacamento se encargaba de mantener continuamente informado al mando alemán de toda información concerniente a la unidad española. Además, debía cooperar con la División en todo lo que ésta solicitara y proporcionarle servicios de traducción.

La División AzulEl número de oficiales que componían el Estado Mayor de la División Azul era mucho más elevado que en el caso alemán. Los oficiales de Estado Mayor germanos constituían un cuerpo muy escaso debido a que su formación era larga y compleja. Por este motivo era muy normal que al frente de los Estados mayores de las divisiones alemanas hubiera un único oficial de ese servicio, el resto solía ser personal habilitado. En contraste el Cuartel General expedicionario español contaba con 54 jefes y oficiales.

Siguiendo el esquema habitual en el Ejército español, esquema que se inspiraba en el modelo francés, el Estado Mayor divisionario estaba organizado en cuatro secciones:
PRIMERA SECCIÓN, PERSONAL (II a IIb y III en el organigrama alemán)

De ella dependían la instrucción básica y todas las cuestiones relacionadas con el personal: destinos, ascensos, altas, bajas, recepción de los nuevos reemplazos, repatriaciones etc. También le incumbía la competencia en materia de justicia que se regía por el código castrense español y cuya administración dependía del Jefe de la División.
SEGUNDA SECCIÓN, INFORMACIÓN (Ic en la organización alemana)

Se encargaba de la recopilación de datos sobre el enemigo y sobre la propia División. La información referida al personal de esta última la obtenía a través de un servicio de información interno denominado de "anti-extremismo". Este servicio funcionaba dentro de cada regimiento y su labor fundamental a parte de elaborar informes sobre la moral y la disciplina de las tropas consistía en la localización e identificación del personal sospechoso por sus antecedentes o ideas. También correspondía a esta Sección la tramitación de los asuntos derivados de las recompensas por acciones de guerra: condecoraciones avances en la escala o simples citaciones en la orden del día. Los voluntarios de la División Azul por su carácter de españoles que combatían en las filas del Heer recibieron condecoraciones tanto del Ejército español como del alemán. La concesión de las primeras dependía directamente el Jefe de la División las segundas las distribuía el Mando alemán a propuesta del General español.
TERCERA SECCIÓN, OPERACIONES.

En el organigrama alemán el Jefe del Estado Mayor actuaba a la vez como Jefe de Operaciones. En el esquema español esta última jefatura era independiente y correspondía a la Tercera Sección que era la más importante de todas puesto que de ella dependía la planificación de las operaciones militares. Además se ocupaba de la instrucción de los batallones de reserva de la elaboración del Diario de Operaciones de la División y de la redacción de diversos partes a través de los que se mantenía continuamente informado al mando alemán de todo cuanto concernía al contingente expedicionario: actuaciones y situación de la División moral de las tropas existencias de material estado general de los efectivos, etc.

Díaz de Villegas señala que los documentos que llegaban a la Tercera Sección eran de todo género. Afirma, además que en esta Sección: "Las informaciones e instrucciones procedentes de los mandos superiores alemanes se traducían con claridad y se redactaban en perfecto castellano". Este último dato contrasta con la Orden General de Operaciones Número Uno en la que se establece que el único servicio de intérpretes con el que contaba el Cuartel General no estaba asignado a ninguna de las secciones, lo que hace suponer que ese servicio, aunque independiente, trabajaba íntimamente con la Tercera Sección y con los servicios de traducción que le proporcionaba la Plana Mayor de Enlace alemana.

Del conjunto de estos datos puede deducirse además que la Tercera Sección, era la que coordinaba el funcionamiento de las otras tres. Así, las órdenes e instrucciones procedentes del mando alemán, que llegaban al Estado Mayor a través del destacamento de enlace las recibía la Tercera Sección que las traducía y en función de su contenido las distribuía entre la restantes secciones. En cualquier caso se trata de conclusiones provisionales cuya comprobación queda pendiente de futuras investigaciones.
CUARTA SECCIÓN SERVICIOS (la B en el organigrama alemán)

Controlaba el funcionamiento de los servicios de Sanidad, Veterinaria, Municionamiento, Correos, servicio Antigás e Intendencia. De este último dependían la "Pagaduría Divisionaria" y el suministro de víveres. Asimismo, la Cuarta Sección estaba encargada de tramitar siempre bajo las pautas que fijaba el O.K.H., todas las cuestiones relativas al vestuario de los divisionarios: definición y empleo de los uniformes distribución y reposición del vestuario (labor que realizaba a través del Servicio de Intendencia) reparación de las prendas etc.

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enero 28, 2011
 

 

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