A lo largo de los años, distintos investigadores se han dedicado a buscar una explicación lógica para la misteriosa Estrella de Belén, comúnmente relacionada con el nacimiento de Jesús, que aparece mencionada en el Evangelio según Mateo. La manera de interpretar esta historia está teñida por las creencias personales, la cultura y el grado de conocimiento que se pueda tener en aquellas áreas y disciplinas que han tratado de encontrar una significado asociado con este evento.
Existen astrónomos que buscan una explicación científica, cosa complicada debido a las inexactitudes en lo que hace referencia a la fecha de nacimiento de Jesús, tema crucial para poder establecer algún evento que pudiera ser modelizado, y reproducido utilizando las leyes matemáticas que rigen el movimiento de los astros: una conjunción planetaria, por ejemplo, es un evento que puede llamar la atención, no es muy frecuente, pero sucede varias veces a lo largo de una década; el paso de un cometa, si este es de largo período o no periódico, es aún más difícil de probar que un objeto de estas características, fuera visible en algún momento del pasado.
Están también las interpretaciones religiosas. La mención a los Reyes Magos y la estrella aparecen en el evangelio según Mateo (capítulo 2 versículos 1-12), allí se menciona que los Reyes Magos (no se especifica el número y el término Mago podía estar reservado a sabios o incluso a astrólogos) vieron la estrella (un término ambiguo que podía referirse a una estrella o un planeta, una conjunción de planetas o un cometa, tampoco se hace referencia a su brillo y todo hace suponer que la estrella sólo tuvo significado para los Magos) al llegar a Jerusalén, hacia dónde se dirigían y fueron desviados hacia Belén por Herodes y finalmente la estrella les indicó el sitio del nacimiento de Jesús.
En la actualidad, la interpretación bíblica va desde que el relato es verídico hasta que se trata de ficción.
Existen también explicaciones que asocian a la estrella con ángeles, visiones celestiales, pilares de luz. Tampoco se excluye la interpretación que la vinculan con OVNIS y actividad paranormal.
Otra interpretación en esta visión sobrenatural, relacionada con la profesión de los Magos, que eventualmente eran astrólogos. Para ellos, un evento celeste era significante y es posible que la estrella tuviera más un significado astrológico, que astronómico.
Para otros investigadores de datos astronómicos históricos, también podría haber sido la conjunción de Júpiter y Venus del año -4 (antes del año 4 de nuestra era), ya que los planetas se encontraban en la constelación de Leo. La estrella más brillante de Leo es Rigel, el Rey, haciendo alusión al carácter real del recién nacido.
Las explicaciones astronómicas, asocian a la estrella de Belén con: una nova o supernova, un cometa, la conjunción de Júpiter y Saturno, un agrupamiento entre Júpiter Saturno y Marte (ocurrido en el año 7 antes de nuestra era), una estrella variable.
Johannes Kepler intentó encontrar una explicación entre la ciencia y la religión y asoció a la estrella con la conjunción entre Júpiter y Venus del año -4 (antes del año 4 de nuestra era). Kepler también sostuvo la idea de que la estrella de Belén podría haber sido una Nova o supernova.
No es fácil decidir cuál de estos fenómenos podría haber sido considerados como milagroso en el pasado. La idea de que una deidad se vale de fenómenos naturales con un propósito divino no es nueva, inclusive fue una de las utilizadas por el mismo Kepler.
La idea de la supernova fue propuesta también por Kepler y se sostienen desde el siglo XVII. Sin embargo, no hay registro alguno de tal evento, ni siquiera en los anales Chinos. La única noticia que se tiene es de un posible evento de nova o cometa en la primavera del año 5 a. C, fecha que muchos asocian con el nacimiento de Jesús. No se conoce ningún registro de supernova por esos tiempos, aunque bien podría tratarse de una nova, asociada con una estrella variable. Una estrella apenas visible antes de la explosión como supernova puede transformarse en el objeto más brillante del cielo.
Esta interpretación también tiene su origen hace muchos siglos, sin embargo no hay registros indiscutibles respecto de la aparición de un cometa en el cielo en los tiempos del nacimiento de Jesús. El cometa resulta un objeto interesante como propuesta, es llamativo, muchos despliegan una cola que puede interpretarse como orientada hacia un determinado lugar.
En realidad, el cometa ha sido la representación favorita de los pintores. De hecho, en La Adoración de los Reyes Magos, el Giotto la pinta como un cometa. Sin embargo, el cielo que pintó el Giotto era el de su propia época.: el cuadro muestra el paso del Cometa Halley en el verano europeo de 1301.
Kepler también asoció a la estrella con una posible conjunción entre Júpiter y Saturno. Sin embargo, según los cálculos actuales, en ningún caso estos planetas estuvieron en esa época tan cercanos en el cielo como para confundir a los dos como en uno solo. Esta hipótesis sólo podría ser conservada si a este evento particular se le asociára algún otro, como una nova o una estrella muy luminosa.
Estos tres planetas estuvieron suficientemente cerca como para ser un grupo llamativo en el año 6 antes de C, en la constelación de Piscis. Sin embargo los tres ocupaban un área de unos 8° que en el cielo es bastante extensa, y por ello no se los veía como un único objeto que pudiera considerarse "estrella", tal como puede verse en la Figura 3.
El astrónomo británico Mark Kidger propuso que la llamada estrella de Belén es un objeto real, una estrella que sigue siendo visible, eso sí, con telescopio, conocida como "la nova estrella DO Aquilae". Esta estrella es una variable y en el pasado pudo haber sufrido un rápido aumento de su brillo al expulsar material. Y pudo ser vista por los Magos, asomándose por encima del horizonte.
En el año 5 a. C, en el que muchos proponen como el del nacimiento de Jesús, una combinación de dos eventos tales como una nova y una triple conjunción de Júpiter y Saturno también ocurrieron en la constelación de Piscis. Los astrónomos Chinos registraron ambos eventos y mencionaron la aparición de una estrella que se mantuvo particularmente brillante durante 70 días.
Este tipo de sucesos, signos raros en un cielo que aún no era muy conocido, pueden haber llamado la atención de los Magos, quienes a su vez pudieron haberlo relacionado con un hecho religioso.
Una explicación alternativa viene de la mano del Midrash, un método de investigación y estudio de libros como la Torá, que toma elementos actuales para ejemplificar textos antiguos.
En esta tradición los detalles no tienen porqué ser históricos y su inclusión puede ser usada para acentuar el significado religioso del relato. Mateo pudo haber querido reforzar el hecho milagroso del nacimiento y la metáfora de la aparición de una estrella confirmaba algunas de las profecías del Viejo Testamento asociadas con el nacimiento de Cristo.
ITeDA-Mendoza
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A lo largo de los años, distintos investigadores se han dedicado a buscar una explicación lógica para la misteriosa Estrella de Belén, comú...