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Cigarro electrónico
¿Qué es el cigarrillo electrónico?

Se trata de un aparato electrónico con forma de cigarrillo (también hay dispositivos con forma de puro o pipa) que vaporiza una mezcla de nicotina, propilenglicol y otros compuestos químicos. Se utiliza inhalando el vapor producido simulando el uso de las cigarrillos convencionales. El aparato consta de una batería recargable, un atomizador y un depósito o cartucho que contiene el líquido a vaporizar.

¿Qué contiene el líquido recargable?

El líquido recargable contiene nicotina (habitualmente entre 6 y 24 mg), propilenglicol (un alcohol usado como aditivo en alimentos y en algunos fármacos en forma de nebulizadores o inhaladores) y aditivos alimentarios que dan diferentes sabores. Sin embargo, debido a la falta de regulación y controles de calidad, la composición puede variar entre diferentes marcas y dentro de una misma marca, y pueden contener otros tóxicos que no aparezcan en el etiquetado.

¿Son eficaces para dejar de fumar?

La eficacia de los cigarrillos electrónicos para dejar de fumar no ha sido científicamente demostrada. No hay ensayos clínicos controlados sobre la eficacia de estos aparatos ni para dejar de fumar ni como estrategia de reducción de daños.

Cigarro electrónico
¿Es seguro su uso?

No hay estudios que demuestren la seguridad en el consumo de los cigarrillos electrónicos, especialmente en su uso a largo plazo. Los principales posibles efectos secundarios son la sequedad de boca y la irritación de boca y garganta, por el efecto irritante del propilenglicol al ser inhalado. Es necesario, además, tener en cuenta las contraindicaciones propias de la nicotina. Estudios preliminares muestran que los cigarrillos electrónicos son menos tóxicos que los cigarrillos convencionales. Como los cigarrillos electrónicos no generan humo al no quemar tabaco sino vapor, se ha extendido la creencia de que su uso es inocuo. Hasta el momento no hay estudios que demuestren la seguridad de estos aparatos. Sin embargo, no hay estudios sobre los potenciales efectos de la exposición pasiva al vapor exhalado.

¿Dónde se pueden utilizar?

El uso de cigarrillos electrónicos no está regulado en la actualidad por la legislación de control del tabaco (ley 42/2010). Este vacío legal está siendo aprovechado por las empresas que los comercializan como alternativa a fumar tabaco en los lugares donde está prohibido. Esto está comprometiendo la “desnormalización” del tabaco en la sociedad alcanzada durante la última década. Por eso la Red Catalana de Hospitales sin Humo y la Red de Atención Primaria sin Humo recomiendan aplicar la misma normativa a los cigarrillos electrónicos, prohibiendo por normativa propia su uso, venta, promoción y publicidad en el interior o exterior de los centros sanitarios.

Liquido cigarro electrónico
¿Podemos recomendarlos en nuestros centros sanitarios?

Actualmente, los cigarrillos electrónicos no se consideran fármacos para dejar de fumar o de reducción de daños. En la atención sanitaria pública no se puede recomendar su uso, al igual que sucede con las terapias alternativas que no tienen probadas su eficacia y seguridad. Los únicos fármacos de primera línea con indicación para dejar de fumar son los sustitutivos de nicotina (parches, chicles y comprimidos de nicotina), el bupropión y la vareniclina. Hasta el momento, estos son los fármacos que podemos aconsejar como profesionales sanitarios. Hay que animar a los pacientes a intentar dejar de fumar con los fármacos indicados cuando nos manifiesten querer probar los cigarrillos electrónicos. En caso de que un paciente haya decidido probarlos, tanto porque no quiera dejar de fumar, porque haya probado todos los fármacos aprobados para dejar de fumar con varios intentos sin éxito, o por otras razones, se aconseja informar del conocimiento que se tiene actualmente de estos aparatos a fin de que el paciente pueda decidir con más información y responsabilidad.

¿? Estudios preliminares parecen indicar que son útiles para aliviar el craving o ansia de fumar, principalmente debido a que la inhalación del vapor caliente da una sensación similar a la del humo del tabaco.

Postdata: Este artículo informativo está realizada en base a las evidencias científicas disponibles hasta la fecha de elaboración del documento.


Xarxa Catalana
d´Hospitals sense fum
Fuente: archivo PDF
Los Cigarrillos electrónicos, preguntas y respuestas sobre su uso y consumo Los Cigarrillos electrónicos, preguntas y respuestas sobre su uso y consumo

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abril 22, 2014

El tabaco se utilizaba como fármaco para combatir distintas enfermedades

Planta de tabaco

El nombre tabaco, para denominar a la misma planta, es explicado por uno de los primeros cronistas americanos, el padre Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdez, quien en su obra "Historia general de las Indias" (Sevilla 1535) relata: "entre otras costumbres reprobables los indios tienen una que es especialmente nociva y que consiste en la absorción de una cierta clase de humo a lo que llaman "tabaco" para producir un estado de estupor "..." algunos absorben el humo por medio de una caña hueca, eso es lo que los indios llaman "tabaco" y no a la hierba".

Colón, afirman algunos cronistas, quedó sorprendido por aquellas costumbres, pues los indígenas la practicaban en ciertas ceremonias y no como una costumbre cotidiana y de placer, sino que se realizaban en ceremonias de paz y de purificación del espíritu, pues para ellos el uso del tabaco poseía poderes mágicos y agradaba a los dioses. El tabaco era considerado como panacea, ya que se utilizaba como un fármaco para combatir el asma, fiebres, convulsiones, trastornos intestinales o nerviosos, y también mordeduras de animales.

Hacia 1560 el tabaco era ya conocido en España y Portugal. En este último país, para esos años, se encontraba como embajador de Francia el caballero Jean Nicot, quien se interesó por la exótica planta. Cuando el mencionado embajador regresó a su país, llevó consigo hojas de tabaco para obsequiárselas a la reina Catalina de Medicis por lo que se la llamó "hierba de la reina", "Nicotiana" o "hierba del embajador".

En 1584 uno de los más célebres aventureros, Sir Walter Raleigh, fundó en América del Norte la colonia de Virginia y adquirió de los indígenas la costumbre de fumar en pipa. Personalmente fue el propio dicos de la época "consideraban esta costumbre tan repugnante como dañina para la salud y para el cerebro, peligrosa para los pulmones".

Historia del tabaco
En otras naciones como Japón, Rusia, China, Turquía, se pasó de la sanción moral a medidas más drásticas. El sultán Murad IV mandó a ejecutar a numerosos fumadores. En 1638 las autoridades chinas amenazaban con decapitar a todo el que traficase con tabaco.

En el siglo XVIII apareció la moda del rapé. Algunos médicos lo acostumbraban a recetar como terapéutica contra el malestar de cabeza y también pare detener hemorragias.

Federico I fundó el "Tabaco collegion" que era frecuentado por altos dignatarios de la corte, donde se fumaba guardando una severa etiqueta.

En la segunda quincena de abril de 1778 e "estudio preliminar de Dais y Ripodas Ardanaz" dice: Zarpan de Cádiz rumbo a Montevideo, en las fragatas Carmen y Aurora, los integrantes de la que bien puede llamarse Expedición del tabaco"; su misión era difundir el consumo del tabaco para la conservación de la salud pero no menos útil para las arcas de la Real hacienda. Su difusión fue importante en las provincias del norte, provincias conocidas como "Coqueras".

La reina Victoria tenía una fuerte aversión contra los fumadores y se establecieron una serie de ordenanzas prohibiendo fumar a los integrantes del ejercito real. En Berlín las autoridades prohibían fumar en espacios públicos, estas ordenanzas tuvieron vigencia hasta mediados del siglo XIX.

En 1828 dos científicos que trabajaban en la Universidad de Heilderberg, Posser y Reimann, consiguieron aislar un alcaloide de la planta de tabaco y a propuesta de Guisa bautizaron su descubrimiento con el nombre de Nicotina en honor del embajador francés Jean Nicot.

En este punto de la historia hizo su aparición el cigarrillo definido por ese entonces como: tabaco picado rodeado de fino papel. Este producto hechizó a pueblos como el francés y el inglés, aunque se sostiene que su patria de origen fue España, donde lo denominaban "pitillo". A partir de esta transformación el cigarrillo empezó a fumarse en todo el mundo.

En el siglo XX, y durante la primera guerra mundial, aumentó en forma notable el hábito de fumar y en especial la costumbre de consumir cigarrillos. El comandante en jefe de las tropas norteamericanas cablegrafió a Washington el siguiente texto: "el tabaco es tan indispensable como la ración diaria: necesitamos miles de toneladas de él sin demora".

Estas palabras son lo suficientemente demostrativas para alarmarnos sobre el signo distorsionante bajo el cual nació este siglo que, envuelto en plena conflagración mundial, reclamaba al tabaco en un plano de necesidad similar al de los alimentos.

En nuestro país, estudios realizados en 1992 y 1994 en varones ingresantes al servicio militar arrojó que de un 32% a un 44% eran fumadores habituales.

Historia del tabaco
El estudio realizado por la Dra. Paola Morello en la Ciudad de Buenos Aires, publicado en el 2001, analiza datos de las encuestas realizadas a 3.909 alumnos de escuelas públicas y privadas de 7º a 9º año. De este estudio se desprende que el 29% de los alumnos varones y el 32% de mujeres son fumadores habituales. el fumador tuvo asociación positiva con amigos fumadores, y más del 50% de los encuestados manifestaron actitudes positivas hacia el fumar y tener la intención de continuar fumando el próximo año.

En el año 2000, el Lic. Bolzán y el Dr. Peleteiro, realizaron un estudio transversal con el objetivo de identificar la prevalencia del tabaquismo y factores de riesgo de ser fumadores entre adolescentes. Incluyó 2.386 escolares de todos los establecimientos del Municipio de la Costa de la provincia de Buenos Aires.

La prevalencia en el hábito de fumar se consideró en los últimos 30 días y fue de 13,9% promedio, incrementándose desde 6,8% en el séptimo año a 23% en el noveno.

La edad media de inicio del consumo fue de 11,7 años y los factores de riesgo más significativos fueron los amigos o el mejor amigo del fumador.


Fuente: oni.escuelas.edu.ar
El tabaco se utilizaba como fármaco para combatir distintas enfermedades El tabaco se utilizaba como fármaco para combatir distintas enfermedades

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julio 16, 2013

Polonio 210, una sustancia radiactiva que las tabacaleras nos ocultaron


Las compañías tabacaleras sabían que los cigarrillos contienen una sustancia radiactiva llamada polonio-210, que es cancerígena, pero lo ocultaron ante la opinión pública durante más de cuatro décadas, según un estudio de documentos históricos que lo revelan.

Científicos de la Universidad de California, en Los Ángeles, revisaron 27 documentos previamente no analizados y se encontró que las empresas tabacaleras conocían el contenido radiactivo de los cigarrillos en 1959. Las empresas estudiaban el polonio en toda la década de 1960, sabían que causa “tumores cancerosos” en los pulmones de los fumadores, e incluso calcularon la cantidad de radiación que un fumador habitual consume en más de 20 años.

Luego, mantuvieron el secreto de los datos. Hrayr Karagueuzian, autor principal del estudio, dijo que el nivel de las empresas con respecto al engaño le sorprendió. “Ellos no sólo sabían de la presencia de polonio, sino también de su potencial de causar cáncer”, dijo.

Karagueuzian y su equipo replican los cálculos que los científicos de las empresas tabacaleras describen en estos documentos se encontró que los niveles de radiación en los cigarrillos podría representar hasta 138 muertes por cada 1.000 fumadores durante un período de 25 años.

El estudio aparece en línea en la revista Investigación de la Nicotina y el Tabaco. Cheryl Healton, es el CEO de la American Legacy Foundation, la organización creada a partir de la resolución 1998 legales contra las compañías tabacaleras.

Dijo que el conocimiento de que los cigarrillos contienen la radiación es preocupante hoy, pero habría sido aún más inquietante para los estadounidenses en medio de la Guerra Fría, con la mentalidad de los años 1950 y 1960. “Esto fue cuando se arrastraban debajo de nuestros escritorios durante la radiación de la escuela ejercicios y pensando en la construcción de refugios antiaéreos en nuestros patios traseros “, dijo Healton.

“Es probable que no podía imaginar un momento más idóneo en el que se ha maximizado el impacto de esa información. Sin duda, este hecho hubiera reducido el porcentaje de fumadores si se hubiera dado a conocer.” , agregó que la mayoría de los estadounidenses aún no saben que los cigarrillos contienen radiación.

Polonio 210El polonio 210 es un material radiactivo que emite partículas peligrosas llamadas partículas alfa. Hay bajos niveles de esta en el suelo y la atmósfera, pero el fertilizante utilizado para cultivar plantas de tabaco contribuye a los niveles de polonio en los cigarrillos.

El Dr. John Spangler, profesor de medicina familiar en la Wake Forest Baptist Medical Center en Carolina del Norte, dijo que cuando los fumadores inhalan, las partículas radiactivas dañan el tejido de la superficie de los pulmones, la creación de “puntos calientes” con daños. Cuando se combina con otras sustancias químicas cancerígenas en el tabaco, Spangler dijo que el daño de la radiación es potente.

“Los dos juntos incrementan su riesgo de cáncer de pulmón”, dijo Spangler. “Así que el humo del tabaco es aún más peligroso de lo que pensaba antes.”

David Sutton, vocero de Philip Morris EE.UU., el mayor fabricante de EE.UU. de tabaco, dijo que la comunidad de salud pública ha tenido conocimiento del polonio en el tabaco durante décadas. “El polonio 210 es una forma natural de un elemento que se encuentra en el aire, el suelo y el agua y por lo tanto, se puede encontrar en las plantas, incluido el tabaco “, dijo Sutton.

Todos los productos del tabaco en el mercado hoy en día todavía contienen el polonio. En 1980, los científicos descubrieron que un proceso llamado “lavado ácido” elimina hasta un 99 por ciento de polonio-210 del tabaco. Los documentos revisados por científicos de UCLA revelaron que las empresas tabacaleras sabían de esta técnica, pero se negaron a utilizarlo para eliminar el material radiactivo de sus productos.


Fuente: universitam.com/academicos/?p=12723
Polonio 210, una sustancia radiactiva que las tabacaleras nos ocultaron Polonio 210, una sustancia radiactiva que las tabacaleras nos ocultaron

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noviembre 10, 2012
 

 

Pedro Luis Cenzano Diez (Administrador)
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