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Diane Van Deren
¿Te acuerdas de Forrest Gump? Gump encarnado por Tom Hanks, solía correr miles de kilómetros sin razón alguna. Lo hacía solo porque le gustaba correr. ¿Si le recuerdas? Pues hay una mujer estadounidense que le sigue los pasos. Se llama Diane Van Deren. Corre y corre sin parar.

Diane Kobs (más tarde conocida con el apellido de su marido, Van Deren) era una jugadora de tenis profesional con una vida aparentemente normal. Tras el nacimiento de su tercer hijo comenzó a sufrir una serie de terribles ataques epilépticos que afectaron no sólo su carrera profesional, sino también su vida personal. Los ataques se producían con una elevada frecuencia (de tres a cinco veces por semana) y los análisis realizados mostraron que procedían de una zona en el lóbulo temporal derecho de su cerebro. Diez años después del primer ataque, en 1997, decidió someterse a una lobotomía para extirpar quirúrgicamente dicha región.

Desde entonces, no ha padecido más ataques epilépticos. Pero ha perdido memoria y capacidad organizativa, siendo incapaz de orientarse en un mapa o de recordar dónde ha aparcado el coche. Sin embargo, a día de hoy y con algo mas de 50 años de edad, se convirtió en una de las mejores atletas de la historia. En su curriculum pueden encontrarse victorias en las carreras más duras del mundo. En el 2008 ganó la Yukon Arctic Ultra 300, una carrera de 500 km y 13 días en solitario por la nieve del ártico y a temperaturas bajo cero. En el 2009 compitió en la Yukon Arctic Ultra 430, igual que la anterior pero con una longitud total de 700 km, que sólo se celebra cada dos años. Cuando estaba a 50 km de la meta, se hundió en el agua ártica al romperse el hielo bajo sus pies. Consiguió salir gracias a la ayuda de otro participante, y a pesar de estar completamente mojada y congelada a una temperatura de -40ºC, acabó en la quinta posición, siendo la primera mujer de la historia en completar esta carrera de 700 km.

Entre las varias cosas que podríamos citar de esta norteamericana de 57 años, destaca que en el 2012 corrió 1.600 kilómetros en menos de un mes. Sí, leíste bien, mil seiscientos kilómetros. En completar esa carrera, la cual consistía en recorrer todo el estado de Carolina del Norte, tardó 22 días, rompiendo el récord anterior que estaba en 24. Y sólo dedicándole dos horas para dormir, factor que influyo para el triunfo.

Diane Van Deren

Casi desconocido para la Ciencia

¿Qué relación existe entre la pérdida de orientación y su nuevo rendimiento atlético? Una muy sencilla: el cerebro de Diane Van Deren. O mejor dicho, la falta de un trozo de su cerebro del tamaño de un kiwi. Mientras corre, su mente no tiene ni idea de cuánto lleva corriendo, ni cuánto le falta para la meta. Su única referencia es el sonido de sus pies al golpear la pista, lo cual le permite alcanzar el ritmo idóneo y correr sin necesidad de parar. Y no porque no lo necesite, sino porque para ella, y como consecuencia de la lobotomía a la que fue sometida, es como si en cada momento acabase de empezar a correr.

El caso de esta mujer de 57 años, llamada Diana Van Deren nos muestra claramente que la motivación humana hacia la práctica del deporte o la práctica de una determinada actividad cultural está determinada no sólo por factores sociales sino también por factores biológicos.

Hace años que la ciencia se plantea el reto de profundizar en estos temas y desde finales del siglo XX el estudio de la biología ha dado un salto sin precedentes en la historia debido a los avances tecnológicos. El conocimiento de los mecanismos fisiológicos y moleculares a través de los cuales funciona nuestro cerebro ha permitido entender algunas de las bases biológicas del comportamiento humano. A ellos se le ha añadido, esta última década, los avances de la genómica y el desarrollo de nuevas y mejores técnicas de análisis no invasivas permitiendo avances inimaginados hasta hace poco.

Diane Van Deren

Aún queda mucho camino por recorrer pero se avanza a buen ritmo. Recientes e interesantes avances en los campos de la genómica y la neurociencia están permitiendo comprender no sólo las bases fisiológicas de las motivaciones biológicas para desarrollar determinadas actividades culturales y/o deportivas, sino también las bases moleculares y evolutivas de dichas motivaciones.

No hay día que no aparezcan informaciones sobre el tema, aunque a menudo confusas para los no expertos. Este documento pretende exponer de manera clara y estructurada la evolución de dicho conocimiento y los conceptos clave para entenderla, dando unas pinceladas sobre los últimos avances, siempre con el Deporte y la Cultura como telón de fondo. El estudio finaliza con un capítulo dedicado al neuromarketing, como ejemplo concreto de las posibilidades de aplicación del nuevo enfoque.

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Por el Dr. David De Lorenzo
Institut de Recerca Biomèdica de Lleida - IRBLLEIDA
Fuente: archivo PDF

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