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Imperio Romano

La Lex Iulia Municipalis, del año 45 a.C., estableció la manera en la que se debía tener un nombre romano. Eran trianomina, es decir, estaban compuestos de praenomen, nomen y cognomen. El primero era el nombre "de pila" que se le daba al niño a los 9 días de haber nacido. Lo cierto es que no se podía elegir más que de entre una veintena: Tiberius, Titus, Appius, Caius... El nomen es el gens, e indicaba el origen familiar. En cambio si se trataba de romanos patricios, la terminación era -ius, para los no patricios -erus o -arus, o -inus, eso sí, si estos últimos eran de origen lusitano.

Respecto al cognomen, se aplicaba para destacar alguna clase de característica personal o virtud. Como ejemplo, en Marco Emilio Escauro, "Escauro" se refiere al color de los ojos, siendo en este caso verdes. En gran parte conocemos algunos de estos datos gracias a lápidas y epitafios, lugar donde se escribían estos nombres con abreviaturas.


Fuente: muyinteresante

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  1. Ismael10 de abril de 2016, 19:19

    Me viene a la mente después de haber leído este post, una escena de la película La vida de Brian, en la que se nombra a un romano, llamado Pijus Magnificus. Creo que el nombrecito no tendrá nada que ver con esto que aquí se menciona, me lo recordó y me hizo mucha gracia.

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