La Lex Iulia Municipalis, del año 45 a.C., estableció la manera en la que se debía tener un nombre romano. Eran trianomina, es decir, estaban compuestos de praenomen, nomen y cognomen. El primero era el nombre "de pila" que se le daba al niño a los 9 días de haber nacido. Lo cierto es que no se podía elegir más que de entre una veintena: Tiberius, Titus, Appius, Caius... El nomen es el gens, e indicaba el origen familiar. En cambio si se trataba de romanos patricios, la terminación era -ius, para los no patricios -erus o -arus, o -inus, eso sí, si estos últimos eran de origen lusitano.
Respecto al cognomen, se aplicaba para destacar alguna clase de característica personal o virtud. Como ejemplo, en Marco Emilio Escauro, "Escauro" se refiere al color de los ojos, siendo en este caso verdes. En gran parte conocemos algunos de estos datos gracias a lápidas y epitafios, lugar donde se escribían estos nombres con abreviaturas.
Fuente: muyinteresante
Me viene a la mente después de haber leído este post, una escena de la película La vida de Brian, en la que se nombra a un romano, llamado Pijus Magnificus. Creo que el nombrecito no tendrá nada que ver con esto que aquí se menciona, me lo recordó y me hizo mucha gracia.
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