Esta costumbre fue adoptada por los amantes del tequila, casi desde sus inicios, y según los conocedores de la época tenía una razón de ser. El proceso de destilación se hacía de una manera muy artesanal a principios del siglo XIX d.C. para obtener el aguardiente que se estraía de la aguamiel del agave, y era excesivamente fuerte en alcohol y congéneres (impurezas en el alcohol luego de la destilación), por lo que al ponerlo en la boca resultaba excesivamente agresivo. Para hacerlo más "suave", se recurría a dos elementos naturales como eran la sal y el limón.
Y en efecto así era, cuando colocaban una "pizca" de sal dentro de la boca, esta producía una mayor cantidad de salivación, la cual contribuía a disminuir el impacto quemante de la bebida. Al pasarlo por la garganta, e inmediatamente chupar el limón, este jugo cítrico aliviaba el escozor que se sentía en la garganta al paso del tequila.
El tequila también como medicina
En los años 30 (1900), hubo una terrible epidemia de influencia en el norte del país y más sensiblemente en el estado de Nuevo León y en Ciudad de Monterrey. Gracias a que un famoso medico de Monterrey tenia la sana costumbre de tomar su tequila con limón y sal antes de los alimentos del mediodía, aparentemente resistió el ataque de la epidemia y lo atribuyo a su costumbre de beber su tequila, por lo que "recetaba" a sus pacientes esta "medicina", teniendo como resultado una curiosa y rápida disminución de enfermos en su comunidad.
Fuente: archivo PDF
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