
Si echamos la vista hacia atrás, recordamos que ya en 1997, una máquina fue capaz de ganar al campeón del mundo de ajedrez, Kasparov; en esta ocasión, el superordenador se llamaba “Deep Blue”, y pese a la gran sorpresa que causó a todos con sus dotes de “inteligencia”, era de reconocer, como lo hace la propia IBM, que el ajedrez se trata de un ámbito finito y bien definido matemáticamente con un número grande pero limitado de movimientos y con posiciones y reglas matemáticas explícitas y no ambiguas. Ahora, Watson, va más allá y demuestra su gran habilidad para encontrar respuestas a partir de pistas ambiguas, en un ámbito no matemático. Ahora, Watson, ha hecho posible que una máquina asocie, deduzca e interprete dobles sentidos y juegos de palabras como lo haría un humano. Su enciclopédica memoria la conforman 200 millones de páginas digitales, es decir, un millón de libros.
Pues bien, para poder competir y para haber vencido en este juego a dos rivales humanos, Watson, cuenta con la siguiente revolucionaria tecnología:
- 10 racks con 90 servidores IBM POWER 750 con 32 cores cada uno, es decir 2.880 unidades de procesamiento a 3.55 GHz cada una, lo que equivale a unos 80 teraflops.
- Sistema operativo Novell SUSE Linux Enterprise Server 11 (SLES).
- Almacena más de 200 millones de páginas de información en un disco de 4 Terabytes.
- 16 Terabytes de memoria RAM.

El funcionamiento de Watson, en palabras del propio gigante azul se basa, en resumen, en lo siguiente:
Watson está compuesto por un centenar de algoritmos; no se espera que ninguno resuelva por sí solo el problema. La pregunta se analiza y se buscan múltiples respuestas candidatas que generan hipótesis; estas hipótesis se confrontan con las evidencias disponibles y se les asigna una puntuación de confianza. El sistema genera la respuesta correcta en el 85% de los casos entre las 250 primeras respuestas candidatas; se establece una clasificación y la mejor situada es la respuesta elegida. El sistema aprende a asignar confianza a los distintos componentes.
Para concluir con el presente artículo comentar que, aunque en este caso, la tecnología se ha convertido en “rival” del hombre, las pretensiones son para todo lo contrario, que sea un verdadero aliado del mismo. De hecho, ya está en proyecto la utilización de Watson en el ámbito de la medicina. También en el ámbito legislativo, gubernamental, ingeniería, etcétera se tienen en mente usos futuros de las tecnologías involucradas en las operaciones de Watson.
Con este gran “invento” de IBM, comprobamos una vez más, que la compañía vuelve a ser ejemplo de vanguardismo en el área de la ciencia y la tecnología, en este caso, con un grandísimo paso hacia la inteligencia artificial.
Fuente: archivo PDF
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