La muñeca Screamy Jack Murder fue realizada en un cilindro de cera y en su interior tenía instalado un fonógrafo en miniatura. Era de un tamaño bastante grande, medía algo más de medio metro, y con un peso de 1,8 kilos. Tenía el cuerpo metálico y los brazos eran articulados, mientras que las piernas eran de madera. El pectoral era de metal y en él tenía una serie de agujeros por los que salían las palabras que reproducía el fonógrafo. En la parte posterior tenía una manivela que al girarla hacía "hablar a la muñeca".
Aunque fue un paso histórico para el fonógrafo, lo cierto es que su producción fue un desastre ya que, duró solamente seis semanas. Su precio era excesivo, para aquél entonces, ya que el precio era el equivalente a dos semanas de salario. Si elegías la muñeca con camisa sencilla costaba 10$ (200 dólares actuales) y la que venía con el vestido victoriano alcanzaba los 20 ó 25$, unos precios bastante inasequibles para la mayoría de los padres.
Además de su elevado precio, técnicamente su uso era complejo y bastante limitado. La niña debía darle a la manivela de manera continua para escuchar sólo 6 segundos de una canción de cuna recitada por una voz femenina. A todas estas limitaciones se sumaba la del mecanismo, frágil y fácil de estropearse. Por otra parte, además costaba manejarlas, incluso llegaban a resultar más aterradoras que adorables.
Fonógrafo de la muñeca
Las primeras muñecas parlantes salieron al mercado el 7 de abril de 1890, pero los cilindros de estaño fueron sustituidos por otros de cera. Una decisión errónea por parte de Edison y más teniendo en cuenta que las agujas del fonógrafo eran de acero.
Cuando las muñecas eran entregadas a sus proveedores, los cilindros llegaban en la mayoría de los casos, rayados debido al traqueteo en el transporte, lo cuál hacía que al poco tiempo dejaran de funcionar.
Se vendieron algo menos de 500 muñecas y en su mayoría fueron devueltas a la empresa por ser de una bajísima calidad, además de su precio desorbitado. A finales de mayo, la compañía de Edison paro la producción de juguetes y para recuperar algo del dinero de su nefasto negocio, Edison vendió las muñecas junto a sus fonógrafos.
En 1890, una niña recitó en el laboratorio de Edison la siguiente grabación:
Había una niña,
y tenía un ricito
en medio de la frente.
Cuando era buena,
era muy, muy buena.
Pero, cuando era mala, era horrible.
y tenía un ricito
en medio de la frente.
Cuando era buena,
era muy, muy buena.
Pero, cuando era mala, era horrible.
- Audio -
Una grabación con 126 años
Respecto a la grabación original decir que hace 9 años Jerry Fabris, conservador del Parque Nacional Histórico de Thomas Edison en West Orange, intentó averiguar de qué estaba hecho exactamente el cilindro de las muñecas. Lo examinó con un microscopio y descubrió que tenía una ranura de grabación. La grabación consta del año 1888, siendo una de la grabaciones más antiguas. Se le puede escuchar recitando la famosa "Twinkle,Twinkle Little Star".
- Twinkle,Twinkle Little Star (versión moderna) -
En mayo del 2011, Fabris llevó el cilindro al Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley (California). Los investigadores escanearon la ranura del cilindro utilizando tecnología 3D de exploración óptica. De esta manera, crearon un modelo digital de la superficie del cilindro a través de un análisis de software, logrando convertirlo en un archivo de audio. De esta forma lograron recuperar la grabación entera a excepción de la primera sílaba.
Gracias a estas tecnologías se ha podido reproducir lo que son los albores de la grabación de los sonidos y la música, algo que a mi, personalmente, me resulta más que emocionante y que ahora vamos a escuchar, pero se avisa que la grabación es mala por lo dañado del anillo de metal, sin embargo nos hace soñar e imaginar lo que pudo ser una auténtica empresa de juguetes de Edison y la sensación de tener por primera vez en la historia una muñeca que habla.
- Audio -
Fuente: varias
Da un cierto miedo, que horror.
ResponderLa verdad es que si, que muñeca mas horrible.