¿Te has preguntado alguna vez por qué vemos el cielo de color azul?

El cielo es un cuadro hermoso, ¿quién no se ha quedado admirando el cielo durante algún tiempo? Si incluso parece una pintura que ha sido pintada sobre un lienzo. Pero cuando pensamos esto, reaccionamos y caemos en que no es un cuadro, en realidad estamos mirando el aire. Pero si estamos mirando el aire...


Los colores del cielo son el resultado de la interacción de la luz del Sol con la atmósfera. La humedad, el polvo o ceniza que hay en la atmósfera provoca en el cielo múltiples expresiones de color a nuestros ojos.

Cuando se dan condiciones atmosféricas especiales, se pueden percibir distintos fenómenos cromáticos como el arco iris, coronas solares y lunares, halos, falsos soles, falsas lunas y otros más raros.

El motivo por el que el cielo se ve azul tiene que ver con la composición de la luz, esta está formada por los distintos colores del arco iris que al colisionar con la humedad de la atmósfera, se produce el mismo efecto que si pasáramos la luz por un prisma, la luz se dispersa por refracción.

Aquí esta el secreto de por qué el cielo se ve azul. Al dispersarse la luz en todos sus colores, la desviación de los colores de longitud de onda corta (azul y violeta) es máxima y para los de onda larga (rojo y amarillo) es mínima.

Los rayos de luz azules y violetas siguen desviándose en las partículas húmedas del aire, variando su trayectoria a medida que se dispersan cada vez más y más antes de llegar al suelo de la tierra. Es por esto que, cuando por fin llegan a nuestros ojos, no parece que vienen directamente del Sol, sino que ocupa todo el cielo en su totalidad.

De la misma manera podríamos explicar también porque en el espacio el cielo es negro. En el espacio no hay ninguna partícula que pueda refractar en la luz del Sol.


Fuente: laflecha