Y es que su precio rondaba las 100 pesetas, cuando un salario medio no alcanzaba las 10 pesetas diarias y la Pepona, muñeca de la época, no costaba mas que 5 pesetas. Mariquita Pérez, "la muñeca que se viste de verdad" fue un fenómeno social que alcanzo a todos los estamentos sociales. Al alcance de muy poca gente, sin embargo llego parcialmente a todos, aunque solo fuese en forma de canciones, programas de radio o simplemente como espectáculo visual, pues incluso sus escaparates eran autenticas revistas de moda que causaban expectación con cada cambio.
Los famosos no fueron inmunes a su encanto y desde Eva Perón a las nietas de Franco, pasando por la princesa Grace Kelly, Gina Lollobrigida, Marisol y la mayoría de personajes de algún relieve se dejaron cautivar por la muñeca. Mariquita creo escuela, y muy pronto se vio acompañada por otras muñecas que no desmerecían en nada, Gisela, Cayetana, Mari Ló... y algunas más, se sumaron al circulo de "muñecas bien", que podían esquiar en Suiza, bañarse en la Costa Azul o tomarse un aperitivo en cualquier Club de campo, sin desentonar lo más mínimo pues para ello iban equipadas hasta el menor detalle.
Su creadora

Leonor Coello imagino de pronto un gran negocio y encargó un modelo de muñeca para la que buscó un nombre muy español: Mariquita Pérez. Los mil modelos realizados en noviembre del primer año se vendieron al terminar diciembre. El éxito no se detuvo en la primera tienda de Madrid, situada, primero, y, más tarde, en la calle Serrano. Leonor Coello reconvirtió, en franquicias de Mariquita Pérez, las mejores jugueterías de Santander, Bilbao, Barcelona y otras ciudades españolas. Mariquita Pérez tenía un vestuario muy rico que cambiaba cada temporada. Sus trajes se cortaban en la casa y se llevaban a la cárcel de mujeres, donde las presas confeccionaban encantadas sus trajes.
Leonor Gándara cuenta esta historia con admiración hacia su madre. Después creó otro muñeco, Juanín, el hermano de Mariquita, y más tarde Jaimito, el bebé. Siendo mayor su madre y tras problemas familiares, la casa empezó a decaer y se vendió la firma. Las cosas ya no fueron igual. En 1975, cerró.
La llegada de nuevos materiales, formas de producción y el desembarco de las multinacionales, abocó a Mariquita a su retirada de la vida social, tomando su relevo Nancy en cuanto fabricación nacional y Barbie como foránea. Hoy Mariquita vuelve, y lo hace con sus mejores galas remozadas, su sonrisa de siempre y todo el cariño de sus nuevos progenitores.
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Fotos: archivo PDF, Concha Garcia
Fuente: mariquitaperez.com/inicio.php?lang=es y arteshoy.com/news-20060105-4.html
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