Unas pequeñas nociones sobre el devenir histórico del examen nos pueden ubicar mejor a la hora de hacer uso de esta herramienta. El examen fue una herramienta ideada por la burocracia china para seleccionar miembros de castas inferiores, un manera más de estratificación social. Existen innumerables evidencias de que hasta antes de la Edad Media no existía un sistema de exámenes adherido a la práctica educativa. La asignación de calificaciones al rendimiento del alumno es una legado del siglo XIX a la pedagogía. La revolución industrial en Occidente genera nuevas necesidades sociales y éstas repercuten en el sistema educacional.
Uno de los primeros sociólogos, E. Durkheim muestra que el examen aparece en el entorno educacional a través de la Universidad medieval, sin embargo aclarando que sólo se dejaba presentarse al examen a aquellos alumnos de los que se estaba seguro que pudieran salir airosamente. Hoy, en nuestro Sistema Educativo, sería impensable esta acción. El examen era para mostrar la capacidad que se había adquirido no para evidenciar dicha competencia. En la Didáctica Magna (1657) de Comenio el examen es la última parte del método que puede favorecer a instruirse, a través de él no se decide ni la promoción del alumno ni su calificación. En la actualidad se ha apartado el examen de la metodología, no es un aspecto del método unido al aprendizaje. El satisfacción del estudio y por el estudio, se ha terminado y el alumno y su profesor únicamente piensan en el examen como meta del Sistema Educativo en la gran mayoría de las ocasiones.
Jose Manuel Rodríguez Rodríguez
Juan Navarro de Tuero
Fuente: archivo PDF
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