El 17 de diciembre de 1903, los hermanos Wright, Wilbur y Orville pasaron a formar parte de nuestra historia realizando, lo que hoy en día se considera, el primer vuelo a motor tripulado de la historia.
Entusiasmo, inteligencia y prudencia fueron algunas de las virtudes que les acompañaron en su camino, cosa que queda reflejada en su método de trabajo, preciso y conciso, que consistió en aprender de los errores. De este modo, y empezando con una cometa, seguida de una sucesión de tres planeadores consiguieron sus primeros logros. La culminación de estos fue el Flyer de 1903. Cada uno se construyó a partir del anterior, siempre investigando a conciencia para corregir errores y añadir mejoras.
El Flyer de 1903 tenía 12,29 metros de envergadura, 6,43 metros de fuselaje y un peso de 225 kilos. Equipado con un motor de 12 CV y un sistema de mandos, tuvo capacidad para despegar, volar ascendentemente y además a voluntad del piloto, objetivos que se habían propuesto alcanzar los hermanos y que hicieron realidad el 17 de diciembre de 1903.
Dos de las geniales ideas que tuvieron los Wright fueron, por un lado, investigar en un túnel de viento de fabricación propia y, por otro, dotar al Flyer de tres ejes de movimiento y no sólo dos como se venia haciendo hasta entonces. Evidentemente, todo aparato volador debía estar dotado de un timón de profundidad, para poder ascender y descender; y un timón de dirección, para poder girar a derecha y a izquierda. Pero, además, los Wright diseñaron unas alas con la capacidad de torsionarse que permitían alabear el aparato, de modo que el Flyer también podía inclinarse hacia un lado o al otro, de la misma forma que lo hacen las bicicletas o los pájaros cuando quieren girar. Combinando los dos movimientos de giro, dirección y alabeo, dotaban al Flyer con la capacidad de hacer giros suaves y cerrados a la vez.
Después de tal hazaña, que ha merecido un rincón en las páginas de nuestra historia, los Wright siguieron trabajando y perfeccionando el modelo de 1903, haciéndolo más seguro y con la capacidad de hacer vuelos cada vez más largos. Pero lo más increíble seguirá siendo que dos mecánicos de bicicletas, sin más estudios que los de la escuela primaria, lograran en tan sólo cuatro años solucionar el problema del vuelo que tantas vidas antes había consumido.
La gran hazaña de estos dos estadounidenses consistió en lograr con éxito el primer vuelo propulsado y controlado de la Historia en un aeroplano con motor, un hecho que, junto con las mejoras posteriores que consiguieron los Wright, significó un enorme impulso para el desarrollo del transporte aéreo.
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Extraído de: Réplica del aeroplano Wright 1903 FLYER
Fuente: archivo PDF
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