
El término proviene del japonés "kara", o vacío, y "okesutora", que significa orquesta, por lo que la palabra literalmente quiere decir "orquesta vacía".
La primera máquina de karaoke la introdujo el cantante Daisuke Inoue, pero el éxito fue un poco por casualidad, ya que la gente asistente a sus conciertos insistía en poder cantar junto a él, gracias al experimento interactivo tan novedoso. Cuando el cantante vió el gran potencial del invento, lo patentó en un primer modelo consistente en una máquina a la que había que echar una moneda para que funcionase. Y las prestaba en régimen de alquiler a diversos establecimientos de ocio, como un servicio más. El karaoke ha vivido el paso de diversos formatos, desde el VHS, el laserDisc y el DVD, puede que no tardemos en verlo en 3D próximamente.
Respecto a los espacios que ha ocupado y ocupa el karaoke, también han ido evolucionando. Inicialmente, se conciben en espacios de ocio abiertos al público, expuesto a ser escuchado por el resto de asistentes. Suelen contar con un amplio repertorio lo que facilita canciones para los distintos gustos de las personas que acuden. Además disponen de equipos de karaoke profesionales y grandes pantallas donde poder seguir las letras, y poder cantar con un sonido profesional. Este tipo de actividad ha sido adoptada también por restaurantes y bares normales que la utilizan en ocasiones especiales o como aliciente al negocio de restauración. En Japón coexiste, junto con los cómics manga, como un elemento de socialización indiscutible entre los adolescentes.

Pero el último fenómeno -no sabemos si mundial- como mínimo en nuestro entorno es la aparición del Anti-Karaoke. Es una fusión entre un concierto de rock, un karaoke underground, un show de Broadway, y una fiesta de disfraces. Creado por la cómica norteamericana Rachel Arieff en Barcelona, Anti-Karaoke es una clase de show espontáneo que depende de la participación del público. Otra diferencia aplastante a los karaokes convencionales es que las canciones no son grabadas, sino que se dispone de un grupo de música con un amplio repertorio del rock y del pop, atrezzo para que el participante se meta más en el rol del cantante y un disposición del escenario con su público coreando, que permite que en tan solo 5 minutos te identifiques con una estrella del rock. El anti-karaoke, aparece dentro del escenario más alternativo de las grandes ciudades europeas con lo que ello conlleva, una cierta dosis de transgresión, de lo cual se encarga la conductora del evento.
Curiosidades
Curiosidad a parte se merece el fenómeno en el país nipón. Allí el karaoke nunca ha perdido interés, sino que se ha reinventado día a día. Coexiste, junto con los cómics manga y la cultura audiovisual, como un elemento de socialización indiscutible entre los adolescentes. Grupos de amigos se reúnen en karaokes con salas particulares, cada cual más variopinta, con acceso a servicio de restaurante y bar. Algunos reclamos para captar clientes son ofertas de bebida ilimitada durante un período de 2 horas. Los karaokes están abiertos todo el día hasta la madrugada. Hay karaokes de diseño, y algunos ofrecen hasta jacuzzi, ¡para cantar en remojo!
Fuente: revistalaocaloca.com/2011/05/historia-del-karaoke/
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