
Al parecer el café es originario de Etiopía, Abisinia en la antigüedad, y para ser más exactos de la región de Kaffa; nombre del que probablemente tomo su nombre el café.
Según cuenta la leyenda allá por el siglo VII, un pastor llamado Kaldi contempló una extraña reacción en su rebaño de cabras tras comer los frutos y hojas de una planta hasta entonces desconocida para él. Los animales se manifestaban inquietos, nerviosos y bastante más activos de lo normal.
Ante ese comportamiento tan extraño, decidió recoger los frutos y hojas de la planta con el fin de prepararse una infusión, tal sabor le desagradó tanto que optó por arrojar el resto de los frutos al fuego. Su sorpresa fue mayúscula al percatarse de que aquellos frutos desprendian un aroma especialmente atractivo, motivo que le llevó a prepararse una nueva infusión, aunque en esta ocasión, ya con los frutos tostados. Tras ingerir la infusión, el pastor Kaldi sintió una euforia tan extraña como desconocida para él, lo que le indujo a informar de su experiencia al Prior del Monasterio Chehodet.
Allí, el prior descubrió después de numerosas pruebas que con las semillas de estas plantas, una vez tostadas y molidas, se obtenía una agradable bebida que le ayudaba a mantenerse despierto en las largas noches de vigilia. La nueva bebida se hizo muy famosa y se fue popularizando por todos los monasterios de la zona. Con el tiempo, el CAFETO (que así se llama el árbol que produce el café) fue llevado a Arabia, convirtiéndose en una de las bebidas más comunes entre los peregrinos que se dirigían a la Meca. Del continente africano el árbol del CAFETO se extendió hacia América Central y del Sur.

Las primeras menciones sobre la llegada del árbol CAFETO a América se remontan al siglo XVIII, tras recibir el rey Luis XIV de Francia unas plantas de café como regalo del municipio de Ámsterdam. Años después, en 1.723, una de estas plantas fue embarcada por Gabriel de Clieu (súbdito del rey Luis XIV y Gobernador de la isla de Martinica) con destino a América. Tras un agotador y largo viaje, el cafeto fue plantado por el propio Clieu en su jardín, obteniendo tres años más tarde, en 1.726, su primera cosecha.
Posteriormente, los portugueses introdujeron el cafeto en Brasil; más tarde los ingleses hicieron lo mismo en Jamaica y Cuba, y los españoles en Colombia.
Fue en el siglo XIX, cuando aparecen en España los primeros locales dedicados a la venta de café, exactamente en Cádiz, Madrid y Barcelona. Los más célebres, aún hoy en día, son el Cafe Gijón de Madrid y el Siete Puertas de Barcelona.
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Vídeo: elpais.com
Fuente: baque.com/cafe-escuela-historia-y-origen-es.php
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